Partida Rol por web

Steve terminó el trabajo que dejó pendiente en la torre más cercana a atiendo definitivamente al vigía y a callando así la ametralladora.

Era el momento de tomar una nueva posición más  ventajosa, mientras avanzaba pudo componer algunas piezas viendo a uno de sus compañeros que según parecía había silenciado la última de las torres.

Un movimiento sigiloso en la oscuridad fue suficiente para que el halcón volviera a tomar una posición  ventajosa del campo, el ruido de los dos tanques le sirvió de cobertura, por sus movimientos parecía que sus compañeros habían tomado uno de ellos lo que explicaría que no los viera.

Desde su posición nuevamente Steve volvió a confiar en su rifle en un nuevo disparo.

Billy toma por sorpresa al grupo que avanza hacia al tanque y elimina de un plumazo a tres, quedando solo uno con una granada  otro con un rifle. Sin perder un segundo Halcón calcula el mayor peligro. O disparar hacia los quince que intentan ingresar a la fábrica o acabar con aquel que lleva una granada y amenaza con inmovilizar el tanque. Finalmente decanta por el nazi de la granada y lo elimina de la ecuación de un disparo certero.

Ahora el asunto cambia radicalmente cuando todos los SS abandonan su intento de ingresar a la fábrica para atacar el panzer y a Billy. De todos ellos, algunos apenas uniformados por la sorpresa a media noche, ninguno tiene un elemento distintivo de mayor rango. Quizás uno o dos que señalan y gritan a los demás, que tampoco tienen uniforme completo y pertenecen al grupo de quince.

Mientras afuera hay notable evidencia de combate, por ambos lados de la fábrica, los refugiados en su interior dan con una veta de oro que no es otra cosa que el armario de todas las armas que se utilizan para las pruebas de munición. Es un regalo de navidad anticipado, porque hay toda clase de armas. Desde rifles a cerrojo como el clásico Mauser kar 98 hasta rifles antitanques y ametralladoras, como la temible “sierra de carne” MG42.

De un disparo limpio Walter rompe el candado cuando la segunda  puerta* es forzada de una patada y abierta de par en par. Lo que significa que en cualquier instante los SS entraran por allí.

También, en un movimiento coordinado, desde afuera comienzan a destruir las ventanas de la pasarela y una lluvia de cristales llueve en el interior de la fabrica.

Pese al movimiento errático del tanque el cañón gira lo suficiente para apuntar a los cinco soldados que se acercaban peligrosamente al tanque.  Entonces una cadena de eventos sucede muy deprisa, uno detrás de otro.

Billy abre fuego, eliminando a tres de ellos y posteriormente un disparo ajeno acaba con uno que preparaba una granada. Restando solo uno de ese grupo el cañón del panzer escupe fuego letal sobre ese y los moribundos, enviando lejos sus restos con una gran explosión.

Esto llama la atención de aquellos que intentaban ingresar a la fábrica para a continuación buscar cobertura y devolver el fuego a Billy y contrarrestar el cañón del tanque. Algunos disparan inútilmente contra la mole de metal sin apenas cambio alguno.

Sin embargo los movimientos del tanque en esta ocasión dejan de ser irregulares para ganar velocidad en línea recta y chocar contra la barraca que se encuentra junto a Billy y próxima a la torre. La edificación se derrumba fácilmente y amenaza con aplastar al soldado mecánico si no es lo suficientemente ágil.

Pese al movimiento errático del tanque el cañón gira lo suficiente para apuntar a los cinco soldados que se acercaban peligrosamente al tanque.  Entonces una cadena de eventos sucede muy deprisa, uno detrás de otro.

Billy abre fuego, eliminando a tres de ellos y posteriormente un disparo ajeno acaba con uno que preparaba una granada. Restando solo uno de ese grupo el cañón del panzer escupe fuego letal sobre ese y los moribundos, enviando lejos sus restos con una gran explosión.

Esto llama la atención de aquellos que intentaban ingresar a la fábrica para a continuación buscar cobertura y devolver el fuego a Billy y contrarrestar el cañón del tanque. Algunos disparan inútilmente contra la mole de metal sin apenas cambio alguno.

Sin embargo los movimientos del tanque en esta ocasión dejan de ser irregulares para ganar velocidad en línea recta y chocar contra la barraca que se encuentra junto a Billy y próxima a la torre. La edificación se derrumba fácilmente y amenaza con aplastar al soldado mecánico si no es lo suficientemente ágil.

Lo había visto por los visores, un instante, mientras apuntaba, sobre todo por el aviso que el conductor le había dado. - Es un cabronazo por largarse, pero un cabronazo que merece dos collejas, una patada en los huevos, y una medalla que pese tanto, que cuando se la pongan quede doblado, chupándose el mismo su "colita". Rezongaba para sus adentros, pero con unos susurros que esperaba no pudiera oír nadie.

- BORIS, BORIS... PARA, PARA....

Intentó alertar CHOFER, que realmente lo estaba haciendo mejor de lo que pensaba. Si conseguían detenerse al lado de Billy, igual podrían hacerle un sitito dentro, y buscarle un puesto. Las tablas saltaban como un castillo de naipes, cuando el perro del vecino corre a través, con la consiguiente escandalera que los tarugos, las cadenas de las orugas y el propio motor hacia; todo amenizado con el sonido de las detonaciones, gritos y carreras de los que intentaban sobrevivir o luchar. Como no tenía amunicionador buscó con la vista, él mismo, otro proyectil, intentando agarrarse, porque entre giros bien avisados, frenazos y acelerones, le tenía más miedo a dejarse la cabeza contra algo que a que le alcanzara un disparo. Sacó la vaina gastada, y se preparó para abrir la escotilla y llamar a Billy, para que abordase este "juguetito".

Pensaba: - ¿Y como pongo yo esto en el informe?

Se encaramó a los visores del Jefe de Carro, para tener una mejor concepción de los alrededores, y rezó para que nada le hiciera demasiado daño al Miembro Pródigo del Equipo. 

La ametralladora escupía plomo por doquier y Frank observaba con satisfacción como esos nazis caían abatidos por Brannagh mientras el tanque arrancaba con un rumbo un tanto errático. Errático o no, andaba pero era una extraña maniobra para un avezado conductor de tanques

-¿Pero no decías...?

La respuesta a su pregunta llegó antes de que pudiera concluírla dejando en su mente la parte que faltaba junto con una decepción.

¿...que sabías conducir estos trastos?

Sin embargo, parecía que el muchacho le estaba pillando el truco y el tanque empezó a circular en linea recta ganando velocidad.

-Eh, Boris. Frena. No tan rápido. ¡Frena!...

Nada que el tanque se fue a estampar contra una barraca. 

-Espero que tenga el seguro en regla este trasto.

Asomó la cabeza y el subsufil intentando localizar a Billy por donde fuese. Debían subirlo al tanque o esto sería el caos.

-Brannagh, tú no dejes de disparar. Te dejo una cinta completa preparada. Tenemos que cubrir a Billy. 

Y se dispuso a hacer lo propio mientras llamaba por su compañero.

-¡¡¡Billy!!! Ven para acá de inmediato. No es el momento de hacerse de rogar.

Como sería Frank quién llamaría, se bajó, y dejó también la munición del cañón, pasando a la ametralladora coaxial, y dejando que el compañero fuese el que se encargara de "aumentar la dotación".

En cuanto llamó el que tenía los pies a la altura de sus hombros al excursionista de fuera, se puso a rotar la torre y a disparar contra todo aquello que dispusiera de pinta de alemán, nazi ... o que no le sonase de nada. La Mg34 traqueteaba como lo que era, una ametralladora. Brannagh no sabría que tipo era, como se llamaba o nada más que disparaba así y se amunicionaba asá; pero daba igual, hacía su función.

Frank siguió intentando localizar a su compañero. 

-¿Pero será posible que siendo conductor de tanque y viendo la que estamos montando no se le ocurra acercarse?

Vuestra puta madre...

Me dije a mi mismo, exultante, cuando mis tres disparos dieron en el blanco de sendas cabezas alemanas. Tres menos. Tres putos nazis menos que habrá que alimentar cuando ganemos la guerra. Joder.

Sonreí y me dispuse a abrir fuego de nuevo cuando lo vi.

Vi como ganaba velocidad, y venía directo hacia mi...

¡Pero que coño! ¡¡mierda!!

Exclamé, lo único que pude hacer antes de que la pesada mole de acero se empotrara contra el edificio que me servía de cobertura.

Blachowicz estaba sonriendo cuando se disponía a abrir fuego nuevamente. En ese momento tuvo que verlo, sin duda. El enorme tanque alemán ganaba velocidad, e iba justo hacia él... 

Un observador lejano le hubiera visto gritar algo antes de tratar de saltar lejos de la embestida del panzer. Era lo único que podía hacer, lo único que podía darle tiempo a hacer antes de que la pesada mole de acero se empotrara contra el edificio que le servía de cobertura.

Steve pudo hacerse una composición de lo que estaba pasando o al menos de lo que pensaba, el movimiento de soldados y tropas le hacían pensar que en uno de los tanques estaban todos sus compañeros o al menos la mayoría de ellos, fuera quedaba Billy que parecía en problemas teniendo en cuenta que el otro tanque embestía contra su posición.

Justo antes del impacto sobre el muro que le hacía cobertura este pareció lanzar algo que Halcón supuso que podía ser una granada.  El recinto era todo un caos, el silencio de las torres daba un respiro a sus compañeros siendo aquel tanque sin duda la mayor amenaza.

Steve no pudo distinguir a los oficiales entre las tropas ya que varios de ellos no llevaban el uniforme con los galones por los que tomaría sus objetivos en base su amenaza potencial, mientras se tomaba otra victima Sanders trataba de buscar puntos sensibles en el recinto como lo serían depósitos de combustible y similar.

Sin poder hacer nada para detener el tanque empiezo a tirar de palancas por puro nerviosismo y sin querer piso el acelerador todavía más, precipitando el tanque sobre Billy:-Mierda!!-pude llegar a decir antes de ver desaparecer del reducido campo visual a Billy.

Para más inri, sin saber cómo he hecho dirigir el tanque hacia la fábrica de municiones y a menos que lo logre frenar vamos a morir en la explosión que estoy a punto de provocar. 

Efectivamente, no había tiempo de andarse con remilgos. Walter disparó y reventó el candado al tiempo que alerto a los alemanes del exterior. Mike sintió como la adrenalina le obligaba a moverse rápido, echó mano de la MG42, "burro grande ande o no ande", acostumbraba a decir su padre.

-Vaya, menudo hierro.- Dijo mientras sopesaba el arma.

Esa ametralladora consumía munición de manera aberrante, pero solo un buen chorro de balas les ayudaría a defenderse de aquellos alemanes. Se tomó unos instantes para comprobar que funcionaría bien y cogió un par de cajas con cintas de balas, buscó un lugar desde el que pudiera controlar todas las entradas aunque eso supusiera dar la espalda a una para defender otra imaginó que entrarían primero por las puertas desbloqueadas.

Al oir los cristales apuntó rápidamente a los ventanales.

-Mierda, van a entrar por las ventanas.- Gritó al tiempo que disparaba dejando que la ametralladora escupiese plomo a máxima cadencia.

El ruido de cristales rotos hizo que Walter se encogiera un momento... pero de momento ningún alemán entra en la fábrica. Mientras Mike arrampla con la ametralladora, el doctor se fija en dos panzerfaust, algo más grandes de los que les habían mostrado en algunas de las clases de información que recibían mientras avanzaban por el continente. ¿Podían ser experimentales, nuevos prototipos? Walter no lo sabe pero confía en que les puedan servir contra el panzer.

-Hacia allí -señala Walter y corre junto con Mike por la pasarela (*).

Apoya a sus pies los dos panzerfaust y, mientras Mike dispara en dirección a los alemanes, Walter mira a su alrededor, intentando detectar cualquier otra amenaza contra la que tenga que reaccionar (**).