Partida Rol por web

Me lanzo a toda velocidad hacia el río, cruzando sobre él sin apenas hundirme gracias a la tremenda velocidad que consigo, mientras mis réplicas vigilan mi retaguardia, avanzando mucho más despacio.

Por otro lado, el Chuunin de verde abre con éxito la segunda puerta mientras sus compañeros le aguardan. Pero su grito de coraje se desgarra en uno de dolor, mientras que el pelirrojo hace una mueca y se lleva la mano a un costado. Ambos han sido alcanzados por agujas untadas de un insidioso color morado. La pesadez repentina de los músculos y el súbito nublamiento de las mentes les hace pensar que dichas agujas estaban envenenadas.

¿De dónde habrán salido? Shinji se gira hacia sus compañeros, y repara atónita en el monje joven, agachado y con los brazos extendidos hacia los compañeros, con un gesto extraño en la cara. No hay duda de que él ha sido el agresor.

Me giro y miro al monje, acto seguido avanzo hacia él pesadamente y con movimientos desparejos, desenvainando mi katana

-Te voy a hacer picadillo, maldito bastardo-

Que demonios sucede aquí?... no puedo seguir avanzando sin mis compañeros y menos si el enemigo esta detrás de nosotros

Me quedo mirando fijamente al moje con voz fuerte y enojada, mientras me regreso hacia el con el pincel preparado para cualquier cosa

Que es lo que te sucede? Por que nos atacas si te estamos ayudando?

Me llevo la mano a la garganta, donde se ha clavado la aguja envenenada, y me la extraigo mientras las fuerzas me abandonan.

No puedo pensar con claridad... ¿qué ha ocurrido?

Miro sin ver al último punto donde vi al enmascarado, y luego al monje.

-¿Cómo han podido engañarme de esta manera...? Era una trampa... estaba todo preparado...

Mis piernas no me sostienen, y caigo de rodillas.

-...Hana... Hana está sola... id a ayudarla...

Mis sentidos se apagan. No tengo manera de saber si he sido escuchado o no. Ni siquiera soy consciente de que he caído de bruces contra el suelo.

Miro a Gennai y guardo la katana, recogiéndolo del suelo mientras todo me da vueltas

-Akira vete con hana… ayúdala-

DIgo mientas intento concentrarme para usar la técnica del parpadeo, intentando llevarnos cerca de Hana o del monje, no sabía si quería más vengarme o defender a mis compañeros.

Qué insensatez, teniendo el arma del enemigo en el cuello sacar un kunai de una forma tan lenta y evidente. Podría cortarle el cuello antes siquiera que le diese tiempo a pestañear...

Aprovechando la ventaja de estar a la espalda, el monje lanza un golpe seco directo a la columna, un movimiento propio del taijutsu con la intencion de alejar a la chica un poco de él para preparar el siguiente golpe, seguramente mortal.

Pero la chica explota un segundo después de ser alcanzada. Tras la nube de humo, un tronco aparece en su lugar.

¡Un Kawarimi! ¿Dónde estará la auténtica?

Al observar como Gennai cae por el efecto del veneno me paralizo por un instante

Mierda esto va mal, Gennai inconciente Ryumaru puede también recaer y Hana esta solo con el otro monje

Pero en ese momento Ryumaru recoge a Gennai y me dice que ayude a Hana, lo que me hace reaccionar inmediatamente

Despierta no te rindas así tienes que luchar hasta el final

Muy bien, pero no dudes en llamarme si estas en apuros

Inmediatamente realizo la técnica de parpadeo y cojo rumbo hacia Hana pero sin quitarle el ojo al monje joven hasta alejarme lo suficiente como para que no pueda atacarme

Bien... ahora encontrará esto... tengo un poco de tiempo para poder actuar...

Me preparo para mi siguiente turno...

El ataque de Shukke me coge tan desprevenido como a sus víctimas. Con un rugido de frustración, vuelvo a cruzar el río, sin tanta convicción por la falta de fuerzas, y me hundo en el agua, aunque tan sólo por unos instantes. Mis clones esperan en guardia al otro lado del río con las katanas desenfundadas y miradas fieras a la chica del pincel, que parecer ser la única que ha salido indemne del ataque a traición del monje.

El shinobi pelirrojo da una indicación inaudible para mí antes de recoger el cuerpo inerte de su líder, y avanzar a toda prisa en dirección opuesta. ¡Maldición! Pero no llega demasiado lejos. El efecto del veneno es potente, como habíamos previsto, y tras una treintena de metros trastabilla, se apoya en el arma y mira al vacío antes de caer también.

Mi mirada vuelve hacia el monje. El atacante observa con meticulosidad cada movimiento de la chica del pincel... ¿qué estarás tramando ahora?

Mierda Ryumaru también se desmallo, aaaa que hago si continuo hacia donde Hana ellos estarán a la merced de los otros dos, pero si me quedo Hana podría estar en problemas… que harías en mi lugar madre?... no creo que abandonarías a dos compañeros inconscientes eso estoy segura

Al ver que Ryumaru caer al suelo también no puedo evitar detenerme para defenderlos

Hana tendrá que buscar la forma de salir ilesa… y este monje aunque estoy un poco confundida trama algo que no comprendo, tengo que averiguarlo…

Ahora mismo me dirás por que nos atacaste o tendré que acabarte en este instante

Me quedo parada donde estoy mirando fijamente hacia el monje esperando alguna reacción…

Me mareo de pronto y mi cabeza parece latir, caigo de rodillas, usando la katana para mantenerme en pie unos segundos mientras miro a Shinji

-Vé con hana, lo principal ahora es que os marchéis y busquéis refuerzos-

Digo antes de caer boca abajo contra el suelo, mirando mi reflejo en la hoja de la katana.

A pesar de haber huido, puedes sentir la mirada del hombre clavada en ti. Un par de rapidos sellos y una nube de humo lo envuelve un instante antes de que a la velocidad del rayo de entre la nube de humo aparezcan dos monjes idénticos y carguen contra ti, kunai en mano, dispuestos a segar tu vida.

Uno de ellos te ataca de frente mientras que el otro se coloca a tu espalda. Te giras lo justo para poder encarar a ambos a la vez cuando sientes un intenso frío en el costado que inmediatamente se convierte en dolor. El monje que se había puesto a tu espalda sostiene un kunai manchado con tu propia sangre.

Pero lo que no esperaba el viejo es que precisamente eso es lo que estabas buscando. De un par de saltos vuelves a poner distancia entre él y tú, y tu kunai vuela furioso contra el monje con el arma ensangrentada, clavándose en una pierna. El gesto del monje, ya de por sí deformado por el ansia de sangre, se transforma en una máscara de odio.

Maldición...

Al escuchar a Ryumaru me quedo pensando por un intente

Si me retiro a buscar a Hana para buscar refuerzos tardaremos mucho tiempo en regresar, para cuando lleguemos será demasiado tarde para salvarlos tengo que buscar la manera acabarlos en este instante o no abra oportunidad para ellos…

Mantengo mi posición firme mientras saco un kunai para amenazar al monje de lanzárselo si no me contesta

O decides hablar o morirás muy pronto

No se si tratara de evitar que continuáramos siguiendo al ninja enmascarado o este con el, pero la reacción aparente del enmascarado no parece haberle gustado que nos detuviéramos, incluso se a regresado algo imprudente, si es así tendré que confiar en mi instinto y mantener mi posición amenazando al monje a ver que puedo sacar de esto…

Al verme agobiada por el hombre intento hacer algo más que lanzar un simple kunai para atacar y lanzo mi Katon: Goukakyu no jutsu.

Observo a la chica. Su boca me pide explicaciones pero tengo claro que no servirían de nada. De hecho, yo en su lugar tampoco haría caso de lo que me dijera.

Su corazón palpita con mucha fuerza. Tanto, que dudo que sepa lo que está haciendo.

Encima me saca un Kunai, y entiendo que esta es la oportunidad que estaba esperando.

Es hora de sacar mi arma secreta. Hora de poner en práctica tantas horas de entrenamiento y sufrimiento.

Junto las manos formando el Sello Secreto, y mi sombra se alarga hasta fundirse con la de la chica, cayendo bajo mi dominio.

-"¡Técnica de Atadura de Sombras!"

Esto no va bien. Si no espabilo voy a tener problemas para completar la misión.

Me incorporo a la vez que el aire a mi alrededor se enfría súbitamente. El agua de la lluvia caída la noche anterior cruje al congelarse a mis pies, y mis pulmones se van ensanchando mientras inspiro profundamente.

Este ataque no puede fallar. No debe fallar.

-"¡¡Elemento Hielo: Técnica del Soplo Invernal!!"

Un viento helado y huracanado crea una capa de dolorosa escarcha en el cuerpo de Hana... pero la respuesta de la Uchiha no se hace esperar.

-"¡Elemento Fuego: Gran Bola Ardiente!"

El hielo de Zenshi es neutralizado por una masa ígnea que envuelve al monje, abrasándolo de cabeza a los pies.