Partida Rol por web

El grupo se encuentra en la sla de actuaciones, Leonardo está preparando algo de comer, y tenéis a mano bebidas y refrescos (No del todo fríos) suficientes y de sobras. Probablemente sea hora de discutir algunas cosas y compartir la información que con todo el jaleo de gritos, tiros y rugidos no se ha dicho...

Por cierto Harmonie, ¿podrias revisar ahora mis heridas mientras decidimos? No me encuentro muy bien... medio susurra el jefe de seguridad mientras trastabilla. Debi tomarme esos calmantes.

Michelle se muestra mucho más relajada y tranquila una vez todas las estancias "básicas" del hotel han sido revisadas con la ayuda de todos, aunque no duda que en cualquier momento pueden irrumpir dinosaurios o rusos por cualquier lado pero por ahora se permite el lujo de no pensar en ello y limitarse a beber un refresco isotónico mientras Leonardo acaba de preparar una cena para todos, probablemente con la ayuda de alguien.

-El búnquer está cerrado, ya tuvimos la oportunidad de quedarnos en él y preferimos el hotel- recalca en respuesta a la propuesta de Elmar -No sé qué pensar... quizá entre esos supervivientes estuviera el tipo que escuchamos por la radio, pero me parece demasiado arriesgado ir al puerto, sabemos que está controlado por los rusos- se queda pensativa unos segundos que aprovecha para dar otro sorbo -Yo sigo apoyando la idea de ir al helipuerto o el aeródromo. Allí habrá torre de comunicaciones asegurada así que quizá consigamos retransmitir algo- se encoge un poco de hombros y tras mirar alrededor opta por sentarse en una de las butacas cercanas esperando más opiniones.

- Sé que suena absurdo...pero, he puesto de estos por el perímetro. - Si, un perímetro de seguridad, es lo que hacen en las películas de ciencia ficción, si, deacuerdo, con alta tecnología, pero estos trastos son lo último en la industria de la juguetería. ...Tomadme por loco si quereis...White juguetea en sus manos con un T-Rex guardían, ya se ha molestado en ir colocandolos alrededor, quiera la gente o no, había pilas en la tienda de aventura, de paso comprueba las de su linterna, luego simplemente la vuelve a guardar. No se despega de su mochila y sigue con la cuerda entre el cuello y el brazo, rodeandole.

 - ¿Habeis pensado la posibilidad de que quizás la mejor idea es aguantar en la isla y no...irnos de ella? - Musitó White encogiendose de hombros. No sabía ni porqué intervenía, su opinión no era la de un experto, allí todos eran apuestos guardias, héroes del ejercitos o triunfadores en sus puestos de trabajo, en ocasiones...le daban ganas de irse solo por ahí a buscarse la vida, aunque entonces moriría solo, y lo que es más importante, pronto. Demasiado pronto.

-Se como se usa. Tgabajé en la indústgia del ssine pog mucho tiémpó. He estudadi muchos manuáles del ejégcito, paga películas de guega.- Dice Antoine al jefe de seguridad, mientras acepta el fusil. Al menos ya no tendrá que ir con el cuchillo. Prefería una pistola, algo menos llamativo, pero era aquello o nada. Al menos ahora se sentía algo más lejos de la muerte. 

Una vez comprobado el hotel, Antoine se sienta y se acomoda en algún rincón. Escucha el "magnífico plan" de White. -Amh, bueno, yo he tgabajado en el ssine, escgibiendo guiones... ¿Sábés que esos juguetes siempge es lo que hasse que los "buenos" llamen la atenssión de sus pegseguidoges en el momento cgítico del escape sigilósó? Quissas debegías asegugate de que, si tenemus que escapag, dejag alguna guta sin alagmas... O sin muñequitos de fegia...- Inquiere el francés. Llevaba demasiado tiempo con los guiones como para saber que siempre pasaba eso en las pelis. Y siempre moría el negro y el segundón cómico con aceto raro. "Que es este caso soy yo..." Piensa, aferrando el fusil. 

Registra de nuevo el restaurante, encontrando una botella de caro vino francés. "Al menos Hammond sabía como gastar el dinero" piensa, mientras se lleva la botella y un par de copas de cristal. Por si acaso. Se busca un buen lugar de descanso y se sirve una copa: No acaba de poder conciliar el sueño, son demasiadas las emociones, y muchos pensamientos, posibles proyectos le bailaban por su mente. Además aún no han establecido guardias... 

Miro a Michelle... Tu bien lo has dicho... El bunquer esta cerrado, por lo que los rusos no habrian podido entrar.... Y solo Hammond y Elmar tienen las llaves... Y como ya habia dicho antes, ese lugar es mas seguro que aqui para atrincherarnos, y podremos aguantar mas...

Randall bebía algo de cerveza de lata mientras miraba uno de esos dinosaurios perimetrales y pensaba en las implicaciones de aquella idea. Desde la cocina les llegaba el olor de la comida que estaba preparando el chef, y la verdad es que se le había abierto el apetito.

El comentario del francés le hizo reflexionar y respondió.

-La verdad es que es sencillo. Colocamos esos bichos en la escaleras de acceso a la última planta, en un rellano inferior. Si un dinosaurio cruza, la alarma nos da tiempo para llamar a la gente y repeler el ataque antes de que tengamos a los dinos encima.

Echó un trago a la cerveza.

-Y sobre escapar, no hay problema. Esos bichos tienen interruptor de encendido y apagado, y solo gruñen cuando les pasas por delante, no por detrás.

Se tocó el bolsillo y sacó una chocolatina, mirando a White. Si no se la comían hoy mañana con el calor de la isla se iba a derretir.

-El postre -dijo.

Claro tumbate en la camilla Elmar y miro tus heridas, Después lo haré contigo Annie. ¿Vale?. Harmonie coge lo que dejaron en el botiquin de la sala seguridad y junto con lo del taller y el centro de visitantes se dispone a curar a todos.

Genial, simplemente genial. Miro a Randall sonriendo de forma inocente y asiento con la cabeza a sus palabras. Vamos a basar nuestra seguridad en unos putos muñecos, dios, es brillante, cuando salgamos de aquí voy a vender la patente y a forrarme, seguro que empiezan a usarlo como sistema de seguridad del Pentágono, y hasta de la Casa Blanca, si si si, joder... vaya panda de retrasados.

Coloco la botella de coñac sobre la mesa, un Henessy, no es un Perrier-Jouët pero igualmente es una botella excelente, ideal para degustar después de una buena comida.

-El postre

Le digo a Harmonie sonriendo, y coloco una copa frente a ella, y otra para mi, claro que también hay más copas por si el resto de infraseres quieren degustarlo, pero no está hecha la miel para la boca del burro, seguro que lo mezclan con gaseosa. Creo que prefiero esto a una chocolatina , además, no creo que sea buena idea cebar tanto White... los gremlins no deberían comer después de las 12... jajajajaja.

A nadie le amarga un dulce de vez en cuando...

 - Gracias Randall.

  White se sentó observando los rostros de todos y cada uno, en absoluto silencio, como si repasase mentalmente de que conocía a sus compañeros, la situación en la que se encontraban y su papel dentro de ella. Degustó la chocolatina despacio, con tranquilidad, sin darle demasiada importancia. Le llamaba la atención ver a Harmonie tratando las heridas de Elmar, era, cuanto menos, curioso que una chica como ella supiese hacer tales cosas. Parecía estar bastante apegada a Barry, aunque lo mismo podía decirse de él. Serían una bonita pareja.

  Randall entendía el potencial de aquellos juguetes, y de aquellos que habían hecho algún comentario, parecía el único que compartía la idea de depositar parte de nuestra confianza en aquellos ingenios eléctricos. Era algo que me anima, pero por otra parte me hace sentir abatido. Seguramente, a partir de ahora, sea Dave el que tome el mando del autocar, y yo no podré aportar absolutamente nada al grupo. Si nos salvamos, sólo habré sido un lastre que recordarán con cierta comicidad, o quizás, ni me recuerden. Pero de poco sirve torturarse por eso cuando estás a merced de un peligro real. Eso...son cosas de películas y series de televisión, aquí muere gente, y hacerse el héroe cuesta vidas. Todos somos personas, y todos tenemos las mismas posibilidades de palmarla...

Michelle entorna ligeramente los ojos. Resulta curioso que quieran usar esos juguetes en serio pero bueno, quizá sean útiles, desde luego molestar no molestarán así que tampoco se pierde nada por usarlos.

-De acuerdo, pues pondremos unos cuantos juguetes de esos por las escaleras de acceso al primer piso cuando hayamos subido. Lo bueno que tienen es que pasan desapercibidos- se acomoda mejor en su butaca en una posición poco delicada, pero la verdad es que eso le importa poco, y más en una situación así.

-No vamos a volver atrás, si hubiéramos querido quedarnos en el búnquer lo hubiéramos hecho antes de perder toda la tarde en llegar hasta aquí... Pero ya decidiremos eso mañana cuando hayamos descansado. ¿Que tal si nos relajamos de una vez?- propone esta vez con una sonrisa de ánimo para todos, aunque se detiene algo más en White antes de levantarse con un brinco y dirigirse al restaurante con toda la intención de cenar algo decente o ayudar a Leonardo con ello.

No es una especilista en cocina pero cortar verduras o alguna chorrada así lo sabe hacer cualquiera.

Ufff... gracias Harmonie. Lo necesitaba dice Elmar mientras coloca el rifle junto a la camilla y algunos objetos que carga.

Uno a uno se desabrocha los botones de la camisa dejando el torso del jefe de seguridad descubierto. Herido de gravedad como esta anhela la atencion que precisa.

Cuando termina sonrie a la mujer y se tumba bocarriba en la camilla.

Aguantare lo que debas hacerme... y ... gracias. Las cosas serian mas dificiles sin ti. Necesito personas como tu a mi lado...

 Sintiendose mejor haciendo cosas que ocupen su mente, Lucrecia ayuda como pinche de cocina a Leo, pues por muy por la mano que lo tenga, somos bastantes bocas. Con lo cual Lucrecia ayuda acercando las verduras, lavandolas, acarreando cacharros arriba y abajo.

Uffffff gracias Barry lo necesito jijijijiji. Harmonie coge la copa que le ofrece Barry y da un pequeño trago. Por un segundo degusta lo que bebe y después se lo traga, da un pequeño suspiro y se termina de tomar la copa de un trago. Bueno y ahora manos a la obra....

La chica coge lo necesario para empezar a curar a Elmar y resto de heridos y se fija en como el jefe de seguridad se quita poco a poco su camisa. Tal y como le paso con anterioridad en el centro de visitantes se queda mirando el pecho del chico, esta bien musculoso y con un tono de piel perfecto. Lo único es la herida que en el tiene, pero bueno para eso ya estaba ella. Lo hace de forma disimulada ya que no quiere que nadie lo note y menos a un Barry. Por raro que le parezca a la misma Harmonie, Barry le esta empezando a parecer alguien especial, el problema es que Elmar le atrae físicamente mas que nadie en mucho tiempo.

Intentare no hacerte daño... Harmonie empieza a curar a Elmar y cuando termina poco a poco lo va haciendo también con Annie, Cherry y Viktor.

Elmar aguanta el dolor de la cura realizada por Harmonie. Tu puedes... tienes que sacarlos de aqui. dice para si mientras se mira los vendajes.

Muchas gracias... espero... espero que pronto estemos lejos de aqui y poder agradecertelo como mereces. dice con una grata sonrisa.

Recoge su rifle y demas enseres y permite el paso al siguiente.

Kenneth, Randall. ¿Os importa acercaros aqui un instante? Tu tambien Michelle...

Cuando estan reunidos se sienta donde puede y se sujeta la cabeza con las manos.

He estado pensando... ¿deberiamos ir al Bunker? Parece la mejor opcion de todas, pero no querria meternos en problemas por no contar con la opinion de los demas... ¿que pensais?

Las curas de Harmonie son eficaces, salvo para Viktor, pues no le quedaba suficiente material médico. La directora se toma su tiempo en cada uno de los heridos, y realiza las curas con bastante habilidad.

 Leonardo, contento de sentirse útil, ha preparado algo de pasta con carne gratinada, rápido de hacer, pero energético, y en manos del chef italiano, simplemente delicioso. Con la ayuda de algunos compañeros, reparte los platos a todo el mundo.
¡Pasta per tutti! Vamos a necesitare unas cuantas energías, que hoy hemos gastato muchas. ¡Buon Cogliere!

Muchas gracias amigo ... le dice al Italiano mientras deglute con voracidad dinosaurica el plato. Hacia tiempo que no comia de este tipo... vale la pena que viva.....

Tras terminar las curas a sus cuatro compañeros. Harmonie se sienta junto a barry y se sirve otra copa de coñac. Y en ese preciso instante Elmar llama a Randall, Michelle y al cachas para ir a hablar con ellos.  Extrañada la publicista se pone en pie y se aproxima un poco a ellos y escucha lo que les dice. Sera cabrón...ese era el interés de coger tres lideres...para después dejar a uno de lado y hablar con otros dos....

Enfadada Harmonie regresa junto a Barry y poco después llega el italiano con la cena. Harmonie...Harmonie curame curame... Maldito cerdo, solo me quería por eso...pues con migo no se juega. Harmonie se pone e pie y sonríe como si no pasara nada. Se aproxima a Leonardo y coge un plato de comida y camina a la salida llevando sus cosas, el plato y la copa de coñac, pero cuando pasa junto a Elmar se choca con el y le tira toda la copa de coñac por encima de el, haciendo que parte vaya a su herida.

Mierda...disculpa Elmar dios te tiene que escocer muchisimo.... dios que lastima...aysssss. Harmonie deja la copa en el suelo y se muerde su labio. Lo siento de verdad.... Que te den gilipollas. La chica se da la vuelta y se sale de la sala andando en dirección a las escaleras que dan a los pisos superiores.

Michelle sonríe ampliamente al recibir el plato por parte de Leonardo, dándole las gracias y comiéndose el primer bocado como si del mejor manjar se tratara... por desgracia no puede disfrutar demasiado de su tranquila cena porque Elmar reclama su presencia junto a la de Kenneth.

Resopla sonoramente, fastidiada, pero tars beber un buen sorbo de agua se levanta de su asiento y se dirige hasta la posición del guardia.
-Vaya... curioso, es lo que acababa de comentar Kenneth. Pero creo que es mejor que lo discutamos mañana cuando hayamos descansado, ahora cenemos tranquilo y distribuyamos las guardias, ¿vale?- les da una idea de los grupos que haría ella y la distribución de horas y después salen de la sala topándose con una Harmonie extrañamente torpe.

Michelle observa a la pelirroja sorprendida, pero cuando la ve empezar a alejarse da un respingo.
-Espera, ¡voy contigo!- recoge su plato y su vaso como la propia publicista hace un rato y la alcanza a la carrera -No debes ir sola por ahí... además a mí también me apatece estar un rato tranquila sin tanto exceso de testosterona en el ambiente- admite burlonamente y arrugando la nariz cuando ya se han alejado de la cocina.