Partida Rol por web

Y la situación se desmadra de repente, pierdo el control de mis actos por culpa de la bruja y ataco a mi mejor amiga que me mete una hostia que me deja en el suelo. Pero eso no es nada en comparación de la patada en las pelotas que me da mi hermano. Jodido hijo de la misma madre... Argh...- digo entre pensamientos mientras me abrazo en el suelo presa por el dolor indescriptible que siento ahora. 

El asunto es que no puedo recuperarme siquiera que Lara me carga en su hombro. - No era yo, la bruja... Ella. - confieso mientras voy como bolsa de saco encima del hombro de aquella mujer. Miro un poco de soslayo a Indy, quizás con toda la intención de pedir perdón, pero no me da ya que me siento fatal. No obstante en medio de todo ese meollo, Adele termina colgada, Teo igual, y mi hermana corre como loca. 

A nosotros dos también nos golpean. - Bájame bobo, puedo ya. No me controla. - digo con toda la intención de hacerle frente. Aunque en medio de ese enfrentamiento pierde una oreja que cae sobre mi rostro. - JODERRRR LA OREJAAAA. - grito horrizada, aunque claro, suena un Jonathan poco masculino gritando como cría sobre el hombro de una mujer. Hermosa imagen. - ¡Bájame! 

En cuanto veo que todos empiezan a correr me lanzo yo también, ahí, a lo loco. Que a lo mejor si me diese la vuelta me pararía un poco al ver que atrapaban a mis amigos, pero estoy tan concentrada en correr que ni me entero. Vamos, que sigo viviendo en la parra, como siempre. 

Me paro en seco cuando me doy de bruces con una tipa que da un mal rollo de flipar. Pero mucho mal rollo. Más que todos los bichos juntos que hemos estado cruzándonos desde que nos metimos en este juego. No sé cómo lo sé, pero lo sé. Es el final boss. La bruja. Vrajito. Lo que no sé es dónde estará la princesa, ni rastro de ella. 

Me quedo helada por un momento. Qué mal. A lo mejor no me ha visto y si no me muevo no se entera de que estoy aquí. Jadeo un poco por la carrera, pero me pongo una mano en la boca para que no se oiga mucho y me quedo inmóvil, quieta, quieta, quieta. Pero vamos, que es una estupidez, porque me tiene ahí delante. Si yo la veo, ella me ve. Así que miro hacia atrás y al ver que estoy sola ante el peligro trago saliva y saco pecho. En el fondo... mejor que se fije en mí y no en mis amigos.

—¡Bruja! ¡Danos a la princesa!

Maxine se comió su miedo y espanto y se plantó frente a la hechicera malota. Vrajito no es que tuviese la apariencia de una gigante devora mundos, no era más alta que la propia Maxine. Pero imponía por el halo de maldad y poder que exudaba su cuerpo con sus tattos y sus pinturas y accesorios varios. Todo eso no amilanó a la jovencita.  A pesar de la ola de tenebrosa confusión que recibió lo mismo que una bofetada áspera y sacrílega, su voluntad de hierro no flojeó.

La bruja respondió con su risa habitual.

-Y si no, ¿qué? –Su voz taladraba los oídos como una lima de uñas sedosa. Como sea que suene eso.  Nueva risa.

-Dos vidas.  Os quedáis dos conmigo y os entrego a la princesa. Me siento benévola. Si seguís haciendo el tonto, serán Tres. O todos. *

Metros atrás, Jonathan gritaba no se qué de una oreja.

- Antes de decidirnos, nos gustaría ver a la Princesa - eso lo había visto en las películas, siempre había que pedir al secuestrador que muestre que los rehenes seguían con vida, qué menos - ¿Es lo justo, no? Queremos ver si está de una pieza, si está bien - igual nos daba alguna pista la Princesa, qué se yo, igual hace un gesto o algo.

Miré al resto y vi que había dos que colgaban de ramas de una espectroárbol, me tentó disparar al espectroárbol, al fin y al cabo parecía que esta vez no había adoptado su forma fantasmal sino que era física, y todo lo físico es susceptible de llevar un balazo.

Pero primero, hay que agotar la vía diplomática, en caso de que las negociaciones fallen ya pensaría el modo de solucionar las cosas. Que probablemente sería pegarle un tiro a Vrajito, pero no en la cabeza porque recordaba las palabras de RedSonja de que no debíamos matarla. Pero no dijo nada de herirla, por tanto... se podía, así que, igual era bueno y todo dejarla tetrapléjica pero viva, entre las balas y un par de palotes que le suelte Lara en la cabeza igual era suficiente. Pero primero hablemos.

- Jonathan ¿la brújula indica este lugar? - tenía mis dudas de si la brújula marcaba el lugar de Vrajito o la ubicación de la princesa.

Lara empezaba a estar hasta el chirri de todo.  Harta de la obsesión de la Vraji por que le ofrecieramos vidas -Seguro que la muy bruja leveaba así - por la cara. Harta de las olas de poder corruptor, harta de la voz chirriante en su cabeza, harta de los espectros, las brujillas de segunda división. Harta, a pesar de acabar de verla, de la petarda arbórea, del barro, el limo y el légamo.  Pero sobretodas las cosas, incluso hasta el punto de que perder una oreja no le importó, estaba HARTA de la risa de la Final Boss.

La risa de Zimbrea era música celestial interpretada por risueños y rechonchos querubines a su lado.

Le abriría la cabeza como un melón maduro..pero primero tenía dos espectros que quitarse de encima.

Lanzó el desgarbado cuerpo de Jonathan al primero y atacó con el pesado tronco al segundo.  Frances era un rival más que empalagoso para cualquiera.

.

Jonathan poco pudo responderle a KimyJones, es decir, nada: primero transportado como un saco de patatas, para luego que Lara zombi no le hiciese ni caso a sus peticiones. En realidad sí, bajo a Jonathan. A su manera.

El cuerpo del mujeriego derribó a uno de los espectros y se enredó con él en el suelo de gelatina cenagosa. Como dos amantes retozando en el barro, solo que la cosa esa del pantano apestaba más que su hermano en forma de exporadora zombie. Lara seguía igual de tanque, de un troncazo partió en dos al otro bicho.

Maldita máquina de matar.

Aunque de pronto sufrió un paro cardíaco en su corazón muerto, ¿eh? ¿Eso es posible? Y se derrumbó de cabeza en la lodosa tierra, que se la tragó muy deprisa y muy rapidido. Glu, glu , glub.

¡Y surgió! Al lado casi de Maxine, completamente recompuesta y vivita coleando, ¡Lara Croft!  Con sus flecha y sus mechas. Pero sin las saetas explosivas. ¡Viva! Con una vida. Su voluntad de la sargento de hierro resistió los ataques traicioneros de Vrajito, y la lengua viperina de Kimy le devolvió la vida..

¡Qué hermoso!

Por su lado, Vrajito torció la cabeza a un lado, toda arrogante y supervillana, con ojos encendidos de rojo ascuas, fijos en Indi. Mostró la palma de su mano derecha, sobre ellas, las llamas de una hoguera. En su interior, la imagen minúscula de una chica entre medias del fuego.

(En pequeñito. Y, en realidad, aterrada XD )

Tan centrado estaba en correr de una manera que no pisara mal y me partiera alguno de los tobillos, que ni me fijé en que las amenazas pudieran atacar, hasta que fue tarde.

Sin saber muy bien cómo y en qué momento, sentí que mis pies dejaban de estar en contacto con el suelo. Miré a ambos lados, nervioso y sin tener idea de lo que estaba ocurriendo. Mierda. Fue el pensamiento que dominó mi mente en los instantes posteriores a que me diera cuenta de lo que acababa de pasar.

Había caído en la trampa de una de las espectros... Joder, que suerte la mía.

Me quedé literalmente colgado, mirando a mis compañeros ir cada uno por su cuenta, sin la más mínima organización o estrategia. Y, aunque al principio me sentí bien al ver que no era la único en caer en la trampa, rápidamente me di cuenta que sólo hacía que las posibilidades del grupo se vieran disminuidas. No ser el único en hacer el ridículo estaba bien, pero el objetivo era salir todos con vida.

Forcejeé cuanto pude para tratar de liberarme mientras veía a Frances ser lanzado por su hermano, y a continuación ver a éste dejando de ser un zombie y volviendo a ser la Lara Croft del principio de la aventura. No entendía nada de lo que estaba pasando, aunque ya era una costumbre. Llegaban algunos momentos en lo que algo extraño ocurría y ya ni lo pensaba. Simplemente me dejaba llevar a donde la corriente quisiera llevarme.

Mr Bean y yo debíamos encontrar la manera de bajar de nuevo al suelo. No podríamos ayudar desde las alturas estando atrapados, y no podíamos esperar que el resto nos ayudaran... ya bastante tenían con ocuparse de lo que había al nivel del suelo.

Empezamos a correr a la desesperada (bueno, yo como siempre en las últimas horas, a pasos asíncronos y desacompasados) achacando el bamboleo de mi cuerpo serrano a los baches del pantano, los fosos legamosos y a la agilidad innata de Beaa. Todo un atleta

Pero de repente algo me coge del tobillo y me alza, cual conejo por las orejas, quedando boca abajo ante el espectro arbóreo con cara de mala leche que, a su vez, a logrado apresar a Adéle dejándola del mismo modo, solo que con la falda parece una margarita boca abajo mostrándolo todo sin pudor alguno

- ¡Baja...me!- grito pataleando como un energúmeno mientras intento zafarme 

Viendo que no hay nada mas, por despecho y último recurso, le tiro a Teddy a la cara con toda mi mi mala fe, a ver si un botón se le mete en el ojo...  y entre tanto, la bruja, frente a Cora que la enfrenta con un par ¿que nos quedemos dos allí a cambio de la princesa? Ni de coña! Aquí nos vamos todos!

Vuelvo a contorsionarme en la presa de la mujer árbol, con la firme intención de morderle en las ramas o lianas que me tienen apresado. Si en los dibujos funciona ¿porqué aquí no? Total, no pierdo nada... salvo algún diente quizás, y prefiero ir mellado a no ir directamente

Vuelo por los aires gracias al hermoso gesto de mi hermano, Alias Laracob y mientras intento levantarme, veo que tengo un bonito adversario que enfrentar. Solo que bueno, llevo un tío que se le van las miradas y al notar que Adele queda así, pues, casi que tengo una erección involuntaria y me da un poco de reparo. Así que intento centrarme, buscar la forma de golpear a esa cosa que tengo delante. 

Y mientras lanzo un puñetazo a lo héroe, los gritos de Teo me ponen nerviosa. Pero no puedo ayudar más de la cuenta y tampoco estoy para negociaciones, si para quedarme tonta mirando el culo de Adele. Pero no, tengo que vencer este lado de macho cabrio interior y dar una buena batalla, por mi vida. Así que me incorporo, tengo una maldita vida y todas las de perder. - Estoooo... Si muero, que Jacob no se quede con el iPod. - digo a modo de despedida y comienzo la contienda física. 

Ni me planteo la posibilidad de hacer caso a la tipa esta y entregar a dos de nosotros. Ni hablar. No. Ni de coña. ¿Pero... entonces qué? No podemos matarla. Sus bichos infernales nos atrapan y no nos dejan pasar. Y no sabemos dónde tiene a la princesa. Me devano los sesos buscando una solución la-que-sea. Pienso y repienso en todo lo que hemos visto, todo lo que nos han dicho y lo que nos ha pasado. Pero, ay, no tengo ni idea. 

¿Y todos esos espectros son gente como nosotros que sí que se sacrificaron para que sus amigos pudieran salir? Qué mal.

En eso que Lara de repente ¡Piribín! aparece a mi lado. La miro y siento alivio al ver que ya no es un zombi. Pero el marrón que tenemos encima sigue aquí delante, en forma de bruja tan mala como bajita. La miro fatal, con los ojos torcidos y llenos de odio por lo que quiere hacerme a mí y a mis amigos. Se me pasa por la cabeza empezar a darle guitarrazos. Con la araña funcionó... a medias. 

—En lugar de una vida te damos cosas, ¿qué te parece? —intento negociar—. Te damos una guitarra, una cámara de fotos, una mochila, un oso de peluche... Cosas, muchas, muchas. ¿Sí? Y tú liberas a la princesa.

Los afiliados instintos de gamer de Jacob, pulidos tras incontables horas de Fortnite y Apex Legends en los últimos meses, hicieron que la sorpresa por ser otra vez Lara Croft, por respawnear al lade de Cora y encontrarse justo al lado de La VRAJI, no durara ni una milésima de segundo.

BLAMBLAMBLAMBLAMBLAM

Lara Croft avanzó corriendo hacia la bruja mientras ésta se dedicaba a amenazar y a vacilar a la peña.  Apuntó a las piernas y, cuando llegó junto a la bruja,le pegó un culatazo doble en las sienes con sus pistolas.

Si veo que Vrajito levanta la mano para lanzarme algún sortilegio, me mira con ojos llameantes o cosas así de chungas hago un Barrel Roll o lo que sea para Esquivar.​​​​

No quiero palmarla de nuevo.

Estábamos en la pantalla final, Vrajito me había enseñado a la princesa en la palma de su mano, supuse que era una proyección porque sino la princesa tendría el tamaño de algo más que una abeja - ¿Por qué no la liberas? ¿Qué te ha hecho? 

Vi como Lara iniciaba un ataque hacia la bruja y si algo he aprendido de los videojuegos es a aprovechar las oportunidades. En las escenas finales siempre he necesitado cargar con todo contra el enemigo y ahora mismo sólo estábamos Lara y yo junto con Maxine porque el resto pendía de un árbol o en el caso de Jonathan luchaban contra sí mismos. Me decidí por liberar a Adele y Mr. Bean, aunque antes, aprovechando que Lara distraía a Vrajito le pegué un tiro, igual se tragaba la bala o le hacía daño, aquello no era matrix, así que, tenía el convencimiento de que no iba a poder esquivarla.

Después me centré en rescatar a Adele y Bean, ¿Cómo? Sencillo pegándole un tiro al espectro ahora que tenía cuerpo físico, saqué la pistola, apunté a su cabeza y disparé - bang - bang - y salí corriendo para tratar de ayudarlas para que no se mataran en la caída. 

Mientras detrás de Larita y Maxine se escuchaban carreras, gritos, forcejeos, mordidas y alguna que otra maldición y pregunta, “¿qué te ha hecho?”  El podeeerrr…

Pues eso, entretanto, Vrajito se mira de lado, intrigada y curiosa, entrecerrando los ojos malignos y ladinos, a Ram Ram.

-¿Cosas? ¿Muchas? Sí, muchas, muchas cosas. -sonríe con avaricia, la codicia y la astucia en su mirada- De acuerdo. Quiero todas las cosas, los poderes, los objetos, todos los objetos y cosas. Las ropas, el vestido, la guitarra, sí, todo eso, objetos, poderes, recursos, muchas cosas, brújula, aparato de escribir. TODO. Jajajaja. ¡Muérete de rabia, Van Pelt! Jajaja. Y libero a la princesa.

Los disparos de Lara resonaron en Lasciénagas. Los cinco proyectiles atravesaron el cuerpo menudo y espectral de la bruja, entraron por aquí, salieron por allá. No se inmutó, aunque sí fulminó con su mirada iracunda a Lara. Indi ya estaba apuntando su revólver, pero se detuvo al observar que las balas no le hicieron pupa.

Vrajito se echó a reír.

Cansina la tía. Maxine se lanzó a por su mano, para pillar a la princesa, mordió el aire. Sí, era una proyección, por supuesto. –Negociar. ¿Hay trato?

Para demostrar su buena voluntad y que aceptaba el negocio se escucha un aleteo lejano…Es el halcón, volando alto sorteando las copas enfermizas de los árboles leprosos del pantano. En sus garras transporta una jaula de medio metro de alto. Dentro, prisionera, una chica, seguramente la princesa.

El trato es aceptado. Se consuma. Tiene efecto.

Es esa risa propia de una demente la que os pone la piel de gallina. El tiempo se queda suspendido de la tela de una araña.  KimyJones y Lara con revólveres y  pistolas a punto de abrir fuego contra la Mujer Árbol. Adéle y Mr. Bean debatiéndose estrujados por las ramas y raíces que conforman un capullo de seda vegetal sarmentosa en torna a los dos. Jonathan peleando por su única vida y sintiéndose morir por las zarpas y fortaleza de un espectro horrible al que no es capaz de vencer. Y Maxine, satisfecha, ansiosa, frente a su oponente, a la que ha conseguido convencer de un negocio ventajoso.

El pantano y todo lo que vive, serpentea y muere en él, comienza a girar en derredor de todos vosotros. Lo mismo que un torbellino, no hay nada que escape a la atracción de su vórtice. Los árboles voltean y se sacuden, el fango se agita, légamo, lodo, bichos y criaturas sin ojos ni piel son arrastradas por el remolino que crece y crece. Vosotros también sois engullidos, tragados y digeridos por la violencia del ciclón. Aunque intentéis sujetaros a alguna cosa, no hay nada, todo gira y da vueltas alrededor. Únicamente a las manos de vuestros amigos o hermanos lográis afianzaros, un apoyo en la demencial y caótica vorágine de viento rugiente y oscuridad que se cierne sobre todas las cosas.

Y la risa, la risa abominable y los ojos de mirada horripilante, esos ojos sagaces y burlones de Vrajito.

Es lo último que veis o sentís.