Partida Rol por web

-Pues ya va siendo hora, señorita, porque tengo un hambre... y no me apetece nada seguir caminando, que a cada paso que doy siento un hueco más grande en mi estómago. Si conoce el camino, lo mejor será que nos peguemos a los primeros del grupo, así evitamos el dar rodeos innecesarios- diciendo esto apresuró el paso todo lo que pudo y se pegó a Vraek y Kenth.

Xhanty cogió aire para tratar de relajarse y terminar de olvidar la pequeña pelea con Vraek y el resquemor que aún tenía hacia él. Después siguió los pasos de Flip y se colocó junto a los compañeros que estaban a la cabeza de la comitiva.
-¿Divisas ya algo?- le preguntó a Vraek nada más llegar, con la intención de volver a suavizar la tensión que había aparecido entre ambos.

- ¿Cortesía, dices? -responde al gnomo- No me hagas reír. He intentado mostrarme... ¿Cómo lo llamáis? Amable. En cambio sólo he recibido amenazas y golpes. Y todo por el mero hecho de ser lo que soy, gnomo.

En ese momento llegan el otro gnomo y la mujer.

- Ahí delante hay una encrucijada. Por lo que puedo leer en los carteles, el camino del sur lleva a Tor'Leissor y el del oeste hacia un lugar llamado el Silbido -mira a la mujer un breve instante y sigue hablando- El camino restante nos llevará hasta la puerta sur de Metrópoli.

Pues... no se ustedes... yo no recuerdo lo que dijo ese falso caballero, asi que simplemente los sigo... jejeje

Kenth mantiene su conversación con Vraek aparte de esto, mal que mal, es un asunto entre el y Vraek el intento de meter algo de cortesía en la cabeza engreída del drow...

Observo que la luna ya lleva bastante tiempo y está apunto de pasar Las Montañas Blay, las noches en Zyrion van rapidas, pienso esto último mientras me giro para ver a mi hermana que está hablando con el clérigo Bernad, doy unos cuantos pasos y me acerco junto con Flip, Kenth, Vraek y Xhanty, vuelvo a mirar la Luna de Dilimor Dios de la Sabiduría, veo algo rojo caer del cielo a mucha velocidad, no es munición de capatulta, ¿ entonces que és?.

Lo que parecia ser una munición de capatulta en realidad es un meteorito pero no uno normal , está dirijido magicamente , algún archimago o Mago:

-APARTAOS DEL CAMINO SE ACERCA UN METEORITO Y ESTÁ CONTROLADO POR MAGIA RAPIDO FUERA.

Flip trata de correr lo más rápido posible para apartarse del camino y esconderse entre los arbustos que lo bordean, su instinto de supervivencia va más rápido que sus pensamientos, pero tiene la impresión de que no podrá quitarse de en medio lo suficientemente rápido, malditas piernas de gnomo, no tendría estos problemas si fuese de la altura de Dalamar...- se dijo mientras se esforzaba todo lo que podía en correr.

Xhanty también se apresuró a apartarse de allí mientras sacaba con disimulo el puñal que siempre llevaba oculto bajo su manga. En esos momentos se dio cuenta de las dificultades de Flip. Debo de haberme vuelto loca- pensó mientras agarraba al gnomo del brazo y corría tirando de él, de modo que éste apenas tocaba el suelo con sus piernecitas. De todos modos, Xhanty no corría tanto como hubiese deseado, pues el peso adicional del gnomo retrasaba su huída.

Kenth reacciona al sonido de las palabras de Dalamar...

He escapado de soldados reales y asesinos a sueldo... un meteoro no me va a atrapar...

Kenth se mueve a toda velocidad en la misma direccion que Xhanty y Flip, a punta de ágiles saltos y carreras cortas llega a unos arbustos unos segundos antes que ellos... No tendrá las piernas para caminar muy rápido, pero si se trata de huir, no hay quien le gane a un ladrón gnomo...

El meteorito por lo visto de la nada se desintegro Dalamar se quedo un poco sorprendido, o era un meteorito o una alucinación, sus dos años en Hierro Negro no le han servido mucho, de repente Dalamar cae al suelo, cierra los ojos...

Kenth sale de los arbustos indignado...

Emprender tal carrera para salvarnos la vida sólo para que el señor Dalamar se desmaye... esto no está bien...

Kenth camina tranquilamente hasta Dalamar para despertarlo...

Señorita Akiro, ¿sabe a qué se debe esto? después de todo usted es la persona más cercana a él...

- ¡Kish fell´hag! -maldice el drow.

Sale de su escondite y se acerca al cuerpo caído del caballero.

- Y a este, ¿qué le pasa ahora? -dice mirándolo, sin agacharse.

Kenth se levanta detrás de los arbustos sacudiéndose, luego toma su sombrero y se lo pone luego de sacudirlo...

Eso no fue una muestra de cortesía señor Vraek... sin embargo aprecio la inteción... ¿Qué le pasó al señor meteoro?

Dice esto con calma, caminando tranquilamente hacia el desplomado Dalamar...

Xhanty se apresura a acercarse también a Dalamar y se agacha junto a él, coloca su mano en la frente del herido, que parece estar helada.
-Sacad las armas, si no me equivoco, y no creo que lo haga, esto no es un desmayo. Nos atacan con magia.

Kenth toma el mango de su espada corta con la mano derecha y con la otra mano saca una de sus dagas arrojadizas, manteniendola bajo su capa...

Ya dijiste... entonces alguien nos quiere fuera del camino...

Xhanty se puso en pie, con todos sus sentidos alerta, escrutando la oscuridad del bosque, mientras sacaba sus dagas arrojadizas. Sabía que en aquel momento era vulnerable, pero confiaba en no tener que entrar en ninguna lucha cuerpo a cuerpo, pues ella era una asesina sigilosa, de las que asesinaban mediante métodos más refinados. Sabía que su complexión física no era una baza a su favor, pero confiaba en que su agilidad fuese suficiente para sacarla con vida de aquella situación.

¿Caballeros... esperan una invitación? señor Vraek, realmente nos sería útil su visión nocturna en este momento...

Kenth dice esto mirando entre las sombras, buscando el origen de la magia que los amenazaba...

-Espero que seas tan bueno luchando como lo eres para meterte en peleas drow, ahora es el momento de demostrar que no todo era palabrería barata- le dijo con una media sonrisa a Vraek dedicándole una única y rápida mirada.

-ALTO ALTO DEJAR LAS ARMAS.- dijo una voz ronca.

De la oscuridad salieron un aprendiz de mago, llevaba una túnica de color rojo carmesí, botas de cuero, su aspecto era de 1'60, pelo largo de color rbio y ojos azules.

Detrás suyo iban un enano rompe armaduras, este en cambio tenía quitado el casco de dragón y su poderoso martillo de guerra lo llevaba en el cinto, Vraek pudo observar que era de mithril y acero puro.

Medía casi 50 centimetros, una larga caballera canosa y ojos grandes atentos a todo de un verde /hoja.

-El aprendiz estaba intentando hacer el hechizo de Meteoro, perdonarnos por el demasyo de ese gigante.- refiriendose a Dalamar el enano y prosiguió.- El Aprendiz no controló bien la magia, en vez de desmayarse de cansancio él se desmayó vuestro amigo, perdonarnos por Los 5 Dioses, está noche tan fría que nos dirijimos a BuenaFortuna y creo que son más de las nueve no podréis pasar a Metropoli señores y señoritas.

Señor enano... me asalta una duda... ¿por qué sería que se les ocurrió la brillante idea de practicar su hechizo de meteoro justo en medio del camino?

Al decir esto se acerca un poco al enano. Por debajo de la capa guarda la daga que había tomado, pero sigue con la mano en la empuñadura de la espada...

-Jua, jua, jua.-salgo de mi silencio.-Señor gnomo, así somos los magos, tenemos gustos extraños...- me acerco al mago y le doy un apretón de manos.-Îbal, aprendiz de mago rúnico a su servicio. Lo mismo le digo maese Rompearmaduras