Partida Rol por web

 El Sargento McKiller se queda delante de casi todos pero poniendose en una posicion de flanco o retaguardia a los enemigos.

 "Flancos... retaguardia... disparare desde ahi! Busco la posicion, quienes no se escondan busquen esa posicion...!"  comenta por el radio a los demas

Por lo cual corre hacia una posicion semejante y empieza a disparar solo desde una posicion que esta alejada de los suyos y un tanto mas cerca de los enemigos.

Cuando el enemigo carga, yo los veo venir, saco un granada y miro a mis compañeros, pero Rampage me mira con cara de que no lo haga, "soso, amargado", digo entre dientes, "deja que disfrute un poco, jodio", intentos disparar pero el enemigo esta demasiado cerca, "Joder, bueno hora de sacar el gladius", entonces en vez del cuchillo de combate estandar, saco una espada corta, y sin pensarlo dos veces ataque al mas cercano, pero este esquiva el golpe y me intenta atacar, yo intento darle en todas las direcciones, pero no le doy, "jodio, deja que te mate", hasta que me acuerdo del campamento de verano donde aprendi a usar armas del antiguo imperio romano de la vieja Terra, me quedo quieto y firme, el legionario ataca, esquivo su movimiento y le clavo la espada en el costado, hasta que un vez quieto, saco la espada y le corto el cuello con ella, una vez cae su cabeza, me retiro detrás de las lineas y saco el fusil, "ha sido divertido mientras duro", les digo a mis compañeros "diez".

La carga enemiga fue inmediata y en breves nos vimos inmersos en una pelea a muerte, cuerpo a cuerpo. Tardé en reaccionar y guardar mi ametralladora y cuando tomé mi martillo de concusión para aplastar algunas cabezas, uno de los legionarios saltó sobre mí cayendo y rodando ambos por el suelo. El hombre tenía un enorme machete que sostenía con ambas manos y al haber ganado la posición, quedando sobre mi, trataba de hacer fuerza con su cuerpo para atravesar mi casco y apuñalarme cerca de la yugular. Estaba resoplando...

Uff ¿Este será tu final, Bryant? ¿Ha llegado tu hora? No puedo terminar así...

Mi vista se nublaba por el esfuerzo y notaba que la distancia del machete se acortaba peligrosamente hacia mi cuello.

- Ayudadme...traté de susurrar. No sabía si mis hombres estaban cerca o lejos después de tanto alboroto.

Entonces cayó un cuerpo sin vida sobre nosotros, dejando aturdido durante unos momentos al legionario enemigo, permitiéndome salir con vida de la situación. El hombre vió como una vez separados, ya habiendo recuperado el control de la situación, sostenía el martillo a dos manos y pensándoselo dos veces, salió corriendo en dirección opuesta buscando otro enemigo. Me quedé unos instantes dubitativo...

¡Joderr! ¿Le disparo? Mientras vuelvo a sacar la ametralladora ya lo habré perdido de vista...busquemos otro objetivo y estampemos estas cargas explosivas del martillo, hay que estrenarlo...  ¡Míralos, ya está aquí la siguiente oleada!

como si fuera una bandada de pájaros, las armaduras negras empezaron a volar por encima de Lombardi. Empezó la pelea de verdad. Normalmente le hubiera encantado meterse en una de esas pero esta gente estaba armada hasta los dientes.

Poniéndose espalda contra espalda de sus compañeros empezó a intentar para cuchillos y esquivar martillazos...lo cual hacía imposible atacar bien, los dos disparos que consiguió hacer cocharon con las armaduras negras.

Chicos, esto no pinta nada bien, ¿Teneis algun plan para salir de aquí con vida?

Johanssen intentó replegarse mientras el enemigo se les echaba encima. Disparó como un loco, mientras las balas y el asalto se cernían sobre él y los suyos. En algún momento entre la secuencia frenética de disparos y el intento de replegarse el cargador quedó vacío. Y lo que era peor, el siguiente cargador había caído también. Con prisas y nervios consiguió cargar el arma, antes de que una bala impactase en la armadura y él dejase de pensar.

Retrocedió a la causa de su destitución. El comandante había ordenado retroceder, pero él y su unidad habían perdido demasiado para retroceder. Con el enemigo acercándose a toda velocidad por las lomas devastadas de Astherex II, uno de los hombres de la unidad de Johanssen, el Cabo Perdowsky, le dijo al Comandante Quordegan que podía meterse la poca honra que le quedase por el culo y huir mientras ellos solucionaban la situación con un "oficial de verdad". Los siguientes fragmentos siempre eran confusos: Los nervios de todos a flor de piel, el enemigo prácticamente encima y el Comandante se toma un segundo de meditación interna antes de volarle la cabeza a Perdowsky sin mediar palabra. El informe oficial dice que Johanssen desenfundó e hizo lo mismo contra el Comandante apenas medio segundo más tarde. También decía que se había lanzado a toda velocidad delante de la turba que asaltaba con el cañón electromagnético sobrepotenciado de Perdowsky. Aún hay sociópatas de la unidad de Johanssen recordando aquella carnicería de rayos añil y la mirada descarnada y monstruosa del oficial. Lo demás es historia...

Se frenó en seco de su huida a una larga distancia para abrir fuego sobre el enemigo de manera fría y metódica de nuevo. Las balas silbaron de nuevo a su alrededor, algunas siguieron rebotando en las placas medio carcomidas de su armadura. Pero Iceman disparaba con precisión echando abajo a un enemigo tras otro. Con paciencia. Con aquella mirada de sociópata. Era un monstruo en su propio territorio marcando condiciones. Para cuando el cargador sonó vacío, no había más enemigos yendo hacia ellos.

El combate es encarnizado, los marines se defienden con todo lo que tienen pero salvo en algunos casos tiene toda la pinta de que el enemigo los ha pillado con los pantalones bajados. Los martillos, cuchillos y otras armas de cuerpo a cuerpo más exóticas como el gladius de Publio vuelan y chocan sin parar en una caótica melee en la que nadie está a salvo. Por el suelo ya hay una decena de muertos y heridos, pero parece que las armaduras consiguen aguantar la mayoría de los golpes.

Johanssen consigue destrabarse del legionario con el que se había enzarzado en una competición de golpes y vuelve a empuñar su fusil. Con una exhibición de frialdad y excelente puntería, tras tomar cierta distancia se da la vuelta y empieza a disparar sobre los legionarios. A pesar de lo frenético de sus movimientos a causa del comabte, cada bala que sale de la carabina de Johanssen acaba con un casco imperial perforado.

Ante tal exhibición y viendo sus números reducidos rápidamente, la carga imperial vacila y el enemigo empieza a retroceder. Unos APC que salen de entre el humo por detrás de las rocas los terminan de disuadir y echan a correr hacia sus líneas. De los APCs salen más marines de refuerzo, y junto a ellos el Coronel Quaritch en persona.

El Coronel se pasea por la zona observando los cadáveres por el suelo y a vuestro pelotón recuperándose del ataque - ¡Ja¡ ¡Glorioso! - dice dando una pequeña patada a un legionario caído - ¡Si todos se hubieran comportado así, habríamos atravesado sus defensas en un periquete! Pero bueno... - el Coronel se pone serio y hace una larga inspiración, señal de que se prepara para gitar con toda la fuerza de sus pulmones - ¡Teniente Bryaaant! - llama - ¡Su pelotón ha quedado aislado, tiene que seguir atacando cueste lo que cueste! - el Coronel se ha pasado buena parte de la batalla recorriendo la retaguardia y espoleando a las unidades que se habían detenido o trataban de retroceder, para empujarlas de nuevo al combate - ¡Reunase con su Comandante de Batallón en estas coordenadas, los hombres de Rico ha conseguido establecer una posición avanzada y hay que defenderla a toda costa! Se les prestará apoyo aéreo lo antes posible, ¡Ahora muevanse!

Tras aquello, el Coronel vuelve a subirse a su APC seguido de los marines que lo acomapañan y desaparece rumbo a la siguiente unidad en replegada.

 Sin importarle mucho, el agresivo sargento decide tirar al suelo su armatoste y corre hacia algun flanco donde vea una cantidad de imperiales. Saca una granada y camina rapido tirandola   

"ninguno saldra ileso, jajaja QUE REVIENTEN...!" 

 A pesar del peligro de la situacion, disfruta la situacion caotico. Es el unico momento donde puede darse ciertos gustos

Justo en el momento de mayor dificultad, el soldado Johanssen hizo gala de sus dotes de liderazgo. El ex-oficial consiguió que los enemigos que restaban por abatir de la última oleada enemiga cayeran desplomado por sus certeros disparos. Uno de los soldados abatidos fue el que cayó encima del legionario que intentó quitarme la vida y en señal de respeto, se lo agradecí.

- No solo ha mantenido el culo de McKiller virgen, sino que me ha salvado la vida. Le debo una soldado, haré mención de ello cuando terminemos esta misión a los superiores. Le dije convencido. Si sobrevivíamos cumpliría mi promesa, siempre fui un hombre de palabra.

Entonces llegó el coronel y nos dio instrucciones para no frenar nuestro avance y llegar hasta un nuevo cuadrante donde nos reuniríamos nuevamente con el comandante Rico. Habíamos hecho un buen trabajo pero esto no hacía más que comenzar, está ofensiva por nuestra parte debía ser contundente y un duro golpe de moral para las hordas enemigas.

- Bien soldados, ya habéis escuchado al coronel. Tenemos un nuevo objetivo asignado y vamos a darles donde más duele. ¡Auuuu! Al girar la vista observé a un ingeniero que trataba de arreglar un aerodeslizador sin éxito, me acerqué hasta su posición y le comenté que nuestro APC sería más fácil de reparar y que permitiría que nuestra unidad llegase al frente para darles más tiempo a sus reparaciones. Tras convencerle ambos entramos en el APC y le ayudé hasta que logramos hacerlo funcionar nuevamente. No es que estuviese como nuevo pero aún daría mucha tralla a los enemigos. También logramos encajar nuevamente la ametralladora, Legión estaría contento.

- Todo listo muchachos, este cacharro se va a convertir en nuestra casa hasta llegar al cuadrante asignado. Dadle mucho amor. ¡Piñata Lom! Sigues al volante, demuéstrame que no estaba equivocado contigo. ¡Legión! Sube a la ametralladora, toda tuya como antes. ¡Johanssen, Rudin! Buscad los mejores ángulos desde los laterales... McKiller cubrirá la retaguardia y yo daré apoyo a Lom y asistiré donde se precise. ¡En marcha!

Volviamos a movernos, si hasta entonces había sido jodido. Lo que nos esperaba era un verdadero infierno, no tenía dudas de ello.

"Ok, teniente voy volando a la torreta, a Lom, intenta llegar al frente, espero que esta pelea te haya espabilado", digo mientras corro hacia el vehículo, al llegar están los ingenieros reparando el APC, así que les pregunto si me puedo subir a la torreta pero uno de ellos hace un gesto de que no, "genial, ahora a esperar que estos terminen", para no aburrirme saco a Everest y le mando a ver la batalla, en el monitor proyecta una imagen un tanto desoladora, los vehículos de los marines, destrozados por las bombas y cadáveres de ambos bandos, en algunos sitios como la unidad del comandante Rico, han llegado y están estableciendo cabezas de puente, "avisenme cuando tengáis lista la torreta, mientras observo la batalla", le digo a los ingenieros.

 Gregor se sintio disgustado de no saber que hacer cuando tanta gente se le venia encima. Con gestos casi indiferentes pero a la vez con su cierta fidelidad al grupo no dijo demasiado.

 Acomodo sus armamento siguiendo las directivas de Bryant y decidio ponerse en la parte trasera del APC, mirando hacia atras, practicamente apuntando hacia afuera. 

 "Hay que pensar nuevas tacticas, asi sean emboscadas o posiciones defensivas. Muchos enemigos en pie pueden acabarnos...." la notable frustracion en sus palabras lo hacen estar mas pensativo. Talvez esa idea de ir como si nada contra todo sea algo peligroso para todos alfin y alcabo.

Vince se colocó en el asiento del conductor. Acaricio suavemente el volante y miro al campo de batalla. "Esta ves vamos a durar un poco más vale chica".

Bueno caballeros, ¿Preparados para el viaje de sus vidas? - Dijo Lom mientras arrancaba el motor. "Venga pequeña, ni me falles ahora" Suspiro hacia el APC.

El motor arranco sin problemas y de nuevo estaban en el campo de batalla. La batería de misiles parece que había aflojado un poco y eso hizo que la conducción no fuera tan brusca. Al menos, los primeros minutos de conducción. La tierra batida y las dunas hacían que eso pareciera una atracción de circo.

"Nos estamos acercando. ¿Cómo van las armas por ahí arriba?" Dijo Lom viendo el campo de batalla cada vez más cerca.

—¡Demonios Johanssen!— Dice este al ver como este a salvado el culo el escuadrón de una segura muerte, se acerco y le dio una palmada en la espalda, menuda locura lo que acaba de suceder, lo único que sabía es que estaba agradecido de ello.

Se sentó en una piedra durante unos minutos cuando vio a Quadritch llegar y como  un ingeniero se  encargo de reparar la APC, escucho al teniente y grito —¡Sí señor! ¡De eso nos ocuparemos!— Subió a la apc y se sentó cuando esta empezó a moverse, escucho a Mckiller hablar, sin embargo el sonido del motor y que el traste tenia era fuerte, se movió y la cabina y silbo al ver el campo de batalla que tenían adelante, se devolvió y se coloco en posición.

una vez en la torreta, tardo 2 segundos en agotar el cargador "leches tenia que haberlo cambiado antes de bajar del vehículo", pero una vez hecho, me pongo a disparar como un loco, pero la irregularidad del terreno, pero solo consigo abatir a un desgraciado, "Lom, si nos llevas por un camino donde pueda apuntar a medias, seguro que iría mejor"

No estaba acostumbrado a los elogios, y aún no era totalmente consciente de lo que acababa de realizar, pero no podía dejar ver esto. Asintió a las ordenes de Bryant:

- A la orden Teniente, un placer salvar la pureza anal de la unidad. Joder, ¡Debería hacerme predicador, señor! Ordenes recibidas. - Miró a Rudin.- Hora del baile, compañero.

Tras eso avanzó hasta el APC y tomó su lugar en él.

Tras unos minutos de apaños a las ruedas, recolocar y recalibrar la ametralladora y reparar algunas planchas de blindaje dañadas, el APC vuelve a estar en perfecto funcionamiento. No quiere decir que su estado sea pefecto, el exterior presente numerosas abolladuras y manchas ennegrecidas por las explosiones y las llamas, pero servirá para llevaros sin un rasguño hasta vuestro objetivo.

Montáis en el vehículo ocupando las mismas posiciones que antes, y tras arrancarlo Lombardi pone rumbo a la posición del Comandante Rico. Por el camino veis más unidades avanzando, aunque no se acerca a la carga inicial. Los misiles y demás proyectiles siguen volando de una parte a otra, pero su cantidad también se ha reducido. Puede que las fuerzas federales hayan sido diezmadas en su carrera por la llanura, pero los disparos de los marines también han dejado bien tocadas las defensas imperiales.

Tras diez minutos en los que Lombardi se las arregla por fin para esquivar cualquier obstáculo o peligro que haya por el camino, alcanzáis vuestro objetivo.

Lo que queda del 2º Batallón está atrincherado tras un semicírculo creado con los APCs para proteger a la infantería. Desde las ametralladoras de los transportes salen de vez en cuando ráfagas de disparos, pero la cosa esta inusualmente tranquila para que esa tropa de marines esté tan cerca de la línea imperial. Lombardi conduce vuestro transporte hasta dejarlo aparcado junto a la formación, y al poco salís de él. Al veros, el Comandate Rico sale a recibiros.

- ¡Maldita sea McKenzie, dame un pellizco porque estoy viendo visiones! ¡El teniente mecanizado y su pelotón de locos afortunados! Al separaros del resto pensabamos que os habían volado por los aires, me alegro de veros - el Comandate os saluda amistosamente pero el oír que venís de parte del Coronel Quaritch enseguida os pone al tanto de la situación - Me temo que no podremos cumplir las órdenes del Coronel, todos nuestros APCs han sido inutilizados, por estamos aquí como blancos fáciles. No podemos ni seguir avanzando ni retroceder sin ayuda. Hasta que habéis llegado solo podíamos esperar a que nos alcanzara el 4º Grupo de Caballería, pero ahora quizás podamos tener alguna posibilidad.

El Comandante os señala una pequeña loma en la que se pueden ver las defensas imperiales: alambres, barreras antitanque, seguramente también minas... - Aunque lleguen los tanques tendríamos que detenernos allí hasta que pudieramos despejar un camino. Su pelotón es el único que puede alcanzar esa zona con su APC y empezar a abrir camino para nuestros chicos pesados. Ya les he pedido misiones suicidas más que suficientes, por eso no convertiré esto en una órden. Pueden esperar a la caballería junto a nosotros y entonces sí podremos lanzar un ataque en condiciones.

En cuanto llegaron hasta las unidades del comandante Rico, todo el pelotón descendió y saludamos con disciplina. El teniente Bryant en especial, empezaba a sentir afecto por el comandante, que estaba siendo un factor clave en las victorias y avances del ejército imperial en Nuevo Crisol. Después de escuchar con atención como estaba la situación, Bryant fue consciente de que, aunque no fuese una orden, parecía necesaria una avanzadilla para paliar el problema. De quedarse allí, y si la caballería se retrasará por cualquier razón, estarían expuestos y sin posibilidad de protegerse frente a un ataque enemigo. El teniente no dudó.

- Comandante Rico, siempre es un placer verle. Entendemos la situación y consideramos que lo mejor es que hagamos de avanzadilla y eliminemos las amenazas hasta que llegue la caballería y podáis avanzar. Si nos quedamos aquí parados, no se de qué son capaces mis hombres...puede que volemos la mitad de las unidades por accidente. Estarán más seguros sin nosotros, se !o aseguro. El comandante rió la broma y asintió. Éramos el mejor pelotón y estábamos hechos para eso. Darles duro y dónde más duele a los imperiales. En cuanto usted ordene, nos pondremos en marcha y os haremos ganar tiempo hasta que lleguen los refuerzos. Para cuándo lleguéis ya habremos acabado con el enemigo, solo tendrá que llegar y llevarse la gloria, tiene suerte. Le sonrió con picardía y tras volver a saludar, se dispuso a salir nuevamente. ¡Con su permiso, señor!

Esperaban pasar lo más inadvertido posible y pillarlos con los pantalones bajados, pero nunca se sabía. Dependería de muchos factores y de la habilidad como conductor de Piñata Lom, llegar al lugar.