Partida Rol por web

El viaje de vuelta fue mucho más rápido. Ya conocíais los caminos que atravesaban los Alpes Transilvanos, y a medida que os alejabais de esas tierras el clima se volvía más benigno. Aun era invierno, pero las ventiscas de las montañas no se podían comparar con las suaves nevadas de los valles.

La ciudad de Zara había cambiado para bien. Mucho de los edificios quemados comenzaban a ser reconstruidos, se habían limpiado los escombros de las calles y enterrado a los muertos. Pero a pesar del lustre exterior de la ciudad, su corazón se carcomía en el odio. Los alimentos eran escasos, y casi siempre terminaban en manos de los cruzados, esto aumentaba el odio de los ciudadanos por los extranjeros invasores.

-Interesante desenlace de los acontecimientos...-, susurró con su voz gutural Enzo cuando los contornos de una renacida Zara se dibujaron en el horizonte de la noche. -Al final, Zara ha sido salvada por el enemigo de nuestro enemigo... Qué irónico-.

El enmascarado caminaba despacio y daba la sensación de que un visible hastío dominaba sus andares.

-Odio hacer de mensajero en mitad de la guerra... ¿Qué haréis tras dar la buena nueva al Príncipe Flamcourt?-, inquirió a sus compañeros con curiosidad. -Por mi parte, volveré a la serenísima. Ya la añoro... Y nada me une a este lugar. No me importa la guerra. Y no me importan los que participan en ella. Allá rieguen los campos con su sangre. No es cosa mía.

Cristof miró a sus compañeros antes de decir

-Fui un cruzado-dijo levantando los brazos y dando una vuelta para que todos viesen el blasón de la orden en su tabardo, escudo y espada-y por orden de mi sire seguiré a estos hasta averiguar quien mueve los hilos tras las bambalinas.

Mario sonrió cuando llegaron a Zara. Por fin. Miró a sus compañeros.

- Yo también creo que deberíamos ir a ver al príncipe.

Miró a Enzo y negó varias veces.

- Han destruído una biblioteca. Me encargaron revisarla y buscar en ella secretos, lo menos que puedo hacer es ayudar a encontrar a los verdaderos responsables de estas masacres - miró a Cristoff - Yo te ayudaré a investigar, llegaremos al fondo del asunto. - comentó consciente de que los métodos del guerrero eran mucho más rudos que los de él.

Francesco asintió cuando pudo notar la frustración de sus compañeros de viaje, sin duda cada uno de ellos había venido por una razón y aquel viaje parecía que solo les había desviado de sus verdaderos propósitos, pero Francesco sabía que que aquel viaje no había sido del todo en valde.

Vayamos a ver a Gary, deberiamos poder cerrar este asunto para centrarnos de lleno en nuestro verdadero objetivo.

El desasosiego del grupo era patente, y la reunión con Gary seguramente no ayudaría a dejar a tras la sensación de “tiempo perdido”. El viaje en muchos términos no había servido para nada. Parecía que todo se podía haber solucionado sin su intervención. 

Gary, como no, se encontraba en su refugio bajo el almacén de carne cerca del puerto. El paranoico príncipe se encontraba en su sala del trono, sentado en su estrado, rodeado de su multitud de seguidores. Bien, bien, bien. ¿Qué tal ha ido todo? ¿Habéis destruido la amenaza que se cierne sobre nuestra ciudad? Bien, bien, bien. Contarme. El príncipe miro con más atención al grupo, y con magistral observación apunto. ¿No erais cinco? ¿Por qué ahora sois cuatro? Bien, bien, bien. El noble murió como un honrable caballero cumpliendo su deber para con el príncipe. 

Enzo adoptó su tono de voz más solemne y lúgubre.

-Rinaldo pereció con honor en combate, Excelencia. Batióse con coraje y furiosa cólera contra una despiadada muralla que se precipitó sobre su cabeza en mitad de la noche. ¿Qué hacía Rinaldo vagando en una hostil y gélida noche en tierras extrañas? ¿Acaso examinaba con esmero la fortificación de vuestro enemigo para tramar un astuto plan de ataque? Ya nunca lo sabremos... Fue una triste pena... Y un baño de realidad... que la roca fuese más fuerte que la espada... Quedó irreconocible hasta para la madre que le parió, voto a bríos-. El enmascarado agachó la cabeza. -Aún no lo hemos superado... Especialmente el buen Christoff. Él y Rinaldo estaban... Ya sabe... Muy unidos.

Cristoff observó la aportación de su compañero con incertidumbre ¿que pretendía con su explicación? sin embargo su inquietud acabó junto con el monologo de su compañero y antes de que el príncipe pudiese entrar en cólera intercedió el.

-henrry Cavil...perdón Rinaldo di Chatillon, ups por Cristo bendito como estoy...di Bonilla. se encuentra en letargo en un lugar seguro. en cuanto a la misión diplomática....-en ese momento cayó en cuenta de que la joven no se encontraba entre ellos-¿donde esta la niña?- inquirió el cruzado-me gustaria dar las noticias en su presencia...

Gari mira con curiosidad al Nosferatu. El príncipe no entiende las bromas del enmascarado y esto hace que se ponga más nerviosos. ¿Una roca? Una roca dices mas fuerte que su espada. ¿Qué ocurrió? ¿Qué paso? Se enfrento al enemigo y este le derroto con una roca lanzada desde sus murallas. ¿Qué paso? ¿Qué paso? ¿Qué paso?

Las palabras de Cristoff no hicieron mas que aumentar el nerviosísimo del príncipe, el que confundieran el nombre de su amigo caído en combate no era muestra de respeto. No era un gesto muy respetuoso por aquel que había caído en combate honorable protegiendo la ciudad de Zara. Pero Cristoff propuso ver a la chica y el príncipe corrió a cumplir su voluntad, sin pensárselo dos veces. Si traía a la chica, puede que ese grupo de bromistas llegaran al grano de una vez. Bien, bien, bien. Que traigan a la chica.

Transcurridos unos momentos de tenso silencio donde Gari espero pacientemente a que trajeran a Erzebet. Llegaron dos guardias llevándola prácticamente en volandas. La chica estaba llena de cadenas y su aspecto se había desmejorado ostensiblemente. Tenía los ojos hundidos en sus cuencas y los pómulos pegados prácticamente al hueso. Claramente Gari no había tratado a su prisionera de un modo ejemplar.

Francesco intervino en el momento que la joven hizo acto de presencia y desde luego no le gusto lo que veía.

El asunto diplomático creo que puede darse por zanjado, pero me temo que no todo son buenas noticias, dijo mirando a la joven.  Me temo que vuestro señor a muerto a manos del mismo brazo que casi acaba con Rinaldo. 

Voivoda Koban es el nombre de quien esta detrás de todo y ahora mismo sus hombres asedian vuestro castillo que probablemente ya haya sido pasto de las llamas.

Su mirada se depositó en Gary para terminar su intervenión

Podéis dar la amenaza por finalizada y os invito a dejar libre a la mujer pues su familia ya no es una amenaza para vos y sin duda ahora tiene afrentas más importantes que vengar.

el cruzado miro a la chica con gusto y ya mas motivado a dar novedades comenzó a rendir un informe completo a aquel personaje, complementando así el escueto de su compañero francesco.

-Fuimos a los carpatos en busca del Sire de los hermanos y tras conversar con el, la noche siguiente fue emboscado y decapitado por un Voivoda rival, al darnos cuenta de que un ejercito se acercaba a sus puertas decidido a acabar con todo rastro de esa familia, decidimos volver. En el camino fuimos interceptados por sus enemigos, y interrogados sobre las intenciones de los cruzados. por lo que lo mas seguro Príncipe Gari...es que los enemigos de sus enemigos vuelvan a ser sus amigos de nuevo y esta vez acaben con los cruzados que pisan las calles de su ciudad. así pues me alegra informar que hemos encontrado el fin a sus aflicciones.

Cristof no estaba muy a gusto sirviendo a alguien que no fuese su señor y que ademas fuese sin recibir nada a cambio, por lo que decidió hacer una solicitud-príncipe...como recompensa a nuestros servicios y viendo que su invitada comienza a ser una molestia me agradaría que me otorgara su...."Tutela".

Cuando el Príncipe espoleó la vena de cuentacuentos de Enzo, el Nosferatu olfateó la oportunidad y no pudo resistirse a deleitar al Malkavian con el relato de terror de la muerte de Rinaldo. Un relato inventado, claro; pero qué demonios... ¡Sería divertido!

-¡Terrible enemigo el que encontramos en el paso del Bostral, Excelencia! ¡Más calvo que la reluciente testa de fray Francesco, aquí presente! ¡Más, os digo! ¡Y con una mirada tan tenebrosa que sus ojos parecían brea!-. Enzo se cubría con su capote para luego alzar los brazos en lo que podía considerarse una gesticulante forma narrativa. -¡Alertóme en mitad de la noche un sonido de acero y un grito ahogado! Y cuando emergí al exterior buscando al causante de aquel escándalo vi al buen Rinaldo enterrado entre las rocas de la muralla exterior, mi señor. ¡Prodigiosa había de ser la fuerza de su enemigo para abatirle con tal facilidad, qué duda cabe! Pero eso no fue lo peor... Oh, no.

Enzo bajó el tono de voz mientras alzaba un dedo admonitorio, mirando fijamente a Gari.

-Otro alarido rasgó la oscuridad... El buen Christoff desenvainó su acero y se dispuso a batirse en duelo con el asesino que reptaba en las sombras de la noche. Todo fuera por vengar a Rinaldo, ahem, claro... Subimos al torreón de la fortaleza temiéndonos lo peor... Y así fue como dimos con la cabeza disecada del voivoda Devald-. Enzo hizo un dramático silencio. -El asesino le había decapitado y preparaba un impío ritual para su profanación final. Nos devolvió su mirada anegada en sombras y maldijo al linaje de Zubor, linaje al que el temible Koban, antes citado por Fray Francesco, parece tener una inquina personal y de todo punto... irascible.

El enmascarado adoptó una pose más relajada y cubrió sus brazos con la capa. Miró a Erzebet a través de la máscara.

-Como comentan mis compañeros, el voivoda Koban a buen seguro aniquilará a vuestros enemigos, pero, desafortunadamente, creo que el peligro no ha concluido para Zara, Excelencia. Tampoco para vos... ¿Qué ocurrirá si el voivoda Koban averigua que el linaje de Zubor pervive y ha encontrado refugio en vuestra ciudad? ¿Qué será capaz de hacer Koban por exterminar al último miembro de ese linaje que tanto pesar le causa?-. Enzo agachó la mirada con pesadumbre. Permaneció un largo rato así, hasta que alzó su rostro dorado y los pozos de oscuridad que eran sus ojos observaron al Príncipe. 

-¿Qué ocurrirá si Koban envía a su asesino a por vos, Excelencia?-.

Silencio.

El enmascarado miró a Christoff.

-¿No sería más inteligente entregar a la última del linaje al voivoda para garantizar la paz? Seguro que a su Excelencia se le ocurren creativas formas de recompensarnos por nuestra encomiable gestión como agentes diplomáticos.

La chica estaba claramente consternada con las palabras del Nosferatu. Toda su familia iba a ser destruida, la joven tenía derecho a estar triste y furiosa. ¿Voivoda Koban? Pregunto con rabia. ¿Quién es Koban? ¿Es algún otro cruzado? ¿Qué tiene contra mi familia? ¿Por qué ha matado a mi familia?

Erzebet estaba demasiado consternada por la noticia del asesinato de su familia como para prestar atención a la discusión de Cristoff y Enzo sobre su destino.

La Tutela de ella. Dice a Cristoff con palpable desprecio.  Bien, bien, bien. ¿pero quieren matarla? Bien, bien, bien. ¡Y esta en mi ciudad! Bien, bien, bien. Y eso va sido peligroso…. El príncipe paseaba inquieto por la tarima de madera que lo elevaba en mitad de la sala. De repente se paró en mitad del estrado, y sonrió malévolamente.  Podéis quedárosla. Haced lo que queráis con ella. Bien, bien, bien. Pero solo si me prometéis que no volveréis a pisar esta ciudad. Bien, bien, bien. No me gusta mancharme las manos de sangre innecesariamente. Bien, bien, bien. Y si yo no tengo a esa chiquilla, ese Voivoda no vendrá a por mí. Bien, bien, bien. Podéis marcharos con los cruzados. Bien, bien, bien. Estos ya plantean levar anclas dentro de poco. Bien, bien, bien ¡Marcharos!

Mario se quedó pensativo durante unos momentos. No le gustaba el tono que Cristoff había empleado a la hora de pedir la tutela de la chica. Aquello le inquietaba. Estaba más de acuerdo con Enzo pero no dijo nada. El Príncipe había hablado, poco más les quedaba por hacer en aquella ciudad.

Mario estaba algo compungido pues todo lo que había ido a buscar parecía escapársele de las manos.

- Cuidaremos de ella - dijo - Tal vez nos sea útil en el futuro. Aunque para eso tendrá que portarse bien, sino la entregaremos al voivoda para que haga con ella lo que le plazca - dijo con un tono incisivo.

Luego miró al príncipe una vez más.

- ¿Sabéis si los cruzados podían buscar algo en la biblioteca? ¿Algo concreto? ¿Estaban detrás de algo que la biiblioteca tuviera? - preguntó y no solo al príncipe, también a la muchacha.

Sin duda no le agradaba las macabras ideas de Cristoff, cuando lo vió por primera vez estaba intentando hacer lo mismo con una joven a lo cual el propio Francesco se opuso y apunto estuvo de acabar mal.  Parecía que el fin de la estancia en aquel lugar estaba cerca, los cruzados seguirían su camino dejando las tierras de Gary para que se recuperaran de la quema.

Era hora de volver a Venecia, donde se sembraba todo lo que pasaba en el este.

Gary miro con incredulidad a Mario. ¿Qué llevaría a esos barbaros incultos el buscar una biblioteca? Solo la buscarían para prenderle fuego, como han hecho con mi preciosa ciudad. Dicho esto, el príncipe os despidió sin más cortesía que un simple adiós.

Al salir al exterior del almacén de carnes la brisa de la noche y la brisa marina azotaron vuestros rostros. El ambiente de la ciudad seguía siendo tenso, los ciudadanos de Zara se veían obligados a cobijar y dar alimento a aquellos que hace unos meses habían quemado sus hogares. Solo el hecho de que la mayor parte de la población hubiera huido de la ciudad y el buen gobierno de alguno de los maestres cruzados había impedido que se hubiera producido una masacre.

Con la llegada de la primavera los cruzados comenzaban a preparar la nueva campaña. ¿Egipto o Jerusalén? Eso eran los nombres que deberían de sonar en boca de los cruzados, pero era otra ciudad la que se escuchaba en los rumores: Constantinopla. ¿Qué tenia que ver la capital del imperio romano de oriente en la cruzada? ¿Era un puerto de paso? Anteriores cruzadas habían pasado por Constantinopla y se habían avituallado en la ciudad. ¿Seria este el plan de los cruzados?