Partida Rol por web

Mientras se decidían en el conjunto que tamino tomar tras la óbtusa respuesta de Dagon, que aún apestaba a licor barato, Jocelyne y Kouhei conversaban entre sí alejados de los demás. Pocas palabras se oían, pero habían tomado la decision de tomar un camino distinto a ellos, se dirigian hacia la Alcaldía en busca de darle fin al usuario de la bestia de chatarra. 

Pero antes de que estos dos salieran, Dagon dio algunos pasos y se dirigió con velocidad hacia estos, se vio como mencionaba un par de palabras al par y volvía junto con León y Joseph. 

Ya tomada la decisión sobre el nuevo camino, no había más que dar el primer paso con dirección a la Alcaldía, que se cernía con tristeza en el fondo de la calle, aproximadamente cinco calles de camino u algo más para llegar hacia esta. Pero, antes de emprender el camino,  Dagon se acercó llenando el aire de su apestoso hedor a alcohol barato pero con su forma ya algo recuperada. 

-Si van a ir a buscar al desgraciado del abrigo, almenos deberían de saber algo de el, no querrán tirarse de cara y contraer tétano. Su nombre es Dario, que recuerde los de arriba le apodaron "El Tormento" por su salvajidad. Su Stand se llama Dragula, una bestia de chatarra con una fuerza descomunal y con la habilidad de desmoronarse en pedazos y lanzarse a si misma, además de tener el olfato de un canino. Tengan cuidado con este tipo en  especial, no se pueden predecir las acciones de un perro ciego de caza...

Tras dar tan valiosa información, soltó una sonrisa de un milisegundo y regreso junto con León y Joseph quienes veían en la lejanía. 

Al volver, abrió la boca en intención de hablar, liberando aun más de su peste de alcoholismo. Ahora se veía un poco menos fatigado y sus ojos lo demostraban con algo más de energía. 

-Y ahora supongo que querrán dirigir el nuevo objetivo... ¿No es así? Vamos, ustedes tienen la decision en sus manos, yo prefiero no opinar, aunque sepa mucho más que ustedes... 

Termino con sus aires de sarcasmo, de no tomarse la situación enserió aunque fuera mucho más cruda de lo que pareciese por la superficie. 

Al parecer sus suposiciones eran acertadas, Jolyne tenía la capacidad de controlar a Kouhei como si fuera un pequeño perro que sigue a quien le ha dado una muestra de afecto, aquello sería mucho más fácil para el grupo al tratar con alguien tan inestable como él, aunque claro no podía asegurar que Jocelyne pudiera mantener el ritmo ante las cosas que debían realizar a lo largo de éste viaje. Su andar siguió firme como siempre sintiendo como le seguían Joseph y Dagon un tanto más alejado. -Joseph. Tu habilidad. -Mantuvo un poco el silencio debido a que Dagon se acercaba y aún no lograba confiar del todo en él. -Espera un momento. -Esta vez miro a Dagon con una pose masculina observando desde su gran altura. -Dagon, ¿puedo preguntarte que habilidad tiene tu Stand? He visto algo de la habilidad de Kouhei y Joseph, aunque estoy seguro que no han mostrado todo su poder. -Miro de reojo al peliblanco teniendo en claro que quizás su posesión de cadaveres tenía algo más como hacer explotar estos o algo por el estilo, estaba seguro que si no hubiera creado esa prisión de hielo cuando atacaron al tipo de metal algo más habría pasado. -Fuiste atacado por un Stand que Jocelyne termino por acabar, me gustaría saber de que tanta utilidad eres al no poder lidiar contra él. -Su tono era calculador y su mirada fría como el hielo. -Aunque si no quieres decir que habilidad posees lo entendería pero si tu habilidad no nos sirve entonces lo mejor es que te escondas. 

Me sorprendió un poco las indicaciones de Dagon, al final si estaba resultado ser de ayuda, ofreciendo información valiosa. Asentí levemente con una sonrisa apagada, apenas un gesto contenido que emulaba en la comisura de mi boca lo que podría ser ese gesto.

-Gracias. Respondí escuetamente, arqueando la ceja un poco cuando lo vi partir.

-¿Te fijaste en esa sonrisa?  Le pregunte a Kouhei, algo pensativa mientras caminábamos hombro con hombro dirigiendo nuestros pasos hacia la zona donde había visto escapar el tipo. –No parecía sincera, como si tramara algo. De todas formas ya tenemos cosas a nuestro favor si pensamos en ese tipo "El Tormento", una idea de sus habilidades y tu experiencia que ya lo desafiaste antes. Luego subí los hombros desechando la idea de Dagon jugando a dos caras un poco.-Que se yo , solo quiero salir de aquí y regresar a casa. No tengo remota idea de cómo explicarles todo esto a mis padres

Mire a mi lado, ladeando un poco la cabeza hacia el joven que me acompañaba, la mueca en la comisura de mi boca ensanchándose tornando en una bonita sonrisa sincera.

-¿Que harás cuando vuelvas, me imagino tu familia estará súper preocupada también?

-Si, me he fijado...- le respondí a Jocelyne luego de que ambos escucháramos la descripción del sujeto al que nos íbamos ha enfrentar -Mientras su información sea verídica, me importa poco la razón por la que se ría... al fin y al cabo no lo íbamos a matar, por lo que si ese era su objetivo, ha fallado- le comenté a la chica.

Luego de ello, Jocelyne me pregunto por mi familia preocupada con una sonrisa en la boca... no creo que le durara mucho después de oír mi respuesta -Nadie está preocupado porque haya desaparecido; todos los que deberían estarlo están muertos...- dije, bajando inconscientemente la mirada al suelo -Ains... Y la única persona que estaría preocupada por mi no habrá notado mi ausencia...- acabé suspirando cabizbajo. Luego de eso, giré la cabeza para ver a Jocelyne -¿Entiendes ya que tenga tantas ganas de morirme...? Mi vida es una mierda- le pregunté directamente.

Por su expresión y el cambio de actitud pude determinar que era algo muy penoso para él. Tal vez suponía que no sonreiría más cuando me contó lo de su familia, en lugar, mi sonrisa no desapareció pero si se trasformó ante sus ojos, trasmitiéndole toda la ternura de la que era capaz.

Me abalancé sobre el abrazándolo, como hacía unos minutos pero al tiempo algo diferente, mis brazos rodeando ahora su cuello trasmitiéndole el calor de mi cuerpo y la fortaleza que esperaba ofrecerle con el gesto; finalmente lo fui soltando lentamente un mano deslizando por su brazo hasta la suya, para terminar cogidos de la mano. Negué un poco, sin saber exactamente que me impulsaba a reaccionar exactamente así con este chico, a veces quería matarlo y otras inspiraba afecto.

-No, estas equivocado, no todos están muertos. Conteste un poco seria para comunicarle la veracidad de mis palabras sin especificar, luego añadir. -Además esa persona que dices seguramente notara tu ausencia cuando menos lo creas.

Voltee a mirar adelante, a la comisaria, eran aproximadamente cinco calles de camino que íbamos transitando. Nunca imagine que cinco calles revelaran algo tan fuerte en tan corto tiempo. El viento arrecio un poco, quedando en aquella pose mientras lo instaba a caminar, no solo hacia la comisaria sino hacia el futuro.

-Sobrevivamos esto y  ya verás. Estarán esperándote y podrás ver las cosas desde otro punto de vista.

No me esperaba esa reacción de Jocelyne, ni mucho menos. Me esperaba que borrara la sonrisa y me dijera algo como "Perdón, no lo sabía, si quieres no hablo más del tema"... ¿pero un abrazo, que me diera la mano y que me animara? No había un rincón de mi mente que se imaginara esa serie de acciones.

Me sentí... algo... aliviado, he de reconocerlo, pero también me pareció que ella no había entendido mis palabras -Gracias por los ánimos supongo... pero no es tan fácil...- le respondí -No hablaba en sentido figurado, sino en sentido literal: mis abuelos murieron antes de nacer yo y solo tenía un hijo cada uno, mi madre murió cuando dio a luz a mi hermana, mi padre murió en un accidente de tráfico, y nunca he tenido amigos... cuando he dicho que no tengo ha nadie que se preocupe, lo digo de forma literal- le expliqué con cierta tristeza -Y mi hermana no habrá notado mi desaparición...- no me gusta hablar de mi hermana, y cuando comienzo, la verdad es que molesta.

Con un movimiento algo brusco aparto mi fría mano de la cálida mano de Jocelyne -No me apetece seguir hablando de esto, te acabo de conocer hoy, no tengo porqué contarte mi vida... y es obvio que no entiendes nada de lo que te he estado diciendo- dije con cierto tono de molestia -Vamos a por ese "Tormento" de las narices. Ya me he encabronado bastante con esta charla y no quiero desahogarme contigo- dije bastante enfadado acelerando el paso con las manos en los bolsillos.

-Por supuesto, no tienes por qué hacerlo pero te lo agradezco, no es fácil contar esas cosas. Dejándolo adelantarse observe su caminar apresurado, sin embargo aguarde serena mirando un poco más allá. ¿Qué pensaba que me reiría, que me burlaría de su historia? Veía niveles, profundas capas una tras otra, cada cual más pesada que la otra más sangrienta y dolorosa.

-Lo siento. Ahí si fue una disculpa, parecia que la necesitaba. No porque había logrado sacarle esa información, cosa que nunca había intencionado, sino por su dolor, por todo lo que había pasado. Era difícil ponerse en su lugar así que imagine no tener a mis padres conmigo, las únicas personas que tenía en todo el mundo si por algún azar dejaran de estar. El al menos tenía a su hermana, eso tenía que ser un consuelo no estaba completamente solo, pero parece que hablar de ella fue lo que detono la avalancha emocional que lo envolvía ahora.

Caminamos acercándonos al destino donde nos jugaríamos la vida y realmente no quería comenzar esta empresa en la forma que había terminado nuestra conversación. Sabía que recién nos habíamos conocido apenas unas horas pero…

-Pensé que podíamos ser amigos, si querías.

Concluí en un susurro bastante audible para el chico mientras Shooting Star levemente hacia aparecer la niebla acuosa que conformaba su parte inferior, sin materializarse completamente, pero solo justamente lo necesario para socorrerme ya que estábamos mucho más cerca de las fauces del peligro.

-Ains... no tienes que disculparte- acabé diciendo con un apático suspiro mientras me frotaba los ojos -Tu no tienes la culpa de la vida de mierda que he llevado- le dije con el mismo tono con el fin de calmarla. Era extraño, nunca solía perdonar algo así tan fácilmente, pero había algo en esa chica que podía conmigo. Quizás era porque... su actitud tan inocente y bien intencionada y su ternura natural, incluso en los momentos tan oscuros, me recordaban... a ella -Tiene que ser eso... no encuentro otra explicación- pensé mientras me masajeaba la sien; me molestaba la cabeza, debido a que de estar poco acostumbrado a expresar mis emociones, y haberme enfadado me ha molestado.

-Me abofeteas, me acaricias la mejilla, me abrazas, me das la mano, me cabreas y luego te disculpas... ¿de verdad quieres que seamos amigos? Eres una chica muy extraña...- le fui diciendo -Pero supongo que yo lo soy más, así que tampoco veo problema... felicidades, ya somos amigos. Ya me explicarás como va eso- le acabé diciendo con apatía mientras me rascaba la cabeza.

Mientras esto, al igual que el stand de Jocelyne iba apareciendo, el mío también; solo que ha diferencia del suyo, el mío apareció con ganas de hablar -La primera persona a la que considera "amigo" mi señor... ¿es la damisela que le abofeteó?. No se si sentirme dichosa por que haya entablado amistad o preocupada por no saber elegir a sus allegados...- dijo ella sin cortarse un pelo -Nadie ha vuelto a pedir tu opinión... ¿siempre vas a comentar todo lo que me pasa?- le pregunté con apatía -Es mi deber protegeros de cualquier ofensa, eso incluye a damiselas con las manos largas- me respondió, volviendo el rostro hacia Jocelyne. ¿Porqué me ha tenido que tocar un stand sobreprotector? -Por favor, callate al menos hasta que aprisionemos al loco ese- le pedí frotándome los ojos. Ella únicamente respondió con un asentimiento, supongo que la orden la aplicó en el acto -Ains... ¿porque me merezco esto?- musité en voz baja mientras negaba con la cabeza.

-Te abofeteé porque no soportaba la idea que te lanzaras de cabeza tu solo a un plan suicida. Luego si, te acaricie donde te lastimé y te abracé para darte ánimos, dos veces, eso es lo que hacen los amigos. Lo de cabrearte, eso fue tu solo.

La explicación iba para los dos, pues ambos tanto stand como usuario parecía totalmente perdidos en cuanto a que era un amigo o como funcionaba. Sonreí un poco, abiertamente  tomando mis ojos una forma almendrada, mientras Shooting Star ya aparecía completamente, en su característica forma incorpórea desplegando sus alas como el ángel justiciero que era, presta a luchar

Una pálida mano suya se posó en mi hombro, y a diferencia del resto, nos comunicamos sin necesidad de palabras. Ladee un poco la cabeza observando a mi compañera y luego hacia Dark Paradise y Kouhei, una idea despegando en mi mente. Tal vez tuviera razón, aunque solo fuera un poco.

-Te protege porque es tu propia alma. Tu alma que se niega a abandonar toda esperanza aunque tú lo hayas echo. Celosamente debo añadir. Le comuniqué al muchacho, a pesar que tal vez no entendiera completamente lo que quería trasmitirle.

La mano en mi hombro se deslizo adelante, palma arriba extendida  Star se preparaba para cumplir haciendo honor a su nombre y cubrirnos a los cuatro. Una estela luminosa, acuosa esencia comenzó a brotar de su mano extendiéndose hasta quedar convertida en un humo estrellado que cubría el alrededor, e interior de la llamada comisaria. La estela luminosa evocaba las luces boreales, la vía láctea, enmascarando nuestra presencia y sin afectar a los aliados. Sabía yo muy bien que significaba aquello, ya que a propósito fue mi voluntad la que origino el poder, ese perro no podría olernos, ni sentirnos. Estaría tan ciego, como sordo, perdiendo su olfato de perro cazador. Él sabía que seguramente vendría gente a buscarlo, a cazarlo después de su enfrentamiento con los chicos y era lo mejor que podía hacer por el momento para asegurarnos un acercamiento y entrada al local sin evidenciarnos. 

El psicodélico despliegue de habilidades de Arion pilla por sorpresa a Gabriel, pero el chico esperaba ser pillado por sorpresa, así que no tarda demasiado en recuperarse de la impresión. Silbando con admiración da un par de palmadas, que son replicadas por su Stand con cuatro de sus manos.

- Pfewwwww... Ya veo ya. ¿Hipnosis? ¿Alucinaciones, espejismos? Kekekeke, muy interesante senpai~ Déjame probar de nuevo.

Miemtras habla Gabriel se pone en pie de nuevo sobre sus largas piernas y sacude el polvo de sus vaqueros con tranquilidad mientras mira sus zapatos. Cuando está listo se lanza de nuevo a atacar... ¡Esta vez con los ojos cerrados! Tanto el rubio como Nothing Else Matters cierran todos sus ojos y avanzan a donde se encuentra Arion. El chico confía en dos aspectos para este segundo ataque: su oído, el cual afina tanto como puede para detectar cualquier movimiento de su rival/jefe, y la peculiar constitución de su Stand... Cuando se aproxima a su objetivo Nothing Else Matters usa cuatro de sus puños para lanzar una tormenta de golpes a toda velocidad, esparcidos en una amplia área para contar con las mejores probabilidades de cazar a Arion. Si escuchase al chico moverse le seguiría en una rabiosa persecución.

Si por el contrario la reacción del chico de ojos camaleónicos es mandar a su Stand a atacar de nuevo Gabriel decidirá ignorarlo por completo, convencido de que es un truco.

-Hum... retiro mis anteriores desagravios. Me cae en gracia esta damisela con la que habéis congeniado, señor Sasaki- dijo mi Stand, con un tono neutro pero que por el contenido se notaba que estaba contenta; ¿pero no la había mandado callar? Agggg. -Pero os equivocáis en una cosa: mi señor no ha perdido sus ansias por vivir... aunque como veis, su extinción parece inminente. Pero por ahora consigo que se mantenga encendida...- esto lo dijo con la mirada puesta en la ascua... espera, ¿lo he entendido bien? Da igual, este no es momento para preguntarle -Paradise, te he dicho que te callaras, es una orden- le dije en tono imperativo; cada vez que mi stand pronunciaba palabra me llevaba la mano a la cara. Ella, como antes, simplemente asintió... pero ya no me fiaba de que volviera a hablar.

Presté atención a lo que el ángel de Jocelyne, sin entender demasiado lo que pasaba: solo me parecía una niebla estrellada, que tenía que reconocer que era bonita, pero al que no le veía mucha utilidad -Jocelyne, ¿me explicas que acaba de hacer tu... Shooting Star?- le pregunté.

Parece que se están burlando de mí, lo cual hace que esbocé una sonrisa de emoción ocultando mi enojo y rabia, deseoso de partirle la cara a quien se burla de mi persona aunque si es una mujer, quizás me contenga ya que soy un caballero ante todo, más si sigue con sus jueguitos... Como no le voy a partir la cara. Ahora solo me queda buscar a esta persona, en casas que parecen derrumbarse con facilidad, ¿Sería lo ideal entrar en estas casas? -No tengo tiempo para investigar estupideces.

Estaba con un semblante tranquilo acercándome a una de las casas de la izquierda, para así hacer aparecer mi Stand y lanzar puñetazos al aire muy cerca de sus paredes para derrumbar la casa, aumentando de forma circular hacia adelante la gravedad, esperando a que la casa cediera, y seguir así hasta encontrar al responsable de mi prision.

Me crujía el cuello levemente al andar, pasándome la punta de los dedos justo al principio de la espalda, mirando a Leon para alzar una ceja. Sinceramente seguía sin tener ni idea de lo que Death Whispered podía hacer o que habilidades poseía. Todo aquello era nuevo para mi y de no ser porque el stand parecía tener mente propia probablemente poco sabría una parte de lo que este puede hacer.

-¿Hmmm? ¿Que sucede, Leon?-

Preguntaba mientras el movimiento de DW con su marioneta cadavérica era como un bailoteo.

Mientras el solitario par andaba escoltado por el polvo que sobrevolaba, la conversación les conectaba mutuamente, las simples palabras hacían un vínculo amistoso para sobrellevar la oscura situación. El paisaje seguía siendo gris por las calles, las casas vacías y a punto de caer en ruinas y la andanada de polvo como las almas vagando desamparado en las corrientes de viento. La misma escala de grises acompañaba a la Alcaldía, cerniéndose alicaída sobre su fúnebre rostro. Sus ventanas desaparecidas, el concreto mohoso y agujereado, además de la triste placa de cobre en la fuente que acompañaba su entrada exterior, con su grabado desvanecido por el efecto del tiempo y dejando observar con esfuerzo sus únicas letras remanentes; S .. R.. I.. L    V.… EY

Una antaño hermosa fuente de mármol corroída y gris yacía seca y clavada en el suelo con aquel grabado ilegible, un par de bancas al lado de un pastizal muerto y más al fondo de la fuente, las funestas escaleras fragmentadas y la pesada puerta de madera hecha pedazos en sus esquinas, con los remates dorados del marco esparcidos por el suelo, además de tablas tiradas como si hubieran sido recién arrancadas de la puerta con un fuerte golpazo. En el interior del abandonado edificio, la oscuridad reinaba y pocos destellos de la cortina de luciérnagas de Shooting Star iluminaban vagos parches de la entrada al umbral.

Pero antes de que se decidieran en pasar, un extraño sentimiento de alerta les hizo girarse en 180 grados. Un instinto inexplicable que les llamaba. En el centro del pueblo, una cortina tremenda de humo se levantaba y era encerrada en una cúpula invisible, sin emitir sonido alguno.

Dagon observo a Leon con astucia en sus ojos, grabándose en su expresión la mirada de quien tiene su seguridad por encima de la consciencia.

-¿Quieres saber cómo funciona mi Stand? Ni siquiera sé cómo funciona el de ustedes, ¿Por qué debería soltarles mi mayor secreto? De hecho, aquel cadáver danzante cometió una falta que le puede llevar a la muerte para la próxima -Hablaba con tonos subidos sin perder la calma y su sonrisa picaresca-Como he mencionado, ahora nuestras vidas penden de un hilo sostenido por nuestros Stands y decir su funcionamiento estropearía nuestro mecanismo de defensa…¿Pero ustedes quieren estar unidos? Los grupos deben conocerse si quieren sobrevivir, tener en claro la función de cada herramienta…¡Pero no me siento seguro aun!-Añadió la exclamación con tono cómico-Solo diré, que el hermoso reflejo de mi alma tiene de nombre; Coming Undone.

-Porque tu eres el que lleva aquí más tiempo, el que no ha podido hacer nada para poder vencer a los demás sujetos, porque eres tú quien nos necesita. -Su voz, su mirada y su semblante era tajante como un cuchillo recién afilado y casi cambiando el ambiente de un momento a otro su mirada se amenizo y mostró una sonrisa amable. -Descuida, tampoco tenía pensado que fueras a demostrar tu habilidad Stand. Aunque ahora si has dado una información importante. -Continuo caminando mirando de reojo al Stand de Joseph, hizo un gesto de asco y dio un paso al costado mientras continuaba caminando. -Dices las cosas como si nos estuvieran observando en cada momento. De ser así entonces supongo que sería el Stand de una de las 18 personas restantes, sin contar al tipo de metal. En cuanto a lo de sentirte seguro, fue uno de nuestro grupo el que te salvo el trasero, deberías estar más agradecido con ella. -Refiriendose a Jolyne. -¿Cuanto falta para llegar? Mientras más rápido cumplamos el objetivo más pronto saldremos de aquí.