Partida Rol por web

[Estos sucesos ocurren antes de la escena presentada en REglas de Juego. La escena Off topic es considerada a todos los efectos, como su nombre indica, off topic y fuera del juego, como si nunca hubiera ocurrido]

La luz de un amanecer incipiente se filtra entre los párpados de los sujetos que poco a poco parpadean abriendo los ojos para encontrar ante sí una escena idílica. El alba está comenzando a romper la noche en el horizonte, clareando sobre las tranquilas aguas del mar que se sitúa frente a la adoquinada plaza en la que los sujetos han despertado. La suavidad del momento, unida al arrullo de las olas y las aves marinas hace que el despertar sea muy agradable... hasta quese ve interrumpido por algo. Por la memoria.

La memoria de cómo han llegado hasta este lugar, pues ninguno de los sujetos lo sabe. Lo único que recuerdan es ir a dormir como cualquier otro día normal y corriente, y entonces en sus sueños una voz, difusa, imprecisa... arrastrándoles a través del espacio y el tiempo sin pedir permiso alguno. Y ahora... La cadena de pensamientos, al igual que el plácido despertar, se ve interrumpida.

En este caso el motivo es una voz. Altanera y orgullosa, la voz llama la atención de todos, haciéndoles alzar la cabeza y por primera vez verse entre ellos.

- Aaaah... he de admitirlo... que hermoso es Duwang...

La voz habla con tranquilidad, y todos puden ver a un sujeto sentado en lo alto de una farola, mirando al horizonte. Su cabello es rubio y su cuerpo fuerte, y viste ropas llamativas. Además en su cuello pueden ver una marca en forma de estrella.

El hombre entonces se gira a los presentes con una gran determinación en los ojos.

- ¡Pero no hay tiempo para admirar su belleza! ¡Oídme bien, vosotros elegidos! Mi nombre es Jonathan Joestar... Y necesito vuestra ayuda.

Así es, yo, Jonathan de la familia Joestar me he visto forzado ha venir a este lugar, a esta... extraña ciudad de Duwang... ¡persiguiendo al mismísimo mal! Un poderoso enemigo no solo de mi familia, ¡si no de todo lo que es bueno en cualquier Universo! ha decidido tratar de resucitar al villano más miserable de toda la Creación... ¡DIO BRANDO! Y no solo tiene intención de resucitarlo, si no que le dará desde aquí, desde esta dimensión artificial que ha creado con su Stand, le dará acceso a todos los mundos... ¡esparciendo su horrible maldad por todo lugar imaginable!

Jonathan baja de la farola de un salto y continua su discurso.

- ¡Escuchadme bien! Si queremos impedir ese acigo destino, debemos colaborar todos... o casi todos... Pues el villaqno ha plantado a algunos traidores entre vosotros. Así es, ¡algunos de vosotros sois traidores infectados con la simiente de DIO!

Por suerte para el Multiverso, yo, Jonathan Joestar, he sido capaz de discernir su plan a tiempo y no solo seguir al villano, si no incluso arrastrar a unos cuantos corazones puros de distintos mundos con nosotros para detener los planes de este ser abominable. Creedme, si Dio vuelve, si retorna con todo su poder, ¡será el fin de todo!

El Enemigo se esconde en los confines de esta ciudad artificial. No se dará a ver, pero tiene poder sobre este mundo que ha creado. Por ello, cada cierto tiempo caerá la Noche, mandando a casi todos menos a los siervos de Dio a dormir. En ese momento los siervos de Dio eliminarán a un héroe, completando el ritual de su oscuro maestro poco a poco... Pero ¡no permitiré que triunfen!

Mientras el hombre habla, con un místico brillo alrededor de todos los presentes se forma una sala de juicio en ruinas. En el asiento del Juez se sitúa Jonathan. En los asientos del jurado, los sujetos.

- ¡Contemplad mi Stand, LOST TRIAL! Lost Trial me permitirá juzgar el corazón de cada uno de vosotros. Cada Día votaréis a uno de vosotros entre todos y Lost Trial emitirá su juicio, sentenciando a dicha persona. Las maneras de votar serán variadas dependiendo del ambiente que mi Stand perciba, ¡así que estad atentos! Entre todos derribaremos el mal...

Ah y soy consciente de que todos los elegidos habéis sido bendecidos con el poder de un Stand también. Sin embargo ¡no penséis que os permitiré enzarzaros en una pelea sin sentido, pues ese es el deseo de DIO! No, en mi presencia el uso de Stands para pelear está vetado ¡por completo! Haremos esto a mi manera.

Así que ¡preparáos, héroes! Vuestro mundo y todos los mundos necesitan de vuestra ayuda. Y si tenéis alguna duda... ¡dirigid vuestras preguntas a mí, Jonathan Joestar-sama!

- ¡INCREIBLE, JOESTAR-SAN! - Exclama una voz tras una brevísima pausa que apenas deja tiempo a los presentes a parpadear.

La voz, cabe señalar, es sin duda alguna bastante audible hasta el punto de ser incluso molesta. Tiene un tono muy agudo y viene de un sujeto que se encontraba en medio del grupo, con una cara algo rara y un sombrero de lo más llamativo.

- ¡Debemos estar muy agradecidos de que un héroe como usted se haya presentado para evitar esta gran catástrofe! Sin embargo...

- ¡Me temo que yo no poseo el poder del Stand como el resto de ustedes! ¡Yo solo me limité a seguirle desde nuestro mundo!

Jonathan Joestar frunce el ceño y chista con los labios, algo molesto.

- Cómo no, Koichiwagon... siempre metiéndote de por medio. Hazte a un lado y trata de no molestar demasiado. Y por el amor del Hamon, no grites. Me das dolor de cabeza cada vez que abres la boca.

El susodico Koichiwagon asiente y se aparta un poco del grpo, mientras Joestar añade finalmente:

- Bueno... creo que lo que resta es decir... ¿quién demonios sois cada uno de vosotros?

El Destino es una fuerza que mueve a personas concretas. La mayoría vivimos atados por este, pero aquellos que tienen un espíritu de lucha, una voluntad de hierro, un corazón ardiente, son aquellos que conocen el libre albedrío. Aquellos que pueden dar forma a su Destino, aquellos que pueden decidir su camino.

Y entre estos pocos se alzaba un joven con un orgulloso pelo plateado que mostraba su adamantina determinación. Un joven que...

Buuuuuuuuuuuuuuurp, merde. ¿Pog qué egstoy de gesacga? Egspego no habegla liado en el Moulin Rouge otga vegs... La última vegs no me dejagon pasag en megses...

... Se arrastraba por el suelo sujeto a una botella de vino tinto... Francés, por supuesto...

Fue entonces cuando Un hombre preclaro y un asistente leal como pocos comentaron una situación cuanto menos preocupante.

Sacrebleu! ¡Mags bajo pog piedadg! ¡Me egstás dejangdo la cgabegsa como un bombgo "Cgomosgedigga"-Wagon! ¡Un pogco mags bajo!

Tras clamar piedad por su doliente cabeza, el joven se levantó y dejó a un lado la congoja de su resaca. Se mantuvo firme y enarboló su dedo índice y corazón juntos como si fuesen un florete en miniatura.

Je suis Jean Paul Boneraff... Y mi úgnico obgjetivo en la vigda, el obgjetivo pog lo que hage lo qgue sea paga cumpliglo es... Vengag el honog de mi hegmana peqguenia...

... Tras unos segundos de dramatismo se llevó la mano al mentón al recordar algo.

Pego ahoga que lo piengso ya la vengé cgon ayuda de "mes amis"... Así qgue en gealidagd mi obgjetivo en la vigda es...

Y tras un segundo de dramatismo en el que le dio tiempo de poner una cara innecesariamente decidida, confesó:

... Montágmelo con tangtas rgamegags y bebeg tangto vino como puegda...

... Como si la enorme y estúpida burrada que acabase de decir fuese algo acaso"épico"...

"Esto debe de ser obra de un Stand enemigo."

Fue lo primero que pasa por la cabeza de Jotaro Kujo en cuanto abre los ojos y contempla su nueva localización -después de haber metido la cabeza para dentro de su caparazón de la impresión, por supuesto-. La voz conocida de un hombre desconocido irrumpe en la escena obligando al quelonio japonés a girar la cabeza dramáticamente hacia su localización. "¡DIO!" Brama para sí, pues ningún sonido sale de entre sus fauces.

Porque Jotaro Kujo sabe que aún hay vestigios de Dio por alguna parte... ¡pero está totalmente seguro de que lo mató! La vida de Rodrigo fue la última pérdida que tuvo que cargar en los puños de Star Platinum, ahora ausentes tras su... accidente. No importa, tan solo ha de permanecer en silencio antes de que este Dio se de cuenta de su presencia. Solo tras eso podrá machacarlo a la nada una vez más.

"Mi abuelo, Jonathan Joestar... ¿Multiverso? Tch, qué molestia. Si el stand enemigo tiene esas capacidades es posible que no pueda contar con la ayuda de la fundación Speedwagon y sus aliados. Tendré que arreglármelas yo solo y seguir el juego de... "Jonathan Joestar"."

Cuando Lost Trial es activado, la tortuga queda más visible en una de las mesas caminando de forma muy lenta y tortuosa en busca de un asiento acolchado al que lanzarse. No es el caso, Jotaro Kujo está atrapado de nuevo en algo muy problemático. Y la presencia de una mezcla de Koichi Hirose y el hombre que dió a la fundación su nombre le saca aún más de quicio.

"¿Ese es Polnareff? No. Él no tenía ningún acento ridículo. Y no está en ese estado... Debe de ser otro." Ante la pregunta de Joestar la tortuga gira la cabeza y la levanta un poco clavándole la mirada en su no disminuida cara. Una sola mirada es suficiente para transmitir de pupila a pupila sus intenciones;

"Mi nombre es Jotaro Kujo. Si no hay más remedio, colaboraré para desenmascarar a los seguidores de ese tal Dio. ¿Tenemos que saber algo más sobre tu Stand?" Por suerte Jotaro Kujo nunca ha sido una persona muy habladora. Sus conocimientos de biología marina aplicados a su inteligencia humana hacen posible que pueda caracterizar una expresividad lo suficientemente entendible como para comunicarse.

...

... O algo así.

Aquella estrella... aquella marca, sin duda era él. 

Mi cabeza asentía mientras escuchaba sus palabras y discernía todo lo que había a mi alrededor... Nada de lo que me rodeaba lo conocía, aunque las palabras de Jojo me eran conocidas... Siempre Dio, y tras ese nombre la catástrofe.

La justicia y la lucha estarían representadas por la casa Joestar, y como siempre no dudaría en apoyarlo.

La intervención de Koi me hizo apretar la mandíbula, su presencía de falsa inocencia no me traía buena espina. Quizás era hora de desenmascararlo.

Escuché las presentaciones de aquel pirata borracho francés... al menos era sincero... Y luego de aquella tortuga gigante... todo se parecía tanto pero a la vez era tan distinto al mundo que conocía... Sacudí mi cabeza y dije finalmente de la presentación del galápago.- Mi nombre es Jost Killyan Rond, pero todos me conocen por Jocker... creo que no tenemos más remedio que colaborar y encontrar a los mentirosos dentro de este cónclave.

Guardé silencio esperando más presentaciones y poder sacar algo en claro... los Stand se preparaban, y con ellos una batalla que nos haría perder cualquier atisbo de inocencia por encontrar a los culpables.

El agudo chasquido de una cerilla encendiendo un cigarro, llamó la atención de los presentes. Al girarse, un enorme gorila se dirigía hacia ellos. Pero primero, veamos qué llevo a ese peculiar personaje hasta aquella situación.

Momonosuke había permanecido callado desde que todo esto había comenzado. Lo último que recordaba era haberse ido a dormir a su cómoda cama en el hotel mejor situado de la ciudad de Nueva York. Aquella noche se fue a dormir pronto, puesto que el presidente de los Estados Unidos le había encomendado una importante misión. A la madrugada siguiente, su país lanzaría una potente ofensiva que pretendía dar el golpe final a su enemigo y así, acabar con la guerra que llevaba sucediéndose durante más de 20 años. Momo iba a ser el encargado de liderar a su escuadrón: Forever Strong. Aquella formación de élite, era considerada por su país como la mayor demostración de poder y fuerza nacional, habiendo ganado innumerables batallas y sobreponiéndose a un sinfín de situaciones imposibles.

Momonosuke era considerado un héroe nacional y una leyenda viva. Por ello, no resultó extraño cuando el gobierno estadounidense decidió cambiar de su bandera a su icónica águila, por la imagen de un gorila.

Sin embargo, al despertarse no era su lujosa habitación lo que veía, sino lo que parecía un lugar en ruinas. ¿Era aquello un sueño? Este primer pensamiento fue rechazado de inmediato cuando se pellizcó el brazo y el único efecto generado fue una leve sensación de escozor. Observó con asombro la aparición de Lost Trial y escuchó a todas aquellas personas (o animales) con el objetivo de analizar y entender la situación. Finalmente, decidió entrar en escena.

Y esto nos devuelve al momento actual.

Fumándose su cigarro y vestido con su atuendo blanco de ceremonia, el gorila se acercó hacia el resto de "invitados" y pasó de ellos. Con una ágil maniobra, se subió al atril donde en los juicios se suele situar el jurado. Desde aquella alta superficie, pudo tener una visión "aérea" de todos los que allí se encontraban. Ciertamente, la vida sobre las lianas y posteriormente sobre los aviones le había proporcionado un cierto vicio a tener que verlo todo desde una posición que le brindara una mayor altura. Desde el aire, uno podía llegar a descubrir cosas que con los pies en la tierra permanecían ocultas.

Desde esa posición, dirigió una atenta mirada a todos y cada uno de ellos, analizándolos.

Tras unos segundos que parecieron eternos, y donde todos permanecieron en silencio, el gorila dio una calada a su cigarro y habló con su poderosa voz, que además retumbaba sobre las paredes de aquel lugar.

- Mi nombre es Momonosuke pero podéis llamarme Momo. No sé quien es ese tal Dio pero lo que sí sé con seguridad es que esto es una guerra y hay traidores entre nosotros. Aunque yo todavía no he elegido bando.
La selva y la guerra me han enseñado que al final del día, solo sobreviven los más fuertes, así que he tomado una decisión.

De nuevo, dio una calada a su cigarro y volvió a mirar a todos antes de volver a hablar.

- Desde este momento os aviso de que no confío en ninguno de vosotros. No os conozco y dudo que en estos días llegue a conoceros como realmente sois, porque no todos diréis la verdad. Así que me voy a sentar aquí, todos y cada uno de los días, y me voy a dedicar a observaros y a pensar en como salir de este embrollo por mi mismo.

Su discurso se vio interrumpido de nuevo por la succión del cigarrillo.

- Y por si no os habéis dado cuenta, os voy a dar un dato más. Soy un gorila, pero no uno cualquiera. He alcanzado la cumbre de mi especie, soy el pináculo en términos evolutivos de nuestra raza. Eso quiere decir que YO soy el más fuerte de todos los que nos encontramos aquí. Ninguno de vosotros tiene más fuerza que la mía. Por tanto, si intentáis algo raro os aplastaré la cabeza sin el menor de los miramientos.

Ah y una cosa más, mi anterior vida en la selva me ha dado la capacidad de estar siempre alerta por las noches, así que olvidaros de emboscadas nocturnas. No dejaré que nadie me toque los coj****.

Momonosuke dio una última calada a su cigarro y mostró una sonrisa de superioridad hacia ellos.

- Buena suerte a todos, "compañeros". La necesitaréis.

Cualquiera pensaría que aquel gorila había sido imprudente al mostrar tan pronto sus cartas. Pero para él era todo lo contrario, era una auténtica declaración de intenciones hacia todos los presentes en aquella sala.

Sólo por curiosidad - dice mientras se peina el pelo - ¿Tienes alguna fotografía o descripción exacta de ese tal Dio? Si deciden traer su cadáver para resucitarlo podríamos tratar de encontrarlo y quemarlo con gasolina ¿Y cuál es exactamente el funcionamiento de ese ritual? ¿Tan sólo necesitan matarnos a todos? ¿Vale cualquiera, o tenemos que ser nosotros? Porque de ser así, ¿no podríamos irnos cada uno a una punta del mundo y así evitar que el ritual se complete? Y ahora que lo pienso, ¿no le has hecho todo el trabajo a los esbirros de Dio ahora que nos tienen a todos nosotros en un mismo lugar? ¿Y dices que nos has traído precisamente tu al mundo de ese villano para tratar de detenerlo? ¿Nos has metido en un mundo sobre el que tiene poder? Y si dices que Dio tiene poder sobre este mundo, y él quiere que nos peleemos entre nosotros... ¿Por qué no te impide usar tu Stand, u ordena a sus esbirros que te maten? ¿Tu Stand escapa a su control? ¿Y tu Stand es también capaz de impedirnos a todos el uso de nuestros Stands para pelear, incluídos los siervos de Dio? ¿Eres capaz de mantenerlo activado permanentemente? En caso afirmativo, ¿por qué no tenerlo eternamente activado y así impedir que nadie actúe?

Pone morritos y fija su mirada en Jonathan - Por si no ha quedado claro... Eres, ahora mismo, la persona de la que más desconfío.

Yorgen se levanto del suelo totalmente dolorido, buscando su sombrero ha ciegas sin reparar en la gente que tenia a su alrededor o donde estaba.

-No recuerdo a ver tomado esta noche... La edad me estará pasando factura o han cambiado al receta de mi
Speedwagon-gon... Maldita sea... ¡¡Brown!! ¡Aspirina! Emergencia B... Brown!!... ¿Brown? -Finalmente alzo la cabeza del suelo y observo que ya no estaba en ningún sitio que conociera y lo peor de todo es que no estaba solo.

-¡OH MY MON! -Grito sorprendido y apretando los dientes con fuerza al dolerle la cabeza por su propia torpeza de gritar sin control. -Tsk, tsk tsk...

-Que es todo... -Fue interrumpido por las palabras de un tipo bien apuesto que curiosamente era una versión mas joven y mas blanco que él. -¿HOO? ¿Multiversos? ¿Dio? -Por alguna razón que no entiende ese nombre le recordó a su hermanastro Odi. -Pero que demonios...-Y fue nuevamente interrumpido por alguno de los presentes, a lo que les siguió mas gente he incluso animales, con los que compartía miradas, incrédulas al ver que la tortuga era increíblemente expresiva y el mono ¡SABIA HABLAR!.

-Heee... No entiendo nada. Pero soy Yorgen Yorgestein, la gente me conoce como YoYo. Y lo siento, pero este negocio no me interesa lo mas mínimo. No parece que vayamos ha conseguir nada a cambio y lo mas importante ¡PUEDO MORIR! -Se agarro las mejillas un tanto histérico. -Así que con permiso, mándame de vuelta, tu. -Señalo al Jojo que los había reunido. -Espera, ¿Como demonios sabes de mi Stand?

Y ahora si puede comenzar la ¡música!

Jesús no podía sino tener los ojos como platos al oler y ver a tal cantidad de especímenes que se habían reunido en ese lugar tan por la puta cara por que un tío llamado Jhonatan y el caraniño con voz de pito les daba la real gana. Se levantó del suelo sin entender aún realmente lo que había pasado, escuchando la explicación del Definitivamente not Dio, y luego las presentaciones del resto.

-Pero qué sssssherpientes ha pasado aquí. ¿Me estásh diciendo que un tío desshhhconocido nos ha reunido aquí para matarnosh? ¿Y por qué no noshhh ha matado por shhheparado? De todashhh formas, si hay traidores aquí está claro que serán aquellos que quieran ssshhhhembrar la discordia nada másh empesshhar.

Miró a todos los asistentes con sus ojos reptilianos y cara de Raptor Yisus, negando levemente con la cabeza y acariciándose la barbilla con todos los dedos a la vez, mientras movía la cola lentamente.- Pero aún eshh pronto para shaacar conclusiones. Me llamo Jesús. Y soy la base de la cúspide de la evolución, así que probablemente sea el MENOS fuerte de eshta shala. No tenéis por qué creerme, pero es que soy un velociraptor.- Claramente, eso le daba puntos extras. Para sea lo que fuera que se necesitasen los puntos. Menos en votaciones. A ser posible.

Muchas de estas almas preclaras son individuos independientes. Estrellas que brillan lejos de ninguna constelación, como la legendaria estrella de Sirio. Pero ahora no estaban luchando por su propio destino. Se trataba de una batalla entre el bien y el mal que transciende el tiempo, el espacio, la realidad y las ideas. Un mal nacido de un hombre sin par que solamente un hombre sin par y su digno linaje pueden parar junto aquellos con el valor para unirse en tan terrible lucha. Las reyertas son algo esperable de personas que han sido hasta ahora sus propios héroes. Ahora tenían que transcender tales pensamientos y abrir su conocimiento del mundo a nuevas realidades. A una nueva realidad del bien y el mal que los hombres no crearon. Pero necesitaban a alguien que trajese la luz a este oscuro momento.

GENTELMEN... Et mesdames. _{Qgué espego qgue allga algguna...}

... Pero no fue la voz de la razón quien lo intentó...

Puegden cgonsidgegagse afogtunadogs. Le me, Jean Paul Boneraff, no solgamente higse fgente al detegstabgle Dio y vengsí. Tamgbién pagsé pog la deshonga de... De... Deeeee...

Boneraff estuvo a punto de confesar "como" hizo Dio para tomar control de él pero... Por razones persANALes no lo hizo.

... Ceeeeeeeeeeee, degjémogsló qgue me utiligso cgomo... ¡Cgomo sicgagio! _{Y non cgomo jugguete secgsual... Ugh...} Así que puegdo cgonfigmagles algo... ¡Egstamos segugos ahoga migsmo!

Tranquilamente, se colocó en el centro de la sala para seguir con su monólogo.

Puedo configmaglegs que, con la ecgsepción de Le Me y acgaso la de mi "amichi" Nosoiki Anuribi, togdos los sicgagios de Dio son unos cgobagdes. Solagmente atacgagan cguando nogs vean bajag la gguagdia. Y egso... ¡Egso incluigá a logs qgue hugyan antegs de qgue empiegse la gguerga! ¡Lo sgé muy "bene"! ¡Vi cgomo magtaban a unicgentes sgin migamiento! ¡Ninguno egstamos segugos! ¡Pego todogs sgomos necgesagios paga tiumfag! Todogs segguimos vgivgos, lo cuagl es una pgueba de qgue Dio se siengte debil e incgapags de matagnos a todos aun. Apagcag cgamagadas vuegstgas descgonfiangsas... Hagsta qgue algguien se lags gane de vegdad...

Miré a cada uno de ellos, sus palabras... sus verdades y sus mentiras algunas más que evidentes. No diría mucho más por el momento, pero por si algo pasaba conmigo era obvio que deberían de saber que estaba pensando en aquel momento.- Vaya... mundos opuestos, apenas unas horas en el mismo vértice y ya dos personas se postran como el ying y el yang de una cualidad.

Dos ápices de la evolución... uno por ello el más bestial y otro el más débil... ¿Coincidencia...?. Tanta como dejar en bandeja tu cabeza amigo mío al supuestamente opinar que no dormirás por las noches.

Miro al resto y digo.- Demasiado verso suelto... para poemas ciertos...

Sin más callé y seguí analizando sus reacciones, aunque serían evidentes, como sus horas anteriores.

Tras acabar su cigarro, Momonosuke sacó un plátano del bolsillo y comenzó a darle pequeños mordiscos. Podría habérselo zampado de un mordisco pero aquella fruta le encantaba tanto, que quería saborear cada una de las mordidas que le diera. En aquel lugar, los plátanos eran una de sus razones por seguir adelante. De hecho, eran el único vínculo que mantenía con su anterior vida salvaje, y sentía un placer incondicional hacia ese néctar de los dioses.

Como si estuviera en el cine, Momo se dedicó a comer desde el atril del jurado y a observar el espectáculo que estaba sucediendo debajo suya. El comentario de uno de ellos le sonó a amenaza, aunque también podía interpretarse como una preocupación. El gorila se mantuvo callado, reflexionando durante unos instantes y siguió devorando su manjar, mientras respondía de forma tranquila a aquel "héroe".

- Deberías preocuparte por tus asuntos, Jocker. En esta situación solo hay una persona que parte con ventaja, siento que eso te moleste pero así es la vida en la jungla, y a esta misma conclusión llegó Darwin en su día. - Dio un nuevo mordisco a su plátano. - Jaguares, tigres, agentes secretos norcoreanos, sicarios contratados por gobiernos... todos ellos intentaron aprovechar la oscuridad como ventaja para matarme. Y sin embargo, aquí estoy yo. Eso puede darte una pista de donde están ellos.

Miró a todos y continuó hablando. - Los humanos como vosotros sois ciegos. Al contrario que los animales, no detectáis el peligro hasta que ya estáis en la boca del lobo. Si queréis pruebas, intentad matarme esta noche. ¡No, mejor aún! Intentad matarme ahora mismo.

Momonosuke le dio un último mordisco a la banana, tiró la piel al centro de la sala y acto seguido saltó del atril y cayó en frente de todos los presentes. Allí, se mantuvo erguido con su imponente tamaño y lanzó una mirada desafiante a todas las personas de la sala. Esperó durante unos momentos, pero nadie hizo nada.

- Como imaginaba, pura palabrería. - Miró entonces a Jocker y luego al resto. - Vuestro amigo el francés me ha dado una idea. Acabo de elegir bando en este mismo momento. Dado que soy el más fuerte de esta sala, eso me convierte en el más capacitado para tomar decisiones. Así que desde ahora mismo, tomo las riendas del grupo y me convierto en vuestro comandante. Todos estáis a mis órdenes y al mismo tiempo, es responsabilidad mía cuidar de vosotros. Nuestro objetivo será encontrar y eliminar a los seguidores de ese tal Dio y salir de aquí lo antes posible. ¿Alguien se opone?

Y volvió a mirar a todos los presentes con una mirada desafiante.

Yo - Levanta la mano - No acepto autoridad alguna sobre mí. Y veo que, por bien que hables, todavía no has perdido tus instintos salvajes, gorila. Lo noto en tu instinto de dominación, el cual todavía no eres capaz de dominar

Cuando pasen unos cuantos miles de años puede que tal vez reconsidere la propuesta, pero por ahora diré que...

... Me niego.

Un hombre ya entrado en sus cuarenta que hasta ahora había estado en silencio sentado en el suelo se acomodo. Llevaba una camisa de tirantes blanca con diversas manchas de salsa, una riñonera y pantalones cortos.

Estaba calvo y tenia bigote. El hombre se levanto y estiro su cansada espalda, fruto de toda una vida de duro trabajo de obrero.

Que gente mas peculiar... - Murmuro lo suficientemente alto para que los presentes le escuchasen - Je...verás cuando le cuente a la Pili lo de...espera.. - Entonces pareció darse cuenta de algo importante

¿Ese mono esta hablando? - Paco no daba crédito a lo que sucedía - ¿Dio? ¿Multiversos? - Continuaba murmurando tratando de darle un significado

¿Jucios? Creo que estoy soñando... ejem.. - Siguio murmurando escuchando lo que cada uno decia

Cuando el enorme gorila propuso su liderazgo, Paco dejo escapar una cansada risa de un hombre cansado de la sociedad de su mundo, y de quejarse en de ello en el bar que hacia esquina.

Ni hablar - Dijo mas alto - El líder debe ser alguien espabilado, no un músculos

Respondió y le dio una tos bastante fuerte que hizo que se encogiese un poco. Cuando pareció recuperarse maldijo entre dientes algo como "Estos jodidos monos, vienen aquí exigiendo derechos..."