Partida Rol por web

Se refiere a la semana pasada.

es decir con suerte sería unos 5 o 6 px más.

El autillo por comodidad y como hace un papel de refuerzo, si quieres podemos hacer que cada dos subidas que tú hagas le subimos una a él.

El día dejaba Ver en la lejanía un paisaje típico de la zona desértico  y un tanto desolador, lleno de desniveles, colinas y en el que el río se colaba entre estas.

El canal conducía al cauce principal y este subía y subía más al interior, más contemplaban más montañas estas se podían apreciar que eran  más y más estériles  tipicas de la region en la que se pretendía recorrer.

Será mejor que lo dejes estar, parece ser que allí dentro moran espíritus antiguos, y sería mejor no molestarlos. le dije al mediano al ver como estudiaba aquella costilla.

Mi cuerpo estaba recuperado totalmente del día anterior por lo que me ofrecí a remar otro trecho, esperaba que algún compañero se pusiera a mi vera para ayudar, así el camino se haría más ligero.

Es hora de irnos, no creo que los trasgos estén vigilando a estas horas de la mañana. Y con esas comencé a dar las primeras remadas.

Enseguida se accedió al cauce principal el río estaba más bravo, pero no se tardó en llegar a la siguiente curva pronunciada y al pasarla se pudo ver al fondo un pequeño pueblo, enseguida os vino a la mente la carta que el padrastro de Ruz os entrego.

Se llegó hasta el lugar sin novedades,  incluso había otras barcas trallendo víveres y productos del río.

Eran humanos sencillos, delgados de tez morena por las horas al sol y de piel acartonada y pelo canoso y claro.

Miraban a los recién llegados con curiosidad pero sin querer ser demasiados descarados, algunos barqueros os saludaban al padar.

Llorense se sentó al lado de Tritón y le ofreció sus brazos para remar. El rio estaba mas bravo y la fuerza de las aguas requerian de mas brío para remontarlas.

Tras el recodo, vislumbramos un poblado. gentes acostumbradas al trabajo, para nada ociosos, pero sencillos, nos miraban entre sorpresa, desconfianza y curiosidad... Algunos incluso se atrevieron a saludar... 

Sería posible que las desgracias de la otra aldea, no hubieran recaido en esta?

Mirad!!! esta gente puede que nos ayude!!!

Esta vez la prudencia venció a la curiosidad y el hobbit dejó la cerradura intacta.

Como sería de pobre ayuda con los remos siguió al timón y pronto llegaron a la aldea.

Los habitantes que faenaban junto a la orilla parecían humildes, de piel curtida y atezada por trabajar de  sol a sol. 

Respondió a los saludos de la gente y para celebrar que habían llegado a buen puerto y nunca mejor dicho, encendió su pipa y aspiró una profunda bocanada para exhalarla en forma de anillos de humo concéntricos.