Partida Rol por web

Knights Code [+18]

Capitulo 4: Viejas Deudas

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25/09/2020, 21:58
Caos

 Tendrías aquella última oportunidad que deseabas mientras eras arrastrado por el caos, siendo que tu cuerpo empezaba a ser cubierto por aquella masa negra que te iba hundiendo y consumiendo, permitiendo únicamente a tus manos juntarse por fuera y realizar aquella posición con la que lanzarías un último hechizo…

 Cortando entonces el vacío como un delgado pero firme hilo casi invisible a la vista, la esencia caótica saldría desde tus manos hacia la diana atravesando limpiamente justo en el centro, provocando que mientras tus ojos empezaban a cerrarse pudieses ver a lo lejos el objetivo caer hecho pedazos…

 -Lo lograste, Fío… -dijo Caos con una voz dulce inusual en ella, claramente sorprendida y orgullosa de que lo hubieras logrado. -. Ya puedes descansar...

 Perdiendo nuevamente la noción del tiempo, pero sabiendo que habías conseguido superar la prueba, descansarías tanto como te lo pidiera tu cuerpo y mente, hasta que finalmente abriste los ojos tumbado en el suelo con la cabeza descansando sobre el regazo de Caos, quién no dudaría en dedicarte una de sus sonrisas al verte despertar.

 -Debo admitir que me sorprendiste -confesó antes de mirar alrededor. -. Parece que el caos ahora confía en ti, lo suficiente para atender a tus deseos de mejorar…

 Además de todos los cambios que habías sufrido hasta ahora, entre ellos tu voz, tu cabello, tus rasgos físicos… Ahora también se presentaba uno determinante que te haría totalmente diferente a como eras antes: tus alas se habían separado en tres pares, semi-transparentes con unas líneas caóticas recorriendo su interior…

 -Cumpliré mi palabra, ya puedo dejarte ir… Aunque personalmente te recomendaría quedarte un poco más, solo para que refresques tu mente -añadiendo aquello, te permitiría apartarte de ella para que te fueses recuperando como gustases, después de todo a pesar de haber descansado quién sabe cuánto aún podrías relajarte un poco más luego de tanto entrenamiento. Por su parte, Caos se tumbaría boca abajo en el suelo moviendo las piernas de arriba a abajo como una niña mientras formaba delante de ella un paquete de cartas negras con diseños morados, siendo que las empezaría a organizar para jugar al solitario. -. ¿Qué? Yo también tengo mis pasatiempos...

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27/09/2020, 21:22
Baeric Griffith

La mejor forma de despertar a alguien era con un beso y una grácil caricia en la mejilla, unas dulces palabras en el oído…pero no, la princesa tenía otra forma de despertar a las personas, siendo una lanza que pasó a escasos centímetros de su cabeza para clavarse en la cama.

En un principio Baeric no sabía lo que estaba ocurriendo, al menos hasta que se giró y vio a la princesa, el creía que era un enemigo, pero no, ahí estaba, en todo su esplendor, señalándole gritándole algo sobre cortarle la cabeza y no decir nada.-¿Q…que?...-Preguntó claramente confuso mientras ella hablaba sobre como se había aprovechado de ella estando borracha, que tendría que castrarle y castigarle.-No…espere…-Trató de decir incorporándose en la cama.

Pero nuevamente volvió a gritar diciendo que no podía decir ni una palabra a nadie. Eso significaban varias cosas…entre ellas que a la princesa se le había pasado la borrachera, que estaba claramente cabreada con el, que no recordaba lo que ocurrió y claramente no quería que nadie se enterara de nada de lo que pasó entre ellos.

Baeric alzó las manos buscando tranquilidad durante unos segundos, respiró hondo y miró a Artanis.-Por favor…cálmese, no voy a decir nada a nadie, ¿de acuerdo?...ayer por la noche la acompañé a beber, se pasó un poco con las copas, la llevé aquí por orden suya y me obligó a desnudarme, me dio orden expresa de hacer ese tipo de cosas. Yo no me negué, ni opuse resistencia, no voy a mentir.-Admitió tratando de que ella recordara un poco lo ocurrido.

-Pero prometo por mi titulo de caballero y por mi propio corazón…que me fulmine un rayo ahora mismo si quise abusar de usted, en la vida me atrevería a algo así. Pero si usted lo cree…-Baeric se puso de pie agarró la lanza, se acercó la hoja al cuello y la miró con decisión.

-Si usted cree que he tratado de aprovecharme de la situación…cláveme la lanza ahora mismo.

A lo mejor estaba resultando algo dramático, pero necesitaba que la princesa confiara en el.

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28/09/2020, 01:45
Alanís Cromwell
Sólo para el director

Alanís hizo amague de cerrar los ojos cuando notó que el príncipe estaba despierto aún, pero no tendría caso realmente ya que era muy fácil verle en la oscuridad de esa manera. Sencillamente, agradeció el calor de la manta y trató de no preocuparle de más cerrando los ojos, aunque no pretendiera dormir.

Desearía poder oír a un buen trovador...

Aunque rara vez se daba ese gusto, Alanís apreciaba profundamente el poder estar cerca fuera cuando la familia real misma disfrutaba de entretenimiento musical o el paso de algún músico donde estuviera quedándose ocasionalmente, en el pasado. Le resultaban casi adictivas aquellas melodías y cantos en particular que desbordaban emociones vibrantes que el oyente podía experimentar.

Comenzó a repasar los posibles escenarios de la mañana a medias en lo que recordaba algunas tonadas difusas, y luego a desear que sencillamente cuando el sol saliera las cosas volvieran a la normalidad...esos pensamientos, la calidez y la tranquilidad, coronados por el cansancio aplastante del día, terminaron por tumbarle en un sueño muy, muy profundo. A pesar de que sintiera que cada respiración ajena cercana le devolvía a la lucidez unos momentos, por el mero nerviosismo que esto le provocaba por la cercanía, y a quien pertenecía.

Fácilmente, Alanís podría haber dormido medio día más, y le avergonzaba admitir que dormía de forma bastante pesada y era difícil de despertar en condiciones normales. Pero reaccionó bastante rápido a los primeros movimientos a su lado desde la semi-inconsciencia, en lo que iba despertando y comenzando a amonestarse mentalmente por haber dormido en ese lecho. Que que diría el rey, la reina, la princesa, y cualquier otro caballero, debería estar avergonzada, y un sinfín de similares que se esforzó por acallar para funcionar correctamente. Procedió a acomodar el brazalete, preparándose para el nuevo día.

-Buenos días, Arthas. -Dijo esto con un timbre de familiaridad y confianza que reservaba para cuando no había otros presentes y se sentó muy brevemente para calzarse se puso de pie, luciendo el cabello largo y suelto de manera inusual. Usualmente preciaba más el orden de recogerlo, pero no sentía un particular resentimiento hacia ese estilo en particular. Sin embargo lo actual solo era porque aún no había tenido tiempo de ponerlo como siempre, pero si se colocó la tiara usual que reposaba en la mesa cercana, al igual que recogió la capa de donde se encontraba la armadura descansando. Luego de esto fue a la ventana y la abrió, dejando entrar el aire fresco de la mañana, tras mirar hacia abajo y arriba de la misma solo por si las dudas.- Te daré unos minutos de privacidad. Por favor, déjame saber si bajarás a desayunar o si debo dar instrucciones de que te traigan algo aquí, si te es más cómodo. La comida pasa de forma regular por catadores antes de llegar a ti, así que debería ser completamente segura. Si se te antoja algo en particular, también déjamelo saber.

Con esto dicho esperó un momento para retirarse sin cortar cualquier instrucción que tuviera. Aparte de las andanzas matinales usuales en su estancia, solo tenía que ponerse la armadura, lo cual haría al final. Estaba...particularmente hambrienta, y con su rendimiento físico usual era bastante propensa a tener un desayuno particularmente pesado, más que el de la mayoría. Era una de las pocas cosas que esperaba con impaciencia de forma genuina en el día.

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28/09/2020, 12:02
Faith Edrielle
Sólo para el director

Hasta ese punto había sido facil. Demasiado facil. Romper a Ordinem era como un juego de niños, y encima actuando de las mil maneras que estaba haciendo, me hicieron ver defectos del mismo ser de luz que me entrenaba a mi. Ahora le conocía mejor y en parte no me importó al final darle la recompensa... Medianamente fue gratificante que alguien me aceptara así.

Al detenernos caí rendida sobre el acariciando su pecho y sonriente, al menos hasta escuchar su frase, ante la cual reí inocente - Bueno, dijiste que averiguara tus puntos debiles, pero no como. Además, no puedes llamarlo violación cuando has puesto de tu parte ¿No? - le miré con una expresión totalmente inocente antes de darle un suave beso en la mejilla y dejarme caer un poco a su lado.

-Podrías haberme hecho a un lado cuando quisieras, y sin embargo - di un par de golpes a la cama - Tan solo me has ayudado a darte la recompensa. Gracias por cierto - podría decirse que ya todo lo que decía iba con malicia, pero por un momento estaba feliz y sin preocupaciones. Sabía que si Fio estaba como yo en este instante, estaría bien y a salvo... Sabía que mi hermana estaba detenida en su tiempo de muerte, sabía que el resto del mundo, aunque avanzara, estaría protegiendo al reino, al menos a su forma... Así que por un segundo, me dí el lujo de relajarme y ser feliz.

-Oh, y por cierto, no solo he descubierto tu punto debil. - Dije centrando mi mirada en la suya - También he podido notar muchos defectos, pero supongo que esos no importan en esta prueba. Aunque me alegra que los tengas, eso quiere decir que eres un ser vivo más natural y no uno artificial y "perfecto" - remarqué con mis manos haciendo comillas al decir aquello. Tras las comillas volví a llevar una de mis manos a su pecho para acariciarle suavemente.

-¿Y bien? ¿Me vas a decir por qué ese es tu punto debil? - No le diría en un principio cual era el punto debil que había descubierto, a menos que en la conversación misma me lo preguntara, en la cual diría que era su cola y volvería a insistir.

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29/09/2020, 20:59
Fío Edrielle

Lo último que sus cansados ojos pudieron ver, fue la diana caer en pedazos antes de quedar sumido en la oscuridad del sueño reparador, lo había logrado, ahora podía simplemente dejarse llevar por morfeo, o en su caso, los dulces susurros de Caos, que le daban todo el permiso para dormir. 

 -¡Vamos Fío, no seas miedica! La voz de Lillia resonaba por encima del fuerte estruendo provocado por la cascada. Había sido llevado a rastras hacia allí por ella tras verle leyendo un libro apoyado en la pared del pasillo de palacio esperando a su hermana. Al parecer le estaban castigando por alguna trastada a la que el había sido arrastrado y por lo que ya había sido reñido con anterioridad. - Lillia... Está muy alto... Su hermana saltó desde lo alto de la cascada, dejándose caer como plomo hacia abajo, disfrutando del chapuzón, sacando la cabeza y manos del agua para gritarle. - ¡Vamos tírate! Al final solo cerró los ojos, se tapó la nariz y se dejó caer hacia abajo, sintiendo como la humedad del agua lo envolvía y las miles de burbujitas subían desde sus pies a su cabeza, cosquilleándole antes de salir a tomar aire y mirar a Lillia quien empezó a reír y le contagió la risa a el. - Siempre eres demasiado serio, nunca sonríes y tampoco lloras. Le estiró de los mofletes al pequeño niño que no tenía más que 40 años, un infante para cualquier humano. -Pero... si lloro... todo se va... se hace raro... y se rompe... Dijo con dificultad mientras sus mejillas eran estiradas por las manos de la contraria. Aún era un crío, tenía un miedo terrible a hacer daño y por eso casi siempre vivía confinado en palacio, al lado de su hermana quien era la que más podía controlar su caos, por suerte la cascada estaba muy cerca de palacio, lo suficiente como para no correr riesgo, aunque a Fío no le agradaba la idea de separarse ni dos metros sabía que tampoco podía negarle las cosas a sus hermanas y hermanos.

- Tu poder es como el agua... Ahora estás en lo alto de la cascada, y no controlas ni una gota, el agua te intenta llevar con ella y eso te hace daño. Le hizo mirar hacia la poderosa cascada que rugía y aplastaba con su poderosa fuerza a las erosionadas rocas del acantilado. - Pero un día decidirás ser tú quien salte por voluntad propia, nunca luches o la intentes dominar... Entonces salió del agua e hizo que Fío la siguiera, viendo desde arriba el curso del río. - Sé como un pez, convive con ella, porque tu poder es tu vida... Igual que el agua es la mía

 

Hacía casi un siglo que no soñaba con algo concreto de su pasado, mucho menos algo tan concreto... Se despertó con una paz en el alma que jamás creía que podría poseer, sonriendo antes de abrir siquiera los ojos y mirar fijamente a Caos desde la postura en la que se encontraban. - Hola de nuevo... Sonrió con calidez y un sosiego que a pesar de ser propios de el, ahora se sentían más naturales, más livianos. Ver la sonrisa del ser le hizo sentir bien, escuchando lo que tuviera que decirle, se quedó en silencio y cuando terminó se incorporó para sentarse a su lado. -¿Hm? Al ver que colocaba las cartas en forma de solitario se sorprendió. - ¿Por que no jugamos al Bridge?... No estás sola, estoy aquí. Tomó sus cartas y comenzó a barajarlas para luego repartir de la forma en la que pudieran comenzar a jugar. - ¿Unas partidas y vuelvo a mi mundo y tiempo? Así descansamos un poco más los dos. Acabó de colocarlo todo y entonces la miró. - ¿A la mejor de tres? 

 

- Tiradas (3)

Notas de juego

La idea es, en cuanto acaben las partidas despertar por fin de todo esto XD

Director: nombre del hada de agua modificado.

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30/09/2020, 12:39
Cytla Calatia

Le dediqué una última sonrisa a Glaius cuando me dijo que en lugar de dejar de hacer chistes con doble sentido, simplemente dejara de involucrarle a él -Vale... no te involucraré más en ellas...- le dije simplemente respetando su deseo... es lo justo, yo le cuento mis traumas y él no era incluido en mis chistes que implican mi pasado.

A partir de ahí, ya estaba prácticamente dormida... ojalá pudiera haber visto la cara que el nigromante puso al verme durmiendo ahí. Pero entre el cansancio y todas las emociones que había vivido el día de hoy, de la indignación a la furia, de la furia al llanto y del llanto a la calma... era normal que quedase dormida del todo como un tronco... y tantas emociones trajeron sueños bastante vívidos...

Al menos parece que ella no es la traidora…

Incluso fue capaz de soportar la conexión con mi ojo… Tiene potencial…

Pues claro...- dije seguramente provocando que el nigromante se girara a verme, seguramente hasta preocupado... pero seguía completamente dormida, lo único que hacía era hablar en sueños -Claro que es cien por cien acero celestial... ¿por quien me tomas...?- terminé la frase mientras que en mi cara se formaba una sonrisa ladina... a saber a quien estaba timando en sueños, pero sin duda sacarle el dinero me hacía feliz. A partir de ahí continué durmiendo con cierta normalidad... aunque mi cara si que iba cambiando de sonreír a expresiones menos alegres...

Solo lo hago por trabajo…

Deja de hacernos daño a los dos...- dije en ese momento... pero de nuevo continuaba durmiendo. Solo que esta vez mi expresión no era sonriente, sino más bien una triste y enfadada... incluso podía verse una lágrima solitaria cayendo de mi ojo a la cama -Te he pillado Santa... no digas ahora que me quieres... deja de mentirnos... no juegues más con mi corazón...- acabé la frase de forma entre penosa y furiosa... Haber estado tan cerca de ese hombre había hecho que apareciera en mis sueños por desgracia.


Me desperté a la mañana siguiente después de haber dormido toda la noche... Dios, eso si que era raro en mi, normalmente tengo el sueño sumamente ligero; pero esta noche he dormido como un tronco. Me fui incorporando poco a poco de la cama... mirando al principio confusa mi alrededor hasta recordar que estaba en el cuarto de Glaius.

De hecho, al escuchar su voz miré hacia él -Oh... si. Eso parece, ¿eh?- dije sonriendo levemente... Nah, esta vez había dormido completamente inconsciente, pero no pude evitar bromear un poco. Me levanté y me acerqué a él, haciendo un claramente fingido gesto de decepción al escuchar que no me acostumbrara a dormir en su cama -Jo... con lo a gusto que se sentía cuando te tumbabas a mi lado. Estas fresco en vez de caliente...- dije con picardía; aunque sinceramente lo decía sin saberlo, pues si se había tumbado conmigo no me había ni enterado.

Bueno... ¿quieres venir a mi tienda?- le pregunté de forma directa al nigromante -Así te puedo dar la túnica que te prometí anoche... Y de paso, también puedo ver si tengo ingredientes que puedan ayudarte a tratar al príncipe. Y si quieres otra máscara eso ya deberás comprártela... aunque no estas mal sin ella- terminé diciendo con simpatía y seriedad. Quería empezar el día trabajando y viendo a mi madre que estará en la tienda.

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04/10/2020, 20:25
Princesa Artanis

 Tus explicaciones no causarían ninguna reacción en particular en la princesa, como si la misma se preguntará si realmente sería capaz de hacer algo como eso… Y parecía creerlo, siendo que cuando finalmente decidiste dar aquel gigantesco paso al colocarte la lanza en el cuello ella se te quedaría viendo con molestia momentos antes de chasquear la lengua.

 -Idiota… -soltando aquello, apartaría la lanza y la dejaría a un lado antes de caminar hacia el baño. -. Ve a tomar un baño. Te esperaré aquí para que me acompañes al comedor… -te ordenó antes de pasar al cuarto donde podría asearse, cerrando obviamente la puerta desde el otro lado para que no pudieses entrar a menos que derribases la puerta…

 El inicio de la mañana transcurría con normalidad, siendo que podrías ir a prepararte para otro día de trabajo antes de reunirte con la princesa nuevamente en su habitación. A diferencia de como era habitual, Artanis no estaría esperándote con su armadura y lanza preparadas, sino que la encontrarías mirando por el balcón de la habitación usando una prenda que nunca antes la habías visto usar.

 Se trataba de un hermoso vestido que comenzaba con una parte superior azul y caía desde su cintura con un amplio color blanco, combinado con unas telas sobre los hombros del mismo color que la falda los cuales también combinaba con suaves colores pastel, así como un par de guantes de ópera que hacían juego con las medias y las zapatillas que llevaba.

 -... -la princesa se voltearía para verte, sin decir nada durante unos segundos antes de explicarse a la vez que desviaba la vista a otra parte. -. Es un regalo de mi padre. Le gustaba bastante, pero nunca lo usé… -normalmente nunca veía la necesidad de explicarte el porqué de sus acciones, mucho menos de su razón de vestir de cierta forma, pero con todo lo que había estado sucediendo recientemente te imaginabas que la princesa necesitaba hacer y soltar algunas cosas… -. En fin, vayamos al comedor...

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04/10/2020, 21:03
Príncipe Arthas

 Aunque su rostro al despertar desprendía esa alegría y calidez tan características suyas, no pudo evitar mostrarse curioso y un tanto “perdido” al ver como te levantabas con el cabello suelto. De fijarte en el príncipe te percatarías de que estaba verdaderamente sorprendido, siendo que solo saldría de su “embobamiento” cuando le hablaste después de abrir la ventana.

 -Oh, claro. Creo que lo mejor sería que bajase de ser posible: me gustaría familiarizarme con el lugar todo lo que pueda -respondió con honestidad antes de que finalmente decidieses retirarte a prepararte para otro día de trabajo, pero antes de que abandonases el lugar te detendría con unas palabras. -. Por cierto… ¿Sueles recoger tu cabello...? Te queda muy bien así suelto... -fue incapaz de contener el comentario, siendo que no tendría nada más que decir al respecto antes de que te fueses.

 Seria mientras te colocabas la armadura y hacías todo lo que tenías que hacer antes de regresar con el príncipe que te percatarías de un detalle que añadiría más leña a todo el fuego que había ardido en tu vida en los días recientes, siendo que la costumbre te llevaría a revisar en privado el estado de la marca en tu brazo con la esperanza de ver algún avance en su recuperación, pero lejos de resultar en un evento tranquilizador te llevarías una sorpresa al ver que la marca había cambiado, o al menos empezaba a afectar dañinamente sus alrededores, pues donde antes tenías piel libre del agarre que había dejado aquel nigromante ahora se marcaban ligeramente unas pequeñas venas negras; no era nada precisamente llamativo, pero una vez notado no podrías quitarte la idea de la cabeza de que la marca estaba haciendo… algo.

 Mientras te arreglabas podrías escuchar al príncipe ir a tomar otro baño, siendo que a los minutos regresarías a su habitación y le encontrarías ya vestido con una camisa y pantalón listo para salir.

 -¿Todo listo? -preguntó con una de sus radiantes sonrisas. -. Debo admitir que estoy ansioso por saber que suelo comer. ¿Acaso había algo que comía de manera regular o en momentos especiales? -añadió por mera curiosidad, siendo que estaba preparado para seguirte al comedor en cuanto se lo indicases.

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05/10/2020, 04:26
Ordinem

 -V-Vamos, al menos deja que conserve algo de mi dignidad… -respondió cuando le recordaste el haber cooperado, siendo que desviaría la mirada nerviosamente antes de volver su atención a ti cuando te tumbaste y empezaste a hablar nuevamente. -. Supuse que ibas en serio, así que lo menos que podía hacer para animarte era darte una mano…

 Una gota de sudor bajaba por su frente mientras te miraba al escuchar que presumías no solo haber encontrado su punto débil, si no muchos otros defectos en su persona llevando a cabo aquel simple pero tan personal acto, más no podría evitar mostrarse algo sorprendido por tu conclusión, misma que le daría para pensar.

 -Agradezco que pienses eso… Honestamente no sé porque suelo dar esa impresión de perfeccionismo, supongo que haber pasado tanto tiempo aquí entre portadores me hizo olvidarme el porqué suelo ocultar mis errores, entre otras cosas... -comentó sin poder evitar reír levemente, mirando como colocabas una mano sobre él y hacías aquella pregunta… -. Ya te has percatado, ¿no? Pues… Si te soy sincero, no tengo la menor idea -confesó entre leves risas. -. No es como si me causara algún tipo de dolor o algo, es más, si la tocas verás que es sumamente suave, pero… Desde que tengo memoria tengo la idea de que no debo dejar que cualquiera la toque… Siendo ese el caso… -quitando toda resistencia de por medio, Ordinem acercaría su cola hacia ti, como ofreciendo que la tomases y pudieses sentir su suave pelaje -. Supongo que tú si puedes tocarla… Demostraste no ser una cualquiera -sin poder evitarlo, giraría la cabeza a otra parte mientras se cubría un poco la boca para intentar contener la risa. -. Aunque bueno, no tuve que esforzarme mucho para llevarte a la cama.

 Dejando de lado las bromas, Ordinem parecía en serio querer que tocases su cola, siendo que una vez lo hicieras podrías sentir su suave tacto hecho por su sedoso pelaje, el cual a pesar de ser bastante no se enredaba ni un poco dándote la sensación de poder meter las manos en el interior como si se tratase de una nube. Sería entonces que ambos empezarían a ser recorridos por un aura mágica de luz, misma que empezaría a moldearse sobre tu cuerpo desnudo mientras te sumía en una auténtica calma y tranquilidad, siendo que en aquel instante tu cuerpo sufriría ciertos cambios que no pasarían desapercibidos más no te resultarían molestos de momento… Tu cabello se iría cayendo en largos mechones que se desvanecerían en el aire en polvo lumínico hasta dejarte una cabellera más corta, tus alas se separarían en cuatro cual mariposa, y mientras tu cuerpo era cubierto por aquel hermoso vestido que habías diseñado antes sentirías como desde la parte derecha de tu cabeza crecía un pequeño cuerno. Acabada la transformación y despejada el aura que los rodeaba, podrías volver en ti y Ordinem apartaría su cola.

-Vaya, pues no estás nada mal así… -comentó bromista mientras se elevaba con un salto a la vez que la luz hacía desaparecer la cama y la transformaba en nuevos ropajes para él, dejándote así en el suelo. -. La creación te ha aceptado, y lo ha reflejado a través de tu cuerpo, aunque… -haciendo una ligera pausa, señalaría el cuerno que tenías. -. Ese fue un toque mío -aclaró guiñando el ojo.

 Sería justo entonces que ambos verían como el cielo empezaría a parpadear muy lentamente, así como cada vez la luz empezaba a consumir más los alrededores reduciendo poco a poco el espacio que tenían para andar libremente.

 -Parece que ya es momento de que despiertes… -explicó mientras te tendía la mano desde arriba esperando que elevases vuelo hacia él y la tomases, momento en el que te miraría con una de sus sonrisas. -. Espero que no pienses que ha sido todo, aún tengo muchas cosas que enseñarte para que seas una portadora digna...

Notas de juego

 En el próximo post despertarás.

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05/10/2020, 05:30
Caos

 Habiendo despertado de aquel profundo sueño que te había transportado a tu niñez, serias recibido por una Caos menos demandante ahora que habías cumplido sus expectativas, siendo que luego de explicarte que pronto te podrías ir no haría más que disponerse a jugar un poco con las cartas. Para su sorpresa, o tal vez no tanta debido a que ya se imaginaba que intentarías algo similar, acabarías dispuesto a jugar un poco más con ella: a las cartas.

 -He, he… Suena bien, niño… -bromeó con su tono de superioridad mientras sonreía, dispuesta a jugar aquellas tres partidas y poder disfrutar un poco más de tu presencia antes de que el mundo real te demandase.

 A diferencia de otras ocasiones donde Caos tenía el control sobre tu frágil cuerpo, en aquella ocasión se encontraban frente a frente jugando como iguales, como dos entidades diferentes pero a la vez tan similares teniendo en cuenta los cambios que habías sufrido estando en aquel lugar...

 Aunque tuviste un inicio pésimo, por no decir terrible, el “tiempo” continuaría corriendo durante las próximas dos rondas donde, tras llevar a Caos a un empate en la segunda, alzarte con la victoria en la tercera con suma facilidad. De no haber sido por tu mala suerte podrías asegurar que hubieras ganado también en la primera ronda…

 -¡Pff, esto está trucado! -se quejó Caos, quien desde tu punto de vista era una jugadora pésima de Bridge, aunque pensándolo profundamente tal vez nunca había tenido la oportunidad de jugar con nadie. Sería entonces que el caos empezaría a expandirse, tiñendo los cielos y los alrededores como una cúpula que se empezaba a cerrar sobre ambos poco a poco. -. Parece que ya te tienes que ir… -comentado aquello, la mujer cruzaría los brazos delante de ella mientras miraba hacia otro lado, suspirando. -. Supongo que fue algo agradable tenerte aquí tanto tiempo, aunque no es como si te necesitase… No te olvidarás de tu promesa… ¿Verdad? -aunque al principio quería presumir de ser dura y desinteresada, en el fondo no pudo contener expresar su interés en que cumplieses con tu objetivo, tu deseo, tu promesa con ella y con todos…

Notas de juego

 En el próximo post despertarás.

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05/10/2020, 05:32
Glaius

 Para el nigromante sería difícil disfrutar de la noche teniendo en cuenta que no podía hablar en voz alta sin que casualmente las respuestas en tus sueños pudiesen conectar con lo que decía, aunque ciertamente le parecía interesante el rumbo que tomaban tus conversaciones dormidas y todo lo que aquello decía y significaba… Una noche difícil, eso era innegable.

 Llegada la mañana siguiente, Glaius no tardaría en despertarte con uno de sus comentarios, esta vez referente a tu sueño.

 -Uhm… -clavando un poco la mirada en ti cuando soltaste aquellas palabras sobre su temperatura, el nigromante no tardaría en enarcar una ceja un tanto molesto. -. Para tu información, no dormí anoche, estaba muy ocupado haciendo avances en la investigación de… todo. Será un día bastante movido… -seria entonces que, mientras terminaba de organizar unos papeles, escucharía la invitación a tú tienda para ir por lo que le habías ofrecido. Aunque bastante inexpresivo aún, Glaius se mostraría algo pensativo al respecto antes de responder. -. Dame cinco minutos… -concluyó.

 El nigromante se dedicaría en esos cinco minutos a terminar de acomodar algunas cosas de su habitación, siendo en su mayoría papeleo sobre la distribución de las fuerzas del castillo, la inversión del dinero, reportes de los caballeros, entre otro montón de cosas…

 -Estoy listo… -anunció finalmente el hombre una vez había terminado de arreglar todo, o lo que para él era arreglado, pues cualquiera que entrase podría ver un montón de papeles y cosas sobre mesas y estanterías sin ningún orden en particular...

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06/10/2020, 11:21
Baeric Griffith

La princesa no parecía creerse las palabras de Baeric, pero finalmente al colocarse la lanza en el cuello pareció aceptar que el no terminó de aprovecharse de ella, un alivio para el caballero real, el cual suspiró un tanto aliviado mientras escuchaba como su señora iba a asearse y luego el tendría que acompañarla al comedor.

El no dudó en asentir.-Si, mi señora.-Asintió como de costumbre antes de comenzar a vestirse con las prendas que estaban esparcidas por la habitación. Luego una vez ella se metiera en la otra habitación, salió para ir a asearse.

Después de un buen rato, a la vuelta a la habitación para acompañar a Artanis, Baeric se encontró a la princesa con vestido, guantes, medias, zapatillas…parecía una autentica princesa, una princesa de cuento de hadas…pero era una lástima, esos cuentos eran ficticios…pero la princesa, la princesa era muy real y estaba preciosa vestida de esa forma.

Baeric se mantuvo en la puerta, escudriñándola con los ojos, maravillado a causa de la belleza que poseía. Ya estuviera en armadura, desnuda o con vestido, era preciosa.

Ella no tardó en explicar que era un regalo de su padre. Cada uno tenía una forma diferente de superar el duelo…Baeric apenas se inmutó con la muerte de la gente de su aldea o su propia familia, pero comprendía a Artanis y por eso no dudó en hablar.-Estáis maravillosa, alteza, estoy seguro de que vuestro padre se sentiría orgulloso de vos.-Dijo con tono amable, servicial.

Cuando ella pidió ir al comedor, el no dudó en asentir, cediéndole el brazo para empezar el camino, como de costumbre.

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06/10/2020, 16:10
Faith Edrielle
Sólo para el director

-¿Prefieres la dignidad a reconocer que te ha gustado? - le dije de forma pillina mientras recorría mi mano con su pecho hacia su cara para darle un suave toque en la nariz. - Más digno es reconocer y defender lo que eres. - aunque no a forma de reproche, le dije de forma igual que yo estaba empezando a descubrir verdades de mi misma que permanecían ocultas por un amor ciego a mi hermano. Aunque seguía manteniendo ese amor... Tan solo parecía que hubiera madurado.

-Ya bueno... Iba en serio, pero esto en parte también ha sido una pequeña recompensa... Supongo que para ambos - esperé que así lo viera Ordinem, pues realmente a pesar de también haberlo usado para encontrar su punto debil, estuvo bien soltarse y liberarse un rato de ese modo. No obstante, no le daría más vueltas al tema. A fin de cuentas ambos sabiamos bien lo que había pasado y como había pasado.

Sonreí entonces cuando pasamos a hablar de como era el en cuanto a perfeccionismos y defectos, y simplemente cerré los ojos para poder decir - Ocultamos nuestros errores para pretender ser perfectos, pero realmente no nos damos cuentas de que esos defectos nos hacen ser mejor que perfectos. No hacen ser únicos - y tras decir aquella frase abrí los ojos mirandole directamente. - Soy un hada de la luz, y tengo muchos defectos, el primero es el amor más allá de la hermandad que le tengo a mi hermanito. Pero aún así, ¿por qué esconder quien soy? ¿por qué avergonzarme de lo que me gusta? - dije pues compartiendo algo de mi con el, aunque el ya lo sabía todo de mi como podría ser obvio. No obstante, pensé que así ahora estariamos en una situación de empate, y que quizás le haría sentirse más vivo si le mostraba mi realidad. - Aunque lo entiendo si es por la prueba, pero quizás evitar esconder tu verdadera esencia, te hace disfrutar más de ti mismo. - A modo de consejo, finalicé aquella charla sobre la perfección. Igual así tenía cosas que pensar y que hacer hasta nuestro siguiente encuentro.

-No la verdad, no me percaté, pero pensé que ahora que estabas con las defensas bajas me lo dirías, y así ha sido - dije tras que me comentara todo e incluso me ofreciera su cola para acariciarla, para luego reir un poco - Es broma bobo, si que lo sabía, pero quería ver si también podría haberlo descubierto de esta manera - y la respuesta fue afirmativa. Dejando todo eso a un lado acaricié con suavidad la cola, tocandola como si fuera el objeto más fragil del mundo. Pero aunque me centrara en su cola, no me pasarían desapercibidas aquellas palabras, siendo que sonreí con malicia - Ah, entonces no te violé ¿No? - como colofón final, mandé el estoque directo a su dignidad, siendo que ya no podría aguantar ambas afirmaciones - Y te recuerdo que te he llevado yo hasta la cama, aunque la hayas creado tu - obviamente recuperando la dominancia, dejé en claro quien había hecho que sobre quien.

Después de tocar la cola, sentí como aquella magia recorría todo mi cuerpo para luego verme con cuidado poco a poco logrando ver el gran cambio que había dado, al menos sin un espejo. Siendo pues que Ordinem mismo me elogió, busqué verme un espejo - Y-yo también quiero verme ¿U-un espejo? - pensé un tanto nerviosa sin concentrarme pues en que podría tratar de crearlo, esperando más bien que lo hiciera así él. Una vez me hubiera visto, me quedaría asombrada - Guau... Soy... ¿Yo? - dije girando y viendo que si, era yo misma, solo que influida por la creación y por Ordinem. - Vaya... Ni me he ido y ya me pones los cuernos - dije antes de reirme y guiñarle un ojo a modo de broma - Gracias.

-Con esto te tendré siempre presente, ya que ahora tanto la luz, como la creación, como tu, formais parte de mi y yo parte de vosotros. - no pude expresarme mejor a modo de agradecimiento, ni tampoco el lugar me dejaría tiempo para expresarme más.

-Descuida, este solo es el principio, pero volveré como bien sabes. Tengo una promesa que cumplirte - dije haciendo honor a mis palabras con Ordinem, aquellas palabras de que no sería como el resto de portadores. Que esta vez sería distinto. Esta vez cambiariamos la realidad que le ocurren a los portadores de una vez por todas. Pero antes de irme no pude evitar acercarme a él y darle un suave beso en la comisura de los labios. - Nos vemos Ordinem. Y si necesitas y puedes hablar, ya sabes donde estoy - con una risita, simplemente esperé pues a que el lugar me despertara en la realidad

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08/10/2020, 12:16
Cytla Calatia

Me quedé mirándole a los ojos a Glaius cuando se quedó mirándome a mi antes de enarcar una ceja reconociendo que lo haría con cierta molestia, antes de informarme de que esta noche no había dormido porque estaba muy ocupado haciendo avances en investigar básicamente todo lo que estaba pasando... Je, que patinazo por mi parte tal vez. Ante su mirada molesta yo simplemente sonreí levemente, sin duda más animada que la noche anterior -No hace falta dormir para descansar tumbándose en una cama, jeje...- le dije en broma, ya que no era necesario dormirse en una cama y que simplemente se pudo tumbar un rato para descansar la mente, esta vez sin chistes verdes de por medio... Y realmente no sabía si se llegó a tumbar o no; pero era gracioso ver como reaccionaba para intentar saberlo o no.

Los que quieras- le terminé diciendo al nigromante cuando dijo que le diese cinco minutos mientras yo me alejaba un poco para darle espacio y de paso estirar un poco el cuerpo, ya algo más seria -Si te has pasado toda la noche investigando podrías haber intentado despertarme. Quizás de magia no sepa gran cosa, pero de encontrar información si- le dije ya bromeando menos y tomándome más en serio mi trabajo como caballero y la situación.

Lo único que hizo Glaius para prepararse fue dejar papeles en distintos lugares los cuales cotilleé un poco por encima -Inversiones, reportes, distribución de personal... ¿porqué te los encargan a ti y los tienes tu?- le pregunté con cierta curiosidad al nigromante, cuando hay personas que estos temas los pueden llevar mejor... Yo por ejemplo. Al ver que no hacía nada para solucionar su vestimenta, no pude evitar reírme levemente, acercándome a él para cerrarle mejor la capa -Abróchate bien la capa, o las damiselas y algún galán no te quitarán los ojos de encima hasta que te de la ropa en mi tienda- le dije en referencia a su frío y musculado cuerpo de hechicero de cadáveres.

Después de eso, ya volví a estar más seria arreglándome yo un poco, lista para llevar a Glaius a mi tienda... quería ver a mi madre después de una noche como la anterior, un abrazo suyo al igual que el "abrazo" que me dio Glaius me vendría bien -Si quieres podemos pasar a ver a los príncipes antes de irnos... aunque también esta la opción de ir rápido a la tienda para coger los recursos que necesites y volver ya con ellos a examinarles- le acabé diciendo al nigromante. Si él no decía nada, pues le llevaría a la tienda.

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08/10/2020, 14:11
Fío Edrielle
Sólo para el director

No se podía ver en un espejo, pero posiblemente si lo hubiera mostrarían a una quimera de lo que antes pudo ser, caos se había adueñado de parte de su cuerpo, sabía que le habían crecido pechos, y que tenía el pelo más largo y de color morado pero no tenía idea de hasta donde llegaba el enorme cambio. Su pierna derecha que de normal gotearía miasma caótico, se había de algún modo solidificado aunque quedado como un extraño calcetin de quitina negruzco, solo quien se fijara mejor vería que tenía reflejos morados. Jugar a las cartas era entretenido, no le importaba ganar o perder aunque la última ronda tuvo muchísima suerte a decir verdad. - En realidad ambos hemos quedado empatados, yo he perdido una, tú has perdido una y hemos empatado otra. Estamos iguales... Sonrió mientras decía aquello y dejó las cartas en el suelo, sabía que podía hacerlas desaparecer así como las había hecho llegar a sus manos. 

Incorporándose pudo ver como el caos se expandía y el ente decía aquellas palabras. - ¿Qué dices?... No me he pasado todo este tiempo entrenando para nada, en cuanto despierte pretendo lograr que puedas ver, oír, sentir y degustar todo en el mundo... Y también quiero lograr que puedas hablar conmigo. ¿Tienes un poquito de fe en mi? Le besó la mejilla con esas últimas palabras, no hacía falta respuesta, como si se tratara de un sueño... simplemente despertaría tras aquel gesto. 

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09/10/2020, 06:39
Alanís Cromwell
Sólo para el director

-¿Hm? Oh, gracias, eres muy gentil al decir eso. -le miró con curiosidad, y luego esbozó una sonrisilla. Sin estar bajo la mirada de nadie más, Alanís se tornaba bastante más expresiva en tema de pequeños gestos de lo que era regularmente, en su estricto día a día, y se permitió el sentirse un tanto contenta por el elogio y el interés- Si, así...normalmente me es más cómodo el cabello suelto,pero arreglarlo diariamente de forma pulcra es parte de lo que considero apropiado.

Diciendo esto, se acercó nuevamente a la armadura y tomó asiento en el banquillo, para comenzar a colocar con cuidado.

-Mis disculpas, normalmente estoy de pie más temprano para no demorar con estar lista. No tardaré más que unos minutos. -ajustó las correas de las grebas mientras hablaba, para luego pasar a desprender la coraza para abrirla a la mitad desde un costado y cerrarla alrededor del torso tras deslizarse en ella.

-Existen diferentes estilos de caballeros...aunque respeto el estilo de la mayoría, considero el tradicional como el mejor: una apariencia impoluta que inspire confianza, ser eficientes en nuestras labores, y no importunar a nuestros señores y compañeros con cargas adicionales. Ah...realmente no apruebo al tipo ruidoso o grosero. Si no tienen disciplina básica creo que no deberían estar en rangos altos.

Cerró los ojos levemente indignada, y luego volvió a abrirlos con algo de aprehensión.

-Por supuesto, no es que critique las elecciones del Rey, no es mi lugar o intención.

Fue colocando los guanteletes con cuidado, tras los demás ajustes que favorecían las manos desnudas.

-Volviendo al tema en cuestión, creo que el cabello suelto correspondería a una figura más galante. Como caballeros destacamos por diversas razones en poderío y estilo. En mi caso, mi especialidad es ser físicamente fuerte, porque mi madre es una dragona, sencillamente. No tengo demasiada gracia o rapidez para esgrimir esta fuerza, pero es algo increíblemente útil y hace el trabajo propiamente. Pero, si es algo que te ayudaría a estar un poco más confortable, no me molestaría dejar mi cabello abajo.

Dijo esto último con serenidad, resignada de buena manera.

-Siempre fuiste muy enérgico en desayunar algo cargado y pesado que incluyera carne, para tener energías a lo largo del día. Lo que más recuerdo de forma marcada es la predilección por lo vibrante y dulce posterior a la comida principal.

Iba a anunciar la marcha, pero le inquieto algo, y furtiva y rápidamente fue a atenderlo, no muy lejos de su posición original. Devolvió el porta-armadura a su habitación y demás cosas que no deberían estar de ese lado, y "casualmente" desarregló las sábanas de su cama, no fuera que los sirvientes comenzaran rumores extraños.

-Hm...entonces, descendamos al comedor. Espero que el día traiga consigo algunas memorias familiares.

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10/10/2020, 19:17
Princesa Artanis

 Sin mostrar ninguna reacción en particular por tu comentario, o al menos intentando ocultar lo que pudiese sentir por ello, Artanis no tardó en tomar tu brazo suavemente con el suyo para que le llevases a través del castillo hacia el comedor.

 Ciertamente era inusual ver a la princesa utilizando una vestimenta tan fina como esa, cosa que provocaría que más de uno de los presentes en el castillo se detuviese a verla pasar más que de costumbre, pero nadie parecía comentar nada al respecto, al menos no de ella; si afinabas tu oído hacia los grupos más pequeños, podrías percatarte de que se estaba corriendo la voz en pequeñas cantidades de que nadie había visto al rey desde anoche. Los involucrados en lo sucedido claramente estaban haciendo un buen trabajo al ocultar la verdad, pero sería cuestión de tiempo para que todo se acabará revelando…

 Finalmente llegaron al comedor real en el cual solía comer toda la familia junta día tras día, pero en aquella ocasión no estaría nadie más en la mesa que la princesa, y el heredero que llegaba desde el otro lado del pasillo con su escolta, Alanis.

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10/10/2020, 19:23
Príncipe Arthas

 -Oh, entiendo... -comentó el príncipe con una sonrisa, siendo que sería paciente al esperar que te arreglases mientras escuchaba también con atención tus opiniones respecto a los tipos de caballeros y tus razones para prepararte de esa forma. -. No tienes que preocuparte de nada: Si piensas de esa manera es por algo. Tal como mi padre habrá tenido razones para aceptar a caballeros ruidosos en lugar de a otros que son más “finos”, tú tienes tus razones para que no te gusten. Aunque pensándolo bien, a mi tampoco me llama mucho la idea de un caballero que haga alboroto innecesario -se explicó riendo un poco pensando en la situación, antes de finalmente volver al tema de tu cabello antes de tocar el asunto de la comida. -. Pues… No considero que tengas que forzar una imagen dura de poder y disciplina. Te ves muy bien con el cabello suelto, el resto debería saber que bajo esa armadura de caballero aún sigues siendo una persona, después de todo tus actos hablan más que tu apariencia, ¿no? -dicho de otra forma, apoyaba la idea de que te dejases el cabello suelto.

 El príncipe se quedaría algo pensativo mientras le contabas sobre sus gustos culinarios, soltando una leve risa mientras se lo imaginaba antes de que, poco antes de partir, te decidieses a hacer unos arreglos a las habitaciones para disimular lo sucedido anoche.

 -Cuento con ello, Alanís -concluyó antes de que finalmente se pusieran en marcha al comedor real.

 Durante el camino por los pasillos del castillo recibirían la atención natural que iba dirigida al príncipe. Nadie parecía comentar nada en particular y todos realizaban muestras de respeto apropiadas, pero a diferencia de Arthas que iba más mirando hacia todas partes con curiosidad, a ti te bastaba con afinar el oído para percatarte de que en ciertos grupos pequeños se corría la voz sobre la ausencia del rey desde la noche de ayer; estaba claro que aún nadie sabía lo sucedido, pero tarde o temprano la verdad saldría a la luz…

 Terminarían llegando entonces al comedor, lugar donde toda la familia real acostumbraba a comer todos los días reunidos, pero en aquella ocasión el comedor sólo gozaría de la presencia vuestra, y de la princesa y Baeric que naturalmente llegaban desde el otro lado del pasillo.

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10/10/2020, 19:41
Director

 Acabarían llegando ambos cada uno por su lado escoltando a su respectivo miembro de la familia real, siendo que acabarían reuniéndose frente a las puertas del comedor.

 -¡Buenos días, hermana! -le saludó el príncipe con una de sus sonrisas.

 -Buenos días, Arthas… ¿Te encuentras mejor de lo de ayer? -preguntó entonces la princesa, con un tono de preocupación a pesar de que su expresión fuese la seria de siempre.

 -Bueno… Aún sigo sin recordar nada en especial, pero al menos ya puedo caminar solo -respondió algo bromista.

Artanis dejaría allí la conversación, suspirando levemente antes de hacer una indicación a Baeric para entrar. En esos momentos la princesa iba agarrada del brazo del caballero halcón como era costumbre, pero lo que hacía diferente aquella escena era el hecho de que la princesa no llevaba su armadura como era usual; en su lugar, estaba vestida con un hermoso vestido que comenzaba con una parte superior azul y caía desde su cintura con un amplio color blanco, combinado con unas telas sobre los hombros del mismo color que la falda los cuales también combinaba con suaves colores pastel, así como un par de guantes de ópera que hacían juego con las medias y las zapatillas que llevaba. Una vestimenta que nadie nunca le había visto usar…

 Arthas y Alanís entrarían tras la princesa y Baeric, siendo que entonces los príncipes podrían tomar asiento a ambos lados de la mesa rectangular que ocupaba buena parte del comedor, quedando los herederos uno frente al otro en el borde donde se suponía se sentaban el rey y la reina en medio.

 -¿Nuestra madre no comerá con nosotros…? -preguntó inocentemente el príncipe.

 -Tal vez aún no haya despertado, o lo haya hecho y no tenga hambre… -concluyó la princesa quien en esos momentos tenía tanta información al respecto como Arthas…

 No tardarían en hacer acto de presencia los sirvientes con los carritos de comida, empezando a llenar la mesa con distintos platillos variados entre los que destacaban la carne, algunos vegetales, queso, un par de salsas ligeras, y algunos postres que se conservarían muy bien mientras los príncipes comen el resto; finalmente la mayoría de sirvientes abandonarían el comedor una vez habían dejado la mesa llena como era habitual cada día, siendo que luego de que los príncipes se retiraran podrían recoger todo con más calma, dejando únicamente a un par parados afuera al otro lado de las puertas por si la familia real necesitaba algo más.

 -Vaya, es bastante comida… -soltó algo sorprendido Arthas antes de voltear a ver a Alanís, quien al igual que Baeric con la princesa se encontraba parada a un lado de él. -. ¿No te gustaría comer con nosotros? -de igual forma, dirigiría su mirada a Baeric. -. Tú también deberías. Eres el caballero de mi hermana, ¿no? Creo que hay comida más que suficiente para todos.

 La princesa guardaría silencio mientras Arthas hacía demostración de su inocente amabilidad, invitándoles a compartir alimento en la mesa de la familia real. Lejos de dirigirles una mirada de negación a alguno, Artanis se limitaría a hacerles un gesto de aprobación.

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10/10/2020, 19:57
Ordinem

 -Vamos, ¿no te has cansado de darle lecciones a la representación de la luz? -respondió bromista mientras en el interior apoyaba tus palabras, asintiendo entonces al tema de que todo aquello había sido bueno para ambos; llegados a ese punto no podría negar que le habías sorprendido de sobremanera, y que fuiste capaz de llegar a él como ningún otro portador había podido… -. Supongo que tienes razón. Haz aprendido más de lo que esperaba… Se que al salir continuarás de esta manera, siendo quién eres en el interior y no lo que los otros esperan que seas… Por mi parte… Tendré una cama preparada para la próxima vez que venga -concluyó con una tonta sonrisa.

 La expresión de Ordinem sería todo un poema cuando bromeaste con no saber su debilidad luego de que te la había revelado, sintiendo una gota de sudor caer por su frente cuando revelaste realmente haberte percatado.

 -Eres diabólica… -concluyó cuando incluso luego de permitirte acceder a su cola lanzaste aquellos penetrantes comentarios que irían directo a su dignidad como afiladas lanzas; algo dentro de Ordinem lloraba al no poder negar nada de lo que decías…

 Empezada y concluída la transformación, Ordinem formaría un espejo delante de ti para que pudieses ver a tu nuevo yo, mirándote con una sonrisa de emoción que luego decaería rotundamente al escuchar tu primer comentario, siendo que de no ser porque finalmente lo agradeciste seguramente se hubiera lanzado a sacudirte como un saco de papas por seguir lanzando comentarios de ese estilo.

 Tus palabras era todo lo que necesitaba antes de que te fueses, esperándote entonces en las alturas para abrazarte por la cintura una vez te tuviera cerca y así corresponder aquel pequeño y dulce beso, mirándote a los ojos mientras todo el lugar era consumido por la luz y sus cuerpos poco a poco empezaban a ser borrados por la misma.

 -Cuento con ello, Faith… Mucha suerte...

 Finalmente tu vista sería cegada por la luz, la cual tras unos segundos se convertiría en absoluta oscuridad. Perderías la consciencia unos instantes antes de percatarte de que nuevamente volvías en ti, abriendo los ojos con cansancio como si realmente no hubieses dormido nada luego de un largo día de trabajo. Te encontrabas tumbada boca arriba en el suelo, viendo el techo de lo que parecía una pequeña cueva en forma de túnel; al ver a un lado encontrarías una pared rocosa que marcaba el final de la cueva, y hacia el otro un camino de varios metros hacia una luz que señalaba la salida… Pero tu atención se centraría finalmente hacia adelante, donde al igual que tú se encontraba despertando otra persona...