Partida Rol por web

Era realmente impresionante "pilotar" aquella mole de destruccion, dominar desde su altura el campo de batalla y ver hormiguear a los enemigos a sus pies. Los aerodeslizadores T-47 zumbaban como moscas por todas partes, y Talram trató de localizar a aquellos que parecía tenían acoplados los lanzadores de garfios. Ignoraba el porqué de esa priorodad... pero si Pinaza lo recomendaba, sería por algo. Cuando creyó ver a dos de aquellos zigzaguear sobre el llano, aceleró un poco la marcha del caminante (que no era mucha por cierto) y abrió fuego con todas las armas, pues no se fiaba de un solo disparo certero. La experiencia con el simulador de cazas así lo atestiguaba.

Los AT-AT se movieron con la lentitud propia de los gigantes que eran, pero sus pasos eran firmes y majestuosos. Los reclutas no salían de su asombro mientras maniobraban los controles de unas de las más poderosas armas de guerra del Imperio Galáctico.

En la lejanía pudieron ver el brillo metálico de los cascos de diversas naves de los rebeldes, los celebérrimos T-47 se aproximaban a toda velocidad para frenar el avance de los vehículos terrestres. Los haces de energía empezaron a cruzar el espacio entre los dos grupos pero la gran mayoría no alcanzaron sus objetivos, a excepción de un disparo perdido que impactó levemente en el AT-AT que conducía Kadlo. La distancia y las alocadas maniobras de las naves rebeldes impidieron que los reclutas acertaran sus blancos...

La distancia se reduciría y sería más fácil acertar, pero también ser alcanzado....

Viendo que los deslizadores maniobraban alocadamente hacia ellos, Talram decidió no avanzar más, confiando en su superior blindaje y que ellos se acercaran. Centró su atención en uno de los T-47, el que portaba el arpon trasero, y primero soltó una descarga de los pesados cañones acoplados. Mientras el ágil aerodeslizador trataba de esquivar la primera ráfaga, Talram volvió a abrir fuego, esta vez con los laser medios bajo la "mandibula" del caminante. Los controles de disparo no eran el fuerte del ex-senador, pues estos brincaron en el aire hacia los objetivos, pero sin aparente buen tino...

Tin detuvo a la gran mole de engranajes a distancia media. Había llegado el momento de apostarse y disparar con cierto tino a las malévolas naves rebeldes. El AT-AT siempre perdería en un combate de agilidad naval, pero su coraza, lo hacía un adversario capaz de encajar infinitas descargas de energía antes de sucumbir.

- Toca disparar y... acertar...- pensó el joven mientras fijaba las coordenadas de sus bláster y luego s pesados. Sin perder más tiempo, disparó y calculó posibles vías de escape y elusión de las naves rebeldes, mientras fijaba dichos puntos con los poderosos cañones láser. Sin vacilar disparó con un desfase de pocos segundos, intentaba dar caza a aquellos enemigos más diestros en el uso del pilotaje de combate. Esquivar un disparo envenenado era un acto propio de un piloto de combate, pero si la amenaza era doble... La supervivencia descendía ostensiblemente si no poseías un don especial.

¡Mierda!, pensó el durosiano. Había sido alcanzado, y aunque con una intensidad irrisoria como para infringir daños, sí que le supuso un inconveniente: el disparo había inutilizado los mecanismos y controles del AT-AT, con lo que sólo pudo mantener el rumbo que ya había prefijado y rezar para que no se cebaran en él.

El baile comenzó. Una lluvia de láseres voló alrededor de ambos bandos, sin apenas llegar a tener bajas, puesto que la distancia era considerable y era difícil acertar en el blanco, bien por la rapidez delas naves rebeldes, bien por la enorme y robusta mole del imperio.

Erasmus controlaba las naves rebeldes por su radar mientras observaba las formaciones de combate que formaban los T-47. Eran como un enorme enjambre de escarabajos piraña, esperando el momento para atacar en conjunto y devorar a su presa. Pero aquel terror tecnológico del imperio no era algo que menospreciar. Y menos si era Erasmus quien lo pilotaba.

Observó como las diferentes naves se movían dentro de la formación, intentando descifrar un patrón de movimiento. Algún tipo de posible grieta por la cual poder entrar hasta el fondo y asestar una herida a su jefe de grupo. O por lo menos asustarlos y evitar que durante unos instantes Kruegher llevase la iniciativa. 

Pero los rebeldes eran avezados pilotos, y no dejaban margen de error, así que tuvo que replantearse una nueva estrategia. Dispararía nuevamente al líder de escuadra (o por lo menos él creía que era el líder puesto que encabezaba la ofensiva) cerca de su ala derecha, e intentaría que se desviase lo suficiente hacia la izquierda donde, unos cañones acoplados le estarían esperando para hacerlo trizas. Pensaba jugar aquella baza con la esperanza que su enemigo cayese en la trampa, así que posicionó los láseres en la trayectoria de intercepción y con un gesto rápido, disparó los blasters en dirección al ala derecha de su enemigo.

-Esperemos que pique, sino seré yo quién pueda acabar con la oreja ensangrentada de los gritos de Pinaza.......

Los T-47 se aproximaron con una velocidad endemoniada, haciendo cabriolas y tratando de esquivar los disparos de los reclutas. En aquella ronda del combate los novatos pusieron en práctica una técnica que les habían enseñado en las clases de Táctica, espaciar los disparos... pero aún así la habilidad de los pilotos rebeldes les llevó a evitar las letales cargas enviadas. A excepción del aventajado Erasmus. Los dos disparos del joven impactaron en uno de los T-47 y el daño parecía ser importante...

Bravo, señor Kruehger!! Ya pensaba que me habían asignado un pelotón de tullidos!!!

Por su parte la mayoría de los disparos de los rebeldes también se perdieron en la lejanía. El AT-AT de Kadlo estaba sufriendo una lluvia de energía pero gracias a la superestructura del vehículo apenas sufrió daño.

El durosiano estaba en un atolladero, e iba a ser carnaza para el implacable Pinaza. Tenía que encontrar algún método para revertir la situación en cuanto antes ...

Las aeronaves eran rápidas, mientras los AT-AT seguían su curso con pasos demasiado pesados. Kadlo llevaba un rato con problemas en su coloso. Los T-47 habían conseguido alcanzarlo y aunque el daño era nimio, las armas de aquella construcción ideada para la devastación, permanecían inservibles. Aquel contratiempo había menguado la capacidad de respuesta de los reclutas, que aun así avanzaban sin temor poniendo toda la carne en el asador.

Tin, que no acababa de sentirse a gusto en el interior de dicha máquina, siguió con los monitores al "T-47 amarillo". Aquel en el que Pinaza había hecho tanto hincapié, e intentó cazarlo con una buena ráfaga de sus blásters y un cañonzo láser intuitivo justo en el momento que intentara su esquiva.

Esperaba tener mejor suerte ahora, pues las aeronaves cada vez estaban más cerca...   

Por un momento Erasmus perdió la concentración en el ejercicio. Algo había influenciado gravemente en ella, pero no sabía si estaba mas sorprendido por haber acertado el blanco, o por la felicitación de Pinaza por ello. Fuese como fuese, aquella ronda de combate había sido arto beneficiosa  para él, y no pensaba bajar el listón. 

Así que, concentrándose de nuevo en aquella escuadra de naves, comenzó a urdir un nuevo plan. El T-47 al que había disparado parecía que estaba en serios problemas, puesto que su anterior estratagema había surtido efecto. Quizá demasiado bien, puesto que no contaba con hacer blanco con ambos cañones. Ahora se le presentaba un nuevo dilema. Como actuar, puesto que una vez había podido torear a aquel piloto, pero dudaba que cayese una segunda vez en la misma trampa. Así que lo que se planteó fue ir a por todas. Descargó ambos cañones a la vez, intentando sorprender a su enemigo de nuevo, e intentando que aquella descarga de muerte zanjase de una vez el duelo entre los dos pilotos.

Esperaba cogerlo desprevenido, sino Pinaza se le echaría al cuello como un depredador sobre su presa......

La tactica a seguir no podia variar demasiado. Los aerodeslizadores zumbaban como tabanos alrededor de un buey, y el buey, el AT-AT, debía concentrarse en espantarlos a coletazos, es decir, cañoneando en posicion estatica. Llegados a este punto, ya poco importaba si disparaba al que portaba el arpon o al primero que pasase. Asi pues, Talram trató de centrar sus disparos espaciados en aquel T-47 que primero asomase el hocico. Ahora cambió el orden de fuego. Primero soltó un zambombazo con los cañones mas pesados, tratando asi de "intimidar" al rebelde, para luego hilar más fino con los blasters medios. El problema, claro, es que lo de hilar fino no iba con su capacidad artillera, y tanto daba tratar de apuntar con los sistemas de punteria que aporrear botones de disparo como si no hubiese dios. Asi que el ex-senador, oyendo ya al oficial Pinaza llamarle de todo menos bonito, disparó sus armas como buenamente pudo, que no era mucho, y rezar a los Antiguos para que las cabriolas de aquellos zanganos topasen por casualidad con sus rayos energeticos y diesen con sus metalicos culos en el suelo, para despues, (seria precioso no?) aplastarlos con sus patas de tonelada y media.

La proximidad de los contendientes hizo que los blancos se sucedieran de manera vertiginosa. Los impactos sobre los AT-AT precedieron a varias tormentas de chispas que rodearon varios vehículos, peor lo tuvo Talram que recibió un disparo directo que dañó una parte del gigante limitando sus capacidades, quizá la distracción por el daño recibido fuera la causa de que sus intentos de derribar a uno de sus T-47 fueran en balde.

Me parece a mi que su excelencia el senador está como pez fuera del agua... Inútiles ya tenemos bastantes en el Imperio, no engorde su número señor Byncekass.

Kadlo seguía peleándose con los mandos de su vehículo por si podía solventar los efectos de los repetidos disparos que iba recibiendo, gracias al gran poderío estructural del AT-AT no había males mayores que lamentar.

Diferente era el caso de Tin y Erasmus. El primero pareció cogerle el tranquillo a la táctica de disparar sucesivamente y logró impactar a uno de sus enemigos, y aunque los daños se preveían ligeros al menos tendría un respiro; mientras que Erasmus terminó la faena que había iniciado disparando sobre el humeante T-47 hasta que consiguió que cayera sobre el suelo del planeta en una espiral de fuego y humo negro. Uno que caía, ahora a centrarse en el otro atacante.

Kadlo seguía en su inútil intento de redirigir la situación, pero cada vez era más consciente de que ese ejercicio le iba a suponer una gran reprimenda por parte de Pinaza. Era incapaz de recuperar el mando de su AT-AT. Los enemigos lo cercaban por ambos lados, y conscientes de su debilidad, no iban a tener compasión.
A Kadlo sólo le tocaba rezar que la gran máquina de la ingeniería imperial resistiese, y que los enemigos le diesen un respiro en algún momento ...
 

-Bien!!!!! Uno menos!!!!

Por fin Erasmus había conseguido abatir a uno de aquellos malditos y escurridizos T-47, y el joven soldado se alegró de ser el primero en conseguirlo. El vehículo cayó cerca de su AT-AT, pero sin llegar a tocarlo. Tan emocionado estaba de la situación que no se percató que otro T-47 le tenía fijado en su radar, y con un rápido viraje para esquivar a su compañero mientras caía, descargó toda su artillería contra Erasmus. 

-WWWOOOOOWWWWW!!!!!!! Que ha sido eso!!!!!!

Los impactos en el fuselaje del AT-AT fueron más benévolos de lo que se pensó, pero el tablero de mando comenzó a chisporrotear mientras Erasmus hacía todo lo posible por intentar arreglar la situación en la que se encontraba. Por desgracia aquella situación le había dejado a merced de su enemigo....por ahora. 

La táctica elegida por el joven había dado resultado. Había alcanzado a uno de esos aerodeslizadores rebeldes y no cabía de alegría por ello. A pesar de eso, el muchacho seguía pensando que aquel coloso devastador no estaba hecho para él, mucho más acostumbrado al uso de cazas. Aún así, decidió seguir en el ejercicio y pelear de la forma más digna posible, aunque Pinaza estaba ojo avizor de todo lo que sucedía en la simulación.

De repente, uno de los enemigos disparó con saña sobre su AT-AT, y lo único que pudo hacer fue intentar resistir interponiendo las partes más resistentes del fuselaje. Por suerte, los daños fueron mínimos, pero los mandos de control comenzaron a chisporrotear sin obedecer las órdenes de Tin.

- ¡¡Ahora sí que la hemos jodido!!...- exclamó el recluta sin saber como recuperar el gobierno de aquella lata mortífera.  

Al final sucedio lo que tenia que pasar. Aunque los daños no parecían catastroficos, algo si afectaron a los controles del caminante, y varias luces de aviso parpadeaban furiosas en el panel de mando. Controlar aquella bestia iba a ser mas dificil si cabe aun. En aquella tesitura, Talram decidio que ya poco imortaba lo que hiciese. Su punteria era pesima de por si, y ahora se agrababa con la disfuncion de los controles, asi pues no quedaba otra que tratar de acertar a uno de aquellos cabrones poco a poco y con un solo disparo. Cerró los ojos (que mas daba ya lo que viera), trató de sentir el zumbido del T-47 pasar por delante y al abrirlos de nuevo pulsó con rabia el boton de disparo de los pesados cañones.

- Muere de una vez, miserable!! - gritó con impotencia el exsenador, con una voz demasiado ronca para ser solamente rabia.

Los AT-AT parecieron quedarse inmóviles en el campo de batalla mientras los rebeldes T-47 volaban alrededor de las moles cual molestas moscas mientras disparaban haces envenenados de energía. Los daños empezaron a agravarse en algunos de los vehículos imperiales pero su fortaleza les mantenía en pie a pesar de todo. De pronto las pantallas se detuvieron en una imagen y la voz de Pinaza se escuchó por toda la sala:

En toda mi vida de instructor no he visto ineptitud más grande que la que hay en estos momentos en esta habitación. Espero que cuando acabe el ejercicio mediten sobre sus motivaciones para estar en este glorioso ejército y, por el bien del Imperio, espero que mañana estén subiéndose a la primera nave que salga rumbo a la cloaca que llamen hogar...

El ejercicio volvió a ponerse en marcha y se volvieron a escuchar los zumbidos de los T-47...

Los disparos llovían contra el AT-AT de Kadlo. Intentaba por todos los medios que los controles le respondieran, pero era inutil, seguía a merced de los rebeldes y estos no desaprovecharon la ocasión. Los dos disparos impactaron sin piedad y varios indicadores de alarma empezaron a teñirse del color rojizo del fatal advenimiento.

Pero en esas oscuras horas, un ténue rayo de esperanza pareció llegar. El AT-AT, gravamente dañado, parecía responder de nuevo. Kadlo no podía perder esta oportunidad. Tenía que intentar desembarazarse de los dos objetivos como fuese, de la forma más rápida posible.

Procedió a intentar pisar a uno de sus objetivos y disparar con los lásers acoplados ...

La consola de mandos del AT-AT seguía lanzando chispas eléctricas debido a los impactos de los T-47 en el fuselaje de este. Erasmus se desesperaba con aquella situación. Había empezado muy bien pero las tornas se habían vuelto en su contra ante el otro rebelde. Así pues, solo se le ocurrió ante aquella situación, una medida desesperada ante aquella situación, y era intentar chafar al T-47. 

Esperó a que otro láser impactase el fuselaje del AT-AT, y en ese momento dejo caer la cabeza del vehículo, simulando un daño más grave de lo que realmente era, con la esperanza de que su enemigo se acercase peligrosamente y así pisotearla. 

-Vamos cabrón. Vamos. Acércate lo suficiente para verme el blanco de los ojos.....VAMOS!!!!!!

​Con la paciencia de un depredador, esperó a que su presa de acercase lo suficiente para lanzarse al cuello......y despedazarla.