Partida Rol por web

Setsuko se debe de sentar con Daidoji-san, aunque lo hace en el lado opuesto de la mesita. Hiroto no la acompaña, sino que va donde el ronin Saemon comia en soledad. 

Los 3 se percatan que el ambiente es mas relajado que ayer, menos bullicioso. Las conversaciones fluyen con facilidad en la mayoria de los grupos. Tambien notan como algunas alianzas se marcan, como ser la de Kin con Mirumoto, una a la cual la joven Escorpion ya ha podido probar. Ahora el Tonbo esta con ellas... todo un premio adicional quizas, al ser el mas apuesto y refinado de los invitados varones.

Otra cosa que notan es que no todos han venido a cenar. Ni el Usagi, ni el Ide, estan entre los presentes...

Tras sentarse en la mesa separado unos pocos cuerpos de Saemon, solo un gesto de la cabeza y aquella sonrisa clásica del Escorpión se dibujaron en el rostro, la respiración era calmada mientras su ojo escudriñaba el lugar y sus oídos se disponían a captar algún rastro o alguna conversación cercana, tomo un cuenco y se sirvió un poco de alimento tomando los palillos y comenzó a comer lentamente como dándole un rito a su vida. No dijo mucho por el momento, solo se dispuso a escuchar hasta que la extrañeza desapareciera por unos instantes.

La joven Escorpión había decidido sentarse frente a él; le parecio cuanto menos curioso, ya que apenas la conocía. No sabía muy bien que decir; si la elogiaba por su interpretación, podría tomarlo como una burla a su descuido, y el tema de la muerte del Iuchi le resultaba demasiado turbio, especialmente estando Suzue delante.

Cogió el sake que le ofrecía su ahora nueva protegida, y dio un sorbo.

- ¿Estais disfrutando de la hospitalidad de nuestros anfitriones, Shosuro-san?

Higetora alzó una ceja.- Me malinterpretáis. La habilidad de los Toritaka no se centra en las criaturas nativas del reino de Jigoku. Sus talentos se dirigen más hacia los espíritus hambrientos de Gaki-do y los espíritus violentos de Toshigoku. - Dejó los palillos momentáneamente.- Entiendo vuestra confusión, sin embargo. Las diferencias entre estos reinos espirituales no son claras para la gente que no ha dedicado su vida a estudiarlas en detalle. Pero asumiendo que la experiencia del Halcón fuese válida para tratar con las criaturas de la Muralla, lo primero que me gustaría saber es con qué hombres y recursos apoyarían su proclama. La interminable guerra de desgaste que libra el Cangrejo estaría más allá de las capacidades de incluso algunos de los Grandes Clanes de Rokugán.

Por supuesto Daidoji-san, nuestros anfitriones se han esmerado por brindarnos mas de lo necesario. Dijo y con una rápida mirada se percató de su alrededor, Parece que algunos no aprecian de la misma manera la hospitalidad de los gorrión, hace un buen rato no veo al Usagi ni al Ide, ¿en donde andarán metidos? 

- Hmmm es cierto. No reparé en el Usagi porque no creí que de todos modos fuera a estar en la prueba de artesanía, pero el Ide... Me extraña.

Tampoco es que echase de menos al Ide, pero si habían más desapariciones, aquello empezaba a ponerse realmente siniestro

Los ojos de la escorpión se posaron sobre la niña que no hablaba mucho, con la sequedad que normalmente le mostraba.

Dime niña, como siguen tus asuntos, ¿que va a ser de ti después de lo de esta mañana? no mencionaba el hecho directamente, pero si sentía curiosidad, quería dar pie para corroborar un poco lo que escucho de la boca del ronin.

Veo que acompañas a Daidoji-san, quien puede ser un gran aliado y protector, agradesele mucho su ayuda. ¿De casualidad en estas horas se te ha acercado Ide-san a hablarte? me comentaron que en estos días estaba muy interesado en vos. 

Sonrie levemente. El Yasuki se repasa la lengua por los labios y cierra el pico curiosamente, llevandose arroz a la boca.-.

-Tal como dije, es una especulacion meramente, Kuni-kun. No estais viendo el punto de la pregunta. Asumid que los Toritaka consiguen todo eso, tanto el dominio de la lucha contra las criaturas del Jigoku, como los recursos y los hombres. ¿Que hariais vosotros? ¿Y que sentiriais si fueran desplazados?

La pequeña se encoje un poco ante la mirada de Setsuko, bajando la cabeza.

-Yo... no se que sera de mi la verdad. Pero permanecere junto a Daidoji-sama, hasta que el lo decida. +responde en voz suave, juvenil+ Sobre lo otro, lamento no... no podria deciros mucho. Ide-sama me pidio si que le atienda... luego del almuerzo... pero Daidoji-sama me necesitaba tambien, y el tiene prioridad...

Se ruboriza, apretando los labios, y mira de ladito a Daidoji, como pidiendo ayuda. ¿Cuanto puede decir y cuanto no, al respecto?

Por lo que alcanzas a oir, Kashira-sama esta poniendo en aprietos a los Cangrejo, buscando sus palabras sinceras sobre lo que opinan de los clanes menores, y en especial de sus vecinos... El Yasuki no es nada malo en el tema, pero Kuni adolece de bastante falta de comprension... Ojala su compañero de clan le ayude.

Mientras pegas oido, notas que Saemon clava su vista en ti, como si le sorprendiera algo, pero sigue comiendo, mas bien devorando, lo que hay en la mesa. El ronin parece algo ojeroso, cansado... ¿Estars tu tambien asi? La verdad es que fue un dia algo agotador para todos...

Al mirar un poco por la sala, notas que esta algo vacia. ¿No deberian ser mas los invitados?

Hizo un gesto a Suzue para que no siguiera; no era necesario que conociera ese detalle, y menos aún una Escorpión

- Yo me haré cargo de la joven mientras mis obligaciones me lo permitan; en cierta manera, se lo debo -dijo recordando lo ocurrido con su padre

La escorpión levantó la mirada y sonrió cándidamente a la interrupción del Daidoji:

Entiendo, entiendo perfectamente, tan solo esperaba confirmar un par de cosas que me dijeron esta mañana y que podrían dar luces sobre lo que ha pasado en estos días. Siguió sonriendo, entretenida para sus adentros con los dos compañeros mientras disfrutaba de la comida. 

Higetora se encogió de hombros.- No sería la primera vez. A veces llegan turistas de otros Clanes, creyendo que la tarea del Cangrejo es innecesaria, o que están mejor preparados, y exigiendo que nos hagamos a un lado para dejar paso a combatientes de verdad. - la expresión de su cara no podría definirse como "sonrisa", aunque había dientes y humor asociados a ella. - Aquellos que no son devorados terminan lisiados o con la mente rota. Personalmente, y respondiendo a sus preguntas: me haría a un lado, disfrutaría del espectáculo, y después haría recoger los pedazos de los pobres necios en un cubo con "te lo dije" escrito en un lado.

-Lo que mi colega de clan quiere decir, es que no consideramos factible que algo asi pueda suceder nunca, sama +interviene el joven Kamatari+ Si bien los clanes menores no dejan de crecer, demostrando su perseverancia y talento, ¿como pueden esperar equipararse a los clanes mayores, que han tenido siglos para pulir sus fuerzas? Al menos por ahora, la edad, que como bien sabe usted es una de las fuentes de la experiencia, esta de parte de los mayores. Cuando el tiempo transcurra... quien sabe. Todo lo viejo se corrompe, al final.

El daimyo parece ser el mas divertido por tus palabras, a diferencia de la joven Kitsune, quien solo menea la cabeza negativamente. Las palabras del Yasuki, por otro lado, tienen un efecto mucho mas diplomatico.

-Bien dicho. +aprueba a este el daimyo+ Esa, es una buena frase para meditar, Yasuki-kun. 

Luego de esto, la charla pasa a versar sobre temas menos sensibles, como ser los suministros y la vida en estado de guerra, algo que los Suzume tambien conocen. Sus mismas tierras carecen de grandes recursos, y su ejercito vive alerta, aunque no de los monstruos del Jigoku sino de enemigos mucho mas insidiosos y terrenales, como son los bandidos, asi como tambien de espias que cruzan sus tierras en un sentido o en otro. Despues de todo, estan en medio de 3 clanes que siempre han tenido sus roces, como ser el Cangrejo, el Escorpion y la Grulla. 

Junichiro prefirió no preguntar que había escuchado; era claramente un sabroso cebo que le estaba poniendo para que mordiera el anzuelo. Tenía que vigilar lo que decía delante de una Escorpión.

Suzue-chan debo hablar contigo un momento a solas, espero que Daidoji-san no tenga problema con eso. Sonrío una vez más, adivinando las mil cosas que podría pensar el samurai con su reserva a flor de piel. Prometo que no muerdo, ni pico, no olviden que estoy de su parte, espero no lo olviden.

¿Debía confiar en ella? Ya había confiado en un Escorpión antes, Bayushi Hiroto, y hasta la fecha no le había dado motivos para arrepentirse de dicha confianza. Pero la familia Soshuro tenía una fama más siniestra que la de sus parientes Bayushi. Y en aquellas circunstancias, con un asesino escondiéndose entre la corte...

- Lo que podáis decirle a mi sirvienta podéis decírmelo a mi también -respondió categóricamente- No desconfío de vos, pero si queréis que no olvide que estáis de nuestra parte, necesito que me deis esa misma confianza.