Partida Rol por web

Los chicos del club de los Perdidos no tardaron en juntarse en unirse a los vencedores del Hulk.

—¡Menuda pasada!—exclamó entusiasmada Exploradora—¡Cómo le habéis reventado! ¡Y cómo os ha dado de leches! ¡Ahora tengo ganas yo de pegarme con un Hulk.

Lobezno contra Hulk. Esa fue la presentación en el mundo superheroico del mutante de las garras de adamantium. Estaba claro que exploradora tenía mucho de él.

—No te vengas tan arriba Gaby—dijo Cerebella cambiando de tema después de ver a Brynja tirándole un beso—. Ni Cosmar ni yo aguantaríamos un puñetazo de Hulk. 

—Me gustaría saber qué haría Hulk contra los poderes de Cosmar—dijo Chico Lluvia—. ¡Gran combate chicos!

—Creo que prefiero no averiguarlo—replicó la mutante de piel morada—. Aunque supongo que ahora nos toca a nosotros, ¿no?

Como siempre, Camaleón era el único que no estaba por la labor de relacionarse con los chicos de la escuela. Sin duda no era el mutante más amistoso.

Wild no era el joven más comunicativo ni el más extrovertido, pero desde luego Camaleón parecía ganarle de goleada. Nunca sería como Powehouse, pero al menos trataría de ser más normal.

-Casi nadie aguanta los puñetazos de Hulk. Powerhouse porque es muy dura.
No os preocupéis. Seguro que lo haréis bien. Además, dudo que vuelva a salir Hulk, ni Peligro es tan gruñona. ¿Verdad?-

Al ser un constructo de esos seguro que podría volverlo a recrear. Pero se le notaría demasiado la mala leche.

- Sep.- Afirme pasando mi brazo por los hombros de Wild.- Soy dura como una roca, nenes.- 

Saqué el brazo como si fuera a enseñar músculo.

- Mira, mira. ¡Toca, toca!- Animé a alguno del otro equipo a hacerlo.- El brazo, ¿eh?- Reí de buena gana con una carcajada. - Aunque debo reconocer que cuando absorbo demasiada energía pasa... eso que ha pasado. Ahora quizá lo había medio controlado, pero... creedme no es fácil y a veces, simplemente, exploto.

Me hice crujir los huesos, pues aún estaba dolorida.

- A ver que tal os lo pone la jefa-

El Club de los Perdidos vinos para felicitar a Ninfa y a sus compañeros. Se notaba ya el buen rollo que había entre ambos grupos, aunque Camaleón seguía en sus trece. -Muchas gracias chicos-responde Amy algo agotada. Era una lucha que no tenía pensada repetir en su vida, y posiblemente el resto de sus compañeros pensaba lo mismo.

-Buena suerte en vuestra prueba. Estoy segura que cualquiera que os toque, os irá bien-les dice la pelirroja al otro equipo. Posiblemente el oponente del otro equipo sería escogido al azar y no tendrían que enfrentarse a Hulk...aunque algunas de las opciones daban realmente miedo como la profesora Peligro misma...

Parecía que el objetivo inicial del profesor Drake de que los muchachos se relacionaran con otros mutantes empezaba a tener sentido. ¡Hasta Wild Thing empezaba a mostrarse amistoso!

—Me duele todo—dijo Azarah mientras se sentaba en el cesped para descansar y tener un buen sitio para ver la prueba de los otros chicos—. Si os toca Juggernaut no dejéis que os pegue. Tiene que ser más o menos lo mismo.

—Lo tendré en cuenta—respondió Gaby al consejo de Bala de Plata, entonces apretó los puños y sacó de nuevo sus garras—. ¡Después de veros pelear tengo más ganas que nunca!

—Relájate Gaby—dijo Chico Lluvia visiblemente nervioso.

En ese momento se volvió a materializar la ruleta, sólo que ahora no estaba disponible la posibilidad de pelear contra Hulk. Las otras opciones permanecían igual: Centinela, Juggernaut, el Capitán América, M.O.D.O.K. y la propia profesora. Todas opciones realmente intimidantes.

—Vamos a proceder con la selección del segundo combate—anunció la profesora.

La ruleta se iluminó en la casilla del centinela y después la luz empezó a girar de casilla en casilla. Parecía un poco un juego macabro, aunque seguro que a la profesora Peligro le parecía algo bastante divertido. Aunque a decir verdad, cuando no era a ti a quien le iban a partir la cara tenía un punto absurdo hilarante. Tras unos segundos girando, la luz se detuvo mostrando cuál sería el rival. Era un centinela.

Menos mal que no nos tocaron a nosotros. Dijo mentalmente Syd a sus compañeros sin que nadie los escuchase, mientras se sentaba junto a Azarah.

—Esto va a ser divertido—dijo Camaleón abriendo el pico por primera vez en mucho rato mientras movía su enorme brazos—. Venga, amos a destrozar esa lata chicos.

Igual que antes había ido Gorgón a hablar con ellos, la profesora Espejismo hizo lo mismo con los Chicos del Club de los Perdidos. El lenguaje no verbal de los muchachos era bien distinto. Camaleón y Exploradora se veían bien confiados de sus posibilidades. Cosmar era la que más nerviosa parecía, mientras que Chico Lluvia y Cerebella parecían gestionarlo mejor. Pese a que se conocían desde hace más tiempo que ellos y parecían estar mejor compenetrados, sus poderes eran muy dispares para el combate. Igual para luchar contra los centinelas les faltase potencia de fuego.

- Wow, un Centinela.- tragué saliva al ver lo que les había tocado a los compañeros.

Nunca me había enfrentado a uno de ellos, pero el miedo a algo como aquello, creo que estaba patente en los genes de todo mutante. Para mí la gente antimutante, había sido lo peor, socialmente. Pero tener que correr por tu vida, que también lo había hecho, con una máquina gritando a tus espaldas "exterminar mutante"... Joder, no sé a vosotros, pero a mí se me saldría el pis en medio del camino.

Me acerqué el grupo antes de que saliera.

- Chicos, chicos, chicos...no os pongáis nerviosos.- Intenté calmar los ánimos.- El truco está en...- dije de forma interesante como si fuera una experta en la materia.-... no morir. Así de simple. Ale!- una palmadita a Cosmar en el trasero dio por finalizada la conversación con un ánimo algo soso.

Al igual que le pasó a Powerhouse, y seguramente a alguno más de los presentes, al ver a los centinelas Wild echó un paso atrás por un momento.
Sí. Hulk era un enemigo duro. Pero los centinelas ejercían otro factor importante a la mayoría de los mutantes. El miedo. Eran máquinas hechas con la única intención de acabar con todos ellos. No se les podía convencer, ni apelar a sus sentimientos ni a nada. Simplemente estaban allí para eliminarles.

-Me quedo con Hulk. Fijo.-

Fue todo lo que dijo.

Los muchachos del Club de los Perdidos entraron en la zona de combate cuando se materializaron no sólo un centinela, ¡eran tres! Por mucho que fueran de mentira, Sidney no pudo evitar dar unos pasos hacia atrás. Había perdido a su familia a manos de esos robots, era normal la aversión que sentía.

—¡Vamos allá!—dijo Exploradora, saltando sobre Viktor—¡Camaleón! ¡Lanza una bolsa especial!

El mutante de piel verdosa lanzó a una Gabrielle que iba con las garras por delante. Mientra tanto, Chico Lluvia se apoyó del agua bajo la piscina como antes había hecho Ninfa para arrojársela al centinela y Cerebella y Cosmar se movían esquivando los disparos energéticos de un tercer centinela.

—¡Aguantad chicas!—les dijo Camaleón que tras lanzar a exploradora se lanzó a por el tercer centinela.

En un primer vistazo quedó patente que los chicos tenían ya un buen trabajo en equipo. El lanzamiento de exploradora que en esos momentos rajaba el cuello del centinela con el que peleaba, la protección de Cosmar y Cerebella que en esos momentos no parecían poder hacer mucho contra los centinelas... La verdad es que los Jóvenes Mutantes habían empezado muy bien su enfrentamiento contra Hulk, pero los chicos del Club de los Perdidos no tenían nada que envidiar. Incluso se podía considerar que lo habían hecho mejor.

Todo parecía ir bien hasta que Chico Lluvia reibió un disparo directo de uno de los centinelas. Al hacerlo, toda la masa de agua que el mutante estaba moviendo se precipitó y desparramó por todas partes como una ola. Ésta arrastró a las dos mutantes que corrían por evitar los ataques de los centinelas tirándolas por el suelo. Sin embargo más allá de eso, estaban bien. Quién no lo estaba era Carl, el impacto energético del centinela lo había dejado fuera de combate.

Luchar contra Hulk era realmente chungo, luchar contra un centinela era también malo, pero no tanto como Hulk. Había varias opciones entre los posibles rivales que les podían tocar y el centinela no era la peor opción. 

Lo malo era que no eran tres centinelas los que se presentaban ante el Club de los Perdidos, eso ya si era chungo. Amy mira preocupada a Syd al ver como retrocede ante los Centinelas. Menos mal que no habían tenido que enfrentarse a los robots en su prueba. 

El otro equipo había empezado con buen pie, Camaleón y Exploradora trabajaban bien juntos. Entonces uno de los enormes robots disparó a Chico Lluvia, el cual se dispersó por el disparo y parecía haber quedado fuera de combate. Amy se alarmó un poco...¿y si al haberse dispersado su cuerpo acuático y estar inconsciente no podía recomponerse? La pelirroja miró a los profesores sin estar segura de que hacer. Si usaba sus poderes para ayudar a Chico Lluvia, ¿estaría entorpeciendo la prueba del Club de los Perdidos? Pero tampoco le parecía bien dejar al otro mutante en ese estado...