Partida Rol por web

Dartacan os suelta a todos y recien liberados, la espada de empuñadura de dragón de Dalamar brillan con fuerza las runas élficas, oís un potente rugido, Xhanty te acuerdas de la frase que no terminó Akiro, la espada matadragones...

-¿Qué ha sido eso?, ¿ quien es de la espada que acaba de brillar he, maldito drow?.- diciendo esto nervioso agarro al gnomo ( Kenth), poniendo mi espada en su cuello.- Si no me lo decís me lo cargo, ¿ que a sido?.

Kenth se pone nervioso... sus pies están a demaciada distancia del suelo y su cuello está demaciado cerca de la espada...

Señor Dartacan... dudo que para el drow sea un incentivo amenazarlo con matar a alguien de otra raza...

Un dragon... esa espada...
-Suéltele ahora mismo, no tenemos ninguno ni idea de qué ha sido ese rugido. Sería mejor ir a investigar- dijo para tratar de ganar tiempo para pensar, sabía que esas dos cosas estaban relacionadas pero sabía que no debía decir nada sobre ello.

-¿ Porqué he de soltarlo?, ¿ acaso conoces algo sobre esa espada?.- dije maás tranquilo a la mujer y mirando la espada élfica.

-Ya te lo he dicho, nosotros no tenemos ni idea. ¿Pero qué clase de trato es este para tus futuros mercenarios? Si quiere podemos ir unos cuantos a investigar, para eso nos contrató. No hay nada más que yo pueda ofrecerle y pienso que tampoco ninguno de mis compañeros.
¿Realmente va a matar a ese gnomo? Vamos Dalamar, Akiro... hablad de una vez

-Por favor señor Dartacan, suelte al señor Kenth y dejarnos que trabajemos juntos mi hermano está debil, no puede ni moverse.-

Xhanty sospechaba algo en mis palabras.

Xhanty no se fiaba en las palabras de Akiro, no sabía porqué, pero la chica no le transmitía confianza. Sin embargo no dijo nada, sino que esperó la respuesta de Dartacan, pues ambas le estaban pidiendo lo mismo: que las dejase ir a investigar sin tanta amenaza.

Flip estaba aterrado por Dartacan y sus armados compañeros. Así que adoptó la postura que más sensata le parecía, se dedicó a no hacer el menor ruido durante todo el rato para que no le prestasen atención.
Incluso cuando Dartacan cogió a Kenth como rehén él permaneció en silencio, pues ¿qué podría hacer un pequeño gnomo aventurero como él para sacar a su amigo de aquella situación?

Señor Dartacan... realmente me incomoda esta situación, con la espada en el cuello y todo eso... me ofresco a ir a investigar yo también, sea lo que sea, no creo que se vea amenazado por un simple gnomo... y si sospecha que intentaré escapar o algo así, podría mandar uno o dos de sus hombres para vigilarme... ¿qué le parece?

Kenth intenta ganarse la confianza de Dartacan en esta misión... no le gusta tener una espada tan cerca del cuello y necesita tener cerca a Dartacan... "ten cerca a tus amigos y aún más a tus enemigos"...

La cabeza le daba vueltas, pero la conversación había hecho que se despertara un poco de ese sueño que aturdía su conciencia en ese momento. La espada-pensó con prisa y de forma instintiva se llevó la mano derecha a su cadera, con ademán de encontrarla allí... Pero no estaba...

Luego vinieron a su mente, de forma fugaz pero clara, las imágenes del meteoro que se avecinó hacia el e hizo que se desmallara... ¿Qué habrá pasado?- se preguntaba además.

No pudo tampoco olvidar a su hermana, que se apareció incorpórea por su mente, como si fuera un leve destellos en la noche. La buscó entre las sombras que lo rodeaban y le pareció verla cerca. Además, sintió el rugido que antes envolvió el ambiente, y no pudo evitar que una leve sonrisa invadiera su rostro.

Esa espada...-dijo con voz entrecortada y agotada- es mía, Caballero. Así que déjese de amenazas y devuélvamela- la orden no fue muy amenazadora porque su cuerpo no le permitía más, pero su corazón ardía en odio y rabia por sentirse así...

Con los nervios calmados el grupo de Dalamar os desata y os guía asta el pueblo El Silbido, antes de entrar oís ruidos de combate y desesperación...

-Esto no me suena bien, compañeros. Id desenvainando las espadas y sacando los escudos....-Digo mientras acaricio mi vara.-Ojalá sea la voluntad de Rourk el que no muramos

Xhanty se pone en posición defensiva, atenta a todo lo que sucede a su alrededor, al mismo tiempo que comprueba que sus puñales estén en su sitio.
No le gustan las peleas cuerpo a cuerpo, sabe que no son su fuerte, pero mira a su alrededor y se siente reconfortada, en medio de aquel grupo de guerreros no tiene mucho que temer.
Ellos no se preocuparán más que por salvar sus propias vidas si entramos en batalla... harías bien en recordar eso y cuidar tú de la tuya propia.

Saco un grueso libro de detrás de mi capa y empiezo a hojearlo. Debes recordar tus estudios îbal. Ojala tuviera un hacha, esta vara no sirve para casi nada...

Kenth toma con su mano derecha dos de las dagas arrojadizas y con la mano izquierda toma la empuñadura de su daga de combate, no pensando en matar a alguien, sino en defender lo que le queda de vida...

Dalamar miró, aún un poco cansado, como algunos de sus compañeros blandían sus armas. Somos unos ocho... nada más-pensó sin ni siquiera pararse a contar cuantos estaban.

Le daba un poco de miedo la batalla. Estaba muy cansado y se sentía indefenso, como un pequeño cachorro abandonado en mitad de una ciudad. Sin embargo, sabía con claridad que si había llegado la hora de morir, no lo iba a hacer sin mostrar resistencia.

Además, allí estaba su hermana. Sabía perfectamente que era una gran espadachina y tenía gran manejo de las armas, a parte de conocer varios métodos de defensa...

No te pasará nada mientras viva...-pensó mientras la miraba con cariño... Sin poder llegar a materializar esas palabras.

Se irguió todo lo que pudo, intentando mantener una postura defensiva lo más acorde a sus posibilidades. Palpó la espada, que se encontraba a su espalda... En su mente estaba bastante clara la opción de no luchar... Si podían escapar, así lo haría.

Luego volvió a mirar a sus compañeros con decisión, y haciendo acopio de sus fuerzas intentó hablarles:

-Compañeros, si os soy sincero depondría las armas y esperaría un tiempo a que esto se pasara...-dijo con un tono de voz débil y cansado- Sed un poco pacientes, no os pido mucho...- Luego volvió a mirar a su hermana para hablarle- Pase lo que pase, no te separes de mí... Espero que venga pronto- esto ultimo lo acompañó con una mirada al cielo, intentando encontrar algo...

-Malditas criaturas asquerosas...- murmuró entre dientes, mientras las contaba- ¡son más de treinta! Deberíamos colocarnos en una postura defensiva, espalda con espalda para ser menos vulnerables.
Xhanty se coloca de forma que su espalda quede cubierta por el grueso del grupo de sus compañeros sin esperar las palabras de aceptación de éstos. Después coge sus dagas arrojadizas con la derecha, dispuesta ha usar de blanco las cabezas de aquellos horribles mostruitos. Si sólo tuviese una espada... las dagas no son lo mejor para defenderse en estas situaciones.