Partida Rol por web

Jon al igual que el Arkady, cedieron el paso a Céline al entrar a la tienda esotérica, aquel simple gesto era de lo más normal del mundo para el ex militar, así como permitir que fuese la muchacha quien hablara mientras él echaba un vistazo al contenido de la tienda... ¡Llena de objetos de lo más interesantes! Entonces la señorita Walker se decantó por los libros... buena elección... y cosa bastante lógica viniendo de aquella adorable friki, sin embargo al inglés le llamaron la atención otras cosas...

- Bajo mi punto de vista tiene usted un surtido de amuletos  e incienso extraordinario- sonrió con su habitual buen humor- la protección contra malos espíritus es mi particular obsesión... aunque supongo que no sólo los amuletos son útiles para este menester...

El hombre mira a Celine y sonríe amablemente, se acerca a los libros y dice mientras saca uno titulado “Brujas y su magia”

- Estos libros son muy especiales, ellos deciden si quieren irse con el cliente o no y ellos ponen su precio para esa persona, toma abre su portada, si el libro desea que tú seas su dueña te mostrara un precio que puedes pagar, si no lo desea será demasiado costoso para ti.

El hombre le da el libro a la chica la cual puede ver si decide abrirlo que cuesta 1$. Mientras tanto el hombre escucha a Jon y le responde:

- Depende del tipo de protección que desea... Una protección realmente efectiva contra vampiros es la fe y una cruz, la cual con fe no necesita de ninguna clase de objeto, sin embargo, si desea protegerse de hombres lobo deberá llevar algo de plata o un talismán contra los malos espíritus... Como todo, depende de contra que desee protegerse señor, aunque me temo que si desea protegerse contra el mal de nuestra sociedad no podre ayudarle.

Céline miró el libro con gran interés, cuando el hombre se lo cedió, asintió y abrió la portada con un gesto suave pero experto propio de quien está muy acostumbrado a leer, al ver el precio, sonrió y pensó que - Ya que el libro la había elegido- Sería un feo gesto devolverlo a la estantería, así pues, buscó en su bolso una moneda para dársela al tendero. Realmente era un verdadero regalo pagar un dolar por un ejemplar como aquel. 

Luego, el hombre se volvió hacia Jon y respondió a su pregunta. El tema de los amuletos era también interesante, y la chica se preguntó si el inglés terminaría con un objeto contra vampiros colgado del cuello, algún tipo de cruz u otra cosa... Con el libro abrazado contra su pecho, Cel lanzó una breve mirada a Arkady, el ruso no parecía muy amigo de creer en mitos y leyendas. A lo mejor le impacientaba que Jon y ella estuvieran en plan "Vamos de compras", pero no le había parecido buena idea entrar allí y soltar a bocajarro al dueño qué sabía de la desaparición de la pareja en el callejón. Su instinto le decía que debían tener cuidado y ser muy diplomáticos, al fin y al cabo, estaban en terreno desconocido.

No estoy a gusto. Madre era muy supersticiosa. Todos los rusos son bastante supersticiosos. No me gusta estar aquí. ¿Nadie va a preguntarle a este tío por los desaparecidos? Miro la tienda de arriba a abajo. Sigo sin estar cómodo. Para alguien como yo no controlarlo todo me altera. La gente se compra, se amedrenta, se conquista o... se mata. Pero estas... esto... lo que salga por aquí no se controla. No se tiene vigilado. No me gusta. Me llevo un caramelo a la boca. Lo mejor es poner mueca de indiferencia. Para que no noten mi desagrado.

El hombre toma el dinero de la chica y asiente mientras dice:

- Señorita parece que el libro deseaba estar con usted... Ese libro será muy interesante para usted sin duda y estoy seguro que le ayudará en más de una ocasión lo que pueda aprender de él.

El hombre se queda unos momentos mirando a todos y finalmente dice:

- Puedo ayudarles en algo más?

La chica tiene le libro en sus manos y es bastante grueso y pesado, puede mirar como hay varios capítulos hablando de la magia y de cosas similares, pero casi a la mitad del libro puede ver que la última mitad de este es casi todo un capítulo titulado

Los Entes Sobrenaturales

Mirando un poco puede ver como hay descripciones de una gran variedad de seres sobrenaturales de leyenda, hombres lobo, vampiros, magos, brujas, hechiceros, gárgolas, dragones, momias, y un largo etcétera pasado por seres mitológicos tanto occidentales como orientales. 

Miro a la joven. Ella debería encargarse de preguntar. Había entablado un poco mas de relación con el dependiente.
Ella le devolvió la mirada. Asiento como haciéndole hincapié de que pregunte ella. Es bueno para que vaya curtiéndose. Y seguro que con la amabilidad natural sacaría mas información del "curandero". Miro el reloj... tenemos que acabar rápido aquí o llegaremos tarde a la fiesta.

Céline se tomó un momento para prestar atención al contenido del libro. Realmente parecía interesante, y por supuesto, pensaba leerlo de cabo a rabo. Por todos los dioses, lo llevaría en su bolso a todas partes para echarle un vistazo siempre que tuviera oportunidad. No dudaba de que le sería de gran ayuda, y tras las palabras del tendero, tuvo la seguridad de que no era necesario preguntar nada, puesto que él ya le había respondido. 

De todas formas, se obligó a sí misma a pensar con algo más de frialdad y a no guiarse meramente por sus impresiones, giró la cara en dirección a Arkady y este le devolvió una de aquellas miradas suyas, frías y profundas. El ruso asintió levemente y con ese simple gesto la animó (Casi la empujó) a hablar. Céline tragó saliva y volvió a centrarse en el dueño del local.

- Disculpe mi curiosidad... - Comenzó a decir con una vocecilla que apenas le salía del cuerpo.- Verá, es que... He escuchado que... Recientemente ha... Desaparecido una pareja en este mismo callejón... Me preguntaba si usted sabría algo... - Volvió a tragar saliva y, en un gesto nervioso, se subió las gafas por el puente de la nariz antes de apresurarse a aclarar: - Quiero decir, no por nada, no me malinterprete, solo... Es simple curiosidad, por lo visto esos chicos se... Perdieron muy cerca de aquí.

Muy bien, Cel... Menuda destreza verbal, qué labia, qué desenvoltura... Los ojos de Céline bajaron de nuevo hasta la cubierta del libro que sostenía contra su pecho. "No me va a responder" Se dijo, segura de que el buen señor se ofendería por su pregunta y los echaría de la tienda, tan solo esperaba que, por lo menos, no les maldijese o les dedicara algún mal de ojo por culpa de su torpeza.

Jon miró los amuletos como un niño mira un montón de chuches... ¡Era incapaz de decidir cual llevarse! De manera que tras rebanarse os sesos inútilmente optó por la decisión más salomónica... llevarse de todo.

- Pues.. la vida está llena de peligros. Me vendría bien de todo- resolvió satisfecha con cierta sonrisa de felicidad al haber resuelto el embrollo de una forma tan sencilla... parecía que cierto transilvano con complejo de Peter Pan, le había dado por hacer las Américas, de manera que la protección contra vampiros además de ser algo que siempre le había llamado la atención por los rituales tan estrafalarios que había... no sería suficiente, pues si la cosas no iba de vampiros y sólo llevaba de eso... se podría quedar en calzoncillos ante un hombro lobo o un fantasma con mala leche... y eso no podía ser. Mejor prevenir que curar.

Entonces observó como el ruso, que tenía cara de vinagre... instaba a Celine a hablar y esta interrogaba al amable tendero. Jon que era un caballero, dedicó una mirada de reproche a Arkady... si quería obtener información que hubiera hablado él... aunque ya resolvería aquel asunto más adelante, de momento decidió esperar a ver que decía y ayudar a la pequeña friki en caso necesario.

El hombre se queda unos instantes mirando a Celine tras su pregunta y finalmente dice:

• Si… ellos desaparecieron justo en la esquina de ahí en frente, pero… pero no es como lo pensáis… las cosas siempre son mucho más de lo que parecen… así que no es algo tan sencillo, ambos desaparecieron, pero una parte de ellos aun sigue ahí.

Después mira a Jon y le da una cruz hecha de plata la cual no era precisamente barata ya que costaba casi 100 $, el hombre la mete en una cajita y dice:

• Esta cruz de plata le proporcionara una gran protección, es un artefacto poderoso con protecciones, pero ante algunas criaturas solo su determinación le podrá proteger adecuadamente

Contra todo pronóstico, el tendero respondió a su pregunta, y lo hizo de manera tranquila y agradable, sin parecer molesto ni desconfiado, lo que animó a Céline, que ya se veía en la calle con sus compañeros de equipo. Una suave sonrisa le curvó los labios y sus ojos siguieron la dirección que el hombre indicaba al decir "Ahí fuera", "Una parte de ellos sigue ahí fuera", le parecía frívolo pensar que esa parte a la que aludía el tendero fuesen los zapatos que habían quedado tras la desaparición de ambos. El buen señor debía estar refiriéndose a otra cosa... Pero Céline no supo exactamente a qué y no se atrevió a preguntarlo. 

La chica quedó pensativa tras murmurar un entrecortado "Gracias" y, mientras ella parecía perdida de nuevo en sus cavilaciones, su interlocutor se volvió hacia Jon para ofrecerle el objeto talismán en cuestión. Cél se acercó a Iulianov y musitó algo inclinándose un poco hacia el oído del ruso.

- Echemos un vistazo al lugar exacto donde desapareció la pareja, quizá veamos algo que la policía pasó por alto... - Acto seguido, la chica separó el libro recién adquirido de su pecho y se lo mostró orgullosa y sonriente.- Mira, es genial ¿Verdad? Estoy deseando empezar a leerlo... Tiene una pinta estupenda y seguro que contiene información valiosa y esencial.

-Esta oscureciendo, poca pista podremos ver. Vámonos al bar y mañana quedamos aquí. Ademas por lo que veo en el whatsapp la gente está empezando a llegar a la fiesta. Digo señalando mi teléfono. -Tampoco quiero alargarme mucho en el bar.

Ante la respuesta de Iulianov, Cél se quedó un segundo mirándole, aún con el libro extendido hacia él para mostrárselo. Luego parpadeó, bajó los ojos mientras su sonrisa se borraba lentamente de su rostro y volvió a abrazar el ejemplar contra su pecho a la vez que daba un pequeño paso atrás y asentía, claramente entristecida porque el ruso no hubiese hecho ni caso a su emocionado ofrecimiento para ver su reciente compra.

- ... Sí, claro... - Farfulló sintiéndose tonta y además terriblemente avergonzada, se volvió hacia Jon e intentó sonreír un poco. Había adquirido una preciosa cruz de plata como amuleto, era muy bonita y Cel no dudaba de su poder. Seguro que le protegería. Quizá a ella le vendría bien tener otra. - En fin, el señor Iulianov tiene razón, mejor que nos marchemos ya o llegaremos tarde.

Jon miró el crucifijo con cara de satisfacción. Con aquel objeto y un poco de fe podría hacer frente a cualquier cosa que se le pusiera por delante, de manera que lo cogió y lo extendión delante suyo con cara interesante como si estuviera denlante de un ser sobrenatural chungo... ¡se adaptaba perfectamente a su mano!

- Es perfecto... me lo llevo- declaró risueño- ¿cuanto le debo?

Tras pagar miró el libro de Céline.

- Ardo en deseos de leerlo... cuando lo hayas leído tu primero, querida- sonrió con amabilidad realmente interesado en el ejemplar de la señorita Walker- Por supuesto, después de tí Céline- invitó a su compañera a salir tras asentir con la cabeza la propuesta del ruso corroboradada por Céline

Vamos yo os llevo. Miro a Celine. Creo que he sido desconsiderado... Pero no se en qué...

La noche finalmente paso para todos, la mañana despertó fría y húmeda, un día nada apacible. Para Celine las clases fueron bastante duras, a fin de cuentas, estaba bastante cansada después de la fiesta a la que Sandara la había sometido. Para los otros dos hombres la mañana fue bastante normal.

La oficina estaba bastante tranquila, no parecía que hubiera mucha gente allí, la que sí estaba era Sandara la cual les recibió con una taza de café en la mano, la chica tenía aspecto de no haber dormido

-Buenos días... Bueno... El jefe está en su despacho, podéis pasar... Por cierto, Celine la próxima vez te vamos a conseguir a un chico para ti, que lo sepas.

Durante la noche Sandara le insistió varias veces en ligar, ella y sus otras amigas parecía que ligaban sin demasiados problemas, pero no pasaba de ahí, solo una de sus amigas, una chica bastante artificial a la que llamaban Boom (según le dijo Sandara porque parecía de goma y ella creía que era porque era explosiva) se fue con un chico realmente, parecía que en especial Sandara estaba más interesada en pasarlo bien que en los chicos. Además, Celine pudo comprobar como la chica bebió bastante alcohol, era realmente impresionante ver como alguien con esa constitución aguantaba tan bien el alcohol.

El despacho del jefe era un despacho funcional, nada especialmente ostentoso, un par de estanterías con libros, una mesa baja con un par de sofás a su alrededor y un escritorio con un ordenador y el famoso jefe sentado. Al verles se pone de pie era cierto lo que había dicho Sandara era muy bajito, pero transmitía una fuerte sensación de autoridad:

-Buenos días... Así que ustedes son los nuevos que se han incorporado al caso de la investigación... Disculpen que no me haya presentado antes, pero tuve que realizar un viaje inesperado... Por cierto, mi nombre es Aarón McArting encantado.

El hombre les observa unos momentos como examinándoles y finalmente pregunta:

- Y que tal el primer día?

Horrible.

No había mejor forma de definir su día antes de llegar a la oficina para ver al jefe. Bueno sí: Horrible terrible y espantoso: Una mierda de proporciones antológicas.

Céline se había levantado con sueño, con dolor en los músculos debido a pasar la noche entera de pie o intentando bailar entre una masa de personas tanto o más jóvenes que ella. Los ojos enrojecidos debido al humo, la garganta seca y algo irritada. En definitiva, hecha un trapo. Y eso que apenas había bebido algunos tragos de alcohol que Sandara le había casi obligado a dar. Odiaba el sabor del alcohol. Odiaba la música electrónica, el humo con sabor a fresa y los focos de colores, odiaba a los tipos engreídos, a los guapos y a los feos, a las chicas con tacones y minifalda. Odiaba a todo el maldito mundo.

Y a su suerte. Porque ahora tenía que ir a la universidad.

Las clases fueron de mal en peor. En la primera se durmió. El profesor la pilló en pleno ronquido y la despertó con un carraspeo que la sobresaltó, y al levantar la cabeza desorientada, el folio donde supuestamente tenía que tomar apuntes, se alzó también pegado a su mejilla, adherido por la baba que había emergido de la comisura de su boca mientras dormía.

Las risas y carcajadas se dejaron oír por todo el aula. Cel quitó el papel de su cara muerta de vergüenza, deseando que la tierra se la tragase mientras el señor Ferguson la ridiculizaba aún más incidiendo una y otra vez en la evidencia de que "dormirse en las clases no solía dejar buena impresión ni buenos resultados académicos."

Después de eso, y de las bromas y burlas de compañeros que se sucederían durante días, estaba segura, Cel había tropezado y empujado a nada menos que la decana de la facultad, ganándose con ello otra mirada de odio y algunos comentarios poco agradables más. Alguien vertió una buena cantidad de sal en su café y un grupo de compañeros le impidió entrar en el autobús de vuelta a casa "invitándola" con risillas y sorna a caminar para despejarse.

"Hoy estás más tonta y más fea de lo normal, cerebro de mierda." Le dijo uno de ellos, un chico rubio a quien reconocía vagamente de alguna clase de literatura "Camina hasta casa, nadie quiere tener que olerte durante todo el camino."

El día había amanecido lluvioso y frío, así que el viaje de regreso a pie no resultó precisamente agradable para la muchacha que estaba empapada y aterida cuando por fin alcanzó el portal del piso donde vivía.

En definitiva, cuando Céline llegó a la oficina para su entrevista con el jefe no se sentía animada ni feliz. Apenas asintió al comentario de Sandara, prácticamente tuvo que reprimir un escalofrío ante la idea de buscar chicos, fiestas o cualquier otra cosa que implicase ver a otras personas. Cel solo quería encerrarse en su cuarto y olvidarse del mundo durante una semana entera por lo menos.

Luego entraron en el despacho y apareció el jefe. Un hombre que emanaba autoridad, elegancia y... Bueno, todo lo que se supone que debe emanar un jefe de una agencia importante y rara. Era bajito sí, pero no fue esa la característica que más prevalecía en él, según pudo notar Cel.

... Y que tal el primer día?

La muchacha no supo qué responder, obligó a su boca a decir algo breve y sencillo como "Bien" pero en cuanto lo intentó supo que no iba a poder así que se limitó a lanzar una mirada a Jon como cediéndole el turno. Ella mientras se replegó de nuevo a su impermeable interior.

-Bien. Vi que Céline no podía ni responder y me adelante para no hacerle pasar mas apuro. Hemos establecido contacto con un par de testigos: Un joven que trabaja en un restaurante pakistaní en el callejon donde ocurrieron los hechos y el dueño de una tienda...un tanto... especial. El ritmo y la cadencia de la frase disminuyeron cuando mencione el establecimiento de brujería. Continué con el reporte.- Vamos a pedirle a Sandara que nos dé todo lo que recabó la policía para establecer mas puntos de unión entre los testigos y lo que saben en la comisaria... Por lo demás no hay pistas ni sospechosos, mas allá de los propios testigos. Señor. Mi cazadora negra calló al suelo desde el perchero del despecha de McArthing así que me levanté a volver a colgarlo bien. Momento en el que miré a Jon para ver si quería añadir algo más. La boca aún me sabia al café y a la manzana de la mañana así que no cogí uno de mis caramelos de la chaqueta. Me lo guardo para después.

El hombre escucho lo que le comentaron y asiente para decir:

• Así que han hablado con dos personas… bien y por lo que me ha informado Sandara parece que el asunto no está nada claro…

El hombre se queda unos segundos observándoles y añade:

• Muy bien, les dejare trabajar, Sandara les dará esos informes rápidamente… aunque no lo parezca es realmente eficiente en su trabajo… y bueno, si necesitan algo o tienen algún problema con la policía o con otras agencias… ya saben que en ocasiones la policía más que investigar lo que hace es entorpecer la labor de los que realmente investigamos no duden en contactar conmigo… ahora, si no tienen nada más, les dejo que continúen su trabajo

Jon sin duda parecía que se trataba del miembro del grupo más animado y de mejor humor. El desayuno había sido bueno y el paseo hasta las oficinas le resultó tonificante, estaba acostumbrado a la lluvía y su mente estaba todo lo despejada que un friki como él podía tener. Había decidido llevar consigo el crucifijo que adquirió en la tienda de brujería... confiado en poder utilizarlo, por lo que a pesar de la lluvia se presentó con apenas los bajos de los pantalones mojados, pero tan impecable y bien aseado como solía ser costumbre en él.

- Bueno días, un placer- sonrió abiertamente al jefe, algo sorprendido por su pequeña estatura... una sorpresa que desapareció en cuanto le hizo el primer escrutinio... aquel pequeño hombre, sólo era pequeño en estatura... sí, inteligente y poderoso y además le cayó bien... molaba su peinado.

Jon fue a decir algo más pero el estado de Cel lo preocupó lo suficiente para centrarse en ella dejando que el ruso tomara la palabra.

- Querida...- le susurró  a su lado posándole una mano en el hombro, ofreciendo su ayuda con gestos más que con palabras, no pretendía importunarla delante del jefe, parecía que había pasado una noche y una mañana horribles... al salir la invitaría a algo caliente... un café, o quizás una manzanilla, no recordaba muy bien que era lo mejor para la resaca pero seguro que con un poco de espacio y algo de cafeina la chica se sentiría mejor.

- Efectivamente el caso es complicado, pero todo parece converjer es algún tipo de suceso extraordinario. Como diría un famoso compatriota mío "Cuando todo aquello que es imposible ha sido eliminado, lo que quede, por muy improbable que parezca, es la verdad"- comentó mirando de reojo a Arkady- algo me dice que este caso va a sobrepasar nuestras espectativas y los límites de nuestra imaginación... le mantedremos informado en todo momento señor McArting