Partida Rol por web

Qué extraño se me hace un lugar tan próspero en esta zona, tan cerca del Nigromante y sus huestes malignas.

No os parece realmente extraño?

No te falta razón amigo, de hecho en ningún momento he soltado mi arma y he estado atento a todo lo que nos rodeaba, quizás el lugar no es una amenaza para las huestes oscuras o simplemente ha pasado desapercibido.

Sam, había conseguido la ubicación del gobernante lo que hizo que nos dirigiéramos hacía a su hogar, allí se encontraban casas más grandes con terrenos y animales. Veamos que nos cuenta la persona que regenta este lugar.

El hombre estaba dando de comer a los caballo y se iba a poner a dar su ración a las gallinas cuando llegasteis.

(era un humano mayor con pelo abundante igual que la barba y muy blancos, se podría decir que se parecía un poco al abuelito de los dibujos de Heide )

La puerta de la vaya de madera que permitía acceder al interior era de fácil abertura, luego había unos metros de patio donde estaban separados los animales y al fondo la casa.

Era bastante grande, por no decir grande, por no decir muy muy espaciosa, jejeej.

El abuelo se os quedo mirando con interes. Su rostro no era de asombro ni de desconocimiento, se quedo mirando a los nuevos como a Nürlane y a Elathiel, para terminar pasado la vista por Llorense, Sam y quedarse mirando a Triton II 

El hobbit al ver la granja no pudo evitar recordar Hobbiton, su aldea natal, donde había también grandes extensiones de terreno dedicadas al cultivo y a la ganadería. Y a un ganadero no le faltará comida... dedujó ya relamiéndose ante una nueva pitanza.

Al parecer las hordas de destrucción del oscuro no habían llegado al lugar y esto parece que inquietaba a sus compañeros.

-¡Amigos, disfrutemos de algo de solaz mientras todavía podamos!, les exhortó.

Tras cruzar una valla y adentrarse un poco en el recinto encontraron a su anfitrión, que los recibió no con una mirada de estupor, si no examinándolos concienzudamente.

Tal vez su edad y su cargo, le hacía conocedor de la naturaleza del pequeño grupo que se presentaba ante sus ojos. Portaban una carta de recomendación del viejo Ruz, así que no era descabellado suponer que ambos se hubieran conocido tiempo atrás combatiendo contra el enemigo.

Decidido a romper el silencio Sam se adelantó un paso y se presentó:

-Buenos días señor, una granja magnífica si me permite la observación. Sin duda alguna. Aunque como habrá imaginado el asunto que nos trae aquí no es relativo a esta. Venimos de parte del varón Ruz, apuntó el mediano sacando la misiva de un costado del zurrón y extendiéndola al alcance del anciano.

 De malagana por parte de los ambrientos pollos y gallinas les deje de dar la simientes, esto lo demostraron desplegaban las alas a mi alrededor con disgusto;  tome la misiva que me traía el pequeño, no era tal era un hombre de avanzada edad, era un Hobbit

mira al media y luego al resto del grupo, exhalé un fuerte suspiro tras leer esta. 

dije con mi voz ronca casi  rota pero aguda. - ¿Han tenido muchos problemas con el clan orco espigas rotas,  mas allá del segundo meandro? o quizás - continué diciendo seguidamente - ¿o QUIZÁS con el templo conocido por la gente de por aquí "Sin Retorno" ?.

plegué la carta y no se la entregue al hobbit, si no que me la guarde en un bolsillo oculto detrás de mi sencillo chaleco.

¡¡ Acompañenme !!  - Impere al grupo, mientras me daban una respuesta a las preguntas, los lleve detrás de la casa donde tenía un cobertizo, dentro se podía escuchar a unos nerviosos e inquietos  animales, podrían ser caballos, pero eran unos ruidos más extraños. - ¡¡ Vaamos. Vamos!!.

En aquella cabaña vimos un viejo que estaba cuidando sus animales, nos miro y por su mirada parecía que nos conocía de algo, pensé que como la hermandad era cada vez más conocida por toda la tierra media nuestros semblantes le sonarían de algo.

Sam se adelanto con la carta, así era el hobbit su exaltación la mostraba continuamente para lo bueno y lo malo. 

Esta bien, le seguimos, conteste al viejo una vez leyó la carta y nos preguntó por los altercados que se imaginaba que habíamos pasado de camino a su pueblo.

Su caminar no era lento, al menos para una persona de su edad, tenía la corazonada de que se guardaba algo que escondía bajo esa fachada, esperaba que nos pudiera ayudar, toda ayuda es poca en estos tiempos que corren.

Entre en mi  Cobertizo y llegue hasta una puerta que llevaba  aun establo interior. 

Allí aparecieron las cabezas de mis maravillosos animales, querían mimos, apesar de su aspecto eran bastantes cariñosos, pero había que saber tratarlos.

- Informar  Avarion Ruz que con este favor mi deuda queda Zanjada. - Me quede mirando al grupo antes de continuar

-  Estos animales os conducirán  por esas montañas que hay más adelante y en lugar de tener que bordearlas las  remontareis, vais a recuperar y además adelantar el tiempo perdido, Solo teneis que ser capaces de agarraros bien fuerte y no tener vertigo,  - cambio mi semblante quedando esta sería y más fría, mi voz era más rota y aguda-  Pero cuando os lleven hasta al lugar deseado teneís que dejarlos libres, ellos solos sabrán volver hasta aquí, pues este es  su hogar.

Dicho esto les cedo unas sillas de montar  y unas correas de cuero buena, la necesitaran para no caer, una caída en un lugar elevado de la montaña significaría la muerte inmediata.  

- Tenéis una mochila de viveres para el camino y unas cremas,  para vuestras posaderas  despues de montar durante varias horas estos bichos, os aliviaran.

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Las monturas eran tan grandes como ponis, nerviosos e impresionaban enormemente. Estos magnificos animales  no se podían ver todos los días era una cosa excepcionar el tener la ocasión de montar a estos nobles animales.

Seguimos a el hombre hasta su casa y allí nos invitó a entrar a una especie de cuadra donde guardaba los animales, cuando la puerta del cobertizo se abrió, me quedé un poco sorprendida por la clase de fauna que tenía allí, eran cabras montesas!!

" Gracias por su ayuda, sin duda llegaremos antes a nuestro destino " dije con una sonrisa de preocupación

de verdad quiere que lleguemos en cabras, nunca he montado en una....¿es lo suficientemente seguro?....¿y si nos depeñamos de la montaña?..

" No he montado nunca en cabra, ¿tu sabes como hacerlo Tritón? "  comenté al enano, que imaginaba que tendría algo de experiencia.

Mi gesto se torció al enterarme de la ayuda ofrecida por aquel anciano, son cabras, pretende que subamos en esos animales.

La maga debió de ver en mi otra cosa pues aquella pregunta me llego al alma, ¿¿¿¿¿YO??????? Nunca me ha gustado ser llevado por algo que no se lo que piensa, soló confió en mis piernas como medio de transporte, por todos los valares claro que no se montar un bicho así.

Pero claro ante todo estaba la misión y haría de tripas corazón para realizar esa parte del viaje lo más dignamente posible.

Bueno, no seamos aguafiestas. Agradezcamos la ayuda prestada. Ya habeis oido, alguien está canjeando un favor para ayudarnos.

Señor, podriais enseñarnos como asirnos y no dañar a tan robustas monturas? No dudo de su destreza en la montaña, pero con "fardos" como nosotros, hasta ellas padecerán.

Llorense confiaba en su capacidad innata de adaptación para hacerse con su montura...

Tritón, antes de empezar la ascensión, no crees que deberíamos mandar a una de las palomas para advertir de nuestros avances? Parece un buen momento. 

Sam quedó asombrado ante la oferta del anciano: había esperado que les ofrecería caballos o mulas pero ¿carneros? Ni en sus mas alucinadas fantasías se había imaginado que tales bestias pudieran servir de montura.

Ya eran de por si grandes para un humano de tamaño normal, así que para un hobbit era un animal enorme que planteaba serías dificultades ya solo para izarse sobre la silla.

Tendría que ir con algún compañero más ducho en equitación pues si no acabaría rebotando entre los picos de la montaña. Aunque esto debía ser un desafío hasta para los jinetes más experimentados.

- Estos animales tienen una bella historia, más ahora nos es irrelevante, sus ancestros lucharon en la gran batalla de los 5 ejércitos, los enanos que los cabalgaban no dejaban Orcos con cabeza a su paso. Se montan como un caballo, pero la diferencia es que estos bichos suben los montes por donde otros animales les sería imposible.

- terminé de preparar los animales y de asegurar sus sillas. - Bien, buena suerte, ya  verán como  en breve llegan a su destino.

Si se esta de acuerdo con montar estas bestias se ha de tirar con montar / Suprevivencia + Ins a df 14 para no despeñarse durante el viaje.

Si Sam va con alguien la df sería de 15 para el que conduce la montura y df 10 fuerza para Sam.

Si no se tendría que  continuar en barca.

Acertadamente Llorense me recordó que debíamos mandar una de las palomas mensajeras para informar a mi padre de nuestra posición e inminente llegada, me rasque la cabeza en señal de despistado, Vaya se me había olvidado, tienes toda la razón ahora mismo le escribo una misiva.

Me puse manos a la obra:

Padre ya nos queda poco para llegar al punto de encuentro, aunque nos topamos con alguna dificultad vamos ha conseguir llegar a tiempo, tened cuidado. T II

Lancé al ave al cielo sabiendo que llegaría en poco tiempo a su destino, una vez terminado nuestro descanso mire a una de las cabras y le dije, Espero que nos llevemos bien, no quiero enfadarme contigo.

Le dí unas palmadas en el lomo y me subí, justo antes se plegó ofreciéndome el lomo y así ayudarme en la subida, Bien, Bien, así me gusta.

Con los primeros pasos del animal arenge al resto, Vamos chicos esas montañas no se van a subir solas, JAJAJAJA.

Triton II libero una de las palomas con un mensaje informativo de su posición, luego se dispuso a montar ese extrañe animal, los primeros minutos fueron bastante reveladores, ¿Quien lo iba a decir? el enano igual que sus ancestros se había hecho con el animal, y lo montaba sin ningún tipo de problema, Ah que bien le vendría una cabalgadura así para todas sus andanzas.

Incluso, una vez ya confiado, animo al resto del grupo a seguirle. 

Cabalgando sobre las montañas, el ahorro en tiempo sería notable.

El hobbit sopesó la idea de subirse a la grupa de la montura de Tritón, pero este parecía haber espoleado al animal demasiado rápido.Habría de esperar al próximo jinete que quisiera compartir su silla.

Llorense también andaba sorprendido de las monturas que se les ofrecían, no obstante, había oido hablar de lo mañosas que eran estas, por los caminos de los riscos, aunque realmente siempre creyó que eran exageraciones de los bardos.

La batalla de los 5 ejércitos!!! por 100 barricas de cerveza enana, ciertamente oi hablar de esa gran batalla a mis mayores...

Llorense se acercó a la que debería ser su montura, y se dejo oler por ella. La acarició cuando pareció algo mas relajada y le habló suavemente.

No se tu nombre, pero viendo tu cornamenta, te llamaré "Cuerno Rocoso", espero que te guste. Y sacando un poco de fruta del zurrón, se la tendió al ejemplar para que se lo comiera...

Sam, prefieres subir con alguien más liviano y así no sobrecargar la montura con el peso de dos, o te vienes conmigo?

El mediano no sabía si el don que tenía LLorense para entenderse con su autillo era extensible a todos los animales pero confiaba en él como jinete y si dado el caso podía controlar a la cabra pues mejor que mejor.

Esperó a que el animal bajase nuevamente la grupa y se aferró bien a la silla y a la cintura de su compañero. Pensó en atar una cuerda que amarrase la silla y su costado para asegurarse de no caer pero quizás fuese un impedimento para maniobrar así que cambió de opinión.

Subió decidido, pero al primer galope de la res resbaló de la montura y cayó.

Para no darse de bruces en el suelo procuró caer de pie haciendo una pirueta y aterrizó perfectamente aunque temeroso de que si esto pasaba más arriba se podía dar por perdido.

Sam fue presto a subir a la montura de Llorense y conforme se subio por un lado callo por el otro, (quitate 1d6pg) y tira de nuevo para ver si te caes esta vez en un sitio más grave, suerte.

Llorense tiene que tirar a df 15 + ins en supervivencia.

si fallas tu que conduces podría ser la cosa mortal.