Partida Rol por web

Al beberos los tres los elexires os encontrais frescos.

Lancelot comienza a hablar: No os preocupeis habrá tiempo para todo, pero creo que lo mejor será encontrar a los dos restantes... ¿Donde pueden estar? - Los que esteis mirando hacia el cielo veis caer algo del cielo.

Kosmog, al beberte el elixir te encuentras genial de nuevo, pero a los segundos un hormigueo extraño te recorre el cuerpo. Por suerte solo un hormigueo no parece nada del otro mundo y no le das importancia pero al menos lo notas.

Despierta rodeado de agua y como si hubieras caido de un quinto piso. A tu alrededor un extenso lago te rodea, y detras un espeso bosque. En cuyas ramas puedes notar como si algo te viera.

Su duda había sido totalmente ignorada, tal vez aquella roca era un secreto del lugar, pero le molestó pensar que su capacidad de detectar magia le hubiera llevado ante otro compañero que pudiera estar en la cueva y no supiera como o porque veía cosas que luego desaparecían...

Mientras hablaban me aburria, por lo que me puse a mirar al cielo. Algo estaba cayendo. Me extrañó. No alcanzaba a ver que era. 

- Eh chicos, hay algo alli arriba. Cayendo. - Les dije al tiempo que las dagas estaban otra vez en mis manos con un simple gesto. - Alguno sabe de magia gravitatoria? - Joder... Si Diablo estuviese conmigo... - Esa magia puede detener esas caidas.  Me situé cerca de Max, por si tenia que apartarlo de alli de golpe. Con el alcance de mis cadenas era facil, y me daba la impresion que Max era de reflejos mas bien lentos. 

Zayna entornó los ojos y escudriñó el cielo en busca de aquello que caía. Automáticamente, su bastón alado apareció en su mano, casi temblando de la energía contenida. 

—¿Te vale el aire? —preguntó Zayna mientras sus pies se separaban más del cielo y aguardaba para lanzar su hechizo—. Con eso, detendré parte de la caída... —murmuró. 

Miré el objeto. Aun no distinguia que era, pero la jovencita borde que me caia bien decia que podia usar magia de aire. 

- Si es muy grande, en vez de detener parte de la caida, seria mejor desviarlo para que no nos caiga encima. - Dije sin dejar de observarlo. No sabia el tamaño, pero en caida libre, como fuese mas grande que una pelota habria que usar varios conjuros de aire.  

Hablaban de algo cayendo y Vin instintivamente cogió el amuleto de su "ahora" compañera, a punto de llamarla si hiciera falta, pues si se trataba de desviar, sus golpes no se quedarían cortos.

Las palabras de Noctis dan en el clavo, pero después de lo que habiamos visto y vivido el debería entender mis motivos para no querer quedarme en ese sitio. Yo no veía tan necesario el quedarnos a ayudarles en una misión que ya habían completado y un reconocimiento extra, aunque me dejaba un mal sabor de boca luego de ese consejo de parte de mi amigo, no quería dejar pasar mas tiempo sin comentarle al maestro Eraqus nuestra aventura. Meti la mano dentro de mi camisa por el cuello de la misma, para sujetar con fuerza mi aquel siemprejuntos amarillo y darle un uso inmediato; no quería perder el tiempo y si ibamos a estar en este mundo por mucho tiempo, al menos asegurar que ese asunto llegase a su conocimiento.

Pronto vi a ese sujeto que había tenido su pequeña riña con Zayna avisar respecto a algo que caia del cielo. Mi amiga no tardo en ofrecerse para ayudar a detener la caida de lo que fuera que fuese aquello que se aproximaba, intente distinguir a la distancia de que se trataba aquello que al parecer, amenazaba nuestra seguridad.

Veis como poco a poco lo que cae del cielo cae un tanto lejos. - Ha caido en dirección al lago... - Dice Leslie - Es raro que algo caiga del cielo así, ¿nos podeis ayudar a ver lo que es? - E instantaneamente Gwain y Jesse desaparecen entre los arboles en dirección a donde ha caido eso

Vin empezó a caminar en dirección al lago, esperando que los demás también siguieran a lo que fuera que hubiera caído, pues si no era común, podía ser o bien el compañero que les faltaba o un bicho negro de esos, o tal vez algo peor.

Observé toda la preparación de mis amigos ante el objeto que provenía del cielo con atención. Realmente esperaba que fuera Jackal quien caía desde las alturas, pues sólo faltaba él para que estemos todos. Pero el objeto tenía una trayectoria engañosa desde nuestra perspectiva, y fue directo hacia un lago que se encontraba en otra dirección. Sonaba como que algo interesante se estaba cargando aquí. Miré a Zayna antes de empezar a caminar, corroborando que ella también viniera, y luego me acerqué al chico nuevo que venía con Sieg.

- Disculpa- dije poniéndome al ritmo de Vin- Mi nombre es Noctis. Creo que aún no te has presentado con nosotros, y escuché algo sobre lo que dijiste que captó mi atención. Si hay oportunidad, me gustaría ver esa "piedra mágica" de la que hablabas. A menos que el problema se presente ante nosotros a continuación, seguro sería un buen lugar para descubrir las particularidades de éste mundo.

Ignoré el hecho de que el Rey Jesse y Gwain salieron echando humo hacia la dirección del lago. Parecían ser tal para cuál, y seguro iniciarían una batalla pronto, sin importar si era un Sincorazón u otro de nuestros compañeros. Su alineamiento les hacía comportarse al estilo "pega primero, pregunta después". Aquello era desesperante, pero me daría tiempo para analizar la situación desde lejos mientras ellos iban al encuentro.
 

Vin miró a Noctis y poniéndose de cara al grupo sin dejar de caminar hacia atrás hizo el saludo típico de su mundo, estirando los brazos hacia abajo, y recogiéndolos dibujando una esfera a la altura de su estómago, inclinándose ligeramente después - soy Vin Adcoor, encantado, espero serios útil, aunque no tengo duda de ello - se volvió a girar para caminar normal antes de seguir hablando - en cuanto a la piedra, estoy seguro que su majestad sabrá más que yo - dijo mirando de reojo a la chiquilla - primero deberíamos asegurar el lago, sería descortés no asegurarnos de que todo está en orden, pero además de eso, algo en todo esto no me da buena espina...

—Yo iré a ver qué es eso que cayó del cielo —dijo Zayna, entre preocupada, con los nervios de punta y, también, llena de curiosidad—. Por favor, ¿alguien me puede guiar para llegar? —se atrevió a preguntar después. 

Lo de la piedra mágica le llamaba la atención, pero quizá su labor era más útil en el lago. Aún se consideraba una nueva maga en prácticas. No tenía suficiente noción como para ayudar con grandes tareas místicas. Pero antes de marcharse, volvió a presentarse, para el recién llegado: 

—Yo soy Zayna —dijo, y le devolvió el saludo como él hizo, esperando haberlo hecho bien. 

Apresuré el paso, viendo que Zayna parecía interesada por ir al lago. Ni de broma pensaba a dejar que saliera de mi rango de visión. No deseaba separarme de nuevo tan rápido de ellos. Aunque había trabajo que hacer, y técnicamente estábamos perdidos hasta que llegaron las personas encargadas de buscarnos, quería considerar mi estadía en aquel mundo como un descanso. Era como trotar luego de una larga maratón corriendo.

- Andando entonces. Sólo hay que seguir el rastro de ramas partidas y hojas pisadas que aquellos dos entusiastas van dejando por el camino- apunté a Zayna, aunque quizás no todos fueran capaces de notar aquellas cosas. Era parte de mí estar atento a mis alrededores y sacarle provecho- Déjeme ser su guía. No olvide nuestra promesa- dije con un tono servicial y gentil a Zayna, recordando nuestra charla hacía un tiempo y la emoción de su voz. Rápidamente me puse a buscar los rastros que llevaban hacia el lago y emprendí camino. 

Zayna observó cómo Noctis tomaba la delantera y le siguió en silencio. Hizo que su báculo emplumado desapareciera como si nunca hubiera estado ahí y flotó como un globo detrás del caballero negro. 

Aunque contenta de que Noctis decidiera ser su guía, había algo (como tantas, tantas, tantas cosas desde que dejó de ser genio embotellado) que no entendía del todo. Así que tras unos segundos en silencio, mientras caminaban hacia el lago. 

—Noctis... ¿Por qué ahora me tratas de usted? ¿No se hace eso cuando tratas con alguien de forma más distante?

¿Quizá era que no entendía cómo funcionaba esa forma de hablar? Aunque, también había algo que había querido decirle desde hacía tiempo. 

—Yo tampoco la olvidé —dijo entonces. 

Ni tampoco había olvidado lo sucedido en ese reino oscuro. Lo que sucedió cuando ella estaba sola. Sabía que necesitaba contarselo pero... ¿cuándo? No ahora, con tanta gente, desde luego. 

La relación que había hecho Zayna fue como un golpe crítico. Yo no era un experto haciendo bromas, incluso tenía que esforzarme por entender algunas. De la misma forma, ella no captaba algunas cosas, como mi intento de hacerle gracia con mi tono caballeroso. ¿Cómo le explicaba? No podía permitir que se confundiera con respecto a mí.

- Lo siento. No es nada de eso. Así es como hablan en mi reino. Denota respeto, formalidad. Sólo...estaba actuando. Lo siento si no se entendió...-realmente no sabía de qué forma explicarme bien, y temía que algo de lo que dijera volviera a ser malinterpretado. Me tomé un segundo para mirarle y responder- De ninguna forma buscaría distanciarnos. Es todo lo contrario...-¿aquello sería suficiente? Seguí caminando con gesto serio. Suponía que Zayna había estado a mi lado en el mundo oscuro, pero al parecer no había escuchado nada de lo que yo había dicho en ese mundo. Realmente deseaba que sí lo hubiera hecho, pues no era fácil explicar aquella situación.

Jessie y gwain salieron escopeteados a ver que era. Suerte que cayó lejos, porque casi aprecia que se nos venia encima. Como todos estaban yendo, agarré de los hombros al pequeño Max y lo encaré en la msima direccion. 

- Vamos chico. No te querrás perder el " regalo del cielo " no? - Dije bromeando, pues deseaba que no fuese un aerolito. Aunque dudaba que en este mundo tan natural hubiera algo asi como maquinas voladoras.