Partida Rol por web

Al reconocer a las criaturas me quedo totalmente extrañado.

- ¿Que hacen aquí los zombis de los Portavoces de la Sangre? - me pregunto.

- Por todos los kami. - digo en un susurro a Densishiro. Son zombis de los Portavoces de la Sangre. - añado señalándolos. ¿Qué hacen aquí?

Sin pensarmelo dos veces desenfundo mi Katana y Golpeo al Primero de los Zombies.

- ¡Por Rokugan! - grito esperando espolear a los allí presentes e infundarles valor.

- ¡Están atacando la caravana!

Grito alarmada, demostrando que no estoy acostumbrada a situaciones de combate y seguramente llamando la atención de los atacantes hacia nosotros.

Ranmaru no notó nada al acercarse a la caravana, pero si notó casi de forma instintiva el cambio de Mikaya-sama y como un reflejo no tardó en imitarla. Y entonces la cortesana indicó lo obvio mientras indicaba a los atacantes el siguiente paso a seguir.

Tsk. - Fue el único ruido que alcanzó a sonar en su boca, mientras pensaba que o bien era muy estúpida... o bien nos había estado llevando a una trampa. Aunque por otro lado, mejor que abandonaran los asaltantes la caravana para venir hacia ellos, así que evitarían que pudieran escapar con pruebas.

No habia notado nada raro, las sombras bien podian ser los otros guardias, pero la actitud de la magistrada Escorpion no le gustaba en absoluto, y cuando adopto esa posicion alerta, peor...

Con un movimiento fluido, Daichi desenfundo el dai tsuchi de su espalda. Lo sostuvo en la diestra, y se apresuro a colocarse delante de Ashikako-chan, llevandose la siniestra a los labios para indicarle que guardara silencio. No actuaria hasta entender bien que estaba pasando...

El grito llama la atención de Utemaro, que reconoce la voz de la joven Yasuki.

- ¡Nos atacan bandidos! ¡Son muchos y necesitamos ayuda!

Conseguís ver la figura del ronin recortada contra la luz, enarbolando el ono que usa como arma, y veis como otras figuras se aproximan a él. Antes de que su figura desaparezca de nuevo en las sombras, veis como rechaza un ataque proveniente de una de esas figuras.

- Bandidos. Vamos, Ranmaru-san.

La magistrada se adelanta con paso firme hacia las linternas que iluminan el campamento Cangrejo. Sin embargo, solo le seguís la pista un par de metros; de repente, parece desaparecer en la oscuridad.

*Gragh... diversion acaso?
-Quedate cerca mio, Ashikako-chan.+gruñe a la Yasuki, inclinando el cuerpo, sosteniendo el dai tsuchi en ambas manos y avanzando. No va hacia la luz, lo cegaria a enemigos a distancia, sino que corre en ayuda del ronin, manteniendose en la penumbra.

Ranmaru asiente con la cabeza ante las palabras de la magistrada jefe y saca su katana, pero entonces Mikaya-sama desaparece en la oscuridad.

Jod... - Se le escapa entre dientes. Ranmaru pega su cuerpo* para intentar proteger uno de los flancos y avanza hacia donde haya más luz para poder identificar a los bandidos y darles justicia.

¡Cómo si pensará alejarme!

Pienso realmente alarmada pegándome a la espalda del Hida como si de un gigantesco escudo se tratara mientras empiezo a mirar hacia todos los lados para evitar ser la víctima de toda ésta colosal maniobra de distraccion.