Partida Rol por web

Krypteia

Prólogo de Gal

Cargando editor
23/03/2020, 19:39

Eran unos días terribles. Otra enfermedad ababa de asolar la ciudad. Otra más. En las calles, los supervivientes apilaban los cuerpos en las plazas para quemarlos. Muchas casas se habían quedado vacías. Casi todas las familias habían perdido a alguien. En los peores casos, todos habían sucumbido. Y muchos de los supervivientes estaban cargando sus pertenencias para irse lo más lejos posible y no volver.

Para Gal, días como ese suponían una gran oportunidad. Lo que más buscaba la gente era olvidar sus penas, y la forma más común de hacerlo estaba al fondo de una jarra.

Había llegado la hora de abrir ese barril de sidra que tanto tiempo llevaba macerándose en el sótano. Había una turba de gente deprimida a la que emborrachar.

Cargando editor
25/03/2020, 12:34
Gal

"Por fin podré vender la sidra, ya era hora de que no hubiera más enfermos" pensó mientras abría la puerta del salón para dar cobijo a los que quisieran entrar a tomar y ahogar las penas en alcohol

Cargando editor
25/03/2020, 12:43

A los pocos minutos de abrir el salón la gente empezó a entrar. No se llenó del todo, pero si lo suficiente cómo para tener un día bastante bueno. 

No tardaron en empezar a empinar el codo. En pocos minutos, ya se empezaban a ver a los primeros embriagados. Esos salvajes que se bebían las pintas de un solo trago. 

Entro un nuevo cliente. Un hombre con cierta edad. Un caballero de melena blanca bien peinada hacia el lado, con una cuidada barba del mismo color. Ataviado con ropas militares negras. 

Tranquilo y con porte regio, se acercó hasta la barra, sentándose en uno de los taburetes más la borde. 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vendes 14 litros de sidra a 2 de oro por litro. 28 oro ganado.

Cargando editor
25/03/2020, 12:49
El Rector

-Buenos días joven- Su voz sonaba grave y profunda, muy limpia. -Sírvame una jarra cuando pueda- Pidió con cortesía, dejando un par de monedas en la barra. 

-Terrible la historia de esta ciudad- Comenzó a hablar. -Los hay que dicen que está maldita. Supersticiones, claro está- Bebió un trago. -Pero eso no quita que la gente se está marchando y pronto este será un pueblo fantasma. ¿Qué planeas hacer cuando esto pase?- 

Cargando editor
25/03/2020, 12:58
Gal

-Supongo que o seguiré vendiendo alcohol o me iré a perderme por el reino, aunque no creo que me vaya- Le dijo esto mientras preparaba más jarras de sidra que le habían pedido -¡HEY, VOSOTROS DOS! ¿¡Cuántas veces os tengo que decir que no sirvo alcohol a menores de 15!?- Dijo esto agitando los brazos para que se fueran ​​​-Fuera de mi salón y volved cuando tengáis la edad para beber-

Cargando editor
25/03/2020, 15:54
El Rector

-Interesante respuesta- Comenzó a acariciarse su bien cuidada barba. -¿Te quedarías sólo en un pueblo fantasma? ¿No preferirías desarrollar tus dones y hacer algo de provecho con tu vida? Vender sidra barata no es propio de un mago talentoso. Menos aun de un naelim como tú-

El anciano parecía saber bastante sobre ti.

-Verás... Soy el rector de una academia para jóvenes de gran talento. Hace poco que cinco de mis alumnos se graduaron y estoy buscando nuevos pupilos. No es fácil entrar, tendrías que superar una dificilísima prueba, pero tendrías la oportunidad de recibir la mejor formación a mano de los mejores maestros- 

Se acabó su jarra de sidra y se puso en pie. 

-No tienes que responder ahora. Piénsatelo. Si decides aceptar, estaré en la posada. Pregunta por el Señor Nathaniel Wordsworth- 

Cargando editor
25/03/2020, 17:49
Gal

Asombrado y con dudas preguntó -¿Qué es lo que ha dicho que soy y cómo lo sabe usted? Aquí no hay mucha gente que sepa esas cosas. Y si quiere pasar una buena noche no le recomiendo esa posada, puede quedarse en casa de un amigo. Al menos no tendrá que oír a las mujeres venderse como si fueran pan.- ​​​​​​​​​​"tendré cuidado por si acaso es una trampa" 

Cargando editor
25/03/2020, 21:25
El Rector

El anciano rió al ver tu reacción. -Veo que te he alterado. Me disculpo. Verás, siempre ando buscando gente apta para la academia. Eso me obliga a estar bien informado. Tomaré nota sobre lo que me has dicho, sin embargo no tengo más remedio que pasar por ahí. Si me disculpas...-

Tranquilamente, el señor Wordsworth abandonó el local.

Cargando editor
26/03/2020, 00:05
Gal

Seguí sirviendo tragos durante el resto del día dándole vueltas a la propuesta. Pero al final del día cuando comenzaba a anochecer me decidí... Trataría de pasar la prueba para aprender y alcanzar lo que no creía posible. Me fui a la posada tras cerrar el salón. 

Cargando editor
26/03/2020, 12:48
Gal

-Disculpe, ¿sabe dónde está el señor Nathaniel Wordsworth? - le pregunté al posadero

Cargando editor
26/03/2020, 13:21

Fuiste a la posada ya bien entrado el crepúsculo, con los último rayos del sol. Allí, al preguntar por el señor Wordsworth, el posadero te llevó de inmediato a su habitación. 

El anciano, según te comentó el posadero, había alquilado, además de la suya, las dos salas adyacentes. Así amortiguaría en cierta medida los ruidos producidos por gente retozando cómo animales. 

Al tocar a la puerta, pudiste oír la voz de Wordsworth invitándote a pasar.

Cargando editor
26/03/2020, 13:24
El Rector

-Buenas noches, muchacho. Adelante siéntate- Te indicó con la mano abierta la silla al otro lado de la mesilla, la que estaba frente a él. 

-Bien. Aquí podremos hablar con libertad. Contéstame a esta pregunta: ¿Te parece normal que sólo esta ciudad haya pasado por tantas pestes? Porque ninguna se ha extendido a otro lugares a pesar de que sus habitantes la abandonan por cientos con cada epidemia-

Cargando editor
26/03/2020, 19:56
Gal

-No lo sabía, yo solamente me había enterado que en esta ciudad ocurren terribles cosas que nada tienen que ver con las de ciudades vecinas- dije sorprendido. -¿Pero a qué se podría deber esto? No ha ocurrido nada ni nadie especial. - 

Cargando editor
26/03/2020, 21:54
El Rector

-Yo te diré porque. Y lo que te voy a decir es el otro motivo por el qué he venido a este lugar-

Se acomodó en el sillón.

-Esta ciudad lleva demasiados años siendo un campo de pruebas en el que un grupo organizado cuya identidad aun no conocemos lleva a cabo estudios de campo con enfermedades modificadas mediante magia y ciencia con fines bélicos- 

Eso es algo que no había oído nunca. ¿Sería verdad o solo una majadería de un viejo? A saber.

-Ya tengo a alguien que se va a encargar de este asunto. Con tu ayuda le sería más fácil. Y si lo haces bien, podrías entrar en la academia. ¿Que dices?-

Cargando editor
26/03/2020, 22:58
Gal

-Hablando de la academia, ¿la prueba para entrar es liberar a esta ciudad de las supuestas pruebas que está haciendo un grupo de gente que no se sabe si son reales o si realmente existe?- Dijo esto con un tono con toques irónicos sin querer faltar al respeto

Cargando editor
26/03/2020, 23:01
El Rector

Wordsworth escuchó las palabras del joven Gal manteniendo su semblante impasible

-Exactamente- juntó las puntas de los dedos. -Pero te equivocas en algo. Si que existen. Y si no hacemos algo, el mundo entero lo pagara demasiado caro- Hablaba totalmente en serio. -Si no me crees puedes comprobarlo tu mismo al almacén veintisiete del puerto. Si es que tienes el valor de hacerlo-

Cargando editor
26/03/2020, 23:38
Gal

-¿Y cómo se supone que voy a detenerles? Si se supone que son expertos y yo no sabía nada de esto hasta hace unas cuantas horas-

Cargando editor
27/03/2020, 18:50
El Rector

-Contarías con la ayuda de dos de mi pupilos- Contestó son serenidad. -Bueno, más bien serían ellos los que contarían con tu ayuda. Que dices entonces, joven. ¿Puedo contar con tu participación o te mantendrás al margen?- 

Cargando editor
27/03/2020, 18:54
Gal

-Trataré de ayudarles en lo que pueda-

Cargando editor
27/03/2020, 19:05
El Rector

Sonrió, complacido por la respuesta que habías dado. -Respuesta correcta. Si todos nos quedáramos de brazos cruzados el mundo nunca cambiaría a mejor- 

Cogió papel, pluma y tintero y escribió una carta, firmándola. 

-Dásela a mis alumnos cuando los veas. Los podrás encontrar en otro almacén del puerto, el numero veinte-