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Investigación policial: El caso del Instituto Grahan

Una visita y una despedida no tan normal

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01/04/2016, 14:40
- Director -

Ana estaba ingresada en el Hospital Universitario Gregorio Marañon, en donde en una zona adecuada para ello tambien realizarian la despedida de Marisa, por lo que los dos profesores tenian algo mas de tiempo para poder hablar con la chica. Al llegar amablemente una recepcionista les indico donde tenian que dirigirse, al principio parecia un poco reticente, pero despues cuando le digeron que eran los profesores de la chica esta les indico con amabilidad donde estaba.

Al llegar al pasillo junto a la habitacion pudieron ver como la puerta estaba abierta, en el interior de la habitacion habia dos camas, aparentemente solo una de ellas estaba ocupada por Ana y de pie a su lado habia una mujer que Raul reconocio como la madre de Ana la cual parecia bastante cansada y afectada. Por su parte Ana estaba incorporada sentada con la mirada fija en el horizonte, como si no estuviera alli, la chica tenia algunos arañazos y cortes en la cara, ademas de tener el brazo derecho vendado.

Notas de juego

Por si quereis ir adelantando os dejo puesta la escena en el hospital visitando a Ana

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03/04/2016, 18:39

Julio Medina resultó una compañía silenciosa en todo el camino al hospital. Apenas abrió la boca, sumido en sus pensamientos y mirando a través de la ventanilla el transcurrir cotidiano de la ciudad. Normalidad; demasiada para soportarla en un momento como aquel. Sin embargo siguió con la vista fija en las calles hasta que llegaron al centro médico.

Recorrió los pasillos junto a Raúl con la mezcla de sensaciones que siempre percibía al entrar en un hospital: la luz, el olor, los sonidos... Todo parecía distinto allí, amortiguado y al mismo tiempo más intenso. Como intenso parecía el dolor de la madre de Ana. Una mujer muy hermosa destrozada por la vida.

Julio inspiró profundamente, tocó suavemente en la puerta ya abierta y saludó - Hola Ana. Hola... - se detuvo, pues no sabía el nombre de la madre. Carraspeó y levantó la mano en un torpe gesto de saludo, encogiéndose de hombros. - Soy Julio Medina, profesor del instituto y vengo... a él ya le conocéis - señaló a Raúl que entraba junto a él. - Qué tal... qué tal estás, Ana?

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04/04/2016, 12:24
Raúl Gómez

Al llegar al hospital no podía dejar de pensar en otra cosa que no fuera la forma en la que podía darle la noticia a la joven sobre Marisa, caminaba intranquilo, dándole vueltas a las llaves de mi bolsillo, muchos pensamientos rondaban mi cabeza y ninguno de ellos me llegaba a convencer de nada. Julio tocó la puerta y yo no podía evitar estar mirando de lado a lado constantemente, nervioso e impaciente.

Al entrar y ver a Ana me tomé unos segundos de silencio y tras la presentación de Julio me acerqué a la cama y dediqué una amable sonrisa a la familia intentando ofrecer algo de apoyo y poder reconfortar aunque fuera lo más mínimo en estos malos momentos. - Buenas tardes señorita Otero. - Haciendo un gesto con la cabeza hacia la mujer, seguidamente me acerco un poco a Ana. - Hola Ana, ¿qué tal estás? Este es el profesor Julio, de filosofía e historia creo que aún no lo conoces. - Digo poniendo una mano sobre el hombro de Julio y sonriendo a la muchacha. Tras esto me giro hacia su madre y me acerco hablándole en un tono que la chica no pueda escuchar demasiado. - Señorita Otero, ¿podríamos hablar un momento en un sitio donde no nos oiga su hija? es importante. -

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04/04/2016, 16:37
Silvia Otero

Cuando los profesores llegaron en un primer momento la mujer les miro extrañada, pero al ver a Raul lo reconocio, aunque no iba mucho a las reuniones si que conocia al profesor, mira a Julio y responde a su saludo con un movimiento de la mano mientras dice:

- Profesores gracias por la visita...

La chica no reacciono al comentario del profesor y la madre con voz bastante triste dice:

- Ella esta asi desde el dia que la atacaron... no reacciona a nadie que tiene cerca

Cuando el profesor dice de hablar con ella en un lugar que Ana no pueda escuchar asiente y dice con un tono de voz que se notaba que estaba bastante cansada:

- Si... si quieren podemos ir a donde esta la maquina de cafes... creo que me vendria bastante bien uno

 

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04/04/2016, 16:59
Raúl Gómez

Al llegar a la máquina de café cogí un par de monedas de mi bolsillo y las introduje en la máquina, me giré en ese momento e hice un gesto a la mujer para que se acercara. - Sírvase, necesitará descansar un poco. - Dediqué una sonrisa a la mujer que cambié al momento por una cara un poco mas seria, me reajusté las gafas con la mano y di un par de pasos, unos segundos después volví a girarme hacia ella.

- Antes que nada me gustaría saber que tal se encuentra Ana, espero que haya mejorado, la pobre ha pasado por algo bastante grande. - Vacilé unos momentos y me mantuve pensativo hasta que me decidí a hablar.

- Verá señorita Otero... lamento tener que decirle esto en estas circunstancias, se que está pasando por algo horrible pero... - Respiré un poco y apreté los puños mostrando rabia e impotencia al mismo tiempo mirando hacia un lado con los ojos cerrados.

- Marisa Ledesma ha fallecido esta mañana en el instituto. Al parecer todo indica a un suicidio pero no conocemos muchos datos al respecto, durante el día de hoy tendrá lugar un acto en su memoria en este mismo edificio. - Dí un largo suspiro y tome unos segundos para relajar los nervios aunque era imposible.

- Se lo decimos porque creo que será mejor que se entere de esta manera antes que por cualquier barbaridad que los jóvenes puedan decir sobre la pobre chica. - Mientras que hablaba tuve que parar algunas veces porque se me entrecortaba la voz y era bastante notable mi nerviosismo sobre el tema al respecto.

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04/04/2016, 17:24
Silvia Otero

La mujer agradece el cafe con un gesto y diciendo:

- Muchas gracias, muy amable.

Entonces el profesor le pregunto por el estado de Ana, ella suspira y dice:

- Fisicamente esta mucho mejor, segun los medicos podran darle el alta por las heridas fisicas dentro de un par de dias, pero mentalmente esta bastante afectada... ya la ha visto, parece que no reacciona a los estimulos externos... no se que hacer con ella

Cuando le dijo lo que habia sucedido con Marisa la mujer se llevo las manos a la boca, sin duda estaba sorprendida, aquello no se lo esperaba y parecia que estaba realmente sorprendida, segun parecia no habia escuchado nada aun de lo sucedido, dice entonces:

- Pobrecita... era la mejor amiga de Ana creo... la vi en las fotografias del movil de Ana... y tambien vino a verla varias veces... ayer por la tarde fue la ultima vez y la chica... parecia muy animada... un suicidio? cuando me la encontre cuando se marchaba me dijo que ella protegeria a Ana, que no le volverian a hacer daño... como podria haber hecho eso?

La mujer parcia bastante extrañada

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04/04/2016, 18:09

Julio se mantivo quieto y en silencio, dejando que fuera Raúl quien guiara la conversación. Tomó buena nota de la falta de respuesta de la niña y se volvió hacia ella para mirarla una última vez cuando la dejaron sola para ir a por los cafés.

Él también había metido las monedas en la máquina, pero mientras escuchaba la conversación entre tutor y madre, se le olvidó pulsar el botón para seleccionar su bebida. La mujer parecía realmente abatida... y extrañada. Marisa había estado allí, al parecer alegre y animada.

Después de eso habría hablado con George y el encuentro fue tan terrible que se hundió hasta el punto de... hacer aquello. Por más vueltas que le daba no creía a George Ander capaz de algo así. No con Marisa. Pero algo más le llamó la atención.

- Señora Otero, entonces no conocía a Marisa antes de... verla aquí, en el hospital? Nunca fue a casa con Ana, ni al revés? - a punto estuvo de añadir otra pregunta, pero ni él mismo se creía lo que aquello implicaría, y bastante afectada estaba ya la mujer. Se mordió la lengua y esperó, pulsando por fin el botón de la máquina: un capuccino con extra de chocolate y bien cargado de azúcar.

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05/04/2016, 13:58
Silvia Otero

Silvia mira a Julio y colocando sus manos delante dice:

- Por favor llameme Silvia no es necesario que me hablen de usted.

Tras lo cual escucha atentamente lo que el profesor de su hija le esta contando y la pregunta, la mujer mira al suelo unos segundos y dice:

- Lo cierto es que Ana nunca ha llevado a sus amigos a casa y yo no los conozco mas que de oidas realmente... por favor, lo que les voy a contar no lo digan a nadie, pero el dia que le sucedio aquello llovia y fui con mi coche a recoger a Ana a su academia de ingles donde estudia con otros de sus compañeros de clase, ella iba con una chica que ahora que lo pienso por la altura y la constitucion debia ser Marisa...

La mujer hace una pausa unos momentos como para tomar algo de aire y entonces añade:

- Cuando me vio Ana vino corriendo a mi para que me marchara, me dijo que me fuera que no queria que sus amigos me vieran y se marcho... cuando llego a casa discutimos y salio corriendo... fue cuando salimos a buscarla y la encontre en un callejon, uno de sus zapatos estaba en la entrada y por eso la vi... y ahi estaba ella tirada temblando y...

La mujer en ese momento parecia que no era capaz de decir mucho mas ante el recuerdo de como vio a su hija.

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06/04/2016, 09:58
Raúl Gómez

Escuchaba a la mujer atentamente sin poder llegar a imaginar por lo que estaba pasando. Algunas ideas vinieron a mi cabeza cuando Silvia terminó de hablar - Por sus palabras parece como si la muerte de la pobre Marisa tuviera relación con el accidente sufrido por Ana. Quizá la conversación tan acalorada que tuvieron George y Marisa antes de esto tenga algo que ver con Ana. -

- Tranquila Silvia no se culpe de esto, maldita sea... ¿Se sabe algo sobre los agresores de Ana? - Coloqué mi mano en el hombro de Silvia intentando darle mi apoyo y comprensión. Al hablar de la agresión de la chica y de sus posibles agresores no podía evitar que un gran sentimiento de rabia recorriera mi cuerpo, una joven inocente había recibido un asalto de tal magnitud en la noche sin motivo alguno, no llegaba a comprender que podía haber llevado a sus agresores a cometer tal acto.

- Disculpe pero, ¿recuerda con quien iba su hija el día que se produjo el accidente? No tiene porque responder, no se preocupe. - Tras estas palabras eché un par de monedas en la máquina y saqué un café cortado, suspiré un momento e intenté relajar un poco mis tensiones, el día estaba siendo muy duro.

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07/04/2016, 18:52

En la cabeza de Julio se agolparon varias frases de consuelo y apoyo, pero nada parecía adecuado en aquel momento. El dolor de aquella madre y la evidente impotencia de Raúl aconsejaron al joven profesor permanecer en silencio.

Sin duda el tutor se sentía culpable por lo ocurrido, y no podía culparlo por ello. Incluso él sentia unos remordimientos que no dejaban de atenazarle las entrañas, creándole una sensación de angustia que lejos de remitir se enquistaba hora tras hora. ¿Podría haber hecho algo más? Ya era tarde para saberlo y nada podría traer ya de vuelta a Marisa.

Pero las heridas de Ana sí curarían, más pronto que tarde. Al menos las de su cuerpo, y a partir de ahí habría que empeñarse en devolverle la alegría y la paz que merecía cualquier joven. Por desgracia, para entonces la inocencia ya la habría perdido sin remedio.

Julio suspiró y apoyándose contra la pared, bebió su capuccino en silencio.

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07/04/2016, 22:49
Silvia Otero

Ante la pregunta sobre los agresores de Ana la mujer niega con la cabeza y dice:

  • No… y créame si supiera quienes han sido les daría su merecido

La mujer cierra con fuerza el puño, parecía bastante dispuesta a cumplir sus palabras, lo que estaba dejando claro que no era una mujer que se achantara fácilmente y que sin duda quería mucho a su hija, ante la siguiente pregunta dice:

  • De la academia salió con Marisa por lo que vi, pero cuando llego a casa llego sola, así que no se si iba con alguien o no… cuando discutimos y se marchó la encontré sola…

Ambos profesores pueden ver que apenas quedan 10 minutos para la hora a la que tienen que estar para la despedida de Marisa.

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10/04/2016, 22:57
Raúl Gómez

Escuchaba a la mujer atentamente intentando atar algunos cabos aunque fue en vano, cuando terminó de gesticular la última palabra eché un vistazo a mi reloj, apenas quedaban unos minutos para que comenzara la despedida de Marisa así que debíamos marcharnos cuanto antes.

- Gracias por recibirnos en estos momentos tan complicados Silvia, es usted una mujer muy fuerte afrontando la situación como lo hace, mucho ánimo. Espero que Ana se recupere pronto, si necesita cualquier cosa no dude en contactar con nosotros. - Sonreí a la mujer mientras ofrecía nuestra ayuda y miraba a Julio de vez en cuando haciéndole referencia, caminé hacia el y coloqué mi mano sobre su hombro.

- Julio y yo tenemos que marcharnos ya, apenas quedan 10 minutos para que comience el acto que le dijimos anteriormente y no creo que debamos llegar tarde, seguro que todos están esperando ya en la sala. - Miré a Julio y le mostré mi reloj para que comprobara la hora que era y que supiera que debíamos irnos cuanto antes.

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13/04/2016, 18:31

El gesto de Silvia no dejaba lugar a la duda: era una mujer valiente y estaba dispuesta a luchar por su hija, contra todo y contra todos. Ella no dejaría que Ana terminara igual que había terminado Marisa, Julio estaba convencido. Le resultaba admirable su fuerza y su coraje.

De pronto se descubrió a sí mismo ensimismado en la contemplación de la mujer. Era realmente atractiva y su actitud la envolvía de un aura que enardeció al profesor. Al volver en sí, carraspeó y se volvió hacia Raúl, asintiendo.

- Sí, sí... desde luego - dijo sin saber muy bien a qué se refería con aquello. volvió a aclararse la garganta antes de continuar. - Debemos irnos ahora para acompañar a la familia de Marisa, pero te ayudaremos a encontrarlos. Lo prometo - y con aquellas simples palabras que nadie le había pedido sintió que su compromiso con la situación se redoblaba.

- Ha sido un placer, pese a las circunstancias. Dele recuerdos a Ana - volvió a dejar a un lado el tuteo - esperamos verla pronto en el colegio. Será buena señal. - Y con una última mirada de consuelo y admiración, se dispuso a afrontar el siguiente trance del día, que comenzaba a resultar demasiado largo. Agotador.

Notas de juego

Perdón, olvidé que me tocaba a mí y estaba esperando, esperando...

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14/04/2016, 02:38
Silvia Otero

Silvia asiente a las palabras de Raul y le responde:

  • Muchas gracias por su visita y su preocupación por Ana…

La mujer mira a los dos hombres y dice.

  • Les acompañare, creo que es adecuado que despida a la mejor amiga de Ana y que al menos le dé el pésame a la madre.

La mujer termina su café y se dispone a seguir a los profesores.

Notas de juego

No te preocupes,pero ten en cuenta cuando lleves tiempo sin recibir nada que algo pasa, porque no suelo esperar mucho a que respondais

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14/04/2016, 02:39
- Director -

Cuando los tres llegan allí pueden ver que en la sala están todos los alumnos menos George del que nadie sabe nada, de los profesores están la profesora de inglés que al igual que la mayoría de los alumnos de la clase está muy seria. El lugar sin duda es bastante deprimente y la madre de Marisa una reconocible periodista de la televisión esta llorando junto a la niña que está en un ataúd. Los chicos se mantienen en silencio, algunos chicos como Marta apenas soportan el no llorar. En ese momento era el jefe de estudios que se acerca a la madre de Marisa para darle el pésame.

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14/04/2016, 02:40
Mariana Ramirez

Cuando el jefe de estudios se acerca la mujer le mira y agarrándole dice mientras llora:

  • ¿Porque, porque Marisa, era una niña muy buena y cariñosa… usted lo sabía bien, usted la conocía bien… por qué? Porque le ha pasado esto a mi pequeña… porque no la escuche… usted le podía haber ayudado, porque no le ayudaron.
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14/04/2016, 02:40
Ana Ramirez

Pero en ese momento toda la atención se centra en otra cosa, Ana había aparecido caminando la chica tenia puesto el pijama del hospital y andaba descalza, al ver la escena a empieza a temblar y a gritar con furia y con odio:

  • Usted, usted la mato, usted fue el que la mato, quien acabo con ella… ella le quería, le amaba… es un asesino y la mato

Le dice al jefe de estudios, la chica como poseída se dispuso a ir hacia el jefe de estudios.

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14/04/2016, 19:21
Raúl Gómez

Caminamos algo deprisa hacia el salón donde tendría lugar el acto pues ya era algo tarde y no podíamos perder más tiempo. Al llegar, la puerta estaba abierta y se podía respirar ya desde fuera el ambiente triste y fúnebre, dimos unos pasos adentrándonos en el salón y pude ver claramente el dolor de todas las personas que allí se encontraban, en algunos era más evidente la pena, otros lograban ocultarla de una forma más hábil aunque era posible notar que no se encontraban bien.

Cerca de la pared del fondo y rodeado de adornos florales y coronas conmemorativas se encontraba el frío y duro ataúd de ébano que guardaba a la joven Marisa, la caja donde reposarían sus restos para la posteridad. No podía pensar en otra cosa que no fuera su pobre madre, Clavada de pié a su lado envuelta en un llanto desconsolado que nadie más que ella podía entender, ese dolor ya  le acompañaría para siempre y ninguno de nosotros podría entender por lo que está pasando.

Nos acercamos al grupo de alumnos que se encontraban a la izquierda del féretro, con ellos se encontraba Amelly que parecía estar casi más afectada que sus compañeros. - Amelly, que tal se encuentra, está siendo un día muy duro para todos. - Dije en voz baja a la profesora mientras miraba como el Jefe de estudios se acercaba a la madre de Marisa para, lo que imagino, mostrarle su apoyo.

En ese momento Ana irrumpió en la sala dando unos grandes gritos y hecha una furia. No parecía ser dueña de sus actos, parecía muy confusa y furiosa y no paraba de gritarle al señor Jabego, incluso comenzó a ir hacia él con intenciones que no parecían nada buenas. Al darme cuenta de la situación miré a un lado y a otro un tanto nervioso por lo que pudiera ocurrirle a la pobre chica y avancé a paso rápido hacia ella. Al ponerme a su altura la rodeé por la cintura con los brazos y la levanté, comencé a caminar con velocidad hacia fuera de la sala mirando a todos los que se encontraban allí, la chica no paraba de forcejear furiosa. - Disculpen, la pobre chica está un poco conmocionada. - Dije intentando excusar a Ana.

Al salir del salón, caminé un poco más hasta alejarme de la sala para que los curiosos no pudieran ver a Ana en este estado. - ¡Ana cálmate, para de una vez! - Bajé a Ana y la puse de pie en el suelo, me incliné un poco poniéndome a su altura, la sostuve de los hombros para que no se moviera y la miré fijamente a los ojos. - Vamos Ana tranquila. Tranquilízate un poco por favor. ¿Qué es lo que ocurre? ¿Ha pasado algo con el señor Jabego para que sueltes todo eso sobre él? ¡No puedes entrar así con todo lo que ha pasado gritando esas cosas! - 

Mi cara dibujó una mueca de preocupación, deje de apretar a la chica por los hombros, ahora solo tenia mis manos apoyados en ellos. - Puedes buscarte un gran problema Ana, por favor tranquilízate. Siento muchisimo... todo lo que ha pasado. -

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21/04/2016, 20:28
Amelly Oneal

Ante la pregunta del profesor la profesora asiente y dice:

  • Es difícil, pero… hay que estar fuerte por los chicos.

La mujer realmente estaba aguantando como podía, aun así, parecía que no podía aguantar apenas las lágrimas que le producía ver aquello. 

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21/04/2016, 20:28
Ana Ramirez

Cuando Raúl va a por Ana la chica no dejaba de forcejear, la madre de esta se acercó corriendo también a intentar calmar a la chica mientras ayudaba a sacarla, los compañeros de clase miraban sorprendidos, algunos incluso parecían un poco asustados ante lo que estaba sucediendo, pero ninguno dijo nada, sin duda conmocionados. Por su parte la madre de Marisa permanece en silencio, como si no se hubiera enterado de lo sucedido.

Una vez fuera la chica seguía forcejeando y ante lo que le dice el profesor no paraba de decir:

  • No… ha sido él, él la ha matado… ella nunca se hubiese matado… ella… ella le quería… pero… ella… ella la han matado, la han matado.

Y la chica se deja caer al suelo de rodillas llorando desconsoladamente.