Partida Rol por web

[JJVV][ELdG]Aventuras Culinarias

La Posada de Como y Lomo

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07/11/2017, 12:53
Fedora "Tres Bastardas"

- ¡Aaaaaahhhhh! ¡Porr las barrbas de mi tío Torrvaldo! Tu pesarr mucho. Quitarr tu verrde culo de ensima de la mía espalda... ¡Ahorra! - Espetó la guerrera nórdica a su verdoso compañero de viaje.

Moviéndose todo lo rápido que pudo, se quitó de encima al enorme mestizo semiorco, con el que había chocado segundos antes, gracias a la acción de la grasa que lanzó mágicamente Menon. Para su alivio, un muro se había levantado entre la enana y el vampiro. Además, la otra mestiza, también semiorca, puso más trabas a su supuesto enemigo, cerrándole la puerta en las narices.

Tras levantarse del suelo, se sacudió un poco las ropas, manchadas de polvo y grasientas de fuera lo que fuera que lanzaron, que ya no parecía grase sino otra cosa aún peor.

- ¡Puuuaggggg! ¿Qué serr esto? Olerr como estómago de cabrra a la parrilla como a mi me gusta. - Comentó sacudiendo las manos al aire, tratando de sacarse aquella grasa, que parecía moco, pegajosa de encima.

Una vez repuesta y olvidado el incidente, en cuestión de segundos, Fedora atendió a las palabras de los demás que preguntaban sobre el vampiro, su procedencia, etc. Quién más aportó fue el viejo, que parecía conocerlo y también sabía como se mataba a esas criaturas. De pronto, el estallido de cristales escaleras arriba la trajo de vuelta en sí. El peligro no había acabado y parecía que aquel sucio vampiro había llamado a una de esas plagas de las que hablaba el anciano, sobre las que tenía cierto control y poder.

- ¡Murrsielagos, murrsielagos! ¡Agacharr todos cabesa! ¡Aaaaaahhhhh, mío pelo, mío pelo! - Gritó a los cuatro vientos la bastarda del norte.

Pese a su poderío físico y su fachada de chica aguerrida, Fedora era una especie de noble allá en su Norte natal. La pobre, viendo su pelo enmarañado por aquellas pequeñas ratas aladas, no dudó en asustarse y en sentir los arañazos de los murciélagos sobre su cuerpo. Sin dudarlo, corrió hasta donde estaba Lornegar y el gnomo bizco, feo, sin nariz y, ahora también, asesino de monos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

+1 Constitución.

Aplico +1 a la tirada de Fortaleza por la subida en Constitución, que dos veces hacen un +1 muy bonito (de paso subo ese puntito de vida) :D

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07/11/2017, 18:37
Sapo

Sapo se guardó la daga ensangrentada con la que había rebanado el pescuezo al trasgo bosquimano detrás de la espalda, en el cinturón que sujetaba a su cintura la toga. No se quedó mirando el espectáculo de la sangre mezclándose con la asquerosa sopa pues no era un sádico. Lo había hecho no porque disfrutara sino porque su mente, lógica hasta un extremo inusitado, le había dicho que era la solución más correcta. Ahora podían encargarse del problema del vampiro con una variable menos, por lo que habría menos incertidumbre.

Cuando volvió a centrarse en lo que sucedía en la puerta vio con estupor las cabezas cercenadas rodando por el suelo.

- Él también ha reducido las variables a un mínimo. Es listo.- Parecía que hablase para los demás pero en verdad escuchaba su propia voz, que pronunciada a través de sus cuerdas vocales le sonaba diferente que cuando sólo la escuchaba en su cabeza. Ahora que la puerta estaba cerrada les sorprenmdió un ruido de cristales rotos y pronto se vieron atacados por un enjambre de murciélagos que les acosaban. 

- ¡Aaaaaaahhhh!- Sapo correteaba de aquí para allá sacudiéndose el rizado y trigueño pelo en el que se enredaban las patitas de uñas afiladas de los murciélagos. No soportaba que lo tocasen y, ¿acaso había algo más molesto que un murciélago revoloteando alrededor y tratando de hincarte los colmillos para chuparte la sangre y dejarte seco? El gnomo acabó su carrera de nuevo debajo de una mesa desde la cual pudo concentrarse lo suficiente para amasar entre sus pequeñas y ágiles manos algo del éter presente en la posada. 

Amasa, amas, amasa.-Y, dando la forma a la arcilla mágica que sólo su peculiar vista le permitía percibir, intentó crear un molesto ruido alrededor de él y abarcando el área más grande posible. Mientras amasaba llamó a Estragón, aquel inútil cocinero.

- Eh, Estragón, la receta esa del fuego.- Cuando habían sido compañeros Sapo había visto usar a Estragón una receta que había provocado una deflagración en forma de abanico. Era perfecta para quemar a esos mamíferos voladores.- Yo ya he acabado. Mfffpm, mnuorfg, pfiarf.

Sapo conocía el sistema de ecolocalización que usaban los murciélagos. Eran unos mamíferos ciegos que usaban el sonido para no chocarse mientras volaban. Quizá si creara un molesto sonido alrededor lograra confundirlos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

- Uso sonido fantasma para crear un sonido borroso para ver si funciona contra la ecolocalización de los murciélagos y me dejan en paz.

- Me meto debajo de una mesa.

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07/11/2017, 21:32
Güilian el Orco

Güilian se levantó de la mesa y se fue a agarrar a la enana como su ama le había indicado. El no tenía prisa, pero por alguna razón sus piernas sí. Todo acabó muy rápido. La enana acabó en el suelo, los dos bultos que la humana chillona tenía en el pecho golpearon al orco por encima del estómago y de repente las dos hembras acabaron debajo de él. No era la situación ideal que muchos hombres sueñan, pero sí que sus manos tocaron más partes íntimas de las que quería en el intento de levantarse del suelo.

Estuvo a punto de probar esa cosa viscosa que tenía pringando por las manos, pero ya había aprendido que era mejor comer lo que venía en un plato o su ama le indicaba.

A su alrededor todo pasaba muy rápido y Güilian no tuvo tiempo de registrar, con su limitada inteligencia, casi nada. Tenía que buscar a su ama, eso era lo más importante. Le iba a explicar lo que había pasado cuando su mirada vio las caras conocidas de los mozos de Lornegar. Antes de seguir con su tarea, los saludó con la mano.

El humano arrugado empezó a contar un cuento. Al orco le gustaban mucho. Este tenía pinta de ser uno de miedo y esos eran de sus preferidos. Los animales que el viejo mencionó, empezaron a llegar por todas partes y Güilian los miraba fascinado. Se preguntaba si los siguientes en llegar iban a ser los lobos.

- Tiradas (1)
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08/11/2017, 01:11
Qym "Qymrydaenth"

Mientras la puerta de la posada se sumía en el caos, la anciana kóbold se las había apañado a duras penas para volver a bajar al suelo —mediante el viejo método de quedarse sin fuerzas en los brazos mientras se encontraba colgando de ellos—. Quienquiera que se lo hubiera llevado tan lejos iba a sufrir su ira ardiente; cuando se había encaramado a la mesa estaba mucho, mucho más cerca.

En esas estaba, ya en tierra firme, tratando de decidir si trepar hasta la mesa del viejo recién llegado, mientras él contaba sus cuentos, mirando a un lado y otro con suspicacia, buscando al inicuo alejador de suelos, cuando las ventanas estallaron.

Ni siquiera fue consciente de qué era lo que le había caído encima. Solo de garras diminutas arañando sus escamas y pequeñas alas haciéndole cosquillas. La situación pedía que abriera la boca, escupiera una llamarada y alfombrara el suelo con murciélagos carbonizados. Así que, cerrando la boca como un cepo, se llevó las manos a la cabeza y trató de refugiarse debajo de una silla.

- Tiradas (2)
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08/11/2017, 02:53
Dalabrac Dardragon

Aún estaba pasando el susto del vampiro cuando nuevamente el anciano empezó a hablar, luego el sonido de los vidrios y las alimañas volando por la taberna

-creo que el vejete trae mala suerte-  pensó, mientras veía el vuelo del enjambre que era casi hipnótico hasta  que un par de ellos pasaron rozando al mago y abrieron profundos cortes en sus brazos, esto saco al mago de su mini hipnosis, hecho rápidamente un vistazo mental a los conjuros preparados la noche anterior y sacudió la cabeza lo mejor era guardar algo por si el vampiro entraba.

Alrededor sus compañeros buscaban refugio bajo las mesas, sin embargo el mediano agarra uno de los candelabros de la mesa y empieza a agitarlo en el aire sin mucho atino para intentar defenderse mientras intenta avanzar hacia la parte trasera del muro que creo anteriormente.

- Tiradas (2)
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08/11/2017, 03:12
Aerendyl Suldusk

El lanzamiento de Aerendyl había sido desastroso. Podía dar las gracias a los dioses de no haber herido a uno de sus compañeros. Por suerte, la urgencia de la situación evitó que sus compañeros se fijaran demasiado en el platillo volante, y además habían sido más diligentes en la tarea. La catástrofe que podría haber supuesto el invitar al vampiro a entrar había sido neutralizada. Al menos, momentáneamente.

Cuando Aerendyl escuchó del viejo el nombre del vampiro, una indignación hija de la incredulidad nubló la mente del elfo, que quiso preguntarle de inmediato cómo era posible que conociera el nombre del no muerto. En cambio, ese fue el momento que escogió la bandada de murciélagos para atacar. El mercenario, confundido, no pudo hacer otra cosa que tumbarse en panza sobre la mesa, lo que inevitablemente hizo que se manchara aún más con comida y salsa. Un rápido análisis de la situación le hizo entender que necesitaban fuego. Fuego como el de sus tres antorchas, guardadas en la mochila. Sin pensárselo dos veces, alargó el brazo, tomó la mochila de debajo de la mesa y sacó de ella las tres teas. Dos las lanzó hacia dos de sus compañeros*. La tercera se la quedo él.

¡Prendedlas con las velas! —gritó, señalando los candelabros de las mesas. ¡Así les llevaría mucho menos!

- Tiradas (2)

Notas de juego

+1 a Carisma (nuevo valor: 11). TSFor: fracaso. Confío en que me den las acciones para hacer lo descrito.

* @todos: Los dos primeros que escribáis describiendo cómo las cogéis.

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08/11/2017, 09:17
Estragón Leivn

¡Ya va! ¡Ya va!

Estragón salió de la cocina agitando con fuerza un batidor para mezclar la yema y la clara de los huevos en el bol que portaba. Se quedó un poco desconcertado por la presencia de los murciélagos, y tardó en reaccionar.

Mientras, los chirridos inaudibles de los murciélagos chocaron con una pared de sonido mágico. Creyendo que había paredes donde no las había, y escuchando que esas paredes se estaban estrechando, hasta que uno de los murciélagos dijo a los demás, en murcielagués:

"Ey, chicos, ¿no os parece raro que escuchemos el sonido, pero no hallemos su fuente?"

Y otro le respondió:

"¡Es cierto! No es un sonido de verdad... Suena a artificioso. Poco natural. Voy a tratar de atravesarlo. Si me choco con algo, recordadme como un valiente... ¡NO ME HE CHOCADO! ¡NO ME HE CHOCADO! ¡Atacad!"

La plaga volvió a extenderse por toda la habitación. Con espacio suficiente para maniobrar, la bandada se abrió al paso del rayo de energía de Menon, que cruzó el aire sin alcanzar a ni uno solo de los murciélagos.

Más hábiles estuvieron el elfo y el orco. Otrora enemigos naturales, el elfo puso la inteligencia que le faltaba al orco, armándole con una de las antorchas y diciéndole cómo debía encenderla. Güilian agitó la antorcha en el aire como quién espanta moscas, pero fue suficiente para quemar algunos chupópteros.

Vale... Es mi turno. No permitiré que molestéis a mis clientes...-Estragón avanzó, agitando el batidor como si fuese una varita-¡Manos a los fogoneeeees!

El cocinero dirá las palabras mágicas que quiera, pero para cualquiera con un mínimo de conocimiento de conjuros lo que estaba ejecutando era un hechizo de manos ardientes. Una lengua de fuego ocupó los quince pies más cercanos a Estragón, por encima de la mesa debajo de la cual se habían refugiado Lornegar, Sapo y Aerendyl.

Benn, desde la barra, actuó rápido. Alargó la mano para coger una de las botellas de aguardiente y la arrojó contra el techo, sobre la lengua de fuego. El cristal se rompió, y el alcohol hizo arder con más intensidad el fuego del conjuro. Cuando el fuego se disipó, la mayor parte de la plaga se había convertido en churrasco y los murciélagos más alejados se reagrupaban para atacar. La peor parte se la llevó Menon, que cayó inconsciente al suelo. La parte del fuego no mágico, el alimentado por el alcohol, seguía ardiendo, solo que ahora en las maderas de mesas, sillas y suelos.

Mi... mi posada... Mi sueño. Se está quemando...

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08/11/2017, 09:27
Benn Krescott

¡AAAAAUUUUUUUUUUUH!

Los aullidos provenían del exterior, asegurándoles que la cosa aún se podía poner peor. Además de los lobos, nuevas hordas de murciélagos chocaban contra los cristales, agrietándolos. Pronto entrarían más plagas por las ventanas de la planta baja, como hicieron con las de la planta superior.

¡Rápido! ¡Al sótano!

La camarera Dulzona corrió con sus cortas piernitas hasta detrás de la barra, levantando la trampilla del suelo y mostrándoles a los demás una vía de escape. El mercader Lornegar fue el primero en bajar.

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08/11/2017, 09:27
Pristius Monterrey

Una voz potente les amenazó desde fuera de la posada.

¡ROWLAND! ¡DEVUÉLVEME LO QUE ES MÍO!

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08/11/2017, 09:28
Benn Krescott

El anciano se encaminó hacia la trampilla, pero Benn le agarró de la ropa cuando estuvo a su alcance.

Maldito viejo... Sabes su nombre, te ha seguido hasta aquí. ¡Le has robado! ¡Todo esto es culpa tuya!

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08/11/2017, 09:28
Rowland Charsky

¡Suéltame! Tú no lo entiendes. Pristius me arrebató a mi esposa para usarla de ganado. Para alimentarse de ella a diario. Le perseguí durante décadas, y cuando al fin encontré uno de sus cubículos, y abrí el ataúd de Pristius... Él no estaba. Ella tampoco. Pero en el ataúd estaba su anillo de bodas. Ni siquiera sé cuanto tiempo ha pasado desde que mi mujer murió.

En el ataúd también había un saquillo con tierra. Tierra de cementerio. La tierra en el que Pristius fue enterrado antes de alzarse de nuevo como vampiro. La necesita para dormir. Sin ese saquillo, jamás podrá descansar. ¡Es mi venganza contra Pristius! ¡Es mi venganzaaa!

- Tiradas (8)

Notas de juego

Turno 4:

Todos tirad fortaleza CD 11 o quedáis distraídos por la plaga de murciélagos. Los que fallen no pueden atacar ni lanzar conjuros ni hacer pruebas de sanar: solo podéis hacer acciones de movimiento (como por ejemplo lo que hizo Aerendyl con las antorchas, o lo que hizo Lornegar bajando al sótano). Los que la pasen pueden actuar normalmente.

Todos tenéis 7 puntos de daño. Todos los que tengan 0 puntos de vida solo pueden hacer acciones de movimiento. Todos los que tengan menos de 0 puntos de vida (Menon) tiene que hacer una tirada de 1d10 CD 10 para estabilizarse, o perderá un punto de daño adicional.

Todos tenéis "herida" (perderéis 1 punto de daño por asalto hasta recibir una tirada de sanar CD 10 como acción de asalto completo o un conjuro de curar heridas). No se puede elegir 10 en la tirada de sanar en medio del combate.


Plaga de murciélagos 3/13 pgs. CA 16.

Inmune al daño de arma (por ser una plaga de criaturas diminutas) y a conjuros y poderes psiónicos que afecten a un número limitado de criaturas.

El daño de área le hace un 50% más de daño.

Se le puede atacar con alguno de los candelabros encendidos que iluminan las mesas:
-Tirada de ataque cuerpo a cuerpo con -4 por arma improvisada.
-Tirada de daño 1d2 por fuego con candelabro o 1d3 por fuego con antorcha (si un compañero gasta su turno en encenderte una antorcha).


Si alguien quiere devolverle el saquillo de tierra de cementerio a Pristius, tiene que pasar la tirada de fortaleza para no dejarse distraer por la plaga, y además hacer una (y solo una) de las siguientes acciones:

-Juego de manos CD 15 (solo si se tienen rangos) para hurgar en los bolsillos de Rowland.
-Buscar CD 15 para registrar a Rowland.
-Diplomacia o intimidar CD 20 para convencer a Rowland de que devuelva el saquillo.


Tirad (todos menos Sapo y Dalabrac) 1d6 para ver qué característica extra subís este turno.

Por cierto: en caso de que saquéis un resultado en una puntuación en la que hayáis asignado un 18 (Güilian en fuerza, Qym en constitución, Menon en inteligencia o Aerendyl en sabiduría), tenéis que elegir otra característica a la que asignar ese punto adicional, indicándolo en el apartado notas del mismo post.

Tirada en el d6 Característica Asociada
1 +1 Fuerza
2 +1 Destreza
3 +1 Constitución
4 +1 Inteligencia
5 +1 Sabiduría
6 +1 Carisma
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08/11/2017, 10:45
Menon

Menon yace en la negrura de la inconsciencia.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Salvadme! +1 Car

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08/11/2017, 11:28
Sapo

La barrera sónica creada por Sapo no era real, pero eso no iba a decirlo él pues sería como tirarse piedras sobre su propio tejado. A los animales era más difícil engañarlos con ilusiones, a pesar de que su inteligencia fuese menor, de ahí que pronto los murciélagos descubrieran su ilusión. Un escalofrío recorrió su cuerpo de la nuca a donde la espalda pierde su nombre cuando volvió a sentir el frenético aleteo de los murciélagos, sus mordisquitos y sus arañazos. Algunos de los presentes, incluido Estragón, mostraban sus habilidades contra aquella plaga. Sapo, por su parte, no era más que un pequeño gnomo, debilucho y pequeñín, incapaz de matar a una mosca si no era con magia (aunque con una daga hubiera rebanado el pescuezo del trasgo, pero éste estaba inconsciente y una lógica aplastante le había obligado a hacerlo).

Desde su posición bajo la mesa, junto a Lornegar  y Aerendyl, el mago ilusionista escuchaba atónito al viejo que les había traído a todos aquella desgracia. Si no fuera porque rehuía el contacto físico se hubiera acercado para obligarle a darle el saco con la tierra del cementerio a base de golpes de sus pequeños puños. 

-¡Le has robado!¡Le has robado!¡Le has robado!- Gritaba saco histérico mientras veía cómo el fuego se extendía por la taberna de Estragón. Era trágica la vida del semiorco de culo gordo y apestoso. Su hermano, mucho más estilizado y musculoso, había acabado hecho cenizas y su negocio tenía visos de correr la misma suerte. Si Sapo comprendiera lo que era el humor una sonrisa torcida se hubiera dibujado en su rostro. La visión de la posaba reducida a cenizas estimuló a Sapo para ponerse en movimiento. 

- Bajo tierra el fuego no llega.- Acostumbrado a vivir en madrigueras no le importaba meterse en aquel agujero bajo el primer piso de la posada por el que se metía la atractiva enana. Antes de ponerse en movimiento se fijó en el camino a recorrer hasta allí, evaluando los posibles obstáculos y contratiempos que podrían salirle por el camino.

- Todo limpio.- Todo excepto un bulto tirado en el suelo. El mago que había lanzado, muy inocentemente pues había sido inútil contra la plaga, un rayo de fuego. La curiosidad de Sapo por cómo lo había hecho,  pues no le había visto manipular el éter, hizo que se fijara en que estaba a punto de palmarla. La sangre salía de sus heridas sin freno aparente. 

- Eso no puede ser bueno.- Todos estaban sangrando y eso hacía que el olor férrico de la sangre estimulase a los murciélagos.- Hay que parar la sangría.- Seguro que el vampiro estaba super excitado.- Venid conmigo.- Iba a decir a sus dos compañeros bajo la mesa cuando ya sólo quedaba uno. El otro ya se dirigía al sótano. Sapo correteó hacia el cuerpo del caído y, con cara de mucho asco, se dispuso a imponer sus manos sobre las heridas de Menos para parar la hemorragia.

- No puedo, puaj.- Se veía incapaz de mancharse las manos con el líquido rojo y viscoso de un desconocido.- Pero un mago es muy útil con los "Aauuuuuuuuuuuuuuuuuu" y también contra los vampiros.- Si quería salvarlo tenía que presionar las venas abiertas para que dejaran de sangrar. Si no quería tocarlo con las manos podría subirse encima. Hizo un rápido cálculo considerando su peso y la constitución de Menon y sí, lo vio viable. Con toda la calma del mundo se subió encima de Menon, de pie, pisando con sus piecitos la herida más preocupante.- Necesito ayuda aquí para trasladar a este hombre al agujero.

- Tiradas (2)

Notas de juego

- Movimiento: Llegar hasta Menon

- Acción estándar: Sanar. Éxito.

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08/11/2017, 11:32
Quiora

Señalizada la causa de aquella molesta plaga, Quiora tuvo claro su siguiente movimiento.

Dejó el candelabro de lado y agarró al viejo de sus enclenques brazos. Parecía que la enorme semiorca se los pudiese romper en cualquier momento si la venía en gana. Le miró fijamente a los ojos y le levantó para ponerle a la altura de su cara. Los ojos parecían brillarle a la luz del fuego que se propagaba por el local y la sangre de los innumerables arañazos que le estaban propinando las alimañas le corría por el rostro, dando un imagen bastante siniestra.

- A ver anciano. O le devuelves al tipo ese lo que le has robado o te lanzo yo misma por la ventana para que os las arregléis entre vosotros.

- Tiradas (4)

Notas de juego

En serio??? Todo a carisma??? Es que una no se puede hacer un orco feo como dios manda?

Bueno, aprovecho y le añado el bono a la tirada de intimidar.

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08/11/2017, 13:08
Fedora "Tres Bastardas"

Parecía que, salvo el muro que levantaron entre el vampiro y la enana, toda la magia que habían usado había resultado nefasta. Por suerte, el fuego arrojado por el concinero les quitó de encima al grueso de los murciélagos, cosa que Fedora agradeció, aunque algo menos su pelo que tenía las puntas chamuscadas por todo aquel despliegue pirotécnio, unido al alcohol arrojado por el cliente de la barra.

Cuando pasó el calor sofocante producto de aquellas llamaradas, la mujer levantó la cabeza para revisar a su alrededor. Gracias a los dioses, tan solo un puñado de aquellas ratas aladas seguían revoloteando pero molestando, a su vez. - El mío cuello... Malditos murrsielagos... - Atinó a espetarles a aquellos diminutos pero molestos mamífueros alados. No en vano, la pobre nórdica presentaba heridas por todo el cuerpo, además del cuello, producto de los arañazos y mordiscos de esos animales que se decían transmitían la rabia.

De pronto, vió a un lado a Menon. Su hechizo no tuvo el efecto deseado contra la bandada de murciélagos, pero tenía poder arcano o psiónico, a todas luces. Fedora pensaba que si dos más dos eran cuatro, tener a alguien con aquellos poderes de su parte era buena cosa, como parece que había pensado el gnomo sin nariz, que aprovechó para curar las heridas del caído, a la par que buscaba ayuda a gritos.

- Fedorra ayiudarr. Agarrarr fuerrte. Irr a sótano entrre los trres. - Respondió la guerrera a las palabras de auxilio del pequeñajo con ojos saltones.

Mientras sostenía por un lado a Menon para ayudarlo a ir al sótano, junto con el gnomo, se sostenía una de las heridas del costado, que sangraba más abundantemente. - Yo tenerr que ocuparr de esta herrida cuando ponerr a salvo o yo caerr también... - Murmuró.

Mientras avanzaba, vió por el rabillo del ojo al enorme orco que blandía una de las antorchas que le lanzó el elfo y no quiso desaprovechar la ocasión de pedirle que reventara a esas ratas voladoras. - ¡Vamos, acabarr con murrcielagos! ¡Golpearr con tuya antorrcha! - Reclamó.

A Fedora no se le había olvidado el causante de todo aquello. Aquel viejo tenía algo que era de la propiedad del vampiro. Esos dos tenían cuentas pendientes, pero todos los habitantes de la posada se habían visto involucrados sin comérselo ni bebérselo. Es por ello que cuando pasó cerca del mismo, le lanzó una mirada acusadora e intimidatoria al viejo. La cara de la nórdica reflejaba su enfado con el mismo y no hacían falta palabras. La mestiza del grupo ya se estaba ocupando de amenazar al viejo con sus palabras.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Doble acción de movimiento: Llegar hasta Menon y Sapo y ayudarles a entrar al sótano.

Característica: +1 DES

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08/11/2017, 18:25
Aerendyl Suldusk

Desde su posición bajo la mesa -a donde se lanzó para no morir abrasado por la magia del posadero-, Aerendyl contempló satisfecho como Güiliam aprovechaba su ayuda y aporreaba a uno, tres, diez, treinta murciélagos. El orco podía ser tan estúpido como un corcho de botella, pero sabía golpear. Optimista por el desarrollo de los acontecimientos, el elfo abandonó el cobijo de la mesa y se dispuso a atacar con las dos antorchas que le restaban, pero había desatendido sus heridas y pagó el precio: cuando los murciélagos redoblaron su ataque y les atacaron con frenesí, el dolor de los mordiscos fue demasiado para Aerendyl, que cayó al suelo desvanecido, sin llegar a oir la historia del viejo y el vampiro. Abandonado por el mercader Wisley y por el gnomo feucho, el montaraz apenas pudo sentir miedo antes de ser devorado por la oscuridad.

- Tiradas (1)

Notas de juego

8/8 PG → -1 PG (1º ataque de los murciélagos) → -1 por Herida → -7 PG (2º ataque murciélagos) → -1/8 PG, inconsciente e inestable

+1 a Carisma. +1 al bono de Carisma.

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08/11/2017, 19:37
Dalabrac Dardragon

La ultima pasada del enjambre les había salido caro, el pintoresco cocinero había achicharrado a una buena parte de las alimañas las cuales estaban diezmadas  y reagrupándose no sin antes haber hecho estragos en el cuerpo del mediano y varios de sus compañeros .

 Con las ropas rasgadas y sangrando de varias heridas su escondite no había servido de mucho, la ilusión del muro se disipaba a la par que el estar tan desangrado le ponía la vista nublada, apenas podía concentrarse en pedirle a una pierna que fuera delante de la otra.

Miró con desdén el candelabro en su mano pero no lo soltó, corrió primero hasta la última antorcha  que había sacado el elfo aun en el suelo y luego corrió hasta a trampilla por donde intentaban saltar la mayoría  

-No soy muy diestro con las antorchas , a duras penas puedo sostenerla alguno puede tomarla –

- Tiradas (1)

Notas de juego

9/9   1 daño primer ataque ----> 8/9

8/9   1 daño por herida ----> 7/9

7/9   7 daños segundo ataque----> 0/9

Próximo turno caigo inconsciente por la herida

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08/11/2017, 22:46
Güilian el Orco

Como un deportista olímpico se sentía Güilian moviendo la antorcha entre los murciélagos. El cuento del viejo empezó a ir demasiado lejos y ya no le gustaba tanto. A lo lejos escuchó a los lobos aullando, mientras la posada empezaba a estar demasiado caliente para su gusto.

Sus grandes ojos ignoraban las desgracias que pasaban a su alrededor, todo era un caos. El orco sabía que tenía que sacar a su ama de aquella situación y cuanto antes, mejor. Se agachó para cogerla, con el poco cuidado del que era capaz, y la llevó a la única salida menos peligrosa, la trampilla que llevaba al sótano.

- Tiradas (2)
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09/11/2017, 00:19
Qym "Qymrydaenth"

Un momento estaba debajo de la silla, y al siguiente sobrevolando las mesas a toda velocidad. Se vio de nuevo alada, inmensa y magnífica. Abrió las fauces, extática, y liberó desde lo más profundo de su ser una llamarada victoriosa que consumió a los murciélagos que todavía aleteaban por la posada.

Solo un instante, hasta que se dio cuenta de que no tenía alas, y seguía siendo una kóbold. Güilian la había levantado en volandas con la misma facilidad que si hubiera sido un bebé, y corría hacia una puerta de oscuro umbral.

Si cerraba los ojos, sin embargo, podía olvidarse de la realidad —algo que era para ella de una naturalidad que debía haberle resultado preocupante— e imaginar que realmente volaba.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Arma de aliento. Daño 4 x 1,5 = 6

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09/11/2017, 11:39
Rowland Charsky

Yo... Yo...

La fea orca había florecido derrepente. Como una fruta madura, se había vuelto una mujer más hermosa. Y a Rowland no le intimidaba tanto la agresividad de Quiora como el contacto físico con una hermosa dama.

Está bien... Devolveré la tierra a Pristius.

El anciano avanzó hasta una de las ventanas contra las que se estrellaban intermitentemente los murciélagos, quebrando sus cristales. Rowland abrió la ventana.

¡PRISTIUS! ¡¿ES ESTO LO QUE QUIERES?! ¡TÓMALO!

Rowland lanzó el saquillo con tierra de cementerio al exterior. En cuanto asomó su brazo por el umbral de la ventana, la mano de Pristius asomó desde arriba para agarrar la muñeca del viejo ladrón. Con fuerza inusitada para un mortal, pero la habitual en un ser de la Oscuridad, Pristius tiró de él, alzándolo y sacándolo de la posada por la ventana. Perdieron de vista a Rowland, pero aún oyeron sus gritos.

¡AAAAAH! ¡UAAAAAH! ¡AAAAAAAAGH!

Aquello no dejaba lugar a dudas: no habría perdón. Pristius les iba a matar a todos.

El aliento de Qym acabó con la plaga, pero por la ventana abierta por Rowland entró una nueva bandada de murciélagos. Todos bajaron al sótano, incluso Aerendyl, que por un momento vió todo perdido, pero que reunió las suficientes fuerzas como para arrastrarse por el suelo hasta la trampilla.