Partida Rol por web

Knights Code [+18]

Capitulo 4: Viejas Deudas

Cargando editor
11/09/2020, 00:28
Caos

 -Oh, pues en ese caso espero ansiosa que si eres designado como rey hada vengas a visitarme seguido... Estaría encantada de ver que tanto te hace crecer eso -respondió con un tono más seductor y travieso qué bromista...

 Caos no mentía cuando dijo que se quedaría viendo mientras lo intentabas, y tampoco mentía cuando dijo que luego del quincuagésimo fallo te empezaría a desnudar... ¿Pero como era posible realizar un ataque de caos capaz de recorrer tanta distancia con tanta precisión...? Sin importar cuanto lo intensases, todos y cada uno de los ataques terminaban siendo devastadores de gran tamaño, pero lo que tu necesitabas era algo más... concentrado...

 -Ji, ji... -reiría la chica luego de que, tras muchos intentos fallidos, había cumplido su palabra y te había dejado completamente desnudo... -. Fío, Fío... -susurraría tu nombre mientras se colocaba delante de ti, pegándose a tu cuerpo a la vez que subía una pierna hasta tu cintura para rodearte con ella de manera seductora mientras sus manos acariciaban tu pecho y rostro. -. Espero que no te importe si me divierto un poco... Pero no pares por mi, ¿esta bien? Quiero que continúes practicando en todo momento... -dijo con una sonrisa de oreja a oreja antes de empezar a morder suavemente tu cuello, todo a la vez que su ropa comenzaba a caerse en pedazos hasta desaparecer. Por si no fuera suficiente, podrías sentir como desde el suelo empezaban a surgir algunos tentáculos hechos de caos... Estaba claro que aquella entidad Caótica no se contendría a la hora de satisfacer sus deseos...

 El tiempo continuaría corriendo fugazmente, con avances minúsculos en la prueba que te llevaba a saber que tarde o temprano podrías lograrlo si continuabas intentándolo, ¿pero cuanto tardarías en llegar a eso...? Por lo menos a Caos no parecía importarle en lo más mínimo el tiempo, pues no se cortaría a la hora de explorar tu cuerpo con el suyo y llevar a cabo todo tipo de actos lascivos mientras entrenabas, obligándote más de una vez a adoptar distintas posiciones que podrían facilitarte o no el apuntar, siendo que llegados a ese punto a ella le daba igual si aquello era de ayuda o no, solo quería pasar el rato, un rato eterno...

 -¡Aahh...! -otro de incontables gemidos resonó en aquel vacío luego de que Caos llegase nuevamente luego de muchos movimientos frenéticos... Con una sonrisa que no le quitaría nadie y la respiración acelerada, pues incluso para ella haber pasado tanto tiempo exprimiendote era agotador... La chica se tumbaría en el suelo para tomarse un breve descanso, uno de muchos que para ti resultaban insignificantes teniendo en cuenta el tiempo que pasaba en acción luego... -. Debo admitir que... eres bastante terco... De verdad no paraste ni una sola vez de entrenar... -destacó entre leves risas. -. ¿Qué es lo que te motiva...?

Cargando editor
11/09/2020, 01:39
Faith Edrielle
Sólo para el director

Viendo la reacción de Ordinem, esperaba que realmente fuera uno de sus puntos debiles, la paciencia, y realmente pareció ser así, pues de decirle que esperase mezclado al pudor que sentía empezó a atacarme sin sentido alguno a puntos que me daban igual que me atacara - ¿Lenta? ¿Torpe? ¿Me está llamando plana? - No me podía creer que hubiera sacado de sus casillas a Ordinem. Y para más inri me dió aquellas bragas negras para cubrir "mi cuerpo entero"

Cuando terminó de hablar no pude evitar reirme a carcajada completa, tanto que me tiré al suelo pataleando de tal escena que había montado en un momento Ordinem por simplemente picarle con la tardanza y un poco de picardía. Incluso hasta revoloteaba las bragas sin parar una y otra vez.

-No puedo creer que el señor que representa a la luz, reaccione como un crio ante una petición tan normal - terminando de reir reconocí ante mi risa - Pero bueno, si quieres ver mi despliegue, y tan poco te importa mi desnudez... Te propongo un trato:

Acto seguido transformé las bragas en un traje completo que fui colocandome mientras se transformaba - Ya que tantas ganas tienes iré en serio a descubrir tu punto debil, pero a cambio tu también tendrás un rato, ya que tan poco te importa que esté desnuda durante el entreno: Desnudame. - dije abriendo los brazos y mostrando una determinación muy segura en mi, tan segura que practicamente decía "No eres capaz".

-Pero solo podrás usar tus armas para hacerlo. Si eres capaz de hacerlo antes de que yo descubra tu punto debil, te daré un regalo sublime. Pero si no, me concerás una petición. Tranquilo que no será más allá de algo que nos incumba a los dos, tanto el regalo como la petición. - Entonces poniendome en posición de combate extendí las alas mirandole con una mirada decisiva y desafiante

-Espero que aceptes, porque sino te llamaré gallina todo lo que quede de entrenamiento - y obviamente no le iba a dejar retroceder. A fin de cuentas solo tenía quitarme todas las prendas de ropa rompiendolas, para el no sería tan facil... ¿Verdad?

Error, solo era una ayuda hacía mi. Mientras yo iba a ir atacando de forma que buscara carencias fisicas o psicologicas en cuanto a las acciones, atacaría de forma verbal cuando el rasgara algo de mi ropa, siendo que si rasgaba algo que no me descubriera, le intentaría hacer enfadar por ser un gallina y decirle que es incapaz de verme desnuda... Pero al contrario si me rasgaba una parte que mostrara partes intimas de mi cuerpo, me acercaría a el agarrandome cual mujer indefensa aprovechandome de la situación para decirle cosas como: "Vaya, creía que eras más amable" o cosas como... "No sabia que te gustaba esa parte de mi... ¿Quieres ver más?" Provocandole tanto de forma activa como pasiva aumentando la perversión o culpabilizandole por la suya propia

Cargando editor
11/09/2020, 22:35
Cytla Calatia

Lo noté, noté como en una fracción de segundo la cara de Glaius se transformaba en un poema ante mi respuesta del sarcasmo/broma/ironía que fueron sus palabras sobre su comentario de la mano amputada. Y sinceramente, durante un par de segundos me hizo esbozar una leve sonrisa... Pues al final no sería tan insensible el nigromante, se le puede hacer cambiar la expresión de su rostro. Y sobre mi pregunta de si me había visto tonta alguna vez... quizás tomó la decisión más segura de todas, que era no decir absolutamente nada... aunque ese era un arma de doble filo; no dijo nada que me enfadase... pero ahora sabía que si había alguna ocasión en la que le parecí tonta.

Luego de eso, escuché con atención su explicación sobre la nigromancia, el poder de los nigromantes y los factores que le afectaban, y el valor y poder que podían tener las partes de sus cuerpos. Ahí no dije nada, simplemente tomé mucha nota mental de toda esa información que me había dicho... al fin y al cabo, yo no era la más versada en la magia de este castillo y no sabría comentar nada sobre ello; pero si que por ese motivo anotaría en mi memoria cualquier información respecto a cualquier clase de magia que me podría servir en el futuro. Además... estoy segura de que Glaius agradecería el silencio por mi parte.

A partir de ahí, es cuando empecé a hablar... y luego, comenzar a romperme por dentro con las lágrimas ya cayendo sobre mis piernas mientras mi cuerpo temblaba levemente, como si fuera una presa llena que ha encontrado grietas para empezar a desbordarse. En principio, solo me limité a llorar sola, sollozando mientras Glaius parecía guardar silencio mirando hacia delante... Tal vez para no verme llorar por ser algo incómodo o porque estaba pensando seriamente que hacer, si tratar de decir algo que me aliviara o que se arrepentía de haber aceptado escucharme.

Hasta que entonces, mis lloros cesaron un par de segundos por la sorpresa de empezar a escuchar ruidos raros que casi parecían un masaje en la espalda haciendo crujir las vertebras. Y bueno... realmente era algo parecido a eso, pues al girarme a Glaius que era de quien salían esos ruidos, vi como un conjunto de huesos salían del cuerpo del nigromante rompiendo sus ropajes y dejando la mayor parte de su torso al desnudo. Sinceramente estaba tan confusa mirándole de arriba a abajo con lo que estaba haciendo que me resultaba difícil continuar triste... ¿quizás ese era el objetivo de Glaius de tal despliegue óseo? Y ojo, estaba anonadada... no asqueada, realmente no me daba grima ni espanto, solo me confundía. Los huesos se convirtieron en una especie de falanges de una mano esquelética gigante... Las cuales empezaron a rodearme suavemente, como si fuera una mano sobre el hombro pero versión macabra.

Le fui escuchando mientras los huesos me envolvían, entendiendo por sus palabras y su actitud... que esto seguramente sería lo más parecido a un abrazo que el nigromante me iba a dar, así que lo acepté y dejé que lo hiciera, sintiéndome envuelta y acercándome más a él -Lo se...- respondí cuando dijo que la vida era injusta... si lo sabría yo ya. Continué escuchándole, reposando mi cabeza sobre uno de los huesos como si fuera el hombro de Glaius, tratando de relajarme y por lo menos dejar de sollozar un poco -Gritar grito mucho... llorar me cuesta más...- le respondí a Glaius sobre esas palabras, asintiendo también a sus palabras sobre que solo yo podía decidir lo que sentía, no estar dependiendo de los demás -Tienes razón... gracias...- le agradecí sus palabras... aunque pensando algo más... y entonces... solté una risa cansada -Je... mira que romperte y perder la ropa para animarme... en mi anterior trabajo, hacer eso solía significar algo distinto, y la cosa acababa de otra forma...- le confesé, recordando como funcionaba eso de "animarme" cuando ejercía mi "antigua profesión" -Tendré que conseguirte algo para sustituirlo, creo que tengo en mi tienda la túnica del brujo Cuervo Carmesí en algún lado... o arreglarte esta con algo de hilo y aguja... de ambas formas... sería gratis...- le dije... pronunciando una palabra que en contadas ocasiones pronunciaba -Esta vez no vas a perder nada... pero te aseguro que has ganado algo... gracias Glaius...- le terminé agradeciendo girando la cara para verle, esperando mirarle a los ojos aunque sea un poco.

Cargando editor
13/09/2020, 19:56
Baeric Griffith

Artanis estaba claramente borracha, solo había que verla ensimismada mientras toqueteaba y jugueteaba con el cabello del caballero halcón, el cual llevaba a la princesa con cuidado de vuelta al castillo. Parecía estar más animada, pero ciertamente era el efecto del alcohol, capaz de entumecer los sentidos y alejar los pensamientos, mañana sería el día difícil, pero por ahora…mejor cuidarla y evitar que se hiciera daño de alguna forma.

Una vez llegaron al castillo y a los aposentos de la susodicha princesa, Artanis se tomó algunas libertades, cambiándose tras su biombo y actuando de forma muy relajada…al menos hasta que apareció en ropa interior provocando que Baeric alucinara durante unos segundos al tener aquella “visión” frente a el. En un principio apartó la mirada por respeto, pero luego…no podía evitar clavar la vista en ella. Era hermosa, perfecta en todos los sentidos, una auténtica princesa, ¿o  más bien reina?

Estaba borracha, se le podía notar en su voz, pero lejos de decirle algo o darle una reprimenda, Baeric permitió que se recostara contra su armadura mientras ella le ordenaba que se quitara la armadura.-¿Alteza?...-Preguntó un tanto extrañado en un principio, alucinando ante aquella indecente proposición. Aquello podía costarle la cabeza, ¿tener tal deshonor de desnudarse frente a ella, así de buenas?...pero otra parte de el lo deseaba, su corazón latía impacientemente a pesar de no poder sentir los latidos del susodicho, pero terminó asintiendo, el caballero se alejó unos centímetros y comenzó a quitarse la armadura con cuidado.

Aquella maravillosa armadura plateada, impoluta a causa de los atentos cuidados de Baeric terminó reposando en el suelo, junto a la entrada, se quitó las piezas de la armadura una a una, dudando al principio, pero terminó actuando con serenidad hasta quedarse frente a ella con una camisa blanca y unos calzones anudados.

No podía evitar clavar sus pálidos ojos en los de ella, mirándola en silencio. Podía tomarla ahí mismo si se lo proponía, pero era su caballero de brillante armadura y jamás la dañaría. Puede que Baeric fuera un mentiroso y que pisara a todos para cumplir sus objetivos, como al difunto rey o al príncipe…¿pero a ella?, nunca la dañaría.

Cargando editor
14/09/2020, 10:17
Alanís Cromwell
Sólo para el director

-Duermo en la habitación continua...dormir aquí sería inapropiado para con tu privacidad. Pero las habitaciones están conectadas por esta puerta de aquí, por lo cual puedo entrar en caso de emergencia.

Cerró los ojos para tranquilizarse, con un muy leve rubor.

-Sin embargo. Son circunstancias especiales, el rey ha muerto y en general todo se siente más peligroso que nunca. Si algo más debe suceder es probable que lo haga esta noche cuando los espíritus de todos están relativamente bajos. Si además es tranquilizador para ti, entonces permaneceré aquí hasta que se calmen las cosas y recuperes tus recuerdos.

Tomó unos momentos para recorrer la estancia, y comprobar cada rincón, armario e incluso debajo de la cama, con aire desconfiado, además de chequear el baño. Luego de esto, trabó la puerta desde dentro al igual que las ventanas, y asintió, procediendo a revisar su propia habitación y repetir el proceso de forma diligente. Cuando finalmente estuvo satisfecha, volvió a acercarse, parándose en el umbral entre las habitaciones.

-Por ahora, deberías prepararte para dormir, recomendaría que se preparara para tomar una ducha. Si me disculpa, tomaré una yo rápidamente. Por favor, no dejes el recinto que compone ambas habitaciones mientras tanto.

Cargando editor
17/09/2020, 11:41
Fío Edrielle
Sólo para el director

Con una clara rojez en sus mejillas, se dejó desnudar por completo tal y com había dicho Caos que haría, pero no cesó en su empeño de practicar por mucha vergüenza que sintiera... Hasta que el ente decidió que era hora de divertirse con el nuevo cuerpo de Fío. -Q... ¡Eso no!... Pero era tarde, Caos ya estaba haciendo de las suyas con su cuerpo y al hada le estaba costando horrores concentrarse por culpa de ella. Lo estaba forzando de nuevo a tener sexo, adoptando posturas realmente incómodas en algún que otro momento si quería seguir entrenando, estaba quedando exhausto... ¿Como frenarla? Aquello no tenía fin y debía seguir entrenando pero la mente se le nublaba por momentos entre jadeos y gemidos proferidos también por el, maldita sea, ¡Tenía sentimientos! Justo antes de que cayera en la trampa de la chica esta decidió tomar un descanso, lo que dio un respiro al hada que aún miraba hacia la diana, apuntando de nuevo y lanzando el caos en un intento fallido de nuevo. Jadeaba y sus piernas temblaban, pero no se rendía.

-Sa...Sacarte....de aquí... y.... s...salir y... ver a... mi hermana... La miró aún falto de aire, recuperándolo poco a poco mientras los largos mechones de cabello caían por sus hombros. Entonces volvió su mirada hacia la diana y por muy cansado que estuviera, siguió intentándolo. No pararía hasta que acertara o Caos le diera permiso para un respiro, porque si fuera por el, seguiría hasta que su cuerpo colapsara del todo. 

Cargando editor
21/09/2020, 04:23
Ordinem

 Aunque en su momento se le veía bastante subido, no fue capaz de evitar acompañar tus carcajadas con las suyas, como si todo aquello se tratase de una broma entre ambos. No sería hasta que lanzases aquella propuesta que él volvería a adoptar una aptitud más seria, pero conservaba su sonrisa.

 

 -Conque así será… Está bien, acepto tu propuesta -respondió sin dudar luego de tu última provocación, apuntándote con una de sus armas a modo de desafió. -. Muestra de que eres capaz...

 Con una sonrisa de auténtica emoción, Ordinem adoptaría una posición de combate listo y preparado para llevar a cabo aquel entrenamiento tan particular, siendo que por lo que había mostrado podías hacerte perfectamente la idea de que hacer y como jugar con su mente hasta que se debilitase y revelase sus puntos débiles tarde o temprano, pero nada te prepararía para que, luego de dar el primer movimiento, Ordinem apareciese a varios pasos detrás de ti girando una de sus armas en su mano, siendo que al detenerla de la empuñadura toda tu ropa se caería rota limpiamente por cortes mínimos y exactos, siendo que había cortado lo justo para desnudarte en la menor cantidad de cortes posibles y sin que sintieras siquiera el roce del arma. 

 -Uhmm… Oh, ¿he ido demasiado rápido para ti? Lo siento -se volteó a verte con esa sonrisa tonta y confiada en el rostro mientras reía. Tal vez se había cargado una parte esencial de tu plan al haberte desnudado completamente y no darte oportunidades para irle provocando, pero eso no significaba que el combate había terminado… ¿Cierto…?

Cargando editor
21/09/2020, 04:42
Caos

 La sonrisa de Caos se extendería al escuchar tus motivaciones para soportar todo aquello, habiendo entendido ya en ese punto tu terquedad y determinación para cumplir tus objetivos a pesar de que pareciese inútil…

 -Creo que te esfuerzas demasiado… -sin dejar pasar aquella oportunidad para ponerte nuevamente a prueba, Caos se acercaría por detrás de ti para abrazarte y pegar sus cuerpos, lo suficiente para poder susurrar suavemente a tu oído y que su voz te penetrase. -. ¿Por qué molestarte tanto por los demás…? Nadie agradecerá todos los esfuerzos que estás haciendo por no herirlos, pero entiendo que no quieras significar un peligro para nadie… ¿Por qué no dejas eso de la diana y te quedas aquí conmigo, todo el tiempo que quieras…? -aunque sus palabras sonaban como otra de sus tentaciones y juegos, te percatarías de que el caos a su alrededor empezaría a escalar por el cuerpo de ambos para arrastrarlos y empezar a hundirlos muy lentamente en el suelo, como si el mundo intentase consumirlos. -. Ya te has ganado mis respetos, ¿que más necesitas…? Vamos, olvida esa idea tonta de sacarme de aquí y toma un pequeño descanso…

 Llegados a ese punto donde el caos se pegaba a tu cuerpo podrías decir con seguridad que de tomar “un pequeño descanso” no saldrías nunca de ese lugar, pero debías admitir que tu cuerpo y mente no eran inquebrantables. Aquello era la última oportunidad que te daba el caos, una donde debías darlo todo o no conseguir nada: Debías volverte uno con el caos, manejarlo, y realizar un ataque concentrado que no dañase más que aquella minúscula zona de la diana...

Cargando editor
21/09/2020, 04:53
Príncipe Arthas

 Aunque al principio tus palabras sonaban a que buscabas una explicación para negar su petición, lo que ocasionaría una expresión de decepción y vergüenza en el príncipe, que aclarases la situación especial en la que se encontraban y cómo ello te permitiría acompañarle sin que se viese mal devolvería la sonrisa al príncipe.

 En completo silencio, Arthas te vería estudiar y cerrar ambas habitaciones intentando no estorbar de ninguna forma, siendo que cuando finalmente habías acabado atendería a tu consejo.

 -Muy bien, esperaré aquí entonces -aclaró el príncipe con una de sus inocentes sonrisas antes de que te fueses a asear.

 Siendo aquel seguramente uno de los baños más rápidos que habías tomado en tu vida, al salir ya presentable te encontrarías al príncipe en bata mirando a la luna con cierta nostalgia a través de una de las ventanas, sin llegar a abrirla y manteniendo cierta distancia de ella.

 -Oh, ya saliste -te dirigió la atención con una de sus sonrisas. -. No me tardaré mucho. Creo que aún recuerdo cómo tomar un baño -comentó con cierto tono bromista intentando tomarse su estado con algo de gracia, siendo que entonces sería él quien tomase lugar en el baño.

 Luego de varios minutos, durante los cuales no sucedió nada que pudiese resultar en otro evento alarmante, el príncipe saldría secándose el cabello con una toalla mientras el resto de su cuerpo era cubierto por la bata. Usando un poco la lógica que le quedaba debido a la falta de memoria, fue hacia el armario para buscar un pijama el cual colocarse tras el biombo, siendo que finalmente saldría listo para descansar.

 Terminaría entonces tumbando su cuerpo boca arriba sobre la cama luego de haberse sentado sobre uno de los bordes, acomodándose de forma que media cama quedase completamente libre.

 -Uhm… ¿Dormirás con la armadura…? -preguntó con notable inocencia y ligera curiosidad. Sería entonces que tu cabeza empezaría a trabajar y te percatarías de que tal vez el príncipe no deseaba que le vigilases mientras dormía, si no que te acostaras y durmieras junto a él…

Cargando editor
21/09/2020, 05:35
Glaius

 El nigromante no juzgaría tu proceso de reacción a su inusual acto de apoyo, siendo que luego de tu pequeña confusión te dejaría colocarte cómoda entre los huesos mientras seguía escuchando tus respuestas… Palabras cortas pero con el peso suficiente, algo del agrado de Glaius.

 -Por favor, cállate… -pero no tardarías en poner a juego la paciencia del nigromante al comparar aquel momento con alguno de tu anterior trabajo; en lugar de encontrarse molesto, simplemente parecía cansado de escuchar chistes de doble sentido. Pero por más que muchos de tus comentarios escapasen de su atención o interés, que te ofrecieras a darle algo gratís le llevó a girar la cabeza para verte como si se tratase de algo demasiado bueno para ser cierto, siendo que luego de tu agradecimiento podrías mirar directamente a sus ojos rojos. -. No hago esto para ganar nada, lo hago simplemente porque lo veo conveniente…

 Concluyendo con aquellas palabras mientras desviaba la mirada, Glaius recogería la mano esquelética de su espalda hasta ocultarla nuevamente. Con buena parte de sus ropajes destrozados era fácilmente ver cómo su cuerpo se regenera por sí solo luego de que los huesos se ocultaran y prácticamente desaparecieran en la nada, momento en el que el nigromante se pondría en pie.

 -Si ya te encuentras mejor, creo que es momento de que te duermas… -comentó esperando que ya hubieses tenido suficiente de su apoyo como para poder retirarte y dejarle solo...

Cargando editor
21/09/2020, 05:38
Princesa Artanis

 La heredera al trono ni siquiera diría más palabras, confiando en que sus órdenes serían suficientes para que las obedecieses y acabases despojado de tu armadura frente a ella, siendo que en aquel estado recibirías una mirada realmente indecente por parte de la princesa que te estudiaba de pies a cabeza.

  Una vez habías cumplido su petición, ella te dedicaría una traviesa sonrisa antes de guiarte por la habitación hasta su cama, empujándote para hacerte tomar asiento sobre la cama y poder sentarse sobre tus piernas, acariciando tu pecho cubierto por la camisa mientras exploraba tu cuello con suaves besos y lamidas, llegando a explorar tus músculos con sus suaves dedos sin que tu realmente fueses consciente de ello, pues a pesar de verla eras incapaz de sentir su tacto o peso sobre ti…

 -Deja que te de una recompensa por tu arduo trabajo… -propuso con una traviesa sonrisa antes de bajarse de ti para arrodillarse entre tus piernas, buscando bajar la ropa interior para dejar salir lo que ocultaba y… dar comienzo a una muy agradable y frenética noche…

 El tiempo pasaría fugazmente luego de comenzar, siendo que podrías descubrir una nueva cara de la princesa donde te pediría hacerle todo tipo de cosas impropias de alguien de su posición, disfrutando que la usases tanto como quisieras hasta que finalmente ambos se tomaron un breve respiro para recuperar energías.

 -Baeric… -Artanis se veía totalmente perdida y complacida, con una mirada lujuriosa y unos ojos de enamorada que no le quitaría nadie mientras disfrutaba de apoyarse en tu cuerpo entre jadeos, acariciando tu pecho desnudo mientras subía una de sus piernas sobre ti. -. Vamos, no dejarás a tu princesa así, ¿verdad…? Ven, dame todo lo que tengas… -pero perdida en aquellos deseos, la princesa era incapaz de enterarse de algo que solo tu podrías transmitir con palabras…

 A pesar de que tu cuerpo reaccionaba naturalmente a todos los estímulos que había recibido hasta ahora, como el cansancio o “la presión”, podrías decir con total seguridad que no habías sentido absolutamente nada luego de varias “rondas” con la princesa. Que ella te pidiese, no, te ordenase hacerle todo tipo de cosas de manera agresiva te daba libertad para intentar sentir algo, pero sin importar que hicieses eras incapaz de sentir la suavidad de su piel, las caricias de sus manos y otras partes, la calidez y humedad de su cuerpo… Estabas en medio de una de las mejores noches de tu vida, pero no podías sentir absolutamente nada físico...

 -¿Y bien, Baeric…? -llegando a morderse los labios, la princesa se apartaría para darse la vuelta y enseñarte su “retaguardia” en alto, de manera provocativa. -. ¿Listo para más…?

 ¿Pero como intentar negarse llegados a ese punto y que no quedar mal ante tu señora…?

Cargando editor
21/09/2020, 17:11
Faith Edrielle
Sólo para el director

Aceptando pues mi trato, por dentro mi sonrisa se volvía más altiva y taimada. Había picado de lleno en mi provocación, dando así que descubriría más puntos debiles como... Su orgullo, su soberbia, su impaciencia, su altanería... Tenía demasiados puntos debiles de personalidad, que apretandolos adecuadamente podría abrir una brecha en su defensa. Una defensa que por otro lado no escatimaría en poder abrirla.

Tal y como el destrozó mi nueva ropa hecha añicos que cayó al suelo. Rápidamente me cubrí - Aaaaaaaaah - Me giré y empecé a darle golpecitos - Serás imbecil, pervertido, aguafiestas, no sabes aprovechar ninguna oportunidad, tonto, idiota. Y encima no me has hecho ni una sola herida con lo que resalta más aún lo pervertido que eres - cual niña pequeña empecé a reprocharle todo sin parar, pero me detuve poniendo una mano en su pecho.

-Pero... un trato es un trato. Y yo siempre cumplo - cambiando mi tono de voz y mirando al suelo, empecé a caldear el ambiente con aquellas palabras dichas de forma sensual. Y no me contuve - Ahora me toca recompensarte por tu gran perversión - Ya que era algo que muchas veces había fantaseado con Fio, ahora tenía cien por cien claro que iba a hacer. Empujandolo pues levemente lo llevé hasta un punto de apoyo (pared y si no hay intento crearla*). En ese momento aproximo mi cara transformandola en una cara de total perversión y dominación - Y te la voy a dar como corresponde - hablandole a apenas dos centimetros de que la punta de su nariz toque la mía, mirandole fijamente a los ojos con una mirada sensual y penetrante.

-Espero que no te importe dejar el reto para un poquito más tarde - y antes de que pudiera reprochar le besé sin previo aviso siendo que incluso jugué con su lengua guiando yo mientras mis manos iban acariciandolo hacia abajo lentamente, una agarrando la muñeca de su mano y la otra directamente apretando su sexo fuera cual fuera. - Que pena que no haya una cama para hacerlo más comodo ¿No? Aunque si te da igual tenerme desnuda igual te da igual que sea en una pared. Transformé mientras decía todo aquello su ropa en unas bragas que acabé por quitar y lanzar por encima de mi hombro - Ahora estamos a la par - y de nuevo me lancé dandole otro beso mientras buscaba sus manos para elevarlas y dejarlo un tanto más indefenso**

Notas de juego

*ya me dirás si tengo que tirar XD

**paro aquí por si Ordinem crea cama o algo, pero vamos, la intención es la que hablamos, que Faith "viole" a Ordinem siendo ella la que lo domina.

Cargando editor
21/09/2020, 19:02
Alanís Cromwell
Sólo para el director

-Lo haría en casos de estar en territorio enemigo, pero esto resiente el cuerpo y en general disminuye la capacidad de descansar.  Con permiso.

Alanís respondió esto tras cruzar el umbral a su habitación, y trayendo un armatoste de madera y metal sencillo arrastrándolo con facilidad aunque se veía pesado. Lo dejo junto al marco de la puerta, del lado de la habitación real. Traía un paño sencillo y una cubeta con agua y un banquillo en un segundo viaje rápido a su lado de la estancia, que dejó junto a lo anterior. Fue colocando las piezas con parsimonia luego de dedicar unos en limpiar las partes que se quitaba de la tierra, la sangre, y en general, el día y la lucha. Hizo esto en silencio, pero minuciosamente, hasta que coloco la última pieza ahora más reluciente en su sitio. Se puso en pie cuidando de ser silenciosa, luciendo las ropas formales que normalmente la armadura ocultaba, aunque le faltaba el retoque de las ceremonias formales y demás.

La lanza descansaba tras recibir el mismo trato de la armadura, apoyada en la pared.

Se giró entonces, esperando encontrar al chico dormido para ir a disponer del cubo y el paño, pero en cambio estaba observándole aún y no estaba ocupando el lecho de forma central. Parpadeó unos segundos. Luego otros más.

...

...

-Ma-majestad, dormir de esa forma con alguien podría traerte problemas... -Alanís movió la cabeza de modo lento y caso autómata, dando una última mirada general a la habitación, y cerrando la suya propia con llave desde adentro. Quería decirle sobre lo indebido que era algo así. Pero a la vez imaginaba que su respuesta sería sentirse mal al respecto. Por hoy no...sentía que pudiera lidiar con esa mirada una vez más. -...muy bien. Sin embargo estaré bien descansando de esta forma, solo en caso de que se presente alguna eventualidad. 

Para ese punto ya no tenía idea de que iba a decirle cuando recordara. Estaba abusando demasiado de la confianza tenida cuando el príncipe estaba en un momento tan vulnerable. Lo correcto por donde se mirase era que tratará de ser más ruda y mantuviera distancias, y estaba segura de que eventualmente cuando esto pasará, habría hecho lo correcto. Pero quizá el día había hecho demasiada mella en su estado mental. Solo...quería que el día terminara.

Si, solo eso. No había retrocedido a ser una persona que sencillamente fuese a disfrutar un momento tan infame para el reino en base a pensamientos egoístas.

Tras apagar las luces de la estancia y mirar una vez por el cristal de la ventana escudriñando el exterior, finalmente se aproximó a la cama y quitó los zapatos bajos y simples que portaba en lugar de las arenas y se estiró en el lado libre de la cama.

-Buenas noches...por favor descansa bien.

No sé cubrió, sino que estuvo boca arriba, con las manos juntas sobre el estómago, en general en una postura que aunque debería se relajada, solo podía transmitir tensión de verla. Cerro sus ojos algunos instantes, quizá un minuto para no general alarma. Luego las pupilas luminosas volvieron a destacar en la oscuridad.

Estaba tremendamente cansada del día.

Había ido de acá para allá en sus deberes.

Había soportado las tonterías de Cytla tratando de justificar sus pataletas como buenas intenciones.

Había visto al rey morir.

Había perdido cincuenta años de...no sabía cuántos tenía. Quizá en longevidad ahora estaba en un nivel ligeramente superior al de un humano con el tiempo perdido. 

En ese momento además, tenía frío al no taparse. Y no quería hacerlo, porque eso le ayudaba a mantenerse despierta. Probablemente lo mejor que podía haber ahora era dormir, pero no había forma de que pudiera a pesar de estar exhausta. Escuchaba cada respiración suave a su lado de forma tan estruendosa, que mandaba a volar todos sus pensamientos. También estaba nerviosa de que al dormirse algo fuera a suceder, que dejara a Arthas aún peor. No sabía en quien confiar o no, donde podía haber un traidor o no...y entre todo esto, quizá lo que más le pesaba es que esto de perder sus recuerdos le sucediera a él. ¿O quizá la parte que realmente le molestaba es que no le recordara?

Mi mente se rompió en pedazos...

...luego esos pedazos se convirtieron en polvo mientras trataba de juntarlos...

...y ahora se fueron volando y se esparcieron entre las estrellas del cielo...fiu~ fiu~...

Se preparó para una noche en vela, manteniéndose lúcida de a ratos. Muy callada, pretendiendo que no existía, y tratando de mantenerse tan quieta como el silencio de la noche...que apenas escuchaba entre cada respiro ajeno.

Cargando editor
22/09/2020, 00:25
Cytla Calatia

Cuando el nigromante no pudo evitar pedirme por favor que me callara y dejara de hacer chistes de doble sentido con mi anterior trabajo, no pude evitar reírme levemente mientras seguía apoyada en sus huesos con los ojos entrecerrados -Jeje... tranquilo Glaius... Ya no trabajo de eso, no te tienes que preocupar... no te cobraría por horas...- no pude evitar decirle una bromita más antes de separarme de sus falanges esqueléticas -Vale, ya paro... perdón... a ti te es fácil sacarte huesos del cuerpo... a mi me es fácil sacar chistes con doble sentido... Si te molestan no los haré más, lo juro- le dije al nigromante.

Y para mi sorpresa... el hombre se giró a mirarme cuando dije la palabra "gratis" -Vaya... he logrado sorprenderte... me lo tomo como un logro...- le dije mirándole a los ojos y escuchando su respuesta con una media sonrisa -Pues... yo veo conveniente que tengas ropa nueva después de rompertela... ¿te parece bien?- le pregunté a Glaius.

Al final el nigromante quitó la mano... razón por la que buscar comodidad y ya sin tenerle a él para apoyarme, me tumbé en la cama un poco, mirando con los ojos entrecerrados como la espalda de Glaius se regeneraba... Y cuando el nigromante se levantó de la cama y se giró a verme después de hablar... Al final si... le hice caso... seguramente de forma que él no quería. Al girarse me encontraría tumbada... pero también dormida, acurrucada en la zona que estaba pegada a la pared dejando medio colchón libre, con mis cabellos rojizos cubriendo más de media almohada... Había sido un día muy largo... y después de la descarga de adrenalina y sentimientos... dormir se me hizo... tremendamente fácil.

Cargando editor
23/09/2020, 10:52
Fío Edrielle
Sólo para el director

Se dejó abrazar, escuchando la voz de Caos quien hacía que esta penetrara en su mente como un hechizo calmante. -No puedo... Dijo con calma, fijando la mirada en la diana mientras el ser volvía a hablar. -Necesito... hacerlo... luego... luego podré.... No le salió un bostezo, pero se le notaba agotado, y sus ojos se estaban entrecerrando. Estaba luchando fuertemente contra el cansancio y el abrazo de sueño en el que se estaba atrapando a si mismo con ayuda de Caos, siendo que mientras caía hacia atrás, hundiéndose lentamente en el suelo, sintiendo como poco a poco su cuerpo era consumido en la oscuridad alzó los brazos en dirección a la diana. - Déja...me... intentarlo... aunque... aunque sea una... última vez... Colocó las manos esta vez en forma de flecha hacia delante, dejando que fueran los dedos los que apuntaran hacia la diana ya que desde la posición en la que estaba le era imposible hacerlo así como Caos le había dicho que hiciera. Se centró en el hueco que dejaban los dedos medio y anular de cada mano, creando así un hueco mucho más pequeño por donde pasar el caos y se centró en el recuerdo que tenía de lo que era el diminuto hueco en el centro de la diana, pues desde allí tampoco lo podía visualizar del todo con los ojos. Concentró todo el caos que pudo y lo dejó pasar, intentando que fuera tan fino como una hebra de hilo, aquellos que con su poder cortaba para cambiar los destinos... 

Pasara o no, sabía que había hecho todo lo posible por que sucediera, pero también era un ser vivo que había sido traído a un mundo donde el tiempo era eterno y el, su vida, simplemente sentía que se consumía, necesitaba dormir, cerrar los ojos ni que fueran cinco minutos... 

Notas de juego

Espero que se entienda el como lo hace, y que acierte XD...

Cargando editor
24/09/2020, 18:12
Baeric Griffith

El tiempo entre ambos pasó volando…Baeric y la princesa estuvieron acostándose en todo tipo de posiciones hasta pasar las horas…y finalmente, cuando estuvieron juntos, ella no tardó en apoyarse contra el, desnuda, pidiéndole mucho más y más, era alguien insaciable lo cual hubiera encantado a Baeric…de no ser porque no sentía nada.

No podía sentir la piel de la princesa bajo sus manos, el como ella le acariciaba, el calor que emanaba, no podía ni sentir su aliento contra el o sus cálidos besos. Si, estaba acostándose con la única persona que amaba en aquel mundo además de a el mismo…¿y que podía sentir?, odio, desprecio, vergüenza, lástima…la sombra se la había jugado, ¿Qué sentido tenía disfrutar de ser Rey si apenas podía notar los placeres de ser algo así?

Ni siquiera podía sentir la calidez de un abrazo por parte de Artanis. Si, su sueño era convertirse en rey, gobernar con sabiduría, pero…le destrozaba el ser incapaz de sentir algo y lo atribuía al maldito charlatán estafador porque misteriosamente desde que hablaron ya era incapaz de sentir nada físico.

Baeric tenía las ganas de agarrar un cuchillo, rajarse de arriba abajo el brazo y preguntarse si al menos sentiría el dolor…pero a pesar de su enfado, su molestia y el desprecio que estaba teniendo hacía si mismo por haber sido tan estúpido…se…se sentía…¿feliz?, ¿era esa la palabra?, un sentimiento que no conocía desde hacía mucho tiempo, se sentía contento, alegre, feliz de poder estar con la princesa y que ella le viera con ojos enamorados, aquello era lo único que le estaba dando fuerzas en aquel momento y no tardó en sonreír levemente cuando preguntó si estaba listo para más.

Baeric la abrazó por la espalda, tomándola con cuidado mientras le susurraba al oído.-Siempre cumpliré sus deseos mi princesa…hasta que me quede sin aliento y me derrumbe por la muerte...soy suyo ahora y por siempre-Lo dijo con cariño, dulzura…enamorado.

Tenía aún su plan claro estaba, y estaba dispuesto a cumplir su destino, pero también amaba a Artanis y haría todo lo posible por demostrárselo.

Cargando editor
25/09/2020, 19:59
Ordinem

 Ordinem solo podía reír por tu actuación mientras se dejaba dar todos los golpes que quisieras darle, sabiendo que no eras precisamente fuerte y por lo tanto no le llegarías a hacer daño con eso, imaginando que no llegarías a hacer más que eso y que tus acciones no eran más que provocaciones… Pero su risa se detuvo de golpe cuando detuviste tu mano sobre él y empezaste con… el plan B.

 -E-Espera, ¿q-qué haces…? -rápidamente el ente de luz empezó a entrar en nerviosismo, intentando apartarse por sí mismo pero acabando entre ti y una pared de ladrillos blancos que habías logrado crear sin demasiadas complicaciones. Con una distancia tan inexistente entre ambos los colores se le empezarían a subir a Ordinem, quién inevitablemente empezaría a temblar a causa del nerviosismo y la vergüenza mientras intentaba apartar la mirada, pero no tardaría en quedar prácticamente paralizado por el primero de muchos besos que le robarías, quedando embobado incapaz de detener el movimiento de tus manos que acabarían inmovilizando una de sus manos y agarrando su entrepierna, siendo que el tacto te confirmaría que se trataba de un chico. -. Y-Yo… -totalmente perdido luego del beso, Ordinem acabaría cayendo hacia atrás mientras la pared caía hecha pedazos, dejando en su lugar una cómoda cama donde caería de espaldas contigo encima. -. ¿¡Q-Qué!? ¿¡P-Por qué!? -ya que tu no habías formado la cama estaba claro que lo había hecho él, pero no parecía aceptarlo...

 Una vez desnudo, con sus ojos clavados en ti y completamente a su merced, Ordinem solo podría decir unas palabras.

 -N-No irás a… -pero otro de tus besos le interrumpiría, y acabarías con aquel poderoso ente de luz completamente bajo tu control.

 El tiempo correría inconscientemente como era normal en aquel mundo, siendo que tendrías todo el tiempo del mundo para llevar a cabo todas las fantasías que habías soñado tener con tu hermano usando a aquel chico peliverde como reemplazo; teniendo en cuenta que Ordinem también tenía una ligera apariencia femenina y tampoco se veía capaz de defenderse en esa situación, era bastante similar a como te lo imaginabas con Fío…

 Cuando finalmente sus cuerpos no pudiesen más, acabarían sobre la cama completamente exhaustos, con Ordinem tumbado boca abajo cubriéndose el rostro con una almohada.

 -Me siento violado… -confesó mientras continuaba cubriéndose el rostro, y es que aunque esa sería la mejor palabra para describir lo que le hiciste ciertamente él también puso mucho de su parte para acabar disfrutándolo…

 Aquel acto te había permitido estudiar mucho a Ordinem, pero más allá de lo nervioso que se había puesto por el contacto físico no había nada que pudieras identificar como una debilidad, pues en el fondo te podías hacer la idea de que si el ente hubiera querido se podría haber zafado en algún momento… Pero había algo que no había escapado de tu atención, y es que durante todo el tiempo el chico se había tomado las molestias de mantener algo de él lejos de tu alcance, algo que no lograrías tocar más que con roces antes de que él lo apartase: su cola, la misma que ahora meneaba de un lado a otro totalmente distraído...

Cargando editor
25/09/2020, 20:28
Príncipe Arthas

 Era innegable que el haber aceptado su propuesta de descansar con él causaría cierta calma y hasta alegría al príncipe, quién lejos de ver aquello como una situación indebida simplemente se lo tomaría con confianza e inocencia; desde su punto de vista no te estaba pidiendo nada del otro mundo.

 El príncipe observaría cómo te preparabas antes de acostarte junto a él, dedicándote una de sus dulces sonrisas antes de corresponder las buenas noches y disponerse a dormir. Luego de no más de un minuto terminarías abriendo los ojos para caer en el vacío de tus pensamientos, sintiendo como el peso de todo lo sucedido te aplastaba y corrompía tu impenetrable mente… Solo había una cosa en aquellos instantes que te mantenía cuerda, y era la respiración tranquila del chico que dormía a tu lado. ¿Cómo alguien podía esperar que durmieras sabiendo que podría suceder algo que amenazase con destruir aquella sonrisa que protegías…?

 Y es que a pesar de que realmente nada pasaría esa noche en el castillo, muy lejos de allí las sombras continuarán moviendo sus piezas en alguna de las ruinas más ocultas del reino del oeste…

 -Uhmm… -una silueta salida de las oscuridad misma, a pesar de que su cuerpo irradiaba un brillo lumínico hasta hace no mucho, reposaba sentado sobre unas rocas mientras su cuerpo terminaba de regenerarse, pudiendo ocultar sus alas emplumadas y recuperando la musculatura correcta de su cuerpo. -. En mis tiempos los nigromantes no tardaban tanto en regenerar un cadáver…

 -Disculpa, anciano impaciente, pero no es tan fácil encontrar partes de dragones en la actualidad, mucho menos las partes tuyas… -se excusó otra silueta, sumamente más pequeña y joven que aquella que le reclamaba. -. Tuve que completar tu cuerpo con partes de una dragona de luz para que no parecieras un esqueleto andante.

 -Entiendo… -mirando entonces sus manos, el hombre resucitado apretaría sus puños mientras recordaba el enfrentamiento en la ciudad donde hubo una persona capaz de hacerle frente en combate. -. Esa chica… La que enfrente durante el ataque a la ciudad… ¿Por qué me resulta tan familiar…?

 -Los Cromwell llevaron a cabo un proceso para evitar que los dragones de luz se extingan. La caballera que enfrentaste es la unión de los dragones de luz y los Cromwell -explicó la entidad que estaba más al día con los sucesos de la actualidad.

 -Sangre de dragón… Ensuciada por el linaje Cromwell… -claramente molesto por aquellas declaraciones, el hombre rubio levantaría su mirada hacia la nada antes de declarar. -. Me haré cargo de enseñar su lugar a esos mediocres humanos y a los débiles dragones que se dejaron dominar por ellos… Entonces todos recordarán el nombre de Yurrax, el dragón negro...

 Aquellos eran eventos inevitables que escapaban de tu conocimiento o intervención, pero que sucedían por más que uno desearía que no fuese así o no estuviese enterado de ellos. En todo caso, mientras continuabas perdida en tu mente y te convencías de que sería una noche larga en la que no llegarías a cerrar los ojos, un movimiento del príncipe hecho a propósito por el mismo para extender la cobija sobre ti y cubrirte del frío. El chico te dedicaría entonces otra de sus sonrisas antes de, debajo de la sábana, posar una de sus manos sobre las dos que tenías sobre tu pecho, transmitiendo su calidez y calma antes de volver a intentar dormir. Había sido un día demasiado caótico, y tu deber te obligaba a prevenir cualquier amenaza incluso si eso significaba perjudicar tu salud o comodidad… Pero con alguien como Arthas deseando que tuvieras una buena noche, ¿como podías negarte…? Era innegable que tu mente necesitaba algo de descanso, y tal vez solo unos cinco minutos de sueño fuesen suficiente…

 Hubieras dormido bien o no, la noche pasaría y el sol saldría. Llegados el momento de despertar te encontrarías al príncipe durmiendo a tu lado como un inocente ángel, como alguien que no temía en lo más mínimo a que algo pudiera suceder mientras duerme…

 -Uhmm… -pero lejos de continuar dormido a esas horas, Arthas empezaría a despertar restregándose un poco los ojos, siendo que al verte volvería a sonreír como de costumbre. -. Buenos días, Alanís...

Cargando editor
25/09/2020, 21:09
Glaius

 “Estás fatal…”, eso era lo único que expresaba la mirada del nigromante cuando, incluso luego de que te lo había pedido, habías hecho otro chiste más con doble sentido, más lejos de mostrarse molesto por ello añadiría.

 -Solo intenta que no me involucren a mí… -comentó sin darle muchas vueltas.

 Sin decir nada al respecto de haberse mostrado sorprendido por escuchar que darías algo gratis, Glaius asentiría a la propuesta de darle ropa nueva cuando tuviesen tiempo libre sin decir nada más, siendo que entonces se dispondría a abrirte la puerta para que te pudieses ir cuanto antes…

 -... -pero ciertamente te habías perdido la mejor de sus expresiones, pues era indescriptible la indignación y molestia que su rostro expresaba al encontrarte tumbada y dormida sobre su cama. Si bien aquella mirada podría haberte matado si la observabas, era una expresión que lamentarías haberte perdido si te enterabas de que la hizo.

 Acabando por suspirar, Glaius cerraría la puerta y se acercaría para comprobar que de verdad estuvieras dormida, momento en el que podría hablar consigo mismo y perderse en sus pensamientos.

 -Al menos parece que ella no es la traidora… -comentó para sí mismo sabiendo que no podías oírle dormida, siendo que iría hasta su escritorio para llevarse la mano al ojo izquierdo y quitárselo. A pesar de parecer un ojo real y funcional, solo se trataba de una imitación que simulaba servir de algo. -. Incluso fue capaz de soportar la conexión con mi ojo… Tiene potencial… -tras limpiarse el ojo contra la parte menos sucia de sus ropajes, lo devolvería a su cuenca con mucho menos dolor y proceso que el implante que te puso, dirigiéndose a la ventana de la habitación para ver hacia el cielo mientras pensaba en lo que le había llevado a ese punto…

 -Su majestad, ¿está usted seguro…?

 -Por supuesto, Glaius… Ha sido una visión muy clara… Debes hacer todo a tu alcance para evitar que se revele la identidad de ese chico, al menos por un tiempo. Cuando llegue el momento él se enterara por sí mismo, pero hasta entonces debes protegerlo de quienes querrán acabar con él si se corre la voz, debes evitar que cualquier persona pueda profundizar mucho en su vida y hacerle descubrir sus orígenes antes de tiempo…

 -Comprendo… Seguiré sus órdenes al pie de la letra, Rey Aztora…

 Siguiendo a aquel recuerdo que lo comenzó todo, Glaius revivía pequeñas visiones de todo lo que había hecho para cumplir con las órdenes del rey supremo incluso al día de hoy. Las personas que tuvo que silenciar, al líder de los bajos fondos que tuvo que chantajear para que consiguiera más dinero a costa de gente a la que amaba, a la chica pelirroja cuya vida arruinó para alejarla del líder ya mencionado, dos veces…

 -... -Incapaz de no mirarte nuevamente, el nigromante solo suspiraria y se diría a sí mismo en un intento de convencerse... -. Solo lo hago por trabajo…

 Las horas pasarían y el sol saldría nuevamente anunciando un nuevo día, siendo que la luz atravesaría la ventana y golpearía tu rostro hasta hacerte abrir los ojos.

 -Tienes el sueño pesado -declaró Glaius, quien en esos momentos se encontraba tras su escritorio arreglando unos papeles, usando una capa para cubrir las rasgaduras de su ropa. -. Más te vale no acostumbrarte, no te volveré a dejar dormir en mi cama -añadió con su tono neutro de siempre. Habías dormido bastante bien a pesar de todo lo sucedido, aunque no recordabas haberte percatado de si el nigromante se había acostado contigo o no.

Cargando editor
25/09/2020, 21:41
Princesa Artanis

 Sonriendo ansiosa luego de escuchar tus palabras, la princesa te invitaría a continuar con aquella noche llena de emociones y adrenalina, una con la que sólo habías soñado hasta entonces y que, a pesar de no poder disfrutarla como era debido, causaba gran alegría y gozo en tu interior…

 Pero ni siquiera en momentos como ese la oscuridad dejaba de mover sus piezas, siendo que en alguna parte no muy lejana del reino aquella entidad hacía de las suyas en plena noche.

 -Eh, eh… -reía el hombre de alta estatura mientras se acomodaba la máscara y el sombrero, paseando por el borde de un precipicio con los brazos extendidos cual niño mientras era seguido por una figura mucho más pequeña que, a diferencia de él, iba por el borde con total normalidad. -. Se acercan días interesantes… ¡Muy, muy interesantes! ¿No lo crees…? -Aztora se voltearía entonces para ver a la pequeña que le seguía, la cual no haría más que verle sin responder nada en absoluto. -. ¡Exacto! Debemos estar preparados. Este mundo sería aburrido sin algo que lo motive a avanzar, y para eso estamos nosotros, ¿no? -nuevamente esperaría una respuesta, pero la niña no diría palabra ni haría ningún gesto. -. ¡Exacto! Diablos, a veces pienso en porque no eres tú la que hace los planes… -añadió un tanto pensativo, siendo que tras otro silencio de la niña él volvería a reír. -. Oh, tienes razón… En ese caso… -dándose la vuelta para admirar de frente a la luna mientras sus ropajes ondeaban por el viento, se llevaría una mano al pecho de manera dramática mientras la otra la extendía hacia el aire. -. ¡Cumplamos con sus expectativas! ¡Hagamos de este un gran show!

 Dos figuras en la oscuridad, dos figuras de las cuales una amenazaba de por sí sola y la otra lo haría por estar relacionada con la primera. Rojo y azul, dos partes de una misma moneda, dos mitades incompletas, dos seres con ansias de descubrirse…

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Deberías sonreír más seguido... 

 

 Tras la frenética noche con la princesa, ambos acabarían durmiendo unas horas antes de que saliese el sol y fuese hora de despertar. En cualquier otro momento hubieras abierto los ojos con calma y tranquilidad al encontrar a tu amada a tu lado, pero en el momento en el que abrieses los ojos no la encontrarías a tu lado. Sería en el instante en el que te giraste para ver a tu alrededor que te llevarías un buen susto al ver pasar la lanza de la princesa volando hacia donde estaba tu rostro segundos antes, clavándose en la cama justo a centímetros de tu cabeza. Frente a la cama estaba la princesa, desnuda, libre de los efectos del alcohol, pero sí muy cabreada…

 -¡Una palabra! ¡Di una sola palabra de esto y juro que te corto la cabeza! -te gritó sin mucho corte, con un ligero rubor en el rostro antes de cruzar los brazos delante de ella y desviar la mirada hacia otra parte. -. Y pensar que te aprovecharías de mi así estando borracha… ¡Debería castrarte ahora mismo! Pero… -intentando seguir pareciendo molesta en exceso, añadiría por lo bajo. -. Supongo que hacerte responsable cada noche que lo necesite será suficiente castigo… -pero casi de inmediato clavaría nuevamente su mirada en ti mientras te señalaba. -. ¡Pero ni una maldita palabra a nadie! ¿¡Entendiste!?