Partida Rol por web

Nada más dar el primer vistazo en la cafetería, Cel vio lo justo para quedarse totalmente petrificada en el sitio, en primer lugar, la presencia de las tres chicas allí mismo, joder... ¿En serio? ¿Acababa de cruzarse con Mara y ahora se topaba nada menos que con su corte de seguidoras? Aquella ciudad se les estaba quedando pequeña, definitivamente. 

La presencia de Amanda, Thea y Rose en la cafetería podría haberla preocupado, pero lo que de verdad le cortó la respiración fue ver a aquel tipo de las gafas sentado alegremente en una mesa charlando con Arkady... Como si fuesen colegas o amigos. 

Céline no podía moverse. Parpadeó tratando de salir de su asombro. Espera... Espera... ¿Voy a tener que ir allí y sentarme en la misma mesa que ese hombre?

No... No, no no. Prefiero sentarme con las tres lameculos de Mara. Oh, ya lo creo... Lo prefiero con mucho.

El brazo de Jon tiró de ella y sus pies se movieron respondiendo a algún reflejo innato, caminó tiesa como un palo, envarada y con los ojos como platos tras las gafas, poniéndose cada vez más pálida a medida que se acercaban al tipo extraño. 

En algún momento, giró la cara y vio la expresión sonriente y confiada de Jon. Ah, es verdad, que él es un súper héroe de los de antes ¿Recuerdas? El capitán América de los investigadores... Además, no creerás que ese tipo va a hacerte nada malo en un local lleno de gente ¿Verdad? Es absurdo...

El camarero dijo algo y se largó, Jon le ofreció un asiento a su lado, ella se sentó sintiéndose completamente incapaz de mirar al desconocido, cuya voz quedó grabada a fuego en su cerebro: Carsten Bertolt. 

Y hasta sabía que trabajaban en la Agencia... Joder... Céline, con los ojos clavados en la carta que el camarero había dejado sobre la mesa, se esforzaba por respirar normalmente para no terminar hiperventilando.

- Yo... to-tomaré un... una Pepsi... - Dijo después de que Jon hiciese su demanda. Gracias al cielo, él mismo se había encargado de presentarla, pues si hubiese tenido que dar ella misma su nombre, era muy probable que ni siquiera hubiera sido capaz.

"...supongo que tienen ciertas sospechas sobre la pareja que ha desaparecido misteriosamente."

También a eso respondió, gracias a los Dioses, Jon, mientras ella seguía mirando la carta como si allí estuviesen impresas todas las respuestas a los grandes misterios del universo.

Vi entrar a mis dos compañeros y no pude evitar mirar a Celine con simpatía. Recordaba su expresión en el callejón al ver a este alemán y evidentemente en este corto periodo de tiempo su impresión del tipo no había mejorado. Se aferraba a la manga de Jon y tenía la palabra "nerviosa" tatuada en la cara...

Pero por otro lado el inglés se lo tomo con aplomo y casi como si fuera algo normal. Palabras concisas y acertadas... muy eficiente... pero este tipo me daba la impresión de que sabía demasiado. Como conseguía toda esa información es lo que me preocupaba

-Esta de más decir que cualquier información que nos pueda facilitar nos ayudaría mucho y estaríamos enormemente agradecidos.- La sonrisa no se borraba de mi rostro. Este tipo no era normal y mis instintos seguían poniéndome los pelos de punta. -Este tipo no es nada simple...-

El hombre espera a que el camarero les traiga las bebidas que han pedido para tras ajustarse bien las gafas decir:

• Lo cierto es que yo andaba detrás de ellos, no les voy a mentir… mi intención era la de eliminarlos

El hombre lo dijo con bastante tranquilidad, como el que dice que les iba a dar un mensaje o cualquier cosa más normal, sonríe levemente de medio lado y añade:

• Pero alguien se me adelanto… de hecho cuando llegue ya eran polvo, pero, ¿Por qué? ¿Quién se me adelanto y porque…? No es algo que sepa, pero en cierta forma me inquieta ya que diría que no son los habituales

Les mira a los tres y se da cuenta del crucifijo de Jon y sonríe para decir:

• Vaya, parece que usted ya estaba preparado para ver a esa pareja…

Cel se envaró aún más en su silla cuando escuchó la naturalidad con la que el hombre admitió sus intenciones de acabar con la pareja. Le costaba mirar al tipo, e incluso sabía que iba a costarle hablar, porque estaba nerviosa y asustada, eso resultaba evidente, al fin y al cabo el tal Carsten Bertolt acababa de admitir abiertamente que estaba decidido a matar a dos personas.

- ¿Por qué? - Dijo antes de poder siquiera refrenar su lengua, las miradas de los tres hombres se dirigieron a ella, quien tragó saliva y tomó aire para replantear su pregunta esforzándose por no parecer intimidada a pesar de todo.- ¿Por qué quería acabar con ellos?

De pronto se le había ocurrido que Bertolt no fuese un vampiro en sí mismo, sino que pudiese tratarse de algún tipo de cazavampiros o algo así. O quizá era un vampiro cazavampiros... ¿Existía eso? Se atrevió a alzar la mirada para enfrentar los ojos de su interlocutor tras aquellos cristales tan llamativos, desde luego el tipo no iba vestido para pasar desapercibido, todo en él exudaba un aura extrañamente misteriosa. 

Jon a pesar de su frikismo era un hombre serio en su profesión y le gustaba estar siempre preparado, por algo había conseguido sobrevivir durante la guerra y por ese mismo motivo seguía vivo, en especial en aquel nuevo campo de investigación en el que estaba especializando.

Cuando escuchó a Carsten no pudo evitar sonreir, le gustaban los halagos... para que negarlo.

-Veo que es usted un hombre muy observador... sí. dijo mientras cogía el crucifijo y lo mostraba al hombre, muy cerca suyo... para que lo viera bien... como previendo algún tipo de reacción por su parte- si he conseguido peinar canas es por estar preparado para cualquier eventualidad- añadió clavando la mirada en el desconocido

- Efectivamente... - añadió Jon tras observar preocupado a Céline- además de saber quien se le adelantó, estaría bien conocer mejor sus intenciones- apoyó a su compañera al tiempo que le posaba una mano sobre la suya, para transmitirle confianza, él estaba con ella.
 

Estaba callado. No me gustaba como se estaba desarrollando todo. Este sentimiento de estar perdiendo el control poco a poco no era agradable, pues era este tipo quien sabía todo y nosotros estabamos a oscuras. Sus palabras además no impartían tranquilidad. Solo alguien muy confiado y seguro de si mismo afirmaría sus deseos de matar a alguien frente a investigadores de un homicidio...

-¿Pero por qué?¿Y que tiene que ver el crucifijo de Jon?- 

Por el rabillo del ojo vi como el inglés hacía gala de caballerosidad y reconfortaba a la evidentemente tocada Celine. Esta iba a resultar ser una mala primera experiencia en el oficio para la universitaria. -Por lo menos tiene a Jon a su lado.-

-Dice usted señor Carsten que no son los habituales.... ¿Habituales qué?- Bajo la cazadora todos mis músculos seguían tensos y listos. -¿Qué clase de personas podrían despertar sus instintos asesinos?- Los archivos describían a las víctimas como personas comunes...

A la pregunta de Celine el alemán sonríe levemente y mirando a la chica a los ojos, con una mirada tranquila, pero que emitía una gran seguridad en sí mismo dice:

• Por trabajo… es mi trabajo acabar con seres como ellos.

El hombre hablo despacio y con tranquilidad como si quisiera que escuchasen todo perfectamente pese a su acento alemán. Cuando Jon le mostro el crucifijo de cerca asintió y lo observo unos momentos:

• Sin duda es una pieza bastante hermosa y útil si me permite el comentario.

Tras la nueva intervención de Jon hace un gesto como para quitarle importancia al asunto y añade:

• Como he dicho, era simplemente trabajo… y quien se me ha podido adelantar… tengo una sospecha.

Arkady le pregunta sobre los habituales, el hombre asiente y responde de nuevo hablando tranquilamente:

• Así es… los habituales son más… violentos… como se lo explicaría… hay varias organizaciones en este mundo que se ocupan de muchas cosas y todo el mundo tiene rivales en este mundo tan competitivo, e incluso yo… a mí me gustan los trabajos limpios, a ellos, les da igual, pero este último trabajo… de hecho si lo pensamos me viene a la cabeza una antigua leyenda creo que japonesa…

El hombre se pone de pie mientras deja el dinero de su consumición en la mesa para que el camarero lo coja, sonríe levemente y añade:

• Mi tiempo llega hasta aquí… como son nuevos en esto sin duda no están acostumbrados, pero a partir de ahora verán cosas que creían que no podían ser posibles… yo si fuera ustedes investigaría a esa pareja tan sumamente normal

El hombre se gira dispuesto a dirigirse a la salida, pero sin moverse, se gira y añade:

• Ah, claro… señorita tiene aspecto de gustarle la literatura y la historia, conoce el mito japonés de la “Cazadora de demonios” … estoy seguro que tanto usted como sus compañeros la encontraran fascinante.

Céline no podía dejar de admirarse de la naturalidad y seguridad con la que el hombre hablaba sobre lo que hacía. "Es mi trabajo acabar con seres como ellos" había dicho, así que debía ser un cazador... 

La muchacha simplemente asintió. Sin duda había muchas cosas de aquel "otro mundo" que quedaban fuera de sus conocimientos, y por supuesto, no se consideraba quién para poner en duda los motivos de aquel hombre para hacer lo que hacía, lo cual, tampoco quedaba mínimamente claro. 

Bertolt era un desconocido que pertenecía a un mundo desconocido, así que ella no se sintió en poder de la información necesaria, ni con presencia de ánimo suficiente, como  para rebatir nada de lo que él dijera. Ni siquiera sabía hasta hacía unas horas que los vampiros existiesen realmente, y si ellos existían, y también había gente que los cazaba o los mataba, quizá también existieran hombres lobo, hadas, espíritus, brujas o vete a saber... 

Carsten se puso de pie anunciando que su tiempo terminaba allí, y ella no entendió por qué había accedido a hablar con ellos: No les había dicho mucho y tampoco les había pedido nada, no parecía ni mucho menos necesitar su ayuda o alguna cosa de ellos, entonces ¿Por qué perdía su tiempo sentado en una cafetería si ya tenía unas pistas que seguir?

Ellos tres investigaban la muerte de la pareja que él debía matar, él quería saber quién los había matado, también ellos, así que tal vez se trataría de "quien primero lo encuentre se lo queda" y dado que Bertolt estaba más ducho en aquellas lides, y que ya tenía sospechas de quién se había cargado a la pareja, parecía claro que iba a ganarles la partida por la mano, Jon, Arkady y ella misma estaban perdidos en un caso que les quedaba grande según parecía.

"... conoce el mito japonés de la “Cazadora de demonios” … estoy seguro que tanto usted como sus compañeros la encontraran fascinante."

Céline miró al tipo a la cara, su expresión no mostró nada más allá de una seriedad poco propia de ella, parecía incluso molesta con aquel hombre que se permitía el lujo de lanzarle aquellas palabras, como quien lanza un filete de plástico a un perro hambriento solo para divertirse viendo cómo trata de devorarlo. 

"Señorita, tiene aspecto de gustarle la literatura y la historia."

Reprimió el gesto de arrugar la nariz de puro disgusto. No le gustaba que supiesen tanto de ella, de lo que le gustaba o de lo que hacía. No respondió, simplemente se cruzó de brazos y esperó a que aquel engreído se largase si era lo que pretendía hacer, no quería hacerle perder más de su valiosísimo tiempo.

Jon enarcó una ceja... cuando el supuesto cazavampiros habló... y después levantó la otra ceja cuando se cayó... no les había aclarado nada, el que la pareja de desaparecidos eran vampiros había sido una conclusión a la que ya habían llegado, sin embargo sólo les recomendó un libro de nosequé japonés y que iban a ver cosas más raras... lo que en realidad era precisamente por lo que Jon se había apuntado a la agencia, para ver cosas raras y darle un poco de alegría a su vida antes de que la palmara...

- Sólo una última cosa señor Carsten... ¿podemos entender entoces que su organización es amiga? ¿O vamos a competir? puesto que al fin y al cabo tampoco nos ha aportado mucho más de lo que hemos averiguado... y que conste que no quiero ser descortés- se disculpó tratando de sonar demasiado brusco

Todo lo que salía de su boca me molestaba. Ambiguo y carente de detalles. Como si estuviese haciéndonos un favor solo por hablarnos pero se negase a decir todo lo que sabe solo porque no le apetecía. Entrecerre los ojos y por fin la sonrisa abandono de mi rostro, dejando a la vista una expresión que bien dejaba en claro mi humor.

Entonces escuche la voz de Jon y lo mire sorprendido. -¿En serio, eso es lo que quieres saber?¿Si están de nuestro lado o en nuestra contra?- Se me ocurrían diez cosas mejores que preguntarle a este sujeto... pero no estaba seguro de querer oír sus respuestas. La voz de mi madre y las historias de mi abuela llegaban a mi desde los recuerdos de mi infancia en Rusia. No pude evitar que un escalofrío me subiera por la espina.

-Ha respondido a muchas cosas que hemos preguntado e incluso cosas sobre las que no preguntamos... pero el que sea tan ambiguo en sus respuestas y sepa tanto de mi no me agrada señor Bertolt. Espero nunca encontrármelo de nuevo, por el bien de los dos.- Si era una amenaza, y a esta altura me importaba un bledo lo críptico y enigmático que fuera el tipo o lo poco que entendiera este asunto. Algo olía mal en todo esto...

El hombre se disponía a marcharse cuando escucha como Jon le habla, se gira y le mira atentamente escuchándole, cuando termina se queda unos segundos en silencio y finalmente dice:

• No debe preocuparse… ustedes son una agencia de investigación… eso no es a lo que me dedico… como todo en este mundo depende de muchos factores, en este momento solo nos hemos conocido y ustedes están investigando la desaparición de dos personas que no tienen relación conmigo…

Después escucha lo que dice Arkady observándole en silencio, sin gesticular de ninguna forma, cuando termina sonríe levemente y le responde con tranquilidad:

• Sin duda el futuro es imprevisible y solo el destino sabe si volveremos a vernos o no… y quien sabe, tal vez incluso se alegren de verme.

Para una vez dicho esto dirigirse a la puerta y marcharse tranquilamente. Mientras tanto las conocidas de Celine seguían cuchicheando entre ellas, parecía que no se habían dado cuenta de la presencia de la chica

Céline miró a Jon y a Arkady alternativamente tratando de descifrar sus pensamientos por las expresiones de sus rostros. Bertolt se había marchado, dejando el ambiente entre ellos enrarecido, estaba claro que a ninguno de los tres les habían agradado mucho las maneras de aquel tipo. 

- No conozco ningún mito japonés de cazadores de demonios.- Admitió ella en voz no muy alta para romper el silencio.- Lo más cerca que estoy de la mitología japonesa es lo que sé por los animes y los manga que a veces leo o veo, poco más. 

La chica se encogió de hombros y de nuevo se acordó del libro que había conseguido en la tienda ¿Podría leer algo sobre demonios japoneses ahí? Tendría que comprobarlo.

- Encontramos cenizas en el lugar donde desapareció la pareja.- Informó a Arkady.- Suponemos que el amigo de Sándara podrá analizarlas para saber qué son.

Discretamente, la chica se ocultaba tras ambos compañeros para seguir fuera de la vista de las otras tres muchachas, entretenidas en su charla. Esperaba que no la viesen y poder salir de allí sin tener que hablar con ellas.

Jon siguió con la mirada a Carsten hasta que desaparecio... estaba seguro que se volverían a ver las caras, aunque esperaba que siguiesen en el mismo "bando".

- A mi tampoco me suena nada eso de los mitos japoneses...- dijo Jon volviendo a concentrarse en el te, las pastas y sus compañeros. Tras dar un sorbo a la taza miró a Céline que acababa de volver a hablar del tema de las cenizas- En mi opinión estaría bien volver a la agencia para hacerles llegar cuanto antes las cenizas y confirmar así lo que parece que tenemos claro. Además es posible que sepan decirnos algo más de nuestro amigo Carsten... me ha entrado curiosidad por conocerlo un poco más y quien sabe hasta puede que nos desvelen algo sobre la mitología nipona.

En el local entraron algunas personas más, pero ninguno de ellos les conocía eran simples clientes que el chico atendió con gran atención y cuidados. Cuando decidieron marcharse de allí el día seguía lluvioso y frio, realmente desagradable para caminar por la ciudad. Tardaron algo más de lo deseado en llegar a la oficina, allí Sandara estaba sentada en su escritorio tecleando bastante rápido mientras mordisqueaba una galleta de esas dietéticas, al ver a la chica se dieron cuenta que ellos también tenían hambre ya que era la hora de comer. Sandara les mira y dice:

• Hey buenas… parece que hoy la oficina está muy movidita… no sois los únicos que os habéis pasado hoy por aquí.

La chica seguía mordisqueando esa galleta que no parecía especialmente sabrosa, aunque parecía que para ella sí lo era y añade:

• Bueno, y vosotros a quien buscáis y que necesitáis

-свинья ублюдок-

El encuentro con ese tipo me había dejado un muy mal sabor en la boca y muchas preguntas en la cabeza, pero no iba a darle la satisfacción al maldito de seguir preguntando. En cambio sonreí levemente a mis dos compañeros y asentí. Si habían encontrado evidencias era lo mejor dejarlas cuanto antes en la agencia. Esas cosas llevan tiempo y mientras antes mejor.

-La lluvia tampoco ayuda...-

Cerré bien la cazadora y levante el cuello para protegerme lo mejor posible del agua mientras aligerábamos el paso hacia la agencia. Cuando por fin llegamos, y escuche la voz de la secretaria me calme un poco de las frustraciones de la mañana. Para bien o para mal estábamos avanzando en el caso.

-Mis colegas se han hecho con evidencia y necesitamos que el señor Alexander le hecho un vistazo.- Dije directo y conciso.

Luego me gire a ver a Jon y Celine. -Luego podríamos ir a buscar algún bocado y me ponen al día con sus descubrimientos en el callejón. ¿Qué les parece?-

El trío regresó a la agencia y ninguno de ellos parecía especialmente animado. Cuando el señor Bertolt se hubo marchado, Arkady farfulló algo en su lengua natal. Por el modo de hacerlo, Céline imaginó que no había sido ningún piropo... Ella salió del lugar tratando de parapetarse en sus compañeros y así no ser vista por las otras chicas, pero su cabeza no dejó de dar vueltas a los extraños acontecimientos de esa tarde, los referentes al caso y también los tocantes a su vida privada. 

Estaba segura de que, una vez sus compañeros regresaran del viaje con la universidad, iba a tener problemas de los que ocuparse, Mara se lo había hecho saber con amenazas veladas, y Cel estaba segura de que no mentía... Pero ahora Celine trabajaba en una agencia de investigación de cosas raras y paranormales, a lo mejor podía investigar un poco en la vida de Mara y sacar algo que poder usar contra ella llegado el caso... Esta idea le rondaba la cabeza, y a pesar de que se decía a sí misma que era una locura, (E ilegal, seguramente), no podía desecharla del todo.

Una vez llegaron al edificio, Sandara les atendió, Arkady tomó la palabra y ella miró a Jon esperando a que éste sacase la prueba que habían extraído del callejón. Fue entonces cuando el ruso propuso comer juntos. 

- Genial... La verdad es que me muero de hambre y no me apetece irme a casa.- Respondió la chica con una pequeña sonrisa.- El caso se está poniendo interesante. Me gustaría mirar a ver si encuentro algo útil en el libro, podríais ayudarme... - Dirigió su atención a Sandara.- ¿Cuánto más o menos tardaría Alex en analizar las cenizas que traemos? 

Jon que no había perdido el buen humor en ningún momento, saludó a Sandara con la mejor de sus sonrisas.

- Buenas joven, encantado de volver a verla.

Cuando sus compañeros intervinieron, el inglés sacó de su bolsillo un pañuelo que formaba un pequeño paquete.

- Como bien le han comentado el señor Iulianov y la señorita Walker, nos gustaría que analizar estas cenizas... están un poco mojadas, pero confio en haber podido recoger lo suficiente para que lo analicen- le tendió las cenizas envueltas- y además me gustaría conocer toda la información que posean sobre Carsten Bertolt, si es usted tan amable- volvió a sonreir.

A continuación se giró hacia sus compañeros.

- Pues la verdad es que tengo mucho apetito- asintió a la sugerencia del ruso y Céline- me parece estupendo