Partida Rol por web

 Todos se encontraban sentados en un semicirculo frente a la chimenea, esperando. Despues de un par de minutos un hombre corpulento y viejo, vestido con un traje caro y portando uno de los bigotes mas majestuosos que hallan visto entro a la habitación.
-Perdón por la espera- Dijo con una voz gruesa y jovial -Bueno, para los que no me conozcan, mi nombre es William Rockeford y los eh llamado hoy para que resuelvan un pequeño... Problema que tengo con una propiedad- 
 Este hombre llamado William Rockeford (Bill para los amigos) es un conocido común de todos ustedes, del quien recibieron una carta hace un par de semanas pidiendoles que vallan a visitarlo
-Bueno, no me gusta alargar las cosas de forma innecesaria, así que voy directo al grano- Se saco su monoculo para pulirlo con un pañuelo que produjo de su bolsillo -Verán, hace unos meses compre una casa en la zona centrica de Bostón, una verdadera ganga eh de decir... Lo cual debió de levantar un par de banderas rojas- Agregó con tristeza -Resulta que los anteriores inquilinos, una tal familia Macario, se vieron involucrados en una tragedia. No tengo los detalles, pero vasta decir que se volvieron locos y ahora están en el Manicomio de Roxbury- Se sentó pesadamente en la silla central y se sirvió un baso de jugo de naranja -Desde que compre la casa, mis empleados dicen que escuchan cosas raras y se niegan a seguir trabajando en la remodelación... Y no creo que necesite decir que ninguna persona esta interesada en comprar o siquiera visitar la casa- El pesado hombre se bebio el vaso entero de una sentada -Y en eso entran ustedes, quiero que vallan eh investiguen que mierda pasó ahí y que, ya sea un ente sobrenatural o un montón de bromistas, se deshagan del problema- Puso en baso de vuelta en la mesa y se sirvio otro poco de "jugo de naranja" -Estoy dispuesto a pagarles 20$ diarios en total, más una bonificación de 100$ cuando puedan verificar que mi propiedad está libre de todo mal-

John se sentía un don nadie en esa habitación llena de hombres, "de lo más variopinto" agregó a su pensamiento, a pesar de ser probablemente el que mejor economía tenía ahí; lo que su viejo amigo les ofrecía bien podía ganarlo en un sólo día de su trabajo sin esfuerzo, pero sabía que no estaba ahí por el dinero, no... necesitaba algo de emoción, darle sentido a la vida y a la muerte, quizá respirando nuevos aires, haciendo cosas distintas...

Y el viejo William no podía haber sido más acertado! Resolver el misterio de una casa encantada!, dentro de si le daba pena saber que todavía tenía algo de inmaduro, pero le encantaba la idea, después de todo podría usar lo que el creía su buena agudeza mental para "resolver" el misterio, que probablemente fueran corrientes de aire, pero le emocionaba demostrarle a todos su capacidad deductiva.

Calló y esperó a ver como reaccionaban los demás, prestando atención disimuladamente a cada uno de ellos, analizándolos, intentando descubrir sus motivaciones...

Al menos eso le divertía

Gilliam se sentía como en casa. Conocía al sr. Rockeford ya hace unos años, y había cenado mas veces con él que con su propia familia.

Se sentía ansioso, se podía notar en sus erráticos movimientos de mano, nunca había tenido la posibilidad de investigar algo relacionado con lo paranormal, debido al miedo que le generaba el posible rechazo de sus conocidos y compañeros de trabajo.

-Bill, amigo, es un honor que me hayas invitado a esta magnífica oportunidad para expandir mi conocimiento paranormal- dijo con gran entusiasmo, sacudiendo la mano de su camarada. Luego se sento de nuevo en su respectivo lugar, sonriendole a las demas personas del semicírculo. -¿Por qué no nos presentamos?- inquirió gillian.

Frederick estaba sentado en un extremo del semicírculo alrededor del anfitrión, había esperado con paciencia el discurso sin saber muy bien de que se trataría. Días atrás había recibido la extraña invitación sin mas explicaciones e ignoraba el verdadero motivo de la convocatoria, pero las palabras que acababa de escuchar no lo habían defraudado. Observó la reacción de los hombres que lo acompañaban, él estaba familiarizado con narraciones de sucesos como los que mencionaba, al menos en forma teórica, pero comprendía que la mayoría de los que habitaban esa nación ignoraban las profundas verdades de la existencia, reservadas solo para unos pocos capaces de entenderla.

- Señor William, colaborar con usted será de lo mas interesante. No creo ser la persona adecuada para encarar una investigación como la que plantea sin ayuda, pero bien sabe que estoy buscando material para mi nuevo libro. Seré el mas interesado en llegar a  lo profundo de este caso, siempre que me permita usar la historia con total libertad, preservando vuestra identidad y privacidad por supuesto - respondió al Sr. Rockeford, dejando claro que su interés iba mucho mas allá que unas simples monedas.

Uno de los hombres parecía gozar de la confianza del dueño de la casa y había pedido que se presentasen, por respeto se dirigió a él - Soy Frederick Muller, escritor especializado en historia escandinava y consultor de la Universidad de Harvard, es un gusto conocerlos caballeros - dijo en perfecto inglés con un leve acento alemán, esperando que el resto hiciera su apropiada introducción.

Las preguntas de los presentes llegaron a oídos de Witz, era un poco tosco por su convivencia con las peores larvas del bajo mundo, y su trabajo requería cierta rudeza, así que era casi instintivo responder de formas poco educadas -pues, preséntate primero mal educado!- dijo con una sonrisa. Para él era un chiste, algo gracioso, pero su tono podía malinterpretarse. -bah, mi nombre es Witz, golpeo gente y me pagan por ello, que dicen??- dijo sacando pecho orgulloso de sus hazañas.

-señor Rockeford- dijo Witz dando un paso al frente y tomando la botella del señor de la casa -Entiendo que nos pide... Cazar ratas?? Fantasmas?? No lo entiendo...- dio un profundo sorbo del "jugo de naranja" del señor. -hay algo más que nos pueda decir?? Por ejemplo, las circunstancias que envuelven el caso de la pareja, o los "por qué" de sus empleados para desistir con la remodelación??- 

A Witz algo le olía mal, sus años de trabajo le decían que algún sucio secreto se estaba guardando el viejo, pero necesitaba el dinero, y si pagaba bien valía la pena aceptar el trabajo. Sin embargo, si el viejo era culpable de algún crimen y lograba probarlo, la justicia iría primero, además... Era un viejo amigo de su padre, y Witz odiaba todo lo referido a él... Sería mas por venganza que por trabajo.

Sacó su libreta, su lapicera, y se dispuso a anotar las respuestas del viejo. 

John salió de su contemplación cuando Witz hizo su chiste de evidentemente mal gusto.

- A mi me vendría bien! haha - Dijo el galeno respondiendo al matón de la habitación. -Resulta que soy médico, no le parece un negocio redondo? Witz? - Le dice en un tono burlón, se recarga sobre la pared y empieza a encender un cigarrillo intentando verse rudo, lo que consigue medianamente -Mi nombre es John Doe, y aquí nadie me conoce a excepción del viejo William - Hace una pausa y mira por la ventana: Un escritor, un amigo, un matón, un médico... probablemente el viejo ha llamado a todo el que ha podido, pero solo nosotros hemos tenido el "interés" de atender, el único que no pareciera querer estar aqui es el tal Witz...

Dirigiéndose a William: Tiene mi atención Sr. William, y por su puesto mi colaboración, cuando termine de contarnos los detalles, lo mejor será ir nosotros mismos a corroborar la situación, - Mira a la cara a los demás caballeros en la habitación atento a sus reacciones- Si no me equivoco,  pretende que hagamos esto juntos, no? quizá debido a lo que usted cree que está pasando en esa casa. 

Espera a ver las reacciones de los demás, y se pregunta a sí mismo: ¿Ya pretendía que habitaramos la casa? o Cúal es la necesidad de llamar a tanta gente?

Frederick estaba terminando de contestarle al amigo del Sr. Rockeford cuando el hombre calvo se dirigió hacia éste de un modo fuera de todo decoro, algo que no estaba acostumbrado a presenciar ni en Munich ni en Boston. Cuando John terminó de presentarse inclinó su cabeza a modo de saludo y luego observó seriamente a Witz - Que extraño que usted hable de educación, no le parece? Tal vez si contiene su ansiedad, no solo encuentre las respuestas a sus preguntas, sino incluso a otras que difícilmente se le ocurrirían- dijo, sosteniendo la mirada sobre el matón. Luego se quedó observando al anfitrión, a la espera de mas información.  

sobresaltado ante la manera de contestar de witz, gillian, responde.

-oh!, p-perdonen mi malos modales. Mi nombre es Gillian Bell, profesor e historiador de renombre, estoy aquí en busca de nuevos descubrimientos-

acto seguido se reincorporó, algo incómodo por la manera de actuar de aquel matón. No se sentía seguro trabajando con alguien al que él consideraba bruto y violento.

Luego de un rato respondió con petulancia y resentimiento.

-Esperaba trabajar con gente de mas... clase...- dijo, buscando una copa para servirse un poco de lo que estaba tomando el sr. rockeford

Witz sonrió un tanto nervioso ante la negativa de los presentes. A algunos parecía no agradarles estar con él. Cuando el hombre del acento habló soltó un chasquido a modo de queja y bebió un trago largo de la botella. No entendió del todo lo que decía, quizás lo estaba insultando, quizás le estaba comentando como conseguir esas respuestas... -la gente culta es extraña... Nunca se sabe bien que piensan...- pensó antes de dar otro sorbo a la botella.

Se sintió alagado por las palabras de profesor, no le gustaba que lo compararan con la pomposa clase alta. -ja! Amigo, los fantasmas no dañan a la gente! Nuestro anfitrión aún no nos cuenta lo que pasa, pero si alguien intenta dañarlo que hará usted?? Hacerle un examen de historia?? El señor Rockeford aún no sabe lo que pasa en esa casa y no quiere dejar cabos sueltos, me equivoco??- dijo mirando a Will tratando de parecer inteligente. Su trabajo requería desierta astucia, pero la educación no. Sin embargo le gustaba demostrar que él también podía ser culto, aunque generalmente no lo lograba, aunque eso, él no lo sabía. -si algún vecino está haciendo de las suyas, yo estaré ahí con mi pistola- dijoi sacando su arma violentamente apuntándola a los presentes. Su intención era darles seguridad, aunque la reacción general a este despliegue era el pánico. Uno nunca sabía si Fitzjerald dispararía por error o intencionadamente. -bam bam!- dijo apuntando al hombre que aún no se presentaba -ya solo nos falta usted- dijo guardando el arma y mirándolo con seriedad. Era su cara habitual, la del trabajo... Vivía para trabajar así que otra no tenía...

Tras unas milésimas de segundo de pánico, logro poner una sonrisa ante el cañón de la pistola que apunta a mi cara y digo con toda la alegría posible: -¡Ja ja! Nadie falta aquí- levantando un dedo índice -¡Yo soy Eduardo! Soy actor, y comediante, y creo que todos, nos vamos a llevar muy, muy, bien- termino mi presentación desplazándome hacia un lado del arma, y acercándome con pasos largos a Witz, para pasar mi brazo por su hombro*.

Rápidamente lo suelto y mirando a todos, prosigo. -Arriba esos ánimos, ¡no peleen! ¿Qué no ven, la magnífica oportunidad, que el señor Rockeford, nos está brindando?- señalo con una mano al dueño de casa. Es la segunda vez que lo veo, la primera fue cruzándonos en un teatro cuando me tropecé con él, hace unos días. No sé cómo obtuvo mi dirección, pero unos días más tarde llegó una carta a mi domicilio de su parte, pidiéndome venir. ¿Qué me habrá visto?

-Tenemos aquí, un ENOOOORME - levantando ambos brazos exageradamente para acompañar la palabra - misterio por descubrir. Quizás algo así, ha sido inspiración, para Oscar Wilde, y su fantasma de Canterville-. Quedo expectante por la reacción que tengan los demás. Seguro que los he sorprendido a todos.

Witz le dio otro medio abrazo al actor con su pistola en mano, dejando que esta cuelgue peligrosamente a la altura del hombro del comediante. 

-JA!- soltó una corta y sonora exclamación -este tipo tiene buena imaginación, verdad??- decía apuntándole con el índice de su mano de forma descarada. -pero me cae bien!!- sentenció apretándolo con el brazo en un abrazo amistoso, quizás demasiado.

soltó al actor y guardó su arma, tomando otro sorbo de la botella. -entonces señor Rockeford, cuentenos detalles!!- decía enérgico mientras tomaba asiento nuevamente y sacaba su libreta

-....Emm... Si, si claro- Dijo el señor Rockeford ojeando nerviosamente la pistola mientras extendía la mano para agarrar la botella de "jugo de naranja" (que en realidad era jugo de pera y naranja, muy saludable y sin pizca de alcohol) -Bueno, en cuanto a las circunstancias del caso de los Macario... Me temo que solo se que se volvieron locos, aunque creo que escuche algo sobre como el señor Macario intento matar a un pobre repartidor de periódicos, pero seguramente sean solo rumores- Agrego, notablemente nervioso -En cuanto a mis trabajadores... Bueno, tienen que entender que la mayoría son inmigrantes del viejo mundo y todos sabemos lo supersticiosos que pueden ser esos europeos... Sin ofender, señor Muller- Se apresuró a decir en cuanto vio la cara del escritor -Aparte de eso... La casa está en casi el mismo estado de como lo dejo la familia Macario. Si les interesa el trabajo, estoy preparado para ofrecer un adelanto de $50, en total, y esto- Dijo, sacándose un sobre de algún lugar de su chaqueta -Que contiene las llaves de la casa y la dirección exacta. Eso si, quiero que me garanticen que podre volver a alquilar la casa sin ningún tipo de problemas o tragedias- Dijo esto ultimo con un tono serio y decidido, mientras ponía el sobra marrón sobre la mesa con el jugo de naranja y pera.

John supuso que tenía razón, la manera más lógica y efectiva era ir por si mismos a ver qué estaba pasando en la casa. -La mayoría de nosotros ya dijo que ayudará o ha demostrado interés en el caso- dijo mientras tomaba las llaves y leía la dirección, luego pregunta a los demás -¿Alguno de ustedes tiene un medio de transporte? Deberíamos visitar la casa para descartar las cosas más simples primero.

Por cierto, que alguien (o todos, me da igual) me haga una tirada de idea (d100 y tienes que sacar menos que tu puntaje de idea, es decir,  INTx5)

-Creo que john tiene razón, deberiamos tomar rumbo hacia la casa e investigar lo ocurrido- dijo Gillian con una sonrisa de oreja a oreja. -No puedo esperar para documentar lo que ocurra allí- añadió...

Luego, se levanto de su silla e hizo un ademán, incitando a las demas personas a pararse -¿Deberiamos partir ya?- preguntó.

Se te ocurre que a lo mejor podrian encontrar algo interesante en el archivo de recortes del Boston Globe (periodico de buena reputación) puede que a lo mejor si tienen suerte encuentren info sobre la casa o la familia loca... Quiza puede que (o puede que no) deban ir ahí... ¿Quien sabe? Mmmmmmmmmmh

Mi personaje es excéptico (por el momento) a lo que pueda estar pasando en la casa encantada, así que aunque sepa donde obtener más información, lo más lógico para él sería ir a revisar primero la casa. Si otro personaje supera la tirada quizá quiera ir primero allá, el mio me queda claro que no :/

Al ver el sobre con la dirección y la llave, la emoción aumenta. Estoy ansioso por saber qué nos depara, y se me escapan un par de brincos de euforia. -¡Vamos! ¡Vamos cuanto antes!-

Se me escapa algo... Ah, sí, mencionaron algo del transporte -Yo ando a pie, es bueno para la salud- le digo a John Doe, brindando una sonrisa convincente.

Frederick observaba el arma con cuidado, no sentía temor, él mismo manejaba una, pero jamás había visto a alguien tan imprudente en el viejo mundo, Witz representaba otro de los efectos colaterales de la colonización. Se concentró luego en las palabras del señor Rockeford, especialmente en su poco agraciado comentario acerca de los inmigrantes. Por momentos sopesó la idea de comprarle la casa a un menor valor y vivir allí un tiempo, inmerso en fenómenos inspiradores e inexplicables, seguramente sería mas interesante que unos dólares a repartir entre desconocidos. Finalmente optó por lo mas seguro -No puedo asegurarle eso, William, no sabemos a que nos enfrentamos, pero si puedo darle mi palabra que actuaremos con profesionalismo para resolver el caso - miró de reojo a Witz, con cierta duda en su rostro. - Acepto su propuesta... y su adelanto - estiró la mano hacia él para recibir el dinero. 

Se acercó a John y tomó nota de la dirección - Es cerca, conozco bien Boston y puedo llevarlos a todos en mi automóvil, estaremos allí muy pronto - luego se volteó hacia el anfitrión - Por cierto William, antes de partir, podemos ver la escritura de la casa? Hay detalles que pueden ser útiles para la investigación-