Bud estaba preparado para salir de caza, algo de ejercicio al aire libre le sentaria bien y ayudaria a aclarar las ideas de sus vecinos y amigos.
Chorras se arrimo a Boris.
-Pues si uste tiene un arma para mi, yo estoy dispuesto a ir, que madre no educo a un marica de esos.-Echo una rapida mirada a la Madam y Ana, tan rapido que esperaba que lo le hubieran visto.
La idea de la cacería a Bubba le esntusiasmaba, asi que se dirige corriendo a su caravana y coge varias granadas, un fusil HK G 36, una Colt Python y un machete oxidado
Pablo, tu no puedes venir con nosotros, tu eres una mujercta más quédate aquí pintándote las uñas marica loca, pero tranquila si eres buena te dará algo de estofado de zarigueya que haga esta noche.
Después habla a los demás
Ardillas y zarigüellas son mias
-No soy una mujer soy un hombre hecho y derecho, pero deberías mirarte al espejo antes Bubba, que tu mas pareces una animal, un mono u orangután y bien es sabido que ninguno de esos necesita estar afeitado para ser mujer.-Le espeto a la cara.
-Maldito sea... no me extrañaría que este fuera un lobo de esos... Cara de humano tiene poca.
Miro a Boris de arriba a abajo.
No me quitaré este taparrabos. El de arriba era pobre, y yo lo soy. Al que le guste bien, al que no, que no venga.
Gruño malhumorado. Me acerco a la señorita Hooper.
Cuando vuelva, tengo una proposición que hacerle.
Y entonces miro a George.
Y si tenemos que esperar a un héroe en este pueblo, antes nos comen los lobos.
Yo ya tengo la escopeta preparada desde anoche, pero aqui hay mucho que no dicen nada de nada, y que me tienen preocupado... pues no se de que pie cojean estos mendrugos...
Alice no entendió muy bien las palabras de Richard, ahora estaba pensando en que podía hacer divertido con las chicas... Las más mayores posiblemente no quieran participar, bueno, si la Reynolds está excitada posiblemente sí.
La abuela salió de su casa vestida con ropa casual, por una vez no saltó por la ventana con la faja por encima de los pantalones cantando el tema principal de superman. Se acercó arrastrando los pies a Bud, le plantó un buen morreo y se alejó hacia las otras chicas con expresión melancólica.
Ahí va mi hombre...
Miro contrariado la escena.
-Que pésimo gusto, por dios.-Estaba extrañamente molesto.
Esta vieja cada día me sorprende más. Quien creerá que es hoy?
Dijo la Madam mientras se cruzaba de brazos
Hasta la Sra. Rotenmeyer encuentra enternecedora, por decirlo de alguna manera, la escena que provoca La abuela Reynolds. Pobre mujer.
- No sé si al irse los hombres estaremos más seguras o menos. Esto es desconcertante. - dice más para sí misma que para el resto. - No sé que pensar. - suspira.
Ohhh sin los hombres, ¿estaremos acaso seguras?.
Dice delicadamente Nataly quien habia tenido una noche terrible pensando, pensando en que hacer para no morir, pero Nataly era un poco pendeja
Si la Sra. Rotenmeyer esta confundida que es anciana, ¿yo no debería estarlo verdad?
Pero sí estoy confundida y mucho... ¿qué pasará?..¿que podría pasar?
Los hombres fuertes se han ido y nosotras ahora debemos golpear lobos... es terrible.
-No es mala idea... ¡Ya era hora de una jornada de chicas en este pueblo! Basta de conflictos por hoy, dediquémonos a disfrutar de la ausencia de los hombres. Aunque creo que hoy la Madam no tendrá tantos clientes como de costumbre, a no ser que celebremos una fiesta con boys allí dentro
¿Hablas de nudistas?
Mmm donde conseguiremos nudistas?..
-¿Que se supone que hacemos nosotras?. -Con una sonrisa de oreja a oreja. -Podríamos preparar una fiesta de pijamas, una cenita al aire libre con algo de música y hacer... ya sabes... cosas de chicas.
Ahhh entoendo, y yo que deje el baby doll en otra maleta...
Chicas a mi el rollo bollo no me va eh? aviso.
Pero vamos a tener que ir indicando sospechosas.....yo sospecho más de las calladitas
Lo que más le había molestado de las últimas muertes era la perdida del confesor. Todos los lunes y viernes, Cancelaria tenía la costumbre de ir a la iglesia a confesar sus pecados, que siempre eran los mismos y repetía una y otra vez.
Sobretodo aquella vez que tres bandoleros tuvieron la osadía de entrar en su granja. Los rufianes bajaron las defensas al ver a una arrugada anciana, cometiendo un gran error. Candelaria les rebano el pescuezo con su mellada hoz en un abrir y cerrar de ojos. Luego troceo los cuerpos y se los dio de comer a sus cerdos. Eso era lo que más le atormentaba, haber dado esa carne sin bendecir a los animales y luego vender a tres de ellos para la feria de la aldea, donde todos comieron carne impura.
Cuando Richard salió elegido confesor, enseguida lo miro de arriba a abajo y no le gusto nada lo que vio. - Espero que cambies tu vestimenta, te des unos buenos frotes para quitarte la inmundicia, te afeites esa sucia barba y te cortes la melena. Los oídos del señor tienen que estar relucientes y alejados del pecado. - espetó levantando su vara.
Luego se dirigió a las mujeres. - Dejaos de tontadas de fiestas de pijamas. No tengo pijamas. Lo mejor será hacer una matanza, siempre es divertido, tengo un cerdo bien engordado en la granja. Nos llevara horas, hay que desangrarlo y cuajar la sangre para las morcillas, socarrar la piel para las cortezas, sacarle las tripas para embuchar el embutido, ensalar los jamones, adobar la carne con ajo y pimentón, sacarle el espinazo para hacer cocido y muchas más quehaceres. Del cerdo se aprovecha hasta el andar.
Anciana se te olvida partir en dos la cabeza con un buen hacha para sacar los jugosos sesos, así como la lengua y sus globos oculares. Que yo también soy ganadera a ver que te crees
Seguro que estás pensando en gastar la lengua para alguna asquerosa perversión. ¡Sucia depravada! - De nuevo carga contra la Madam con la vara en lo alto.
No os preocupéis. Volveremos con alguna presa y algo de comida.
Rugo. Entonces doña Candelaria me habla.
Mis oidos están perfectamente. De dios sólo importa la palabra, no el aspecto. Él tenía pelo largo y no se afeitaba.
Gruño.
¡El es nuestro dios y puede ir como quiera! ¡Blasfemo!. Pero tú, si vas a entrar en una iglesia no puedes ir con un taparabos y melenudo. - Cambio el objetivo de su vara, pasando de la Madam a Richard.
Alice se puso en medio de la pelea -¡Haya paz! Richard, luego te corto el pelo y te dejo darte una ducha. Doña Candelaria, no haga tanto escándalo por su forma de ser, cada uno viste como quiere...-
Gruño malhumorado, aunque controlado por la intervención de Alice.
Me gusta mi pelo.
Es cuanto digo.
Aunque no me opondré a la ducha.