Partida Rol por web

   Me encantan estas cosas, alcanza a susurrar Gurusen a sus compañeros antes de que el verdugo tomara la palabra.

   Luego de que el hombre dejara caer su hacha en la cabeza del "culpable", Gurusen se unió a los gritos de la multitud que disfrutaba del suceso, siendo una de las voces más dominantes.

   Finalmente, gira para mirar al resto del grupo un poco más calmado pero con el aire fiero que lo caracteriza. Mientras posa una de sus garras en la empuñadura de su hacha, la cual cargaba en su espalda como de costumbre, dice: Los orcos no deberíamos ver estas cosas, podrían sacar lo peor de uno.

 La figura humanoide que estaba vestido con vendajes entre la armadura no dijo nada. Realmente no le intereso mucho el verdugo y todo ese tema. Estaba opacado en otras cosas. No pronuncio palabra ante los comentarios de el orco y permanecio callado y tranquilo.

La elfa parecía bastante ocupada en intentar que la repentinamente abultada bolsa de oro se mantuviera correctamente en su sitio. Luego de algunos intentos decidió echarla entera dentro de su petate junto con algunas joyas. Era evidente que mas que prestar atención a lo que estaba sucediendo en el esenario, estaba aprovechando a desplumar a algun que otro espectador. Pese a eso, iba enterandose de lo que sucedía y cuando empezó a disiparse la gente, comentó mirando de reojo al orco:

-Me da que no se lo merecía. ¿Van a moverse o que?

   Al escuchar las palabras de la elfa, Gurusen queda un tanto pensativo...

   "A mí me parece lo mismo, tengo la corazonada que este tal William no se merecía ese destino... ¿pero cómo puedo estar de acuerdo con un elfo?, no debo estar razonando muy bien".

   En ese lapso sólo hubo un gruñido por parte de Gurusen.

El humano por su parte, parecia aburrido, aunque una siniestra sonrisa se dejo ver cuando el hacha callo sobre el cuello de ese hombre. Luego miro de reojo al orco entusiasmado 'Quiza si sacan lo peor de ti termines igual que el' se rio un poco para luego mirar a la elfa 'A quien le importa si no se lo merecia, lo hecho hecho esta y no se puede cambiar.'

Dio media vuelta, observando a los guardias que se llevaban a una señora, y luego comenzo a alejarse con paso tranquilo 'Ya no hay nada que ver, vamonos.'

   Gurusen comienza a caminar hacia el humano, rápidamente consigue alcanzarlo y colocarse a la par, gira su cabeza para mirarlo directamente a los ojos, mientras sus colmillos se asoman amenazantes.

    Espero que te refieras a que terminare como el verdugo, no concibo otro desenlace ante esa situación.

Caminando por la calle, ven como el cielo cada vez se torna mas gris y se siente claramente la humedad en el aire, la lluvia se aproxima, oyen que la gente dice al caminar alejándose también ellos de la plaza, andando por allí, una mujer algo extraña, vestimenta roja, orejas puntiagudas pero bastante bien parecida se acerca al orco tomándolo por el brazo izquierdo deteniendo a todo el grupo.

-Hola, mi nombre es Jhoana Bandier, pareces ser un formidable guerrero, con esa arma podrías destrozar lo que tu quisieras-

Dice la mujer, acariciando todo el pecho del orco sin dejar de ver a la única mujer que acompaña a su grupo.

-Y, tu amiga, wooh, pareces ser una belleza andando-

 mirándola directamente a los ojos acercándose a ella y tomándola de la mano acariciándole lentamente.

-Pero bien, me dejare de alardeos, les comentare, hoy en día es difícil confiar en las personas e increíblemente los aventureros son los que mejor se ganan la confianza así que si no les molestaría.-

Asiendo una pausa, sacando una pequeña bolsa que parece ser dinero se la entrega al sujeto que tiene vendajes entre su armadura.

-Bien, en esa bolsa hay dinero para que sobrevivan en la ciudad, si les interesa una pequeña misión de escolta, nada peligrosa, solo es cuestión de llevar a un Aristócrata a una mansión no muy lejos de aquí, a tan solo uno 10 minutos a caballo, asi que pues que dicen.. aceptan?.

des pues dever como el imculpado es decapitado solo miro de reojo ala jente alejandose

oigo las palabras de mis compañeros solo suspiro algo ondo despues deltermino dela brebe platica

luego veo como una señorita nos invita a realisar  un travajo en el area local ...porke no pienso  algode dinero no me caeria nada mal

 levanto la mano i digo-.... yome apunto noseria nada mal unas monedas en el bolsillo

amm pues  nosoy dela siudad soy fuereño no yebo mucho tiempo aki si esopregunta

 mm  notengo cargo militar tenia ase teimpo pero aora no

amm pues no señorita como dije soy fuereño no conosco biem la ciudad

sonrio un poko despues d responder

Torció los labios, ocultos por la tela que protegía de miradas curiosas sus facciones y se encogió de hombros-

-Yo no tengo nada que hacer pero algo no me termina de gustar de ese "trabajo fácil"...iré supongo.

Quizá haya algo de donde se pueda sacar mas dinero que la miseria que paga por el camino.

-En cuanto a las preugntas por orden, unas dos semanas, no, y algo.

   Gurusen la miró inmediatamente cuando esta tomaba su musculoso brazo y tras el cumplido recibido, no dudo en responder: Pues calculo que tienes razón, aunque no todo lo hace el arma sino quien la empuña.

   Finalmente sólo se limitó a emitir un pequeño gruñido cuando la mujer tocaba su pecho, esperando a que se alejara lo suficiente como para suspirar aliviado.

   "¿Desde cuándo me atraen las elfas?, de seguro desde generaciones... no debería olvidar las incursiones orcas, esas las cuales presentan abundantes violaciones de estas bellas y odiadas criaturitas".

   Bien parece que tenemos trabajo... busca con la mirada al humano que hasta el momento había permanecido callado: Tú, comienza a dividir eso en partes iguales dice cortante.

   Gurusen no respondió ninguna de las preguntas que planteaba la recién llegada, simplemente se limitó a escuchar y hundirse nuevamente en sus pensamientos.

   "Esta elfa parece tener un tiempo aquí, nosotros deberíamos hacer las preguntas".

'Ah si claro, igual que el verdugo' El guerrero sonrío, pero pronto vio a la elfa y volvió a tener una expresión seria y decidida. 'Por mi no hay problema, y parece que por los demás tampoco.' miro al orco disgustado 'Que lo reparta la picara o t...iba a decir tu pero seguramente ni siquiera sabes contar, la próxima que me des una orden te sacare esos colmillos y me haré un collar con ellos.' Al decir esto los sanguinarios ojos del humano se clavaron en los del orco, pero por lo demás su cuerpo parecía totalmente tranquilo, ignorando las preguntas de la elfa.

'Orcos estupidos, se creen que pueden intimidar a cualquiera porque solo son feos.'

   Gurusen rio a carcajadas ante la amenaza del humano de ojos rojos, luego le devolvió la mirada con los mismos gestos fieros con los cuales se había dirigido a él la primera vez: Parece que te has confundido pequeño amigo, no me refería a ti sino a él... indicando en dirección al humano que lleva esos extraños vendajes... volviendo la mirada otra vez ante el enfurecido individuo concluyó: Y de hacerlo, no encuentro el problema.

   "Espero que no seas los que cumplen su palabra, sino tu futuro dependerá de mi humor".

'Y que, no eres el líder de nadie aquí.' Su mano recorrió su armadura de placas hasta llegar a la cintura, donde se poso sobre la empuñadura de su afilada espada, pero luego sonrío al orco 'Espero que al pensar que eres mas útil vivo, no me este equivocando.' retiro la mano de la espada y agrego 'Sigo diciendo que la señorita reparta el oro, seguramente tenga mas experiencia en eso, aunque por el tamaño de esa bolsa tiene una paga patética para repartir entre tantos.'

-¿Repartir? Me da que en esa bolsa hay muy poco para todos, además no creo que a nuestra contratista le importe dar una bolsa igual a cada uno, dado la cantidad de gente que acaba de conseguir para su misión.

Miraba al orco de reojo mientras caminaban, procurando mantenerse lejos, no tenía ganas de ponerle en su sitio si intentaba alguna cosa para con ella. Despues de todo, seguía siendo un orco y eran impredecibles, pura envidia tienen de los elfos...

 El hombre de los bendajes miro las monedas. Y miro a la elfa con desgano. El grupo realmente le dejo de interesar al segundo que comenzaron a pelearse por una misera moneda de oro. Miro a los dos caballeros como se peleaban. Egrell no tenia tiempo para sandeces. Suspiro saco 3 monedas de plata y 4 de cobre y le repartio lo dicho a cada uno.

  Sobran 2 de plata y 3 de cobre. Acaso vale tu vida esa miserable cantidad de dinero?. Quien las quiera simplemente tendra que combatir a muerte con otro que las quiera. En el caso de que nadie las quiera comprare pan y lo dividiremos en partes equitativas. Yo no soy su Lider. A mi eso no me interesa. Me divertiria ver matarse a todos por 2 piezas de plata y 3 de cobre. ¿Un gran entretenimiento verdad?. ¿Asi que a quien le parece una buena idea?. Yo no voy a combatir. Pagaria las 4 o 5 monedas de cobre por ver un buen combate.. Como veran soy muy justo asi que soy ideal para ser el arbitro de estos tratos y es tanto asi que si hay combate le entregare. Este hermoso jabon usado que vale 5 monedas de plata. Que te parece Zirei no quereis ver la pelea por 5 monedas de cobre?. Es un regalo!. Y en primera fila!... 

Exclamo sin ser nada ironico. Sino tratando de demostrarles que es una estupidez lo que se estan planteando. Que no habria ser mas estupido en la faz de la tierra como para dar un paso al frente.

La joven Elfa que los acompaña solo oye sus discusiones y sin pena alguna rie con cada una de sus palabras, así caminando llegan a un pequeño establo, que calculando el tiempo no estaba demasiado lejos de la plaza, allí la mujer se detiene y les dice.

-Bien amigos, llegamos, sus problemas no me importan, si no se llevan o se quieran matar entre ustedes por dinero, pero algo si les aseguro que después de cumplir esta misión su vida cambiara completamente, que les parece si proseguimos, pero antes les debo de dar una información-

Asesándose al grupo y mirándolos a todos.

-La misión, es la siguiente escoltaran al regidor principal de la milicia de la zona pobre de la ciudad, lo llevaran a una mansión no muy lejos de aquí, el sabe el camino ustedes solo lo defenderán de algún lobo o ladrón que se quiera sobrepasar con ustedes. Así que bien, pasen por unos caballos y la carreta en unos momentos traeré al regidor para que partan de una vez.-

Les señala a un par de guardas que custodian el establo para que vallan por ustedes.

Así mismo, a Gurusen le otorgan y zenaku les pidieron que escolten hasta enfrente a la carreta, a los demás que simplemente vallan pendiente arriba de las carretas acompañando al regidor. Les comentan del tiempo estimado, que no será mucho aproximadamente 15 minutos de viaje a paso normal con los caballos.

Así mismo en lo que a ustedes los acomodaban llega el Regidor, presentándose formalmente con ustedes.

-Saludos compañeros míos, veo que ustedes serán el grupo que me acompañara hasta la reunión .. Mmh, un grupo muy formidable. Bueno gracias.-

Dice saludándolos a todos y cada uno de ustedes, subiéndose a la carrera esperando partir.

Miro de reojo al orco y a al humano* que aparentemente no era tan callado, y simplemente me subo a la carreta del lado opuesto al Regidor, acomodandose mientras espera que los demas suban sin decir una palabra mas.