Partida Rol por web

Tras escapar de la policía os llama vuestro oficial a cargo de vosotros "Tommy Mcgonal". Tommy es una de las personas más comprometidas y fieles a la agencia. Os dice por teléfono que se ha encontrado a Fu-Manchu recientemente en el Nightclub ChinaCity, uno de los Nightclubs de la chinatown más populares de la ciudad. Os dice que os apresuréis o no lo pillaréis, así que vais cagando leches guiados por Shadow. Al llegar veis al hombre de la foto fumándose un cigarro con los dos porteros, que son unos armatostes de mucho cuidado con rifles cargados hasta arriba. La policía no pasa por Chinatown, no tienen huevos, pero vosotros sí, aunque la gente os mire raro vais a pie y sin escrúpulos. El que parece ser Fu-Manchu se mete dentro.

La calle está hecha una mierda, parece que estáis realmente en china.

Recibes un mensaje SMS al móvil, es de Chi Yuang. Hola, necesito urgentemente que vengas, estoy en un grave peligro. Estoy en el número 27 de la chinatown.- Ves que el número 27 está cerca de la discoteca, está a seis edificios.

Al ver al hombre que tenéis que matar te suena mucho. Te pones a recordar... es el hombre con el que la chica china que tanto te gusta andaba de vez en cuando... pero no es tan joven como para ser su novio... quizás sea... un pariente suyo. Te sientes un poco confuso.

Johnny se sonrió cuando entraron en Chinatown. Se conocía aquello como la palma de su mano. Era como un segundo hogar para él. Entonces localizaron al viejo, que se metió para dentro dejando a los dos matones en la puerta.

-¡Ca!, dejadme a mí. Aquí me conoce todo el mundo.

Johnny se acerca a los porteros caminando con chulería, como si estuviera bailando una canción de Otis Readding.

-Ehhhh, ¿qué pasa troncos? ¿Qué tal Ching?¿Como vas Chong? Na, voy padentro ¿ok? Tengo que hablar con el jefe. Estos vienen conmigo. Tranquis, que son de confianza. 

Eres muy guay pero los porteros no parecen querer dejarte entrar, y menos cuando ven que eres occidental.- ¿A dónde crees que vas, borracho?.- Creen que estás un poco borracho.- Fuera de aquí.- Te encañonan con sus armas para inspirarte terror. Tus compañeros aguardan detrás.

Miré al teléfono con fastidio. Mierda, justo ahora, vamos a echar una mano a estos pringaos y luego, a ver qué le pasa a Chin Yuang.

Me río del patético intento del macarrilla de ganarse a los gorilas- Aparta, lumbreras, que te voy a enseñar como se hace- lo aparto de un empujón y me encamino a los dos armarios que hay en la puerta. Les pongo un dedo sobre el arma que llevan de manera juguetona y los miro gesto pícaro- Sabéis, sería de gran ayuda que nos dejarais pasar para tratar algunos asuntillos con vuestro jefe, con todo respeto por su-pues-to.

Los porteros miran a la mujer y con un gesto de aprobación dice uno de ellos.- Pasas tú, ellos se esperan aquí.- Acto seguido esperan una respuesta.

Me acerco a mis compañeros y me quedo mirándolos pensativa- Bueno, chicos,¿ entro, agarro a esa lagartija de Fu-Manchu y lo saco, o entro yo y vosotros por otro lado?, lo que sea me da igual porque igualmente me voy a liar a hostias ahí dentro.

El intento de Jonathan nos jodió el plan de entrar por las buenas por la puerta, bueno a todos menos a la princesita que poniendo ojos melosos y una voz picarona le dejaron entrar sin problemas.

-Bueno, ve entrando tu. Nosotros ya veremos que hacemos, a malas siempre podemos entrar por la vía de la "democracia americana".- Lo que va siendo a la fuerza. Dicho eso busque con la mirada alguna posibilidad de entrar por otro lado.

Encuentras en el lado opuesto del lugar una puerta custodiada por un guardia, que parece algo distraído mientras fuma un cigarrillo. Es la puerta por la que se saca la basura fuera del local, y está rodeada de una valla metálica por la que puedes saltar sin problemas. Lo único es que si saltas te vería el hombre.

Permitidme... voy con decision hacia la puerta... quiero hablar con el señor Fu-Manchu, me manda... baja la voz intentando disimular un nombre falso... esos de ahi atras van conmigo...

Después de buscar un poco encontré una posible entrada, era una puerta vigilada por un guardia, era nuestra oportunidad.

-¡Aja! Entraremos por ahí- Dije señalando la puerta.- El ultimo se queda sin zurrar al de esa puerta.- Y me dirigí hacia la valla para poder entrar de una vez al local de las narices.

El portero te da un culatazo con el arma en toda la cara para que te apartes. Ya ha dicho que no una vez, y no parecen que estos chinos se vayan a andar con tonterías.- Tu no entras vaquero.- Dice el chino con la ametralladora sujeta.- O la chica o nadie.- Acto seguido os apunta con el arma.

Como no, mis compañeros seguían estampándose ante los seguratas... Por cosas como esas es que prefiero trabajar solo...

Tranquilo amigo.- Intente mediar con los seguratas.- Mis compañeros son algo lentos en pillar las cosas, que entre la chica.-Me gire a mis compañeros.- Por aquí no se puede entrar, pero por esa puerta de AHÍ si. Andando y con algo de disimulo. No vayamos a espantar al fumachu ese.- A ver si ahora entendían que había que entrar por la puerta trasera que había visto.

Me reí un poco. Hice un gesto coqueto de manera sarcástica mirando a mis compañeros- ya habéis oído, chicos, sólo entra la chica- y con un guiño y un beso al aire, entré en el local moviendo las caderas de manera exagerada. Mejor que mejor, que ellos buscaran otra manera de entrar, yo me quedaría con toda la diversión.