Partida Rol por web

La Alianza Rota de Calebais

Escena I - Una Carta del Pasado

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18/02/2012, 10:42
Director

El alterado Glen lanzó un espadazo sobre el lancero, que a duras penas logró detener el golpe en la estrecha escalera. El metal casi quebró la madera, con un crujido que resonó en la piedra. Por fortuna, antes de que estallara el combate, Cicos el Tremere logró calmar al atacante con palabras reforzadas con un hechizo de autoridad.

El guardia cayó de rodillas, y la espada chocó contra el suelo, ruidosamente. El hombre se llevó las manos al rostro.

Pero, ¿qué he hecho? —sollozó Glen—. ¿Cómo es posible...?

Mientras, sonidos de combate siguieron llegando desde el exterior.

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18/02/2012, 13:38
Denis de Sade

Denis no podía creer que el jinete se esfumase de esa manera dejando a todos en sus posiciones de ataque y viendo como sus flechas fueron esquivadas, pero aún menos creíble para el era lo que estaba sucediendo a sus espaldas, ¿sangre derramada entre sus mismos compañeros de batalla?. 

Miró a  Beoval intentando hacerle entender que tenían que hacer algo, pero, el templario no quería ver derramada más sangre inocente aquella noche, y menos aún de sus propios soldados los cuales en un futuro podría serles de ayuda ... 

Necesitaba la ayuda de Beoval, pero sus propios principios le impedían pedirla. Se limitó a esperar a su compañero y ver si le acompañaba a impedir una nueva masacre. 

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18/02/2012, 15:24
Marlene Lemoine

La maga se había ubicado detrás del Tremere, viendo toda la escena...Ese hombre estaba enajenado, no hacía falta lanzar un hechizo para darse cuenta que habían sufrido una manipulación mental.

Se acerca a Cicos Están bajo los efectos de algún hechizo...

Marlene se acerca al custos denominado Glen Tranquilo, levántate que no ha sido tu culpa. Ahora, síguenos y compórtate como un hombre...y les hace una seña a los otros sodalis para que continúen hacia afuera...

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19/02/2012, 03:36
Beoval

La impotencia y la furia bullían en el interior de Beoval. El jinete giró su montura burlón y picó espuelas, dejando al joven guerrero con un palmo de narices y absolutamente frustrado. "¡¡¡Se ha reído de nosotros...DE MÍ!!!" Y a continuación lanzóle una serie de alaridos e increpaciones que quedaron suspendidas en el aire para luego ir siendo amortiguadas por el siseante ruido de la lluvia golpeando en el suelo:

- "¡¡¡Eigi hlaup argr!!!...¡¡¡Kom til vættfang!!!...¡¡¡argr...ARGR!!!"

Ruido de metal entrechocando a sus espaldas, golpes e insultos.

Beoval se giró y vio a los guardias peleando entre ellos y aquelló encendió más su cólera, cual golpe de viento que aviva una hoguera. Su sangre guerrera ancestral exigía acción y aquellos necios que ni siquiera sabían guardar la compostura se estaban erigiendo en candidatos perfectos para satisfacer su sed de batalla. Se dirigió hacia ellos.

Cruzóse con el maduro cruzado Denis, que parecía querer decirle algo, mas ni tan siquiera vióle y de varias zancadas presentóse ante el primer par que halló en su camino cruzando sonoro exabruptos. Alzó su espada en vertical y dejóla caer a plomo golpeando con el pomo de la empuñadura sobre el casco de aquél pobre infeliz, resquebrajando el yelmo y enviando al insensato a dormir con los angelitos de golpe, mientras con la mano derecha agarraba el cuello del segundo y levantábalo hasta que sus pies dejaron de tocar el suelo, para luego zarandearlo y soltarlo hacia atrás, dando con todos sus maltrechos huesos en un lodazal que habíase formado con la lluvia.

No contento con ello. dirigióse al siguiente grupo que encontrábase en intensa escaramuza y allí que Beoval arremetía contra ellos, cabeza y hombros por delante a modo de ariete, enviando a otro contra la misma puerta de la garita, mientras que su manaza iba a parar a la faz de otro insensato que hizo girarle la cabeza casi hasta los 180 grados y arrancábale de un mordisco a un tercero la daga que había esgrimido, amén de un par de dedos que escupió sin mucha ceremonia. Con la boca chorreando sangre ajena, Beoval se irguió, y mientras la turba se reagrupaba lanzó otro rugido de los suyos, de esos que helaban la sangre...

-"¡¡¡¡Groaaaaaaarrrggggggg!!!!"

La cosa no pintaba bien para esos desdichados...

 

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22/02/2012, 22:34
Cicos Tremeris

-Tú, con nosotros - ordenó Cicos al soldado Glen.-Vosotros también - se dirigió posteriormente a los lanceros. Si se trataba únicamente de decir palabras sencillas y, en concreto órdenes, Cicos no tenía ningún problema para utilizar el occitano: se había aprendido bien aquellas palabras mínimas necesarias para hacerse servir por los subordinados de la alianza.

¿Marlene? - cedió el paso a la Verditius, siguiéndola inmediatamente hacia el exterior.

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23/02/2012, 16:31
Oren Alston
Sólo para el director

La escena que contempló al salir le dejó inmóvil por unos segundos, él esperaba encontrarse alguna extraña y violenta criatura, algún mago fuera de sus cabales atacando a la alianza, o quizás algún caballero en una descabellada cruzada... pero esto... esto no se lo esperaba. Sodales de la Alianza atacándose, matándose entre ellos sin motivo aparente, algo tenía que estar detrás de todo esto...

Un soldado recientemente apuñalado se desplomaba delante suya, y Thibaud gritaba implorando al orden. Con un pensamiento en la cabeza Oren corrió grácilmente por el patio, esquivando y rodeando a algún que otro soldado que aparentaba encarársele. Subió las escaleras al tramo de muralla que conducía a la garita donde solían hacer las guardias, algunas flechas silbaron bastante cerca e incluso le hicieron agacharse por un instante. Encordando su arco entró expectante en la garita...

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23/02/2012, 17:29
Director

Bajo la tormenta, Denis y Beoval actuaron con celeridad. Las cabezas fueron golpeadas juntas, las piernas zancadilleadas, los torsos empujados. En lugar de tajos y cortes, usaron los pomos y las partes planas de las hojas, sino puños, codos y piernas. Pero según iban incapacitando a varios compañeros, una ira los iba abordando. Beoval golpeó con demasiada fuerza a un soldado con el pomo de su arma, abollando tanto su casco que el rostro del hombre empezó a ocultarse bajo una cortina de sangre. Denis pateó con tanto ímpetu a un arquero, que éste cayó al suelo a varios metros de distancia, golpeándose la cabeza contra una piedra.

En ese momento, solo deseaban matar. Matar por lo que habían sufrido en sus vidas.

Matar. Solo esa sensación calmaría sus ansias.

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23/02/2012, 17:30
Director

Corriendo entre los defensores de la Alianza, Oren esquivó con hábiles fintas los ataques, intencionados o no, contra él. Logró llegar a la garita, donde se encontró al goblin, agachado, oculto.

¡Todos locos! ¡Es culpa de ese jinete! —le gritó—. ¿No te ha afectado?

Mientras le hablaba, Oren vio a Beoval y Denis, sus compañeros de aquella noche, atacando a otros defensores. . En lugar de tajos y cortes, los dos enormes hombres usaban los pomos y las partes planas de las hojas, sino puños, codos y piernas. Pero según iban incapacitando a varios compañeros, Oren se dio cuenta de que sus ataques eran cada vez más duros. Beoval golpeó con demasiada fuerza a un soldado con el pomo de su arma, abollando tanto su casco que el rostro del hombre empezó a ocultarse bajo una cortina de sangre. Denis pateó con tanto ímpetu a un arquero, que éste cayó al suelo a varios metros de distancia, golpeándose la cabeza contra una piedra.

¡Han perdido el juicio! ¡Maldita Alianza de locos! —graznó el goblin, justo en el momento en el que Oren vio a varios magos salir de la torre.

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23/02/2012, 17:30
Director

Cuando los magos salieron al turbulento exterior, quedaron anonadados ante lo que vieron. Bajo un viento ahora más violento, observó cómo la mayoría de los guardias de Mistridge peleaban… entre ellos. Con sus gritos ahogados por la tormenta, los hombres batallaron, mojados y enfurecidos. Un arquero empujó a otro sobre las almenas. Cerca de la muralla,  una daga brilló ante la luz de las antorchas antes de ser incrustada en la espalda de un soldado. El caos había estallado, a ritmo con los truenos en el aire, y la reyerta repicó con sonidos de insultos, de golpes y de estocadas de metal.

¡Por amor de Dios! —gritaba Thibaud, moviéndose entre la soldadesca—. ¡Detened esta locura de una vez!

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23/02/2012, 17:36
Oren Alston
Sólo para el director

La voz del goblin, más aguda e irritante de lo usual, casi rasgaba sus tímpanos -¡Calma, no grites!-. En silencio contempló las acciones de sus dos compañeros, parecían ser los únicos, junto con él mismo y el goblin, que no habían caído en aquella locura de furia y violencia. 

-¿Dónde está ese jinete?, ¡rápido!- zarandeó con ambas manos al verdoso ser, demandando una respuesta. Un nuevo vistazo le hizo confirmar sus temores. Aquellos dos grandullones, que en un principio parecían estar salvando a aquellos pobres soldados de una muerte segura a manos de sus propios aliados, estaban sucumbiendo ante aquella demencia y, si no se hacía algo pronto, serían ellos quienes liquidasen a todo aquel con quien se cruzasen.

 

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23/02/2012, 17:59
Director

¡Se ha marchado! —gritó el goblin, señalando el sendero de acceso a la Alianza. Allí solo había lluvia, y relámpagos.

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23/02/2012, 18:03
Oren Alston
Sólo para el director


"¡Mierda!" No iba a ser tan sencillo acabar con aquella insania -Escóndete bien o sígueme, pero procura que no te maten- y sin siquiera mirar atrás salió de aquella garita. Ensillar a un caballo para seguir al jinete no iba a ser fácil, los animales le detestaban, al igual que los mundanos, cualquier equino le cocearía en cuanto quisiera acercarse... y a pié jamás alcanzaría a un jinete. Bajó de nuevo la escalera, saltándolas en cuanto hubo descendido la mitad de ella y corrió hacia el pequeño almacén que se situaba contiguo al establo. Una vez dentro buscó desesperadamente una red y un par de cuerdas, con que tuvieran unos pocos metros le serían suficiente...

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23/02/2012, 20:57
Marlene Lemoine

Por los Dioses!!!!...exclama Marlene ante la visión dantesca de la situación...

De pronto saca un pequeño monóuculo el que emitía resplandecientes destellos cuando el cielo se iluminaba por los rayos. Marlene enfoca su visión a los guardias que se encontraban batallando entre sí...

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23/02/2012, 20:59
Marlene Lemoine
Sólo para el director

Notas de juego

Uso el monóculo que tiene "Visión de la magia presente" (InVi25)

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23/02/2012, 22:17
Director

Ante Marlene, los guardias brillaron con lo que parecía un hechizo que aumentaba la furia que existía en cada hombre.

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24/02/2012, 01:12
Marlene Lemoine

Marlene quita su monóculo y vuelve a guardarlo. Da media vuelta dirigiéndose a sus compañeros...Es lo que sospechaba...están bajo los efectos de un hechizo o poder que enardece las emociones violentas de los hombres...dice segura de sus palabras.

Debemos hacer algo...

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24/02/2012, 22:13
Cicos Tremeris

Cicos estaba indignado frente a la debilidad de los subordinados de la alianza y, en general, frente a la debilidad de cualquier mundano, especialmente en lo relativo a la magia. Y no había cosa peor que no poder ser capaz de dominar los actos o que los actos de uno mismo no fueran decisiones tomadas desde la propia libertad... de eso sabía bastante...

Se mordió los labios con ira. Buscó en su memoria, pero no conocía ningún conjuro que pudiera gobernar a tanta chusma a la vez dentro de la alianza. Sólo se le ocurría cierta alternativa... aunque eso implicaba meterse en un campo poco conocido para Cicos, salirse de la formulación controlada e invariable que tan metódicamente había desarrollado.

- ¡Marlene! ¡Dolfus! - se dirigió a gritos a los otros dos magi por encima de la algarabía reinante. - ¡Voy a intentar un hechizo espontáneo! ¡Espero salga bien! - "Si no lo hago yo... ¿qué otro podría de entre los presentes?", se añadió para sí mismo y comenzó a improvisar en voz estentórea y con gestos exagerados un hechizo Rego Mentem.

Notas de juego

Greeny, te explico en un correo lo que pretendo... A ver si tiene éxito...

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27/02/2012, 14:11
Dolfus ex Jerbiton

Dolfus escuchó a Cicos, y trato de pensar cual iba a ser la naturaleza de su hechizo espontaneo. Mientras observaba la dantesca escena y un extraño presentimiento surgió en su cabeza. Dirigiéndose a uno de los lanceros:
-Ve y comprueba que el primus y los restantes esten a salvo-le ordenó con voz tranquila.-Solo limítate a observar, necesito que seas mis ojos, solamente eso- Añadió.

¿Quién ha podido organizar esta bizarra escena?,¿Quien?, estas preguntas, una vez que la naturaleza del hechizo causante ya había sido resuelta por Marlene y que Cicos parecía tener bajo control detener esta estupidez,el buscar la fuente del hechizo debía de ser la prioridad.

Intellego Vim

-Parece que el causante de esto no esta entre nosotros, o creo que hubiera podido detectarlo con mi hechizo- les comunicó a sus compañeros.

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27/02/2012, 17:48
Director

Los magos observaron la penosa escena, rodeados de los gritos de Thibaud el Bretón. Pero los rostros furiosos nada atendían a sus suplicas, a sus quejas. Sangre y acero, rabia y dolor: eran las lenguas que se hablaban en la Alianza, que parecía caer ante el caos que la magia había logrado.

Por suerte, los poderes de los hechiceros de la Orden eran capaces de contrarrestar todo aquello.

Bajo los exagerados gestos de Cicos, bajo su vigorosa voz, los enloquecidos habitantes de la Alianza cayeron fulminantemente al suelo. Bajo la lluvia, sus cuerpos descansaron al fin en paz… la paz de Morfeo, por fortuna para ellos.

La extraña noche de concilio y tormenta no podía tener un final más insólito.

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27/02/2012, 17:49
Director

Oren cogió las cuerdas sin detenerse a escuchar la estridente voz del goblin, que no dejaba de quejarse sobre… sobre todas las cosas, realmente.

Saliendo nuevamente al exterior, localizó a Denis de Sade. El gigante cruzado acababa de derribar a un defensor de Mistridge, levantando amenazantemente uno de sus enormes pies para hacer crujir el endeble cuello del desgraciado que se había cruzado en su camino.

Corriendo, enganchó la primera de las flechas a un extremo de una de las cuerdas. Sin embargo, de pronto, sintió cómo sus fuerzas se desvanecían. Cayó al suelo, y su conciencia desapareció para dejar paso a la paz del sueño.