Partida Rol por web

Konoha Gennins

Hogosha

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24/03/2010, 22:34
Sandaime

 

El despacho del Hokage huele a limpio, unas flores frescas acostadas en una vasija de cristal dejan que su agradable y dulce aroma llegue hasta todos produciendoos un efecto adormecedor. Shikaku pertenece detrás vuestro. Llevais ya unos días realizando misiones de rangoD y la tarea de recoger los rollos y dirigiros al Hokage son ya absolutamente de vuestra responsabilidad, por lo que él tan solo observa desde la puerta cerrada como actuais. Disimuladamente y de mala gana Satsujin lleva el protector de Konoha en el antebrazo, varias han sido las recriminaciones de Shikaku por esto, el protector era un símbolo conforme Konoha estaba orgullosa del ninja que lo llevaba, era un símbolo de fidelidad al país del fuego, y de asumir unos principios humanos en los que los ninjas de Konoha habían sido pioneros. Actualmente, esos principios habian hecho que Konoha tuviera los mejores ninjas del mundo, por lo que ese protector simbolizaba estar entre ellos.

Aún así parece reticente, y anda deseando quedarse en la privacidad para deshacerse de él, y mientras masculla y se revuelve como si esta banda le produjera alguna reacción alérgica, Yuu avanza hacia la mesa donde ya descansa el rollo de pergamino con su próxima misión y el Hokage da su permiso con un asentimiento de cabeza. Yuu recoge el rollo y vuelve con el grupo para extenderlo y leerlo junto a Moeru y Satsujin

"Rango C. Solicitante: Isawa Todoke

Misión: Kibôdo no-toshi celebra su festividad más importante, la fecha en que los señores del País del Rayo, y el País del fuego firmaron la paz terminando así con el sufrimiento de esta ciudad fronteriza, que en señal de paz, no debe tributos a ninguno de los dos países perteneciendo a ambos. En esta fiesta todos los habitantes de Kibodô no-toshi, sacan sus pertenencias sobrantes o el sobrante de los productos de sus comercios a la calle, con tal de repartirlos entre todos los habitantes en señal de paz. Esta es ocasión para muchos bandidos de conseguir un tremendo beneficio gratuito. Normalmente encargamos esta tarea a los ninjas del Villa de las Nubes, pero dado los incidentes del año pasado, consideramos oportuna una vigilancia extra. Gracias ninjas de Konoha"

 

 

Quedais un momento pensando, observando y releyendo, una misión de vigilancia, en una ciudad fronteriza, no habeis estado jamás en una ciudad, y puede resultar tremendamente estimulante, avivando ahora mismo vuestras ganas y curiosidad por ver algo semejante, el Hokage deja ir una enorme bocanada de humo que se disipa rápida ante el potente y penetrante olor de las flores, y comienza a explicar

Kibôdo no-toshi (La Ciudad del camino de la Esperanza) se encuentra al Noreste de Konoha, sus habitantes, como el resto del mundo, no conocen la ubicación de Konoha. Esta festividad como bien habeis leído conmemora la fecha en que se firmó la paz entre el País del Fuego y el País del Rayo, dejando a la ciudad tan castigada, que parecía su recuperación algo inalcanzable, sin embargo, por los horribles crímenes y batallas acontecidas en ese lugar, se le fueron perdonados los impuestos, haciendo de ella una ciudad próspera, concurrida y rica.

 

Muchos ladrones aprovechan la ocasión en que en las fiestas se sacan las pertenencias y bienes a la calle para robarlos, es inevitable, sin embargo el año pasado hubo un gran saqueo por parte de un grupo de bandidos de algun pueblo del País del Fuego, el resultado fué la interrupción del festival con un ninja de la Villa de las Nubes herido de gravedad, como imaginais esto supone que pongan un ojo sobre nosotros, y esperan que de ahora en adelante asumamos la seguridad del festival entre las dos villas.

 

En esta misión Shikaku será uno más del equipo, y sereis vosotros quienes os encargueis de contactar con el pueblo y tomar las riendas de la misión, será ante Isawa Todoke, Sacerdote de Kibôdo no-toshi, que os presenteis, será él quien os indicará como debeis realizar el trabajo. Dificilmente los bandidos se volverán a atrever a interrumpir el festival este año, pero vuestra presencia es del todo imprescindible.

Tras esto el Hokage alza la mano y hace un gesto despidiendo al viento, su gesto exige obediencia, y aunque a día de cada día no le molesta recibir visitas y preguntas, reuniones con aquél que necesita consejo en la villa o con los alumnos de la academia que necesitan un mayor incentivo para seguir adelante, a la hora del trabajo se muestra muy serio e inflexible, y exige una impecable realización, puesto que es la reputación de la villa de Konoha la que está en juego. Una reputación por la que vuestros padres han luchado, y por la que muchos se han sacrificado, es por eso tal vez, que los que más años llevan a la espalda, son tan obstinados por mantener bien reluciente el protector de Konoha.

Notas de juego

Hogosha: Guardianes

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26/03/2010, 01:27
Yuu Hyûga

Yuu lee el pergamino donde esta escrita su próxima misión, lo hace con cierta rapidez presa de la emoción y la curiosidad al ver el símbolo de Rango C justo al inicio. Una misión de rango C? Al acabar de hacerlo no puede evitar una pequeña mueca de satisfacción al ver que han dado un paso más en su carrera de ninja.

No se esperaba para nada este tipo de misión, aunque un par de las ultimas misiones que llevaron a cabo era de rango D acabaron por complicarse más de la cuenta, gracias a Sikaku-sama pudieron paliar la amenaza y salir victoriosos. Pero ahora caía sobre sus hombros todo el peso de la reputación de Konoha y no podían permitirse fallar esta vez, si algo pasara en ese festival y ellos no fuesen lo suficiente fuertes como para evitarlo, Konoha se vería en una posición muy delicada con sus vecinos el país de las nubes y con las demás grandes naciones ya que podrían no contratar ninjas de a hoja para futuras misiones y eso afectaría a la economía y al potencial de la villa.

Este cambio le trajo a Yuu viejos recuerdos de cuando e grupo se formó y comenzaron a ser compañeros, eran unos genins recién salidos de la academia y estaban entusiasmados por conocer a sus compañeros y su maestro. Miró de reojo a su compañero viendo como había cambiado tanto en tan poco tiempo. Desde que luchó con ese canoso del sonido parece que se ha vuelto más solitario y su mirada es más desafiante que antes. Antes se le podía llamar compañero, pero ahora ya solo nos vemos cuando entrenamos o estamos de misión el resto del tiempo parece sumirse en su oscuridad y no importarle para nada ni Moeru ni yo... Me alegra saber que shikaku-sensei vendrá con nosotros.

Miró con cierta dulzura a su pequeña compañera recordando la primera vez que realmente se conocieron.Si Satsujin es la oscuridad, Moeru es la luz. Son totalmente opuestos, se agradece tener a alguien con quien poder conversar y forjar una amistad como la que hemos llegado a tener, aunque hay momentos que puede ser agotadora. Tiene una energía superior a cualquiera que conozca. Me alegro de haber formado parte del mismo grupo que ella, pese a su físico es una gran Kunoichi.

Enrolla con calma el pergamino y lo envuelve con un fino cordel rojo atándole una lazada.Y aquí estoy yo, entre claros y tinieblas sometida a la presión de un clan cuyos miembros siempre han estado al nivel mas alto y que esperan grandes cosas de mi y este es el momento de demostrarle a toda la villa lo que vale el equipo 1 y Yuu Hiugga... Su mirada se llenó de energía y seguridad permitiéndole mirar a los ojos al mismísimo Hokage.

No se preocupe Maestro Hokage, nuestro equipo se ocupará de todo. Si esos ladrones intentan saquear la ciudad se las verán con los ninja de Konoha. Sus palabras rebosaban vitalidad, acabó con una larga reverencia y se echó par atrás a la espera que sus compañeros acabaran e irse a prepararse para esta nueva y seguramente peligrosa misión.

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27/03/2010, 14:25
Moeru Ikusa

Moeru sonríe para sí al ver el membrete del pergamino que Yuu tiene entre las manos, aunque por fuera su expresión sigue siendo de la seriedad requerida por las circunstancias. Rango C. Esto por fin sonaba a algo que empezaba a requerir de ellos toda su fuerza y sus conocimientos como ninjas. No es que no encontrase satisfactorio el haber colaborado a reconstruir Himitsudo-no-mura... le alegraba haber podido compensar a sus habitantes, en parte, por todo el sufrimiento que habían padecido a manos de Kimimaro y sus ninjas del sonido. Después de haber visto la devastación causada, casi se arrepentía de haber dado la oportunidad de escapar a aquella kunoichi. Alguien que participa en semejante carnicería contra civiles no merece ni que la traten como a un ser humano. Y casi se arrepentía de haber protegido a Satsujin. Desde aquel día, sus ojos tenían un brillo aún más feorz si cabe, y se había obsesionado de tal modo con ese monstruo canoso que Moeru temía que esa obsesión le consumiese y le hiciese abandonarles para buscarla, como había hecho Orochimaru.

Inmediatamente se avergonzó de sus pensamientos. Es tu compañero, le tienes que proteger te caiga bien o no, y confiar en que el te protegerá a tí cuando llegue el momento, le caigas bien o no. Es vuestro voto de ninja. Si él quiere romperlo es su problema, pero tú nunca deberías. Además, el ya intentó protegerte una vez- Moeru se mordió el labio. Había sido una locura lanzarse en persecución de sus enemigos sola, y Satsuji aún así había ido tras ella. Sabía que podía tener buenos sentimientos si se lo proponía, pero... a veces se preguntaba hasta qué extremos habría que llegar para que se lo propusiese.

Que diferentes somos todos- pensó, mirando de reojo a Yuu, siempre tan dulce y tranquila, que ojeaba el pergamino. Allí donde Satsujin y ella se lanzaban a la acción, ella pensaba. Allí donde ella era orgullosa y Satsujin brusco, ella era tranquila y racional. Sobre todo con ella. A veces sentía un poco de lástima al ver como intentaba seguir su ritmo incansable, regañándola por ir tan a lo loco o pidiéndole por favor que parase un poco. Sería una buena madre- pensó. Tenía ese carácter tranquilo y atento, y la dedicación a sus compañeros y seres queridos. Aunque en su caso siempre estaría en desventaja, al fin y al cabo prácticamente nadie en la aldea tenía la energía de su madre- y por ende, suya. Algún día le debería presentar a Kiri, seguro que se llevan bien...

Sea como fuese, habían sido buenos días trabajando con sus compañeros. Había una cierta satisfacción en ayudar a los demás, e imágenes como la de la pequeña Onna abrazada a su conejito hacían que cualquier cosa valiese la pena. Pero la mente de Moeru ya estaba pensando en el siguiente paso, la suiguiente misión, el siguiente peldaño del camino a mejorar su fuerza y su habilidad que, ahora era consciente de ello, apenas estaba empezando a florecer. Pero algún día, se prometió, algún día sería lo bastante fuerte para proteger a la gente de cosas como la que habían visto. Esta sería una oportunidad de empezar.

Robar abusando de la buena voluntad de la gente y en un tiempo de alegría y celebración es algo vil. Si alguien lo intenta les quietarmeos las ganas, mi señor Hokage. No le quepa duda.

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27/03/2010, 15:00
Satsujin Izanami

Entramos los tres al despacho del Hokage y este nos informa de que se nos ha encargado una misión de Rango C, ante lo cual sonrío, pensando "Las últimas misiones no me han hecho más fuerte…esta al menos es un paso más en la escalera hacia el poder que ansio"

Sonrío, pasando mi lengua por los colmillos, con gesto distraído mientras no puedo evitar pensar en que mi relación con mis compañeras se deteriora cada vez más "Yuu, Moeru, Shikaku…ninguno de ellos entiende lo que es la confirmación de tu vida mediante el derramamiento de sangre…nunca sabrán lo que es vivir en las tinieblas de tu propia mente, siendo esclavo de tu legado genético"

Aún así debía reconocer que lo había pasado bien con ellos, jugando con ellos al juego de ser compañeros, me había preocupado por ellas en algunos casos, como cuando le había dicho a Moeru que huyera junto con Yuu, o como cuando corrí tras la pequeña y veloz Ikusa, incluso había congeniado algo con Shikaku, pasando tardes enteras con él jugando al go y al shogi.

Miro hacia otro lado, posándose mi vista sobre el protector, que llevo de tan mala gana en el antebrazo. Inmediatamente pierdo la sonrisa y mi mirada se carga con desprecio durante apenas un parpadeo.

Tras este momento me aparece en la cabeza la imagen de aquella niñita sonriente cuando le entregamos su mascota, su agradecimiento me había hecho sonreír de verdad, aunque eso solo me había hecho endurecer más mi represión sentimental, pues crear lazos es un sinónimo de fracaso.

Cita:

Robar abusando de la buena voluntad de la gente y en un tiempo de alegría y celebración es algo vil. Si alguien lo intenta les quietarmeos las ganas, mi señor Hokage. No le quepa duda.

Asiento ante las palabras de Moeru mientras giro, metiendo mis manos en los bolsillos para salir del despacho

-Les quitaremos la vida…Maestro Hokage, una vocecilla en mi mente dice "Por los aldeanos…por Konoha"

Sacudo la cabeza mientras salgo al pasillo.

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04/04/2010, 02:54
Nara Shikaku

El grupo uno se pone en camino, tal vez sea este, el equipo gennin más prometedor de Konoha, y no es de extrañar que sus familias hayan sido felicitadas por el mismísimo Hokage. Yuu Hyugga, Moeru Ikusa, Satsujin Izanami y Shikaku Nara, los cuatro ninjas rodean la gran montaña que da sombra a Konoha, que da esplendor a la villa bajo las majestuosas miradas de los cuatro Hokages, sus caras esculpidas resultan siempre la última inspiración de lealtad y respeto a los ninjas que abandonan la villa, a la sombra de la montaña caminais por el bosque, no hay caminos, no hay senderos trazados, esta vez, ni esa nimia ayuda tendreis para alcanzar el destino.

No hay entre vosotros quien tan lejos haya llegado, y sin duda pisar un país fronterizo será algo digno de explicar a la lumbre del fuego a vuestro regreso, Shikaku-sensei carga la mochila con los enseres, y dinero necesarios y poniendo el mapa en manos de Yuu echa a caminar solo para detenerse apenas dados unos pasos, inspirado, alumbrado por una idea, no hay duda de que va a pediros algo, y Satsujin ya anda resoplando antes de escuchar la ridiculez que el sensei va a pronunciar, inicialmente su rostro se difumina al observandoos, sopesando las posibilidades de encargaros el cometido, y parece desestimar la idea, pero finalmente, con ese tono tímido de atrevimiento termina por proclamarlo.

 

Kibôdo no-toshi queda a algo más de un día de camino, y el festival es dentro de cuatro días, por lo que resulta problemático haber salido tan pronto, de todos modos, os propongo recorrer el camino, como si de una petición de ayuda del SrFeudal se tratara, llegaríamos hoy mismo justo al anochecer. Solo los Jôunins de Konoha responden a una petición de ayuda del SrFeudal del País del Fuego, y cuando nos llama, debemos comparecer ante él sin demora, por lo que no existe el descanso.

Esto es muy problemático, pues exige un gran aguante, una velocidad y una capacidad de percepción del terreno infalibles, ya que, aún recorriendolo todo, a toda prisa, no puede desestimarse la posibilidad de emboscadas por parte de bandidos.

Así pues, os indicaré desde aquí hacia donde está Kibôdo no-toshi, id todo lo deprisa que podais, aunque esto pueda traerme problemas, iré doscientos metros por detrás vuestro, para que seais vosotros quien encontreis el camino.

Si llegamos hoy.... os invitaré a cenar sushi

El verde bosque se extiende por todo el País del Fuego ante vosotros, ni senderos ni caminos, solo arboledas verdes y matorrales espinosos, no os ha dicho cuando debais tomaros un descanso, no ha mencionado la hora de la comida ni el almuerzo, y ni siquera sabeis si podreis encontrar el camino correcto, no sabeis tampoco la distancia exacta, no sabreis si llegareis, sin embargo, esto puede resultar.. bastante emocionante, realmente, y aunque Shikaku no lo haya dicho, que un grupo de gennins puedan hacer algo así... dejaría bastante baja la reputación del título Jôunin, o dejaría bastante alto el listón del Grupo1 de Gennins de Konoha, o... ambas cosas

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06/04/2010, 01:52
Moeru Ikusa

Moeru se removía inquieta en el sitio, dándoles vueltas a los kunais entre los dedos. Desde que en su casa se recibieron las noticias, su padre había pasado la mayor parte de su tiempo libre afilando las armas de la joven hasta que las habría podido usar como espejo, y su filo ahora podría cortar una hoja al caer. Su madre había pasado mucho tiempo en la cocina preparando los ungüentos y las raciones de viaje que probablemente necesitasa. Atún requemado hasta casi convertirlo en carbón para los envenenamientos, bolas de semillas de sésamo para disminuir la sensación de sed cuando no hubiese agua cerca, jugo de amapola concinado hasta que adquiría la forma de una leche blancuzca para matar el dolor, pasta de paulonia para las heridas... todo eso lo llevaba metido en pequeños paquetes sellados en un nuevo gi, más amplio y desgastado para darle mayor libertad de movimiento, pero del mismo rojo intenso que el anterior. A Moeru le gustaba el color, la idea de usar su velocidad para que los enemigos de Konoha la viesen como un relámpago rojo entre los árboles y supiesen a quien se enfrentaban. La verdad sea dicha, la joven se había vuelto un poco confiada poco después de la misión, puede que incluso notase algo parecido a la arrogancia.

Nada que un par de capones de su padre y un par de charlas de su madre no hubiesen arreglado rápidamente. La arrogancia es un enemigo peligroso para un joven inexperto, y Moeru todavía era bastante de ambas cosas. La poca que le quedaba se le iba de golpe al ver a Satsujin. El también había sido arrogante en Himitsudo-no-mura, y seguía siéndolo a pesar de haberse llevado una paliza que estuvo a punto de matarle. La relación de Moeru con el joven era cortés, pero fría. No obstante, a veces la gorrión no podía evitar mirar a su compañero y recordar como había salido tras ella, sangrando y a punto de morir, para evitar que saliese corriendo detrás de los ninjas del sonido. En esos momentos no sabía bien que pensar. Ultimamente había dedicado mucho tiempo a pensar en sus compañeros, y aunque tenía claro qué lugar ocupaba Yuu en sus afectos- la joven Hyuuga se la había ganado rápidamente con su timidez, su dulzura y su compromiso con los débiles y heridos, no habría sabido decir que sentía por Satsujin. Hubiese sido fácil decir que desprecio, pero eso no explicaba por qué se estaba tomando tantas molestias por intentar llegar a esa cabeza tormentosa y endurecida que tenía y enseñarle algo más bonito y llevadero que el desprecio y la rabia asesina que tenía dentro.

Como un gorrión cantándole su canción a un lobo- pensó. Pero si el lobo intenta pasarse, veremos quien tiene los colmillos más afilados. 

Se sorprendió un poco cuando Shikaku les propuso esa carrera hacia Kibodo-no-toshi. Era un ejercicio de supervivencia bastante fuerte, más que lo que hubiesen hecho nunca hasta ahora. Los jounin podrían hacerlo, pero, ¿ellos?. Moeru había sufridfo de lo lindo para llegar a Himitsudo-no-mura, aunque bien mirado, aquí no iría cargada más que con su peso. No había sacos tan pesados como ella que llevar. Además, si lograban igualar a un jounin de la hoja, ¿que diría eso de ellos? No pensaba tanto en los honores o en la posibilidad de promocionarse como en poder volver a ver ese brillo de orgullo en los ojos de sus padres, y hasta de su hermanita. Merecía la pena intentarlo.

¿Quiere echarle una carrera a un Ikusa guiado por un Hyuga y protegido por Satsujin , Shikaku-sensei? Espero que tenga un presupuesto bastante amplio para gastos en la aldea, porque bastante se le va a ir esta noche- dijo con una sonrisa, tratando de parecer más confiada de lo que en realidad estaba. Aún sin peso, correr todo un día era una muestra de resistencia tremenda, y la velocidad está bien para las distancias cortas. No tanto para las largas. Pero si empezaban ya a dudar, tendrían mucho perdido, y al menos ella no pensaba rendirse.

No era propio de un Ikusa.

El resto de la mañana pasó como un largo pensamiento verde y amarillento. Moeru saltaba entre los arboles como una centella roja. Hacía poco que había estado practicando la técnica de usar su chakra para pegarle a superficies y correr por las paredes y el suelo, y no perdía oportunidad de practicarla. Yuu le avisaba a veces con frases cortas de cualquier cosa sospechosa que su Byakugan detectase, y los propios ojos rápidos y vivaces de la chica captaban enseguida lo que quería que viese, o encontraban cosas ellos mismos a medida que avanzaban.

Pese a todo, iban relativamente lentos. Para su sopresa, Yuu seguía su ritmo, botando entre los árboles a pocos metros de ella, aún cuando la gorrión decidía flexionar las alas y volar un poquito más rápido. Sin embargo, Satsujin iba lento y no parecía encontrarse en especialmente buena forma. Moeru miraba a menudo hacia atrás. Quería sentir irritación por verse obligada a frenar el paso, pero en realidad lo único que lograba sentir era preocupación por el.

- Tiradas (3)

Tirada: 1d10
Motivo: Percepción
Resultado: 6

Tirada: 1d10(+2)
Motivo: Velocidad
Resultado: 6(+2)=8

Tirada: 1d10
Motivo: Aguante
Resultado: 4

Notas de juego

Perdón por el retraso. Esta semana he estado lidiando con instaladores de radiadores, albañiles y cirstaleros. Hay que poner este piso un poco partas arriba y claro, como soy yo el que está en el... aparte, llevo enfermo desde ayer. Intentaré mantener el ritmo de ahora en adelante.

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06/04/2010, 20:24
Yuu Hyûga

Yuu se despidió de su familia, primero de su abuelo el cual casi nunca salía de los lindes de los Hyugga. Este como siempre la deseó suerte y le dio algún que otro consejo que seguramente Yuu agradecería cuando llegara el momento de ponerlo en práctica.

Despedirse de su madre fue mucho más duro, ella no se hacía la idea de que tuviera que ser nuestro equipo el que fuese a hacer una misión de rango C como esa, de echo ya había ido más de una vez al despacho del Hokage para mostrar su desaprobación en llevarse a su hija a la frontera del país del fuego. Estaba claro que no asumía que Yuu se había vuelto una ninja de la hoja y ya no era una niña.

Cogió su mochila de viaje y salió rauda de su casa al encuentro de sus compañeros en la puerta principal de la villa. Mucha gente se había acercado a despedirse del joven grupo que estaba en la boca de toda Konoha por sus grandes logros a su temprana edad.

El equipo 1 estaba listo para partir cuando a su sensei se le ocurre un nuevo reto para ellos. Que corramos sin descanso hasta la frontera? usted mismo a dicho que eso solo lo hacen los jounins y nosotros somos genins, a veces parece que no sabe con quien esta hablando... Aunque con sus palabras daba por echo que era una locura, agarró con fuerza el mapa y se apresuró para usar su línea de sangre y memorizar y buscar la mejor y más corta ruta hasta Kibôdo no-toshi. Byakugan

Parece que deberemos atravesar un frondoso bosque lo cual nos va a ralentizar en nuestro avance, sin mencionar que podemos perdernos con facilidad al igual que caer en cualquier tipo de trampa. Esta claro que Sikaku-sensei no quiere que sea un paseo por el bosque. Se queda mirando a sus dos compañeros esperando una mirada cómplice cosa que encontró al momento en Satsujin que parecía gustarle la idea. Dejó escapar una pequeña risa y miró con ternura a su pequeña compañera la cual también se veía animada con la idea.

Si vamos a hacer esto lo mejor es que Moeru vaya delante, con su agilidad será más difícil que la alcance una trampa. Yo iré en medio guiando al grupo con mi Byakugan y Satsujin nos cubrirá la retaguardia. Deberemos atravesar el bosque, así que mejor ir por las ramas para ocultarnos.
Se gira mirando al sensei con una sonrisa maliciosa en el rostro. Espero que haya traído dinero, no crea que porque somos chicas comemos menos je je je. Sonríe y salta con suma agilidad hasta la rama del árbol mas cercano y se queda a la espera de sus dos compañeros.

- Tiradas (3)

Tirada: 1d10(+2)
Motivo: percepcion
Resultado: 4(+2)=6

Tirada: 1d10
Motivo: velocidad
Resultado: 8

Tirada: 1d10
Motivo: aguante
Resultado: 4

Notas de juego

Uy las mismas tiradas que Moeru... esto me huele a que el master tiene trucados los dados XDDD

Master creo que si guío yo al grupo tengo que hacer dos tiradas más de percepción, pero no estoy seguro. Confirmamelo y edito en un momento.

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07/04/2010, 17:05
Satsujin Izanami

La gente que se congrega para despedirnos, dándonos las gracias por nuestros rápidos logros me resulta molesta. no paro de lanzarles miradas amenazantes, y gruñidos o insultos a aquellos que se acercan lo suficiente como para tocarlos con el brazo "Parásitos…dependen de los shinobi para vivir, pero seguro que en su interior nos temen, maldigo en voz baja el sol.

Tras escuchar las palabras de Shikaku no puedo evitar desanimarme, el sol esta alto y el día es caluroso, y mis ojos se han acostumbrado a las noches en que suelo entrenar, aún así me concentro en correr cuando llego el momento, tras mis compañeras.

"Maldición…¿Qué cojones pasa aquí?", pienso mientras ellas avanzan rápidamente, yo, por el contrario avanzo a una velocidad digna de un caracol con la lengua fuera como un perro asfixiado, el sol y el calor hacen su efecto en mí, aumentando mi odio por la brillante luz que lacera mis ojos.

- Tiradas (3)

Tirada: 1d10
Motivo: Percepción
Resultado: 4

Tirada: 1d10
Motivo: Velocidad
Resultado: 3

Tirada: 1d10(+1)
Motivo: Aguante
Resultado: 1(+1)=2

Notas de juego

De mal en peor ¬¬ lo siento chicas XD

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13/04/2010, 12:13
Director

 

Salís como relámpagos, con la dirección señalada tan solo dejais en vuestro lugar una huella de polvo y en vuestra dirección una estela de hojas levantadas, Shikaku enarca una ceja y ante el enorme bosque se carga al hombro las mochilas sonriente, su propia idea, le iba a resultar más problemática de lo esperado. Pasais por el bosque de hoja siempre verde como el mismísimo viento, Moeru y Yuu parecen completamente sincronizadas en un avance implacable, pero al poco rato de salir, tras ése sprint explosivo, el ritmo comienza a ralentizarse, Satsujin no puede aguantar el ritmo tanto rato, y aunque tiene la resistencia necesaria, no puede mantener el esfuerzo sobre-excesivo que Yuu sí está realizando, el pecho de la Hyugga sube y baja exageradamente en un alarde de potencia quedando relajado al tener que ralentizarse por el iracundo e irreverente Satsu. Moeru, para quien no ha supuesto esfuerzo alguno lanzarse en tan exagerada carrera se permite el lujo de juguetear con su chakra, adelantandose al grupo explorando algunos metros por delante siempre a la vista de la siempre atenta Hyugga Yuu.

Dos horas avanzais sin descanso, hasta que Yuu y Moeru se detienen y mirando atrás ven a su agotado compañero, quien apoyado contra el tronco de un árbol, no puede dar ni un solo paso más, mordiendose el labio por la rabia de no poder dar el esfuerzo que han dado sus compañeras golpea un arbol haciendo astillas su corteza y bajando la mirada evita tener que soltar un improperio con tal de sentirse mejor.

Moeru mira hacia atrás, esperando ver al sensei aparecer en cualquier momento con las cantimploras y algo para comer y reponer fuerzas, aunque la idea de darse por vencidos tan pronto resulta cuanto menos, decepcionante. La pequeña Ikusa vuelve a lanzar una mirada a Satsujin y luego observa a Yuu quien mantiene la vista fija al frente, en la misma dirección hacia la que íbais.

Moeru¿Qué ocurre Yuu?

Satsujin se mantiene atrasado, escuchando con romántico escepticismo lo que vayan a decir.

Se oye entonces un gemido, y Moeru insiste a la Hyugga - ¿Qué ocurre Yuu?

Al frente, por delante de enormes matorrales y densas zarzas, por donde solo la nívea mirada de Yuu puede alcanzar, hay una chica de vuestra edad, tirada en el suelo, al parecer malherida montones de bultos tirados a su alrededor, y frente a ella, un hombre alto, corpulento, con una katana entre las manos cuya punta señala directamente el corazón de la joven, acercándose a ella amenazante, mientras la chica retrocede a gatas.

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15/04/2010, 00:29
Yuu Hyûga

Yuu seguía a la pequeña y juguetona Ikusa con todas sus fuerzas intentando no quedarse atrás. Al ver que su compañero no podía seguir el ritmo que imponía la incansable Moeru soltó un resoplo de alivio al ver que debían de aflojar el ritmo. Como era de suponer, aún somos muy jóvenes para intentar lograr algo que solo está al alcanza de los ninjas más especializados...

En ese preciso instante le había pasado por la cabeza bajar y ayudar a su compañero exhausto, pero no lo hizo por dos razones. La primera porque si bajaba a motivar a Satsujin lo heriría más aun y la segunda porque sus ojos blancos habían captado algo más allá de su posición. A simple vista parecía que un hombre con una katana iba a atacar a una chica que se aferraba a la vida e intentaba huir a rastras.

Su rostro le cambió por completo. No podía perder el tiempo dando explicaciones a sus compañeros con lo que estaba ocurriendo, tenía que actuar lo antes posible si quería salvar la vida de aquella chica. Sacó con velocidad dos kunais agarrándolos con fuerza y de un salto comenzó de nuevo la carrera soltando solo un par de palabras. Sígueme Moeru!

Sabía que no era el procedimiento, que atacar a la desesperada podía traerle consecuencias, pero estaba en juego la vida de una persona y mientras ella estuviese cerca no iba a permitirlo. Lanzó los kunais en dirección al desconocido para frenarle en su intento de ataque y lograr ganar tiempo para llegar e interponerse en medio de los dos. De la copa de un árbol salió disparada y al caer al suelo adoptó la pose de defensa originaria de su clan. Moeru, ves a ver como esta.

Su mirada no se apartó en ningún momento del hombre de la katana, parecía como si estuviese estudiándolo, observando su interior y preparando su ataque más efectivo si la ocasión lo requería. Quien eres y porque estabas atacando a esta chica? Las palabras de la joven Hyugga resonaron con fuerza y decisión aún su corta edad, estaba claro que no iba a permitir tal atrocidad.

La tensión se palpaba en el ambiente Yuu esperaba paciente una respuesta sin bajar la guardia en ningún momento salvo para mirar de reojo a su compañera y el estado de la joven. Estaba especialmente tranquila ya que sabía que entre los árboles se escondía Satsujin y de camino venía Sikaku-Sensei. Lo único que debían hacer era aguantar hasta su llegada y la diferencia numérica le dio cierta arrogancia a la Hyugga.

Notas de juego

Siento el retraso master, quise postear ayer pero al final se me pasó.

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15/04/2010, 20:42
Moeru Ikusa

Yuu estaba inquieta. Moeru lo percibía en su mirada y en la forma en que su cabeza parecía fija en un punto. Estaba por preguntarle de nuevo que ocurría, pero la respuesta llegó sola. Yuu sacó sus armas y la gritó que la siguiese.

Moeru no perdió el tiempo en conversación. Cuando uno saca las armas, es porque está dispuesto a utilizarlas. Ir por ahí escgrimiendo una espada como si fuese el palo de una escoba para inspirar miedo era algo que los fanfarrones, los borrachos y los bandidos sin honor podían permitirse, pero no un shinobi. Un ninja de la hoja, si sacaba sus armas era para defender si vuda, su honor o el de su villa, o a los inocentes, y entonces había que estar dispuesto a llegar hasta el final. Ráidamente saltó como el rayo entre los árboles y en segundos corría justo detrás de Yuu, cruzando una tras la otra en una sincronización perfect, que además les salía de forma natural. Los movimientos de Moeru, rectos y veloces, se adaptaban perfectamente a los de Yuu, fluidos y amplios.

Finalmente, vio lo que había despertado la atención de Yuu, y sus ojos esmeralda se entrecerraron con desagrado. Un hombre hecho y derecho contra una niña. Desde luego, le daban ganas de dejar que Satsujin se lo cargase cuando llegara detrás de ellas. Yuu saltó rápdiamente hasta quedar frente a frente con el hombre, encargándola que vigilase a la niña. Pero yo no soy médico- pensó Moeru. Ni tampoco podía cargar con ella, más que a duras penas, pero no era tan tonta coo para discutir con su compañera frente a un enemigo armado. Moeru saltó del árbol y aterrizó en cuclillas justo enfrente de la niña, echándole un rápido vistazo en busca de heridas o signos de violencia.

No tengas miedo. Nosotras te pretegeremos. Desenvainó rápidamente sus kunais y habló, con un ojo en el hombre y el otro en la niña:

Si tienes algo de cerebro, lárgate. Aunque seas un adulto, somos dos contra uno, y también tenemos armas. Un kunai por la espalda mata exactamente igual que tu espada. Nuestro compañero viene por detrás nuestro, y nuestro sensei nos sigue a unos cuantos metros. Dentro de poco no vas a tener brazos para luchar con tanta gente ni piernas para huir lo bastante rápido, y no creas que porque seamos chicas vamos a dudar en matarte. Vete de aquí y salva la vida.

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17/04/2010, 11:31
Satsujin Izanami

Escasos segundos después de que Yuu aviste al enemigo me llega su olor a mí. Olfateo el aire mientras veo como mis compañeras aumentan la velocidad y se lanzan hacia un claro entre la maleza. "Maldito sea este sol y este calor", pienso antes de llegar a un árbol que me permitía ver la situación. En aquel claro había una chica tirada, retrocediendo mientras un hombre se acercaba amenazante, armado con una katana "Imagino que será un ladrón…esos bultos del suelo, quizás eran de la chica y él va tras ellos".

Sonrío al ver como Yuu y Moeru se plantan ante el atacante para hacerle frente "Muy bien, si ellas atacan desde aquí yo daré un rodeo y le atacaré por la espalda, así si intenta huir estará atrapado". Mi sonrisa se ensancha al pensar en que quizás el hombre mate a la chica y luego nosotros lo matemos a él, así nos quedaríamos con los bultos y eliminaríamos de paso a posibles informantes para los bandidos. Con este pensamiento en mente me pongo en marcha, y, en completo sigilo me dirijo hacia la retaguardia del espadachín.

"Si huye hacia los lados Moeru puede atraparlo, si se lanza hacia delante las dos lo repelerán, y si corre en mi dirección lo empujaré hacia ellas o lo mataré aquí mismo" me agazapo entre los árboles, esperando, desde el punto en que se encuentras mis compañeras solo se ven mis ojos, como un destello rojizo, unos ojos que anhelan sangre, aunque si alguien no entrenado mirase en esa dirección no vería nada.

Saco tres shuriken con la mano izquierda mientras con la derecha empuño un kunai, esperando el momento idóneo para saltar sobre la presa "Más tarde me beberé su sangre…me importa poco que uu, Moeru o Shikaku lo vean", me paso la lengua por los colmillos mientras ya me parece saborear el ferroso líquido.

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18/04/2010, 14:10
Director

 

 

Es un hombre alto, de barba rala, cara fina y estirada, nariz prominente y ligeramente aguileña, el sombrero de paja cuelga de la cinta anudada a su cuello, viste ropas de campesino, sucias y rasgadas, teñidas de rojo con vagos estampados ya demasiado difuminados para poder adivinar cual era el motivo que se dibujaba. La katana de acero, meticulosamente afilada aunque sin ningún grabado que haga de ella una pieza resaltable, gira su punta hacia las dos recién llegadas, quienes se interponen entre el hombre, alto y musculoso y la chica de 12 años.

El hombre queda callado, sin responder a vuestras preguntas, sin mostrar signos de respuesta ante vuestras palabras, os inspecciona detenidamente y a vuestras amenazas echa un vistazo atrás, estudia la situación y finalmente da unos pasos hacia atrás, con los labios apretados en una mueca de desagrado, en tan silenciosa escena, en la que solo el mecer del viento hace que las hojas revoloteen entre vosotros y el asaltante, sin palabras que muestren que la escena se desarrolla entre personas, parece un duelo animal, en el que aún un tercero, agazapado espera la ocasión para saltar sobre una posible presa.

Los segundos se hacen minutos, y estos parecen transcurrir en horas de inagotable tensión hasta que finalmente toda vuestra atención se centra en la afilada y peligrosísima katana que gira sobre sí misma para pinchar un paquete del suelo que reventado deja caer numerosos granos de arroz, el paquete pasa a manos del hombre que envainando la katana y colocándose el sombrero de manera mística, se da media vuelta y echa a caminar alejandose de vosotras mientras abriendo el paquete saca una bola de arroz que de malas maneras comienza a comer.

La chica se revuelve inquieta en las manos de Moeru,consternada todavía, asustada, traumada, una de sus manos tiene un corte de lado a lado, donde probablemente haya clavado el hombre su katana, y un charco de sangre alimentado por un chorro que emana continuamente de la temblorosa extremidad. Por el suelo, los paquetes que veis se encuentran bien cerrados, pero en tamaño y forma coinciden con el del bandido por lo que podeis intuir que todos llevan comida. La chica balbucea nerviosa, no mira ni de refilón su mano y casi no se mueve en su hablar- ¿Quienes sois?

Yo.. soy Taria, acababa de salir de Dori no-mura, una aldea en el bosque, iba al festival de Kibôdo no-toshi, a casa de mis tios. Me vi asaltada por ese bruto, y.... ¡Ay! - La chica se da cuenta de la herida de su mano, y parece tener muy magullado el resto del brazo, así que, sin más palabra ni sentido alguno, comienza a llorar a gritos tratando de mover el brazo, sujetandoselo con la otra mano.

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18/04/2010, 21:26
Moeru Ikusa

Yo soy Moeru y ella es Yuu- replica la joven, con la voz aún algo tensa por la espera, a medida que la adrenalina empieza a disiparse. El atacante ha huído. Se ha llevado uno de los sacos, pero al menos era sólo uno, no todos, y al menos tampoco se ha llevado la vida de la chica con él. A Moeru le arde la sangre. Sólo es una niña de su edad. Aunque solo sea un saco, ya es casi demasiado. Tendría que haber cuplido su amenaza y matarle.

"No seas idiota. Eso está bien para Satsujin, pero no para tí. Un saco de arroz no es mal tributo a pagar para no enfrentarte a un hombre armado con una espada. Oyéndote, cualquiera pensaría que a tí las espadas no te cortan. No estáis aquí para crear conflictos, sino para solventarlos cuando no sea posible hacerlo de otra forma".

La joven gorrión se sintió algo avergonzada de su propia arrogancia. De haber atacado, nada aseguraba que la muerta no hubiese acabado siendo ella. Había sobrevivido a un combate duro, sí, pero un solo combate no hace a un experto. Tenía que tener cuidado con eso. Aliomentar la arrogancia es ir buscando problemas.

Somos shinobi de la Hoja- continúa. No tiene sentido ocultarlo, las ha visto empuñar sus armas. No te preocupes, estás a  salvo. Ese no se atreverá a volver.

"Pero a lo mejor sí a traerse a sus amigos"- piensa.  Mejor empezar a moverse.

Escucha el relato de la chica, sorprendida. ¿Ha salido a hacer el viaje a través del bosque sola? ni siquiera a ellos solían dejarles adentrarse en el bosque sin un adulto cerca, y eso que ellos eran estudiantes de gennin. Le extraña que hayan dejado a una niña de su edad salir sola, pero no tiene tiempo de preguntar acerca de ello. La chica sufre una conmoción y empieza a llorar. Moeru la abraza con delicadeza, tratando de evitar el brazo herido, y le susurra palabras tranquilizadoras al oído mientras le palmea la espalda y le acaricia la nuca. Después de un rato, se volvió hacia Yuu y señaló sus heridas con la cabeza.

Yuu, échame una mano, ¿quieres?

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18/04/2010, 22:53
Satsujin Izanami

Al ver que el hombre solamente coge la comida y se marcha noto como mi ira comienza a aumentar "Ese hijo de puta solamente ha atacado a la niña para robarle la comida…siendo un hombre tan grande podría haberla asustado y robarle sin hacerle daño" corro por las márgenes del pequeño claro, tratando de acercarme al hombre, en silencio, aunque no puedo evitar que algunas ramas crujan cuando salto, pasando sobre él.

-¡¡¡Voy a matarte, bastardo!!!- Mis ojos destellan cuando salto pasando sobre él y al caer en una rama de otro árbol giro y le lanzo los shurikens con rapidez.

Nada más soltar los shurikens sonrío, pensando "No sé porqué he pensado en la niña, pero este hombre debe de pensar que se ha encontrado a un demonio" me imagino el efecto que mis ojos rojos han tenido en la mente de ese hombre.

Bajo a tierra desde el árbol y sujeto dos shurikens, sin salir a la luz, dejando que mis ojos carmesíes sean vistos por el bandido

-Moeru, Yuu, no deberiais dejarle escapar…es obvio que es un bandido y nuestra misión era impedirles fastidiar el Festival

El viento sopla, arrancando algunas hojas de los árboles mientras avanzo para encararme con el hombre, manteniendo las distancias, pero con la suficiente cercanía como para interceptarlo si trata de huir o de cargar contra mis compañeras.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+1)
Motivo: Lanzamiento Shurikens
Resultado: 8(+1)=9

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20/04/2010, 01:16
Yuu Hyûga

Yuu se mantenía quieta mirando a su adversario analizando los posibles movimientos a realizar en caso de ataque, tampoco perdía de vista todo lo que le rodeaba, sabía las heridas que sufría la joven sin ni siquiera darse la vuelta y la posición en la que se encontraba tanto Moeru como el oculto Satsujín.

Los minutos pasaban tensos y el silencio se apoderaba del lugar hasta que aquel hombre recogió con su arma un saco de alimento y se alejó mientras comía de mala gana aquellas bolas de arroz que con tanto trabajo seguramente había echo la joven. Su primera intención era ir tras el hombre y obligarlo a pagar no solo por su hurto sino por su crueldad ante la chica. Pero algo interrumpió su concentración, alguien corría oculto entre las sombras de los arboles que lindaban el camino. Era su compañero el cual estaba decidido a no dejar el tema tal y como estaba. Yuu se detuvo a pensar que hacer ante un nuevo ataque del impulsivo Satsujin. Creo que debería ir a ayudarlo, este chico no aprenderá nunca lo que es el trabajo en equipo...

Antes que pudiese ni moverse Moeru le pidió ayuda con al herída de la joven y Yuu no dudó en prestarle sus conocimientos. Cogió la mano de la chica y la observó con su ojo blanco, aún no había anulado su línea de sangre porque quería ver como se las arreglaba su compañero y por si necesitaba ayuda. Pudo observar como el corte no había dañado ningún conducto de chakra, pero si de sangre dejándola escapar a chorro. Tranquila Taria, te pondrás bien, yo soy Yuu y como bien te a contado mi compañera somos ninjas de la hoja. No te preocupes, estas a salvo Intentó calmarla con su voz mientras le taponaba la herida con unas gasas y se la vendaba. Ya me encargo yo Moeru, tu ves a ayudar a Satsu, parece que no tiene la intención de dejarlo escapar. En ese momento salió de los arbustos lanzando su ataque contra el enemigo.

Cita:

-Moeru, Yuu, no deberíais dejarle escapar…es obvio que es un bandido y nuestra misión era impedirles fastidiar el Festival

No le he dejado escapar, simplemente me a parecido mejor cortar la hemorragia de la chica antes que se desangrara ya que sabía que tu no ibas a quedarte mucho tiempo oculto tras los árboles e irías tras el. A eso se le llama trabajo en equipo. Las palabras de Yuu eran serias pero no despectivas hacia su compañero sino que intentaba mostrarle que eran un equipo y que no debía seguir actuando por solitario. Terminó con el vendaje y ayudó a la joven a ponerse en pié. Pronto llegará nuestro sensei y el sabrá que hacer con ese tipo. Luego te acompañaremos a casa de tus tíos, este no es lugar para que camines tu sola.

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20/04/2010, 11:31
Bandido
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+3)
Motivo: Kenjutsu
Resultado: 7(+3)=10

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20/04/2010, 22:17
Tariashi

Yuu rebusca en su mochila y con manos rápidas desenvuelve unas gasas que rapidamente se enrollan entorno a las manos haciendo un limpio vendaje que parece calmar los ánimos de la chica que sollozando observa los protectores metálicos que lucís, los protectores que os identifican en todo el país del fuego como ninjas de Konoha, los protectores por los que, probablemente, el bandido haya decidido dar media vuelta. Pelear contra un ninja de Konoha es declarar la guerra a toda la villa oculta, la simple muestra del protector disuade a los más inteligentes.

K-konoha... gracias a Dios

M-mu-muchisimas gracias Yuu - Dice tartamudeante mientras observa los dedos de la joven Hyugga ocuparse de la herida por la que ahora tiene que sorber y limpiar con la manga los mocos que hasta hace un momento caían viscosos. Al alcance de la vista, al otro lado por donde el bandido pretendía escapar, podeis ver aparecer a Satsu

- ¿No decíais veníais con alguien más?

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20/04/2010, 22:19
Bandido

Los dos Kunais son lanzados con especial fuerza, y estos se clavan en el hombre haciendole retirarse un paso atrás, el paquete de arroz resbala de su mano cayendo al suelo. Uno de los kunais cae al suelo, y el otro debe ser sacado manualmente con un gran dolor que disimula bastante bien cuando lo arroja a un lado con los dientes apretados con tal de resistir la punzada.

Respira un par de veces mientras toma un porte orgulloso, irguiéndose en toda su estatura, sacando al menos dos cabezas a Satsujin y desenvainando su katana al tiempo que la sujeta con ambas manos por la larga empuñadura.

Me llamas bastardo, pero no he sido yo quien ha atacado a traición

Sin más conversación el hombre se lanza sobre Satsujin dando sablazos al aire, parece tan bruto e impulsivo como el propio Satsujin, y la katana hace silbar el aire con un horrible peligro del que Satsujin no parece darse cuenta, el joven ninja esquiva de un lado a otro, sonriente, sus ojos rojos centellean excitados y parece feliz de pelear, ¿Porqué siempre se lanza al enemigo tan temerariamente? ¿Qué debe pasar por su mente para ser tan peligrosamente osado? ¿Virtud o Defecto? Satsujin ve la ropa del hombre manchada de sangre y se siente feliz por ello, un gesto que no puede durar eternamente, y se torna en un silencioso grito en el que abre la mandíbula cuando un esputo de sangre cae sobre el hombre que ha clavado la empuñadura de su espada en el torax del chico.

Satsujin cae de rodillas, agarrandose el pecho por el fuerte golpe acerado, podría estar atravesado de lado a lado, pero sigue vivo, y aunque dolorido, su sangre no hace ahora sino hervir con más fuerza, unos susurros, voces familiares llegan por sus oidos apremiandole a terminar esta pelea, y el adversario, cansado por el movimiento, respira agitadamente con la vista fija en los diabólicos y monstruosos ojos del rebelde gennin.

 

Notas de juego

Satsujin  -2 puntos de vida