Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 10(+1)=11 [10]
Motivo: INI
Tirada: 1d20
Resultado: 2(+4)=6 [2]
20.- Brob
13.- Dain
11.- Glohrim
06.- Aloth
03.- Furen
Os explico la situación: Dain y Furen están cubiertos de limo verde. El limo va avanzando y en este turno cubrirá a Aloth y Brob si no ponen distancia. Glohrim está a salvo.
Brob se echa de un salto para atrás todo lo que pudo emitiendo un sonoro grito de repugnancia.
—¿Qué demonios es esto?— Pregunta.
No tengo claro si le podría atacar con una descarga de fuego o similar.
¿Puedo saber algo de esta cosa?
Puedes atacar, sin problema. Aunque no es una criatura per se.
No puedes saber nada de esta cosa.
Brob, asustado ante la trampa, invoca rápidamente un conjuro para detener esa substancia ladina.
Motivo: Descarga de fuego
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+8)=26 [18]
Motivo: Daño descarga de fuego
Tirada: 2d10
Resultado: 17 [8, 9]
Si veo la posibilidad de tirarle una descarga de fuego sin jorobar directamente a mi compañero, lo hago.
Borb acaba de un plumazo con todo el peligro. Sin embargo, el ácido aún corroe el rosto de Dain y Furen, que deben hacer algo para sacarse esos restos de encima.
Ya no hay peligro, salvo para Dain y Furen.
Es turno de Dain.
Dejando caer el pesado mazo al suelo, Dain trata de limpiarse el rostro con el antebrazo.
-¡Está mierda quema!--exclama el dolorido guerrero.
Dain logra quitarse la pegajosa sustancia de la cara que deja de corroerle la carne.
Turno de Glohrim.
El paladín se percata ahora de que algo peligroso ha ocurrido. Ve como Dain tira su arma al suelo y comienza a restregarse la cara con las manos, como si se quitara algo de encima con impaciencia.
Glohrim abandona su lugar en el que estaba, vigilando el pasillo, y se acerca a su compañero. El enano ve como caen al suelo algunos restos de una especie de sustancia pegajosa de color amarillento.
—¡Por las barbas de Grugni! ¿Qué es eso?— le pregunta al guerrero —¿Estás bien?—
-¿Eh? Sí, sí. N... no pasa nada. Ha sido el pronto--se sonroja el campeón enano por haber montado tanto alboroto.
¡¡Ota ve, ota ve!! - Comenzó a chillar el gnomo viendo que el peligro había pasado - ¡¡Eta he una aventura uper ivertida!! ¡¡igamos, igamos, ero mas venturas!! - Para asombro de sus compañeros, el gnomo comenzó a aplaudir y a brincar de una de sus cortas piernas a otra. Sin nadie esperarlo, dejó de hacerlo y habló seriamente.
- ¿Alguie conoce a algun picaruelo? Enesitamos uno en este gupo.
Si no entiendo mal, el asunto se ha solucionado. He mirado pero no tengo nada para crear agua o algo para intentar aliviaros.
Sólo Furen sigue con problemas.
Turno de Furen.
Furen trató de desprenderse de los restos de aquella baba corrosiva limpiando todo su rostro y la barba con el dorso de la mano.
Una vez anulada la amenaza, veis que el contenido del baúl parece haber sido arruinado por el corrosivo limo. La llamarada de Brob tampoco ayudó en este sentido.
Por suerte, los golpes y sonidos propios del enfrentamiento no habían atraído a nadie en el complejo.
Furen miró bien dentro del baúl, por si había quedado algo útil milagrosamente, quizá un objeto mágico que hubiese resistido a la corrosión, o algo que llamase su atención. Si no era así, intentaría buscar posibles compartimentos secretos en los que quizá hubiese algo salvable. Por supuesto, primero se aseguraría de limpiar los restos de aquella mucosidad que pudiesen quedar.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+4)=16 [12]
Dejo tirada de Percepción, por si procede.
Aunque Furen no encontró nada de valor que se hubiera salvado de la corrosión y el fuego, el enano descubrió los restos de la portada en cuero rojo de un libro cuyo título se adivinaba como La Espiral de la Oscuridad: Una Guía del Atador de Demonios al Abismo. Por supuesto, ya nada quedaba de sus páginas interiores.
Aunque la pérdida del tomo resulta en una misión fallida, Furen gana inspiración.
Furen suspiró disgustado, mostrando los restos del libro a sus compañeros.
-Hemos perdido lo que veníamos a buscar. Ahora toca decidir si nos marchamos o intentamos limpiar de corrupción este lugar. ¿Qué opináis, hermanos?
—¡¿Cómo?!— exclamó sorprendido el paladín al oír las palabras de su compañero —¿El libro ha sido destruido?...¡tripas y calaveras! ¡teníamos que recuperarlo!..— comentó algo preocupado —..al menos sus blasfemas páginas no podrán ser utilizadas para invocar demonios, ni jugar con poderes ocultos—
Tras escuchar a Furen, Glorhim se pronunció —Yo intentaría acabar con este agujero de maldad, no sabemos si los sacerdotes que aquí se esconden han memorizado algo peligroso, o están preparando su próximo ritual—