Partida Rol por web

La aldea pesquera es un lugar miserable, con dos docenas de casuchas de madera, donde unas mujeres que cosen redes salen huyendo al ver llegar hombres armados. Tras mucho insistir, un anciano jorobado os dice que no han visto pasar a nadie. Los hombres de la aldea son a pescar con sus barcas y volverán en unas horas. Os ofrece la cabaña más grande para que paséis la noche. Os dan la mejor comida que tienen, que es una sopa de pescado y pan negro. Como homenaje, hay también manzanas secas.
 

Ser gregor agradeció aquel gesto, para aquella gente eso que les daban era lo mejor a que podían aspirar y por extensión había que valorarlo como el más exquisito de los regalos. No esperaba llegar a eliminar la reticencia de aquellas personas que movían no guiados por la lealtad, la honra o el deber sino por un sentimiento mucho mas mundano y bajo, el miedo a sus espadas y sus armaduras, no obstante pago generosamente aquellos víveres que les daban, sin dejar que vieran cuanto tenía en la bolsa, pues tampoco quería avivar otra de las pasiones mas bajas del hombre, la codicia. Ni tampoco fue todo lo afable que se había mostrado en l transcurso de estas jornadas, pues no quería que le perdieran el miedo que los mantendría alejados de cometer ninguna imprudencia que le obligara a satisfacer su honor con sangre

Una vez allí en aquella cabaña miró a los demás

Habrá que hacer guardia  dijo a los demás No sólo por si nuestro amigo se presenta sino por si los habitantes creen que podemos ser una presa fácil durante la noche.

Le extraño de sobremanera que en las tiendas de su anfitrión se encontrara una aldea de semejante miseria a menos de un día de camino de su bastión principal.

El joven recien nombrado caballero no esperaba que su primera noche como caballero fuera a pasarla entre penuria, mugre y campesinos... su cara reflejaba el desagrado por aquella situación pero mantenía un furioso y orgulloso silencio.

Bueno , ya sabemos que a quien buscamos no  pasó por aquí en busqueda de provisiones ; y al menos nosotros tenemos cobijo de la intemperie . 

Si os doy mi honesta opinión , es mejor que mañana al alba volvamos al castillo . Desconocemos el terreno , somo más personas que caballos y posiblemente el rastro se esté enfriando . 

Dijo Ser Shane una vez que había llenado su estómago con lo poco que tenían que ofrecer los aldeanos , su tono era el de siempre pero con algo de decepción en su voz por no haber podido atrapar a aquel sinverguenza y ahora tendría que volver con las manos vacias , eso seguramente afectaría a su reputación pero tampoco iba a arriesgarse a emboscadas y a perder a su caballo por alguien que por muy mal que hubiera obrado no iba a conseguirle lo que él quería .

Debía volver y seguir con las justas . 

- Vosotros descansad un poco. Yo iré a dar una vuelta a ver si encuentro alguna señal.- Lady Lanna ha cambiado sus ropas de amazona noble por otras más propias de una pastora (le deja a la atónita mujer quedarse las de amazona), y equipada con una lanza ligera, se va al monte sin esperar a nadie.- Volveré con el alba.

Dejáis los caballos atados para que pasten (no hay farraje en el villorrio), quitándoles sillas y arreos para que puedan descansar. Luego os quitáis las armaduras y os preparáis para dormir por turnos. No hay forma de dormir ni descansar con coraza, grebas, guardabrazos, hombreras, mallas, yelmo y toda la hojalata puesta.

Acordáis turnos de guardia a suertes. Primero Argyle, luego Shane y luego Gregor.

Shane te despierta para hacer tu guardia. Tardas unos instantes en recordar donde estás. Te duele la espalda por la humedad y notas el cuello rígido. Piensas en tu torre, con sus mantas de lana y su chimenea siempre ardiendo... Donde deberías estar, no en una choza llena de goteras. No es forma de pasar una noche para un hombre de casi 60 años... Pero pronto te averguenzas de tal pensamiento. ¡Eres un caballero, y el honor va antes que la jodida espalda!

Como castigo, pasas la guardia de pie, dando vueltas. Todo parece tranquilo en la noche. Empiezas a sentirte ridículo haciendo guardia cuando te das cuenta de algo... Abres la puerta para mirar la playa iluminada por la luna... Y ves que no hay ni una barca varada.

Volvió a entrar a la cabaña y zarandeó uno a uno  a sus compañeros haciendo les gesto para que hablaran bajo

Ocurre algo, los aldeanos no han vuelto aún de pescar. Susurro a los presentes Espero que no sea nada, pero preferiría que no nos pillara con el culo al aire si mis deseos no se cumplieran.

Dijo aquello mientras se hacia con su espada y su escudo

Maldita mujer... se había ido antes de que pudiera decir ni mu... a solas en los bosques con el percal tal cual se presentaba... quiza estuviera mas segura pero desde luego a fe suya que no le hacia gracia tener que andar corriendo por los bosques a oscuras buscandola si se llegaba a dar el caso.

Ojo, no es que se hayan ido, es que al parecer aún no han vuelto de la pesca.

ok, edita mi post para cambiar el se han sacado por no han vuelto, como voy a ir a echar un vistazo despierto a los demás

Recorres la aldea hasta la playa, allí en un pequeño cobertizo ves luz. Está el anciano cocinando con una cazuela vieja. Se pone en pie y se quita el gorro en verte.

- Buenas noches, mi lord. O buenos días, pronto. Falta poco pa que venga er sol. Yo no dormo mucho. Asín que hago la jamancia pa mi nieto, que vendrá de pescar pronto. ¿Gusta?- te ofrece un tazón de su guiso de pescado y pan.

Le preguntas porque no hay barcas.

- Sabrán encontrao mala mar. O buen pescao, epero. Aquí no hay faro aguno, asín que si te cae la noche, tanclas la barca en alguna cala. Si no te pues comer una roca. Que de noche son traisioneras.

Apaga un poco el fuego, para que los rescoldos mantengan caliente la comida, mientras come de un tazón.

- A lo peor tencuentras el caballero maldito... Pero mas vale no hablar deso en noche como esta.

Por si acaso, el anciano hace el signo de los siete, para conjurar la desgracia.

No hacen falta tantas formalidades dice Sir gregor al viejo No siempre fui hombre de buena familia, me toco ser soldado de fortuna de esos que tienen suerte en las canciones, conocí a muchos de los que no compartieron mi fortuna, algunos por mi culpa, otros por caprichos del destino; he tenido el culo frío y el estomago vacío mas veces de las que me gustara reconocer. dijo el caballero aceptando el guiso Mas no parece que haya mala mar, sino todo lo contrario anciano... pero no voy a poner en duda vuestra experiencia, solo expresaba lo mucho que me sorprende esa declaración.

Sopló el tazon de guiso aprovechando para olerlo, y calentarse las manos.

Así que dejando de lado los asuntos del mar y los asuntos de la pesca, se me pasan por la cabeza tres preguntas, vuestro nombre, si puede saberse; como es que en los ostentosos dominios de los Grandson a menos de un dia de camino de su bastión principal donde hay un torneo Real hay un pueblo tan pobre como este y que es eso del caballero maldito.

- Pues me llamo Watt, señor.

"No semos un pueblo de Los Grandson, mi señor. Las tierras de Grandson acá llegan hasta las montañas. De lo monte pal mar, pos semos siervos de Ser Lynon. Ser Lynon tene su torreón allá en Ribas Altas.

"Pos el caballero maldito...- aquí el anciano baja la voz, como si creyera que el solo nombre es un maleficio.- Pos la gente dicen de tó. Algunos dicen que es un caballero que fue abandonado por sus camarás en la guerra de Dorne, y ahora vuelve a po venganza. A tós los caballeros que pasan los desafia, señor. Y los mata si pierden. Y no pierde nunca, señor. Es de la piel del diablo. Ha matao muchos buenos caballeros.

"Algunos dicen que es un fantasma o un demonio. Porque cuando mata a un caballero, lanza su cuerpo a los cangrejos. Entonces su sombra no sube ar zielo. Se queda vagando por las rocas de la Costa de los Auillidos.

La historia te parece un cuento... Pero le vas sacando otros detalles a Watt, y has oído algunas historias de un "caballero del Castillo de los Aullidos". Parece ser él quien ha desafiado al rey en el torneo. Podría ser glorioso que tú o Argylac lo vencierais.

Empieza a amanecer cuando vuelve Lanna Crowl, con su cabello alborozado.

- He encontrado el rastro de nuestra presa. Deberíamos partir pronto.

Al volver Lady Lana y advertirnos de haber encontrado de nuevo el rastro , los ánimos de Ser Shane se incrementaron . 

" Parece que no volveremos con las manos vacias hoy despues de todo , solo espero que podamos retomar el torneo o que nos nombren vencedores al entregar la cabeza del bellaco " . 

Volvió a equiparse y revisó sus pertenencias para asegurarse de que partía con todo y no se dejaba nada atrás . 

¿ En que dirección Lady Lana ? 

Será mejor que os quitéis las armaduras de torneo... Tenemos que movernos por la costa escarpada.

Lady Lanna os lleva por una senda de cabras que bordea el acantilado. En algunos puntos debéis descabalgar y llevar los caballos a mano.

¿A donde vamos, alguien lo sabe? inquirió el muchacho que estaba perdiendo la paciencia Sin tener claro a donde vamos, sin un plan ni una estrategia clara, en este camino de cabras seremos un blanco perfecto... podríamos detenernos a considerar que vamos a hacer? Por 10 minutos no vamos a perder nada y quizá evitemos perder lo todo...

¿Podríais decirnos a donde vamos? dijo refiriendo se a la exploradora ¿A cuantos seguimos?

Miró al gigante de roca verde, como lo habían bautizado en el torneo y dudo d e si semejante mastodonte podría avanzar por terrenos escarpados... mas no dijo nada por no atentar contra el honor del susodicho caballero.

- Hay muchos caballeros del torneo buscando a ese desafiador. Pero la mayoría se están perdiendo. Los he visto. Pero yo he encontado donde se ha metido ese tipejo.  Siguiendo por aquí avanzaremos varias horas.

"Por cierto, ayudé a uno de los caballeros perdidos a encontrar el camino de vuelta a Gran Vista. Me dijo que el mensaje que tenía en la boca la cabeza cortada era éste:

"Del Caballero del Aullido a Argilac Durrendon, rey de los Cornudos: Tus caballeros son patéticos. Los mato sin facilidad. Dicen que tú eres mejor luchador. Ven a demostrármelo pronto o quizá venga a tu casa y demuestre a tu mujer lo que es un hombre de verdad.

La cabeza era la de un famoso caballero. Aunque no recuerdo su nombre.