Partida Rol por web

¿vistes? comento a Leiji.

Es sorprendente como están de bien organizados, yo pense que los vería corriendo despavoridos a refugiarse y sin embargo, me los encuentro en línea recta y sin inmutarse.

Sigo observando mientras avanzo con el camión para entrar en la ciudad.

Leiji mira sorprendido a su compañero es increible la confianza que tienes.. uff... despues de todo lo que paso, estamos a paso de que nos hagan un tribunal militar...te envidio tu tranquilidad

Cierto

Asiente con la cabeza.

Después que nos mandaran a este pueblo y todo lo que allí sucedio, me abrieron los ojos. Pertenecer al ejercito no es un buen partido, y estaba deseando salirme de él. Comete demasiadas injusticias, además de que nos han querido matar un par de veces en lo que va de día.

Motivos suficientes como para dudar de su autoridad y justicia.

bien... podremos hacer todo lo que queremos si sobrevivimos... esperemos que nuestros compañeros esten vivos.. mira que no les traemos buenas noticias

Si Confirmo con respecto a las malas noticias.

Hecho un vistazo al que recogió desde el camión y recordó en su mente como le estaba apuntando con una pistola, asustado y tembloroso. Volvió la mirada hacia el poblado, mientras seguía avanzando por la fila de esa pobre gente que poco a poco se estaba quedando sin hogar, sin escapatoria y posiblemente sin vida.

Sin quitar la mirada de la carretera, le preguntó al chaval.

¿Que os traía por ese camino? ¿De donde venía vuestro grupo de alquimistas y hacia donde se dirigía?

Era importante saber algo más de ellos, aunque había manejado la posibilidad de esperar a llegar a la ciudad y estar delante del Sargento, pero su curiosidad le impulsó a preguntarlo. Quizás si sabía esa información antes de llegar, fuese importante para salvar alguna que otra vida.

Observo al hombre de uniforme blanco, que me habla preguntandome sobre que hacemos alli, No ibamos a ningun lugar, replico en voz baja, Nuestro trabajo... o el trabajo de los alquimistas que yo estaba encargado de llevar es vigilar esa zona, para impedir que alguien pueda escapar, tienen derecho a juzgar a cualquier Ishbalano en la zona.

Notan que soy muy joven, tanto mis facciones, como mi forma de hablar acen dudar tan siquiera, que sea mayor de edad, aunque tal vez es solo una ulision.

Entonces... se había dado cuenta de que era alquimista, pero tenía alguna duda sobre ello perteneces al grupo de alquimistas que nos atacó, ¿verdad?

Hiso una pausa para darle tiempo a contestar y seguidamente, formuló otra pregunta.

¿Porque no atacastes tú? ¿Porque dudastes en usar el arma de fuego contra mi? Un alquimista nunca tiene que tener miedo

Yo no soy alquimista, replico negando fuertemente con la cabeza, soy el conductor de mi escuadron, cada escuadron tiene un conductor asigsnsado.

Esa es la razon para que no haya disparado, digo mirando al suelo, yo no quiero matar a nadie... no soy un asesino

Al parecer se equivocó con su predicción. Ahora que lo pensaba, no tenía pinta de alquimista... y es verdad, cada uno tenía un conductor asignado, el nuestro... bueno, del nuestro es mejor no hablar.

Está bien, pues ahora perteneces a nuestro escuadron.

Y continuó con su viaje para ver si podía encontrarse con los demás.

tranquilo... no te haremos nada...mientras vayamos tranquilamente podremos resolver todo se levanta del jeep para observar la situacion del pueblo

El camion llega al frente de los alquimitas dejando enrever que adentro del mismo se encuentra Kreost, leiji, y dos personas mas.

Kreost para el motor del camión y con un gesto le indica a su compañero que deberían de bajar. Seguidamente comienza a bajar, y cuando ya tienen los pies en el suelo, coge las llaves del camión, se las guarda en el bolsillo y mira al conductor del otro escuadron.

Baja. Le indica.

Mira al otro alquimista insconciente.

Deberíamos de atarlo o algo...

Pero ahora estaban más y bueno, seguro que era una persona razonable y no atacaba a un grupo de alquimistas mucho más numeroso que él.

Por fin, se da la vuelta y saluda.

Buenas, compañeros.

En su voz hay tristeza, es evidente que han fallado en la misión y que las noticas que traia no eran buenas, pero que se le iba a hacer, las cosas nunca salen como uno quiere.

Leiji espera que su compañero se baje, se queda al lado del prisionero esperando ordenes, y cuidando de que no vaya a hablar

Veo como el grupo desciende del camión y lanzo una mirada interrogativa hacia el inconsciente.

¿Que paso? solo nos digeron que podiais estar en peligro... Espero a que nos pongan al tanto para poder valorar la situación

La primera en saludar fue la Alquimista de Hielo. Kreost asintió ante su pregunta.

Cierto, hemos estado en peligro. Incluso temí por mi vida a la de Leiji, pero un golpe de suerte y una compenetración entre los dos nos salvó de una muerte segura.

Se adelante varios pasos, alejandose del camión.

Traemos a un pricionero que me gustaría tratar por si tiene alguna herida de importancia, a parte del conductor del otro grupo de... , se paró un poco, aún no habìa dicho que les había pasado. O sea, que habían sido atacados por un grupo de alquimistas y la verdad no sabía como hacerlo.

En fin, respiró hondo antes de continuar, y lo soltó.

... alquimistas. Asintió como si la pregunta siguiente se fuera hecho. Si. Alquimistas. Nos atacaron, querían eliminar a la gente del pueblo, y hemos tenido que deenderlos. Creo que ha podido morir alguno.

Sin duda eso le entristeze.

Leiji ayuda a bajar del jeep al prisionero necesita atencion inmediata... mientras mira a sus compañeros esperando que tengan buenas noticias

-¡No la necesitara! Por lo menos no ahora.- grito severamente el coronel – Si es uno de sus prisioneros, debe de tener información valiosa como el hecho de que los alquimistas los hayan atacado y demás. Por otro lado, me alegra verlos con vida hombres.
Leji, encárgate del conductor; sácale la localización de los alquimistas y el siguiente lugar que planean atacar y si no coopera … házmelo saber.

Una palabra se colo en mi mente semiincosciente haciendome entreabrir los ojos, Prisionero?... mis ojos observaron mi entorno, el camion, si era un prisionero porque no estab atado?, mire mis manos un segundo, con los tatuajes que tan bien conocia.

Si me creen un prisionero no dejare que me atrapen!!, trate de aclarar mis ideas y lo lograba a gran velocidad, siempre funcionaba en momentos de presion, me levante preparado para hacer una transmutacion sin ser visto, pero por primera vez en mi vida trate de ser un poco mas racional, eran cinco contra uno.

Me baje del camion y me acerque a los dos hombres que, yo creia, me habian salvado, con voz debil pero determinada replique, En que momento pase a ser un prisionero... ustedes no me habian salvado?... o acaso fueron ustedes... los que acabaron con mi equipo, esto ultimo no lo dije, lo pense, en este momento, mi vida era lo mas importante y hacer acusaciones no seria bien visto.

Kreost se giró para ver como descendía del camión el prisionero. Y un poco de miedo le apretujó el corazón. Pero sabía que los Alquimistas eramos personas razonables y que no se atrevería a luchar siendo nosotros cinco. Aunque él y Leiji si se atrevieron con un número similar.

No eres nuestro prisionero. Tanto tu como el conductor de tu equipo os hemos salvado de aquella masacre. Creo que sois los únicos supervivientes y no deberías moverte mucho, aún no se las heridas que puedas tener.

Fue lo único que se le ocurrió para tranquilizar a aquel alquimista.

Miro la situación algo perpleja, ¿no se suponía que esos alquimistas los había atacado? Él mismo habida dicho que era un prisionero poco antes.

¿Que hacía por aquí otro grupo de alquimistas? pensaba que la misión en este pueblo era nuestra... Comento viendo al herido, no parece grave así que no le doy importancia a las heridas.