Partida Rol por web

La Alianza Rota de Calebais

Escena II - La Alianza Rota

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19/09/2012, 15:30
Dolfus ex Jerbiton

-Creo que te confundes amable anciano-las palabras que pronunciaba Dolfus trataban de ser conciliadoras-Nosotros no hemos venido a robar vuestros tesoros-continuó Dolfus-Una carta nos fue entregada,y lo creáis o no era del pasado, de Calebais-

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20/09/2012, 18:36
Saul Arnaud

Con los ojos medio cerrados y cara de asco, el juglar se levanta del barro y empieza a limpiarse del cieno que le llena. Cuando escucha la voz, abre del todo los ojos, quedandose quieto intentando ver quien habia hablado.Mas sin tener tiempo a reaccionar, uno de los magos ilumina la sala, haciendo que los ojos de Saul, acostumbrados a la oscuridad, duelan por un momento.

Entonces, mientras recupera la vista, escucha el dialogo que mantienen dos figuras, fantasmales de nuevo, de las tres que se encuentran frente a ellos. Continua limpiandose, lentamente y sin perder de vista a los fantasmas, hasta qua coje su laud, metido en su funda, y lo observa, esperando que no se estropease por el viajecito y el agua en el que han caido, dejando hablar a Dolfus.

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20/09/2012, 21:35
Cicos Tremeris

Cicos dio un paso al frente, en dirección hacia Dolfus, y añadió en latín:

- Secundo lo que dice mi compañero de alianza, Dolfus Jerbitonis. Junto con Marlene Verditii, aquí presente, y el que os habla, Cicos Tremeris, acudimos de la alianza de Mistridge en pos de prestar auxilio a sus habitantes.

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21/09/2012, 12:00
Director

¿Ayudar? —el mago achaparrado, al que habían llamado Uderzo, soltó una pequeña risotada irónica—. Quizás llegáis un poco tarde, sodales

El alto mago del centro le lanzó una mirada hosca, al parecer molesto por su intromisión. Mientras, la hechicera fantasmal seguía callada, observando a los aventureros con una atención casi de cazador.

Disculpad mis modales, sodales. Estáis ante Krenval, líder de Calebais, seguidor de Tytalus —anunció con orgullo. Sus manos se abrieron, indicando con un gesto a sus compañeros—. Uderzo ex Tremere y Ghrana de la Casa Ex Miscellanea son mis ilustres acompañantes, en vida y en esta aburrida eternidad.

Krenval dio un paso adelante, sin que el agua afectara a su presencia espiritual. Algo brillaba en sus ojos, una sensación que no gustaba a quién los observaba.

Es bonita, ¿verdad? —añadió, sonriendo con una dentadura perfecta, hambrienta—. La Campana de Ibyn, traída de lejanas tierras para gloria de Calebais… Cuánta sangre derramada sobre ella…

Ghrana ladeó la cabeza como una ave rapaz, y Uderzo ensanchó su sonrisa.

Decidme, sodales —en ese momento, los hechiceros se dieron cuenta de que hablaba en provenzal, no en latín ¿Quería que los custos supieran también de qué hablaba?—, ¿cuánto pagasteis a Larine para que os diera la clave para llegar hasta nuestro mayor tesoro? ¿Su dios oscuro os ha traído hasta aquí con sus demonios alados y su perdón divino?

A la izquierda del grupo, una sombra apareció. Gruñía algo en voz baja, una y otra vez, como una retahíla sin sentido. En vida fue un fornido hombre que vestía ropajes sencillos de cuero, dejando al descubierto sus abultados músculos. Un pequeño casco apenas cubría su cabeza. En sus fuertes manos, portaba un enorme martillo. Algunos ya lo conocían.

Paulo, Paulo, Paulo —distinguieron entonces.

La sonrisa perfecta de Krenval se ensanchó, mientras el agua se deslizaba en diversos canales por las paredes de la caverna.

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21/09/2012, 22:35
Marlene Lemoine

La colorada se levantó asqueada por la sensación de los cuerpos, el agua había quitado algunos restos del barro, pero su cabello rojizo y sus lazos de colores parecían deslucidos por el color terrozo. Pero ni la aparición de la sombra de aquellos tres magos ni la incertidumbre del momento opacaron la alegría que sintió al ver detrás, la campana que emitía suaves destellos dorados.

Sentía como su piel se crispaba y sus grandes ojos esmeraldas se abrían de par en par, retorciendo las manos casi instintivamente.

El cerebro de Marlene trabajaba nuevamente a toda velocidad, dedujendo, interceptando cuestiones en el diálogo que le resultaran lógica, pero nada de ello la tenía...
La situación se tornaba en extremo peligrosa y caótica. Estaban sobre una pila de cadáveres semihundidos con tres espectros de poderosos magos donde el brillo de su locura se reflejaba claramente. Ahora aparecía la sombra de un tal Paulo, con un gesto amenazante...Este podía ser el fin de todos, y tan cerca...tan al alcance de sus intrumentos, de su ciencia y su magia...Pero decidió que no se daría por vencida, no DEBIAN darse por vencidos...

Con la dificultad del agua, Marlene se coloca a la par de sus compañeros Magos mientras que acomoda una de sus trenzas cubierta con barro, colocándosela sobre su espalda No la conocemos a Larine, solo hemos recibido una misiva a través de un Boina Roja...yo diría que fue un grito desesperado de una mujer que ha visto lo que tu has dicho milord Krenval, engaños y suspicacias entre los propios sodalis, y muertes despiadadas a manos de la gente que ha jurado proteger a los suyos...dice la pelirroja espetando sus palabras pero con una gran tranquilidad en su voz.

Acaso, un artefacto tan magnífico como la campana de Ibyn no ha sido diseñado y creado por motivos más altruístas que una carnicería despiadada entre los suyos? Acaso esto justificaba la muerte de David?...muerto a su merced, lord Krenval?... dice mirando la sombra alta e imponente que se erguía enfrente suyo.

Han hecho un juramento en vida, y ustedes saben que son cómplices en este infortunio... dirigiendose ahora a la mujer y al hombre más bajo. Pero la pregunta ahora es la siguiente...acaso sois capaces enmendar los errores que han cometido?? Que postura tomarán ustedes cuando se sepan la verdad?...

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22/09/2012, 05:27
Marlene Lemoine

...y en tomar prestados sus tesoros...secundó el pensamiento de Marlene a lo dicho por Cicos.

ESTO ES INCREÍBLE!!!! LA CAMPANA DE IBYN!!! Si solo pudiera acercarme, con solo ver las melladuras me dará una idea de cómo se utilizó el metal, claro que podría tener un efecto imbuid...y sus pensamientos acelerados se interrumpen de manera abrupa. La sensación de los cuerpos era realmente asquerosa...y la imagen de esas tres figuras imponentes era amenazante.

Si sólo pudiera crear una duda entre ellos, los engaños y los egos personales tienen que haber sido un factor determinante. Pitsdim ha hablado de la muerte de David a mano de Krenval, y lo ha acusado a él y Mormool de la caida de Calebais...no sé que habrá de cierto en la cabeza fantasmagórica de aquel repugnante Flambeau, pero es lo único que hay...tendré que intentarlo...

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23/09/2012, 23:48
Cicos Tremeris

Cicos dio un nuevo paso al frente, en dirección a los tres espectros, haciendo acopio de todo su valor. Le resultó, no obstante, fácil, quizás debido a la pereza de volver a tener un enfrentamiento como con Pitsdim o quizás a que sentía que ya estaba todo perdido. Su palma derecha iba al frente, portando la llama que iluminaba la estancia. Tragó saliva, tomó una respiración profunda y se dirigió a Krenval en latín:

- Estimados sodales, ruego os dirijáis a nosotros en el idioma de la Orden, para que podamos comprenderos mejor. No todos somos de estas tierras. No entiendo bien la lengua provenzal, pero me ha parecido escuchar algo de un pago a Larine (que desconozco quién puede ser), un tesoro (¿quizás la campana de Ibyn a la que os habéis referido antes?) y demonios y un ser oscuro (¿acaso Calebais no fue víctima de criaturas del reino infernal?). - Una pausa y continuó: - Creo hablar también por mis compañeros al deciros que apenas sabemos nada de lo que ocurrió en estas estancias. Temo pensar que sus habitantes se enfrentaron entre sí y terminaron pereciendo, tal vez manipulados por las artes de algún ser sobrenatural que pudo introducirse en la alianza. Por tanto, venimos en calidad de miembros neutrales de la Orden que desean conocer qué sucedió exactamente. Ése será nuestro mayor tesoro, pues podremos transmitir a la Orden la veracidad de los hechos que aquí acontecieron y formaremos parte de esa leyenda que, si no podéis imaginaros, es ya Calebais. Desde mis tierras de Transylvania, mi maestro Canus Tremeris - pronunció dirigiéndose a Uderzo Tremeris, por si acaso pudo conocerle en vida - ya me hablaba de las maravillas de esta alianza. - Otro descanso, tanteando a los espectros, y continuó de nuevo: - Acudimos de la alianza de Mistridge, guiados por una carta dentro de un cilindro de madera, con el sello de la corona rota de Calebais. Era un antiguo pergamino, con un testamento póstumo de algún habitante de vuestra alianza. Según la boina roja Fresno Merceris, que nos trajo dicha carta, su poseedora no quería que cayera en otras manos que en las de nuestra alianza. En dicho testamento, se nos hablaba del hechizo de Mormul y de cómo éste fue el comienzo del fin. Se nos impelía a acudir a por la campana de Ibyn si éramos suficientemente puros y se nos narraba la manera de encontrar a la dríada para entrar en Calebais. Fuimos respetuosos con el Código en todo momento e ignorábamos que nos encontraríamos aquí magi como espectros, en vez de haber alcanzado el crepúsculo. - Por si no había quedado claro, Cicos insistió: - Venimos en son de paz y como testigos de la Orden.

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24/09/2012, 10:55
Oren Alston

Mientras los magos conversaban con aquellos espectros, Oren se centraba en observar los alrededores de la estancia y todo detalle que pudiera ser relevante de aquellos seres con los que se encontraban. Le preocupaba el bruto del martillo recientemente aparecido, su presencia indicaba un muy posible enfrentamiento si la conversación no desembocaba a buen puerto.

Aprovechó la sombra que proyectaban sus compañeros, al mantener Cicos la luz frente a él, para moverse a la retaguardia sutilmente, desde donde cogió una flecha y la apoyó en cordel de su arco, que mantenía sujeto a baja altura, sin tensarlo o apuntarlo siquiera. 

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24/09/2012, 17:45
Saul Arnaud

El bardo, escuchando atentamente lo que Cicos acaba de decir, queda anonadado, pues era totalmente ignorante de todo lo que acaba de enterarse. Niega con la cabeza, maldiciendo en voz baja la hora en la que Sir Frithnand y su compaña se adentraron en el bosque junto al grupo de hechiceros, aunque tambien piensa que sin ellos posiblemente no hubieran ni llegado a vislumbrar las puertas del recinto que seria la tumba para casi todos ellos...

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25/09/2012, 15:16
Dolfus ex Jerbiton

El extraño mago escuchó las intervenciones con atención y pensó que quizás al grupo de magos le interesaría el contenido de la carta antes mencionada.

-Ejem, ejem, amigos sodales dejadme decir que estoy apenando, os menciono una carta y nos os interesa el contenido de la misma. Me lo tomaría como un insulto si no fuera porque quizás por cortesía no indagáis mas en la cuestión-dijo indignado Dolfus.

-Y decidle al tal Paulo que se tranquilice, sino quiere correr la misma suerte que en nuestro último encuentro- soltó en tono de amenaza, con unas palabras en su cabeza: Perdo Mentem

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25/09/2012, 15:25
Director

Cada palabra dicha en la caverna resonaba en sus paredes, con cada sílaba pronunciada regresando a los aventureros con un eco grotesco. La Campana, al fondo de la cueva, reverberaba en otro tono: las frases sonaban más nítidas, casi mostrando lo que en realidad ocultaban.

Los fantasmas, sin embargo, seguían inmutables  ante las palabras escuchadas, aunque ciertos pasajes relatados por Cicos, Dolfus y Marlene provocaron algún gesto en sus rostros, quizás de arrepentimiento, quizás de duda… hasta que la pelirroja nombró a David.

¡¡Él se buscó ese destino!! —estalló Krenval, de nuevo en latín—. ¡¡No debió irse con el mensaje que escribí para la Orden!! ¡¡Me arrepentí de escribirlo, y tuve que detenerlo!! —sus gritos hacían que escupiera saliva, tan espectral como el resto de su cuerpo—. ¡¡Pero esa bruja de Larine cogió la carta de su mano muerta y huyó de Calebais!! ¡¡Y ahora habéis llegado a nosotros, ladrones de tumbas, mandados por esa adoradora del "Altísimo"!!

Tranquilo, Primus —dijo Uderzo Tremeris, con cierto tono burlón en su voz y sus ojos muertos—, nuestros sodales están siendo muy educados, en especial mi sodalis de Casa. Dinos, Cicos el Magnífico… ¿acaso no codicias el honor de ser el salvador de la Campana de Ibyn, el mayor tesoro de la malhadada Calebais?

Por cómo esa mujer la mira, la desea tanto como yo deseo que regrese mi juventud —Ghrana habló por primera vez, con una voz increíblemente femenina y sensual.

Ya sabemos qué clase de deseos tienes, hechicera —gruñó Uderzo. La última palabra sonó a insulto.

¡¡Callaos todos!! —aulló Krenval, antes de señalar con un dedo esquelético a los aventureros—. ¡¡Volved sobre vuestros pasos, pues El De Abajo os espera por vuestros pecados!!

¡No se irá nadie de aquí, Krenval ex Tytalus, hasta que la verdad sobre Calebais se sepa! —interrumpió Uderzo—. ¡La Orden debe saber que la caída no se debió a ningún ser infernal, sino a nosotros mism…!

¡He dicho que te calles! —repentinamente, el Tytalus se giró hacia el achaparrado mago. De sus manos surgieron cadenas fantasmales, cuyo metal chirrió en la caverna. Antes de que pudiera reaccionar, Uderzo estaba preso por sus muñecas y tobillos. Paulo reaccionó alzando su martillo, atento a la pugna.

¡Suéltame, asesino!

¡Jamás! ¡Ghrana, levanta a los muertos! —ordenó Krenval—. ¡Rápido, antes de que profanen nuestras tumbas!

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25/09/2012, 15:26
Director

Notas de juego

Recordad que no entendéis casi nada de lo que hablan, pues todo es pronunciado en latín.

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25/09/2012, 17:22
Denis de Sade

Denis no entendía nada de lo que estaba pasando ya que el latín era su asignatura pendiente desde siempre, pero sabia, por el tono utilizado en la tensa conversación que no tenia buena pinta nada de los que estaba ocurriendo. Así pues, desenvainó su espada, la cual le cedió Marlene momento atrás y se puso en posición de defensa ya que lo que allí iba a pasar no tenia buena pinta. 

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26/09/2012, 10:10
Oren Alston

El creciente tono de la conversación sólo indicaba un posible desenlace, una confrontación inminente. De nuevo el enemigo era espectro, no uno, sino cuatro contando al tal Paulo, y de nuevo sentía que poco podía hacer él con sus flechas para herirlos. Además, allí no contaba con elementos que pudiera usar en su favor, no como en la anterior pelea, un único objeto destacaba en aquella cueva, la campana. 

En un momento dado de la discusión pudo ver cómo esposaban al espectro de baja estatura, parecía que estaban en desacuerdo entre ellos, pero el vocerío que le sucedía le hacía pensar que el momento de la acción había llegado. Solo esperaba alguna reacción por parte de los magos para iniciar su plan de ataque.

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26/09/2012, 19:45
Marlene Lemoine

Alto Ghrana!!!! No debes seguir dejandote manipular por él...Marlene en un último intento desesperado estira sus brazos tratando de apaciguar la situación. No es nuestra intención profanar ninguna tumba, y menos la de unos compañeros sodalis. Fueron miembros de la Orden como nostros, cómo es posible que siquiera piensen en ello??? sus ojos verdes estaban abiertos de par en par. Por favor Ghrana, fíjate lo que ha sucedido con Uderzo...es así como se ha manejado siempre. Acaso no quieres saber lo que ha sucedido en realidad? Deben darse cuenta que los continúa manipulando aún en la no vida!!!! Abre los ojos! Como persona inteligente que sois!!!! Es hora de enmendar los errores...aún hay tiempo!!

Y sí, tienes razón...La campana de Ibyn es amplicamente conocida entre nosotros, los Veriditus. Mi mayor anhelo es investigarla, imbuirme de las capacidades de tan fabuloso objeto, una obra esquisita... Es indispensable que la campana salga a la luz!!!No deben privar a los miembros de la Orden de tal demostración de grandeza, el ejemplo más tangible de lo que fuera esta Alianza!!

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26/09/2012, 23:48
Cicos Tremeris

Satisfecho por las palabras de su sodalis Marlene, Cicos continuó envalentonado en la misma línea. Miro a Uderzo Tremeris, encadenado como estaba por Krenval Tytali, y dirigiéndose a él, no obstante habló para que todos le oyeran perfectamente:

- En efecto, Uderzo, seguidor del gran maestro Tremere, es natural que codicie la campana de Ibyn, como codiciaría cualquier otra muestra de la gloria de Calebais. Ella o cualquier información o tesoro procedente de Calebais nos daría respeto a Mistridge y a nosotros dentro de la Orden y, en lo personal, honor y rango dentro de nuestra Casa común, así como aprobación de mi maestro - era difícil afirmar esto último, pero ¿de qué servía el orgullo aquí abajo antes de, tal vez, morir? - Pero como dice Marlene Verditii y he remarcado desde el principio, la razón principal de nuestra venida a Calebais fue socorrer a sus habitantes. Ahora que sabemos que sus habitantes murieron, el objetivo ha cambiado, naturalmente, a conocer qué ocurrió aquí y, por supuesto, recuperar el conocimiento perdido de Calebais para la Orden, no exclusivamente para nosotros. Si seguís considerándoos, Kreval Tytali y Ghrana Ex Miscellanea, miembros de la Orden, recordad que toda afrenta contra nosotros choca directamente contra la propia Orden - haciendo memoria rápidamente, Cicos parafraseó el Juramento Hermético¿No jurasteis cuando os unisteis a la Orden que no asesinaríais ni pretenderíais asesinar a ninguno de sus miembros, excepto en una Guerra de Magos formalmente declarada y justamente ejecutada? Además, la Orden no somos sólo nosotros, sólo somos los primeros en llegar. Otros saben que estamos aquí y, si no volvemos, tarde o temprano más magi acudirán y terminarán sabiendo de todas formas qué ocurrió. No permitáis que continúe esta tragedia, Primus Krenval. ¿Cuánto más podréis seguir penando y perpetuando vuestro tormento entre estas ruinas? ¿No pesan ya suficiente los crímenes que cometisteis?

Se le acababan los argumentos ya a Cicos; si algo de esto no hacía cambiar de opinión al espectro de Krenval o le conmovía, no sabía qué podrían hacer... Bueno, en realidad, sí quedaba una cosa por hacer, que podía hacer por su hermano de Casa, privado de libertad por las cadenas. Algo de lo que los miembros de su Domus Tremeris sabían bastante...

- Primus Krenval, como miembro de la Orden también me veo obligado a deciros que debéis hacer valer el Código por encima de lo provisional o personal, y debéis dar ejemplo como dirigente de esta alianza. Os pido que liberéis a Uderzo y dejéis al menos que, en caso de conflicto, él pueda apelar al Certamen para resolver vuestras disputas.

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28/09/2012, 17:40
Director

Las palabras directas de Marlene y Cicos parecieron hacer dudar a Ghrana, cuyas fantasmales manos alzadas se detuvieron en seco. Sus ojos quedaron fijos en Krenval, con un destello indescifrable. El Tytalus, mientras tanto, mantenía apresado a Uderzo.

¿La Orden? ¿Venís a hablarme de la Orden, del Código? —gruñó Krenval, otrora orgulloso líder de Calebais—. Una vez que Mormul nos aisló con su Velo, todo dejó de tener valor. Las palabras del Fundador no tienen fuerza aquí. Pitsdim solo fue la llama que comenzó un incendio largamente deseado. ¡No hay demonios en Calebais, solo orgullo y odio! ¡Arrogancia!

La cadena que se cerraba en torno a los miembros de Uderzo fue desapareciendo, poco a poco, según el mago clamaba la caída de la Alianza. El atrapado Tremere mascullaba algo, sin voz, una retahíla silenciosa.

¡Ellos no querían ser dirigidos por quien debía hacerlo! ¡Yo era el mayor! ¡Debieron oírme! —escupió, antes de mirar al lado, al fantasmal bruto cuyo martillo esperaba órdenes—. Mi fiel Paulo perdió su mente ante Eono, pero me resultó útil hasta el final… y lo seguirá siendo.

El fantasma dio un paso hacia los aventureros, con el martillo sostenido por sus fuertes manazas.

¡Ghrana! ¡Es hora de elegir tu bando! ¿Estás con estos ladrones de tumbas que solo quieren profanar nuestros cadáveres con experimentos? ¿O con tu líder, tu Primus, Krenval ex Tytalus? ¿Qué creen que harán esos custos con tu bello cuerpo muerto? ¡Lascivia!

La hechicera muerta entornó los ojos, ahora hacia los aventureros. Lo que ahora brilló en sus pupilas espectrales fue miedo.

El caos se desató con dos eventos inesperados: al mismo tiempo, las cadenas que sujetaban a Uderzo se rompieron, y el martillo de Paulo salió disparado, pesada pero rápidamente, hacia Dolfus ex Jerbiton.

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02/10/2012, 23:06
Saul Arnaud

Con un grito de sorpresa al ver la accion que se desencadenaba tras la charla entre el espectro y los magos, el juglar se arroja contra Dolfus para apartarlo del ya conocido impacto del arma de Paulo. Cuando salia disparado como con un muelle, su cabeza no paraba de pensar que no tendria que estar ahi, que su curiosidad le habia metido en este lio, y que un humano no deberia meterse en temas tan esotericos como el de Calebais. Todo esto mientras su cuerpo esta en el aire, dispuesto a derribar a Dolfus.

 

Vaya. Parece que esto de derribar magos lo voy a tomar por costumbre... Piensa, en un momento de claridad, con ironia.

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03/10/2012, 02:52
Marlene Lemoine

No Ghrana!!!!Despierta!!! Nunca mancillaríamos sus cuerpos, no es nuestra intención!!! No te sigas dejando engañar por Krenval!!! Te está manipulando!!! Si aún no crees en nuestra palabra, guíate por los poderes de la campana...la pelirroja no había podido seguir cuando observa que el martillo de ese tal Paulo sale volando en dirección de Dolfus.

Casi sin pensarlo la Maga, toma de una de sus bolsitas un puñado de piedra triturada y la lanza delante de Dolfus, mientras que recita en latín en voz alta y usando movimientos exagerados, casi deseperados. Cuando la letanía estaba culminando, observa al bardo lanzandose en dirección a su compañero Dolfus. Sus trenzas con los lazos multicolores se sacuden violentamente así como la tierra en sus pies hundidos...

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03/10/2012, 03:03
Marlene Lemoine
- Tiradas (2)

Motivo: Muro de pidra desesperado

Tirada: 1d10

Resultado: 1

Motivo: Otro

Tirada: 1d10

Resultado: 9

Notas de juego

Ahh bueno.!!!! Suerte se llama eso!

18 (tirada) + 26 (puntuación basica de Marlene) + 3 (aura) + 2 (movimientos y voz grandilocuentes): 49

La idea es crear un muro de piedra para obstruir el martillo entre Dolfus/Saul y Paulo.