Partida Rol por web

y Así llegaron nuestros aventureros a un pueblo algo más amigable, donde la gente les miraban y les saludaban sin temor a algún peligro inmediato.

Pasadas unas horas llegamos al lugar del que nos había hablado el viejo Ruz, las personas por allí parecían amables, sin preocupaciones acerca del mal que les rodeaba.

Eso espero, conteste a Llorense.

Atracamos la barca en un claro cercano y coloque mi remo en posición vertical, estaba algo cansado por haber remontado aquel río, pero nada que no se arreglara descansando los brazos unos minutos. Estábamos cada vez más cerca de llegar a nuestro verdadero destino y eso me recordaba de no bajar la guardia en ningún momento, hacha en mano comencé a avanzar hacia el pueblo.

En fin, parecía que por fin habían eludido las adversidades y tocaba relajarse. El pueblo parecía tranquilo y sus habitantes no aparentaban conocerlos. Eso era lo que les había comentado el varón Ruz al darles la carta de recomendación.

Se encaminaron al centro de "El Sauce" para entregar la misiva al regidor del pueblo a fin de que les asignara algún guía o porteador.

El pueblo estaba situado en uno de los pocos y escasos lugares arbolados, los Sauces predominaban en el lugar.

La gente vestía con ropas gordas de lana o piel, tenían la Mayoria los cabellos tapados por sombreros o forros de lana.

Las mujeres llevaban pañuelos de colores , siendo el rosado o el rojo el preferido por las jóvenes casaderas, había el triple de doncellas que de varones así que la menos espabilada no se casaría en ese pueblo. Por lo que los forasteros eran bienvenidos por estas.

Así que el pueblo se sustentaba con la pesca y sobretodo la ganadería de ovejas 

Una vez a la semana llegaban vecinos de las cabañas vecinas para proveerse e intercambiar género 

Era un pueblo sencillo de gente sencilla sin grandes inspiraciones que la de tener un techo y un plato caliente al lado de una hoguera familiar.

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Los aventureros llegaron al atracadero y ataron su barca sin problemas. Los ojos expertos de otros navegantes sabían que el diseño de la barca pertenecía a una aldea de pescadores río abajo a jornada y media de allí. También sabían que la aldea era de humanos y los recién llegados era todos menos humanos pescadores 

. así que les miraban con verdadero interés.

Llegamos con suerte a un pequeño pueblo, vimos gente mundana que pescaba en el atracaderos y parecía que no había mucho que decir, respondimos a los saludos de los aldeanos y dejamos la barca. 

Que los trasgos estaban cerca no era una duda, después de varios segundos pensando alguna estratagema para que de alguna manera los alejásemos, dije: " Compañeros, los trasgos deben de estar muy cerca de aquí siguiendo nuestra barca, tal vez, deberíamos ofrecerles un pequeño señuelo para que nos pierdan la pista, rellenemos las barbas con barriles y mantas, algunos palos y hojas secas; Podremos comprar otra a los aldeanos o considerar ir a pié " comenté, con la cara un poco adormecida aún, levantando un poco la voz, que se tornaba un poco grave en algunos tramos, mientras atracaban de la barca.

Nürlane, si hacemos eso no conseguiríamos nada... piensa que dejar la barca a la deriva en el río la llevaría río abajo y nosotros estamos remontándolo.

Si la dejamos llena de todo eso que dices, pero amarrada en este muelle, lo único que podría ocurrir es que se atrevieran a acercarse y pondríamos en peligro a estos aldeanos.

Yo no creo que nos hayan seguido hasta aquí, aunque todo es posible...Pero entonces porque esta gente está tan tranquila?

Tampoco tengo muy claro si deberiamos de seguir a pie o por el río... Que os parece al resto?

Un humano de unos 55 aprox. y le acompaña un joven de unos 12, este tiene una red de pesca y el abuelo una caña con anzuelo. Mira la Barca y os dice en cuanto tocáis tierra - Valla esa barca tiene muchas horas de Navegación, necesitara un mantenimiento - Os dice señalando esta, el chico se entretiene revisando la red y de tanto en tanto mira a la elfa y al otro chico como el (en realidad el chico es a Sam).  - Esa barca os puede dar un susto,  - continua diciendo el anciano. -Pero si no la vais a usar os la podría quitar de encima por un par de monedas de plata.

La zona tiene bastante barcas unas se van, otras llegan, unas cargan otras descargan, hay algunos hombres con armadura de placas de mala calidad y espadas descuidadas vigilando la zona.

También se ven cosas curiosas como charlatanes, Juglares, afiladores de cuchillos, vendedores ambulantes de bebidas alcohólicas.  También se ven algunos rufianes en la que hacen bailar a un oso al son de una flauta, otros exhiben  unas mozas jóvenes diciendo que son las mejores amantes de la región.

Al ser la única zona verde en muchas millas la gente que vive al rededor y mas allá baja a al pueblo para llenar sus despensas he intercambiar genero.

Al igual que Llorensen no pensaba en los trasgos como un estorbo, de momento, me interesaba saber como continuaríamos nuestro viaje, era indispensable llegar a nuestro punto de destino y aquel pueblecito nos serviría de descanso y para coger avituallamiento, quizás nos pudiera ayudar en algo más como dijo el viejo Ruz.

Informémonos de que camino es más corto y seguro, no me gustaría tener más sobresaltos. Andar o seguir remando he aquí la cuestión.

Sam se vió intrigado por las canciones y acrobacias de los juglares, querría exponerles una composición que había ideado pero tendría que cambiar el título de la hermandad por "El grupito" o algo así, además era posible que estos trovadores conocieran de sus épicas hazañas y les convenía pasar desapercibidos.

Pensó entonces en acercarse al comerciante de bebidas espirituosas pero nuevamente pudiera ser que al tratar de alegar que no era menor de edad se viera envuelto en una discusión que llamaría la atención.

Suspiró y se contentó con escuchar a lo lejos la charada de un vendedor de ungüentos milagrosos, Comarke Cola, un bálsamo hecho a base de jugo de plantas de la Comarca.

El grupo dudaba si seguir a pie o darle al remo, aunque parece que el viejo sugería continuar por tierra.

-Podemos entregar la carta del señor Ruz al gobernante y ahí ya nos aconsejarán qué camino tomar, comentó el mediano.

Bueno, si decidimos seguir a pié, no precisamos la barca para nada, y bien podríamos dejársela a este hombre. No tanto por la plata que ofrece, si no por caer bien y ganarnos su confianza y que nos de información o nos indique a quien debemos dirigirnos para informarnos.

Si precisamos de la barca para seguir, estando esta en mal estado como nos indica el hombre, deberíamos en pensar o cambiarla o bien pedirle que nos la reparara por un precio adecuado... si eso no le lleva mucho tiempo...

En cualquier caso, aquí se ve vida, pero también es un buen sitio para tener espías enemigos infiltrados, así que ojito con lo que decimos.

Otra cosa, recordad que tenemos las palomas mensajeras, quizás sería un buen momento para mandar una de ellas con las noticias de donde estamos no?

Algunos compañeros del grupo se quedaron pensando tras la propuesta del viejo, otros se distrajeron con las atracciones más cercanas, alguno opinaba de ir sin demora a llevar la carta al regente del lugar.

Lo que estaba claro es que Este lugar seguramente sería de las pocas zonas amigables que encontrarían en mucho tiempo, pues un poco más en el horizonte y no tan lejos del lugar comenzaban a sonar vientos, vientos de guerra, seguramente tropas de Ciudad Gris, de Umlis y del mismo rey Triton I comenzaban a marchar sobre la fortaleza de Beth "como distración" pues sus ejercitos de estatuas vivientes eran impresionante, por ello nuestros aventureros en cuanto la fortaleza se vaciase de la mayor parte de sus fuerzas tendrían la mayor y más peligrosa misión de todas, tendrían que filtrase y sacar de allí al Chaman Wose para que este rompiera el encantamiento y los "juguetes" del mago oscuro perdieran su animación.

Si, esta era  una misión que tal vez les cambiaría, les marcaría sus vidas.

Una misión digna de la Hermandad y sus aliados...

Si te llevas una botella de licor de hierbas te regalan otra más pequeña de muestra de un vino dulce. te costaría un par de monedas de cobre 

Si preguntas por el regidor del lugar.

Te dirán que esta siguiendo el camino principal del pueblo al poco de salir de este habrá una granja con caballos impresionantes a la vista el hombre vive allí, es un amante d los animales.

No pudiendo resistir la tentación de libar alguno de los licores el hobbit se acercó al puesto donde un amable artesano de la bebida le dió a probar varias de sus creaciones. Tras una reñida deliberación entre el paladar de Sam y los productos acabó eligiendo al final un licor de hierbas de la región y el hombre le obsequió con una muestra de vino especiado con canela y jengibre.

Aprovechando la cortesía del hombre le preguntó dónde podría localizar al gobernante. Al parecer tenía un rancho a las afueras donde criaba caballos, quizás pudieran alquilar o comprar unas monturas para adelantar camino.

Dió las gracias al hombre e informó a sus compañeros de sus pesquisas. 

El camino estaba asfaltado. Era ancho y atravesaba el pueblo.

Las casas de la periferia eran más grandes y al terminar el pueblo se podía ver la granja Lorena de caballos y animales hermosos y bien cuidados