Partida Rol por web

-Claro, descansaré-Dijo Franklyn dejándose caer sobre el suelo luego de su infrutuosa búsqueda-.

Las heridas, la pérdida de sangre y el bajón que sucedía al subidón de adrenalina pasaban factura.  De pronto, Charles abrió los ojos. Franklyn reaccionó echando mano a su pistola y apuntándole. Con lo que había visto en las últimas horas, no estaba para bromas. No llegó a escuchar lo que decía. 

-¿Qué es lo que ha dicho?

-Oldingham... prisioneros...-

-Maldita sea, Charles -Walter le habla en alemán-, tuviste una oportunidad, cada uno podía haber continuado su camino -niega con la cabeza-. ¿Qué es Oldingham que mereciera esto? -hace un gesto hacia los cadáveres, hacia sus heridas.

Con cierta brusquedad comienza a manipular el cuello, acentuando el dolor del alemán. Sus manos se manchan de sangre.

-La herida es grave, muy grave. No te voy a engañar, Charles. Te vas a ir en medio de un dolor terrible. He visto heridas así otras veces. No es bonito -Walter hurga en el orificio-. Sí ha tocado la arteria. No lo suficiente para que te desangres rápidamente. Debería incorporarte para que no te ahogues, porque tus pulmones van a encharcarse -Walter parece apesadumbrado.

-Lento y agónico.

Parece meditar un momento (*).

-Podría darte algo de morfina -vuelva a hurgar en la herida, como si quisiera valorarla pero haciéndole daño-... para el dolor, ¿sabes?

-Pero me tendrías que dar algo a cambio, ¿qué hay en la fábrica, es lo que llamas Oldingham? -Le muestra una ampolla de morfina. Luego apoya la mano en el pecho de Charles...

-Sí, ya noto cierto burbujeo en los pulmones...

A Mike le dolían las articulaciones de sus brazos y manos, había agarrado el fusil con tanta tensión que la sangre tardo en moverse correctamente hasta la punta de sus dedos. Salió de su estado de concentración al oir a Boris.

-Claro, te ayudaré.- Y se dispuso a rebuscar entre los caídos. Pero se detuvo al oír la orde de Walter. -Vaya, creo que tengo que tienen otros planes para mi.- Dijo a Boris a modo de disculpa. Se acercó a Walter y pudo comprobar el lamentable estado de sus compañeros, aunque sintió cierta congoja intentó disimularlo. Entonces comprobó qué hacía Halcón para, posteriormente ir al lado contrario desde donde estaba a comprobar esa parte del perímetro.

Pudo ver los cadáveres de los enemigos caídos pero no sintió pena por ellos, eran unos traidores. Esperó que, al menos, pudieran sacarles algo de información, en caso contrario las heridas de sus amigos habrían sido en vano.

Se alejó unos metros y comenzó a comprobar los alrededores, por si había amenazas.

El último suspiro de Randall fue acompañado de los nombres de su esposa e hija luego de escuchar la promesa de Walter. De esta manera el grupo se reduce un poco más con la muerte del profesor.

Con el arribo de Aaron y Vincent estos reciben las malas noticias y se lamentan por su amigo fallecido. Jamás Vincent había demostrado tanto abatimiento, pues el soldado de las gafas le hacía gracia y en el fondo lo respetaba por ser tan culto.

-Que mierda…no voy a dejarlo allí – reprocha nervioso y con una pala en mano comienza a cavar una tumba para su amigo.

-¿Qué clase de personas son? ¿Él se muere y solo piensan en robarle a los muertos? ¡Me dan asco! – maldice a los cuatro vientos mientras comienza a cavar en la tierra congelada y pedregosa, con un enfado que no es propio de él. Nunca lo han visto asi.

Por supuesto que ha oído las ordenes de Walter, pero simplemente pasa de todo.

El cocinero, aun horrorizado por lo sucedido, opta por dar una mano a Franklyn para que Vincent pueda enterrar dignamente a su compañero. –Yo me encargo – responde algo titubeante.

-Hey ¿Necesitas algo compañero? ¿Qué ha sucedido? – pregunta a Lieber al señalar a los muertos de la 99.

Sin perder tiempo también recoge sus pertenencias y las de Holloway, que habían depositado junto a la fogata antes de irse a ordeñas a las vacas. Luego regresa junto a Franklyn.

El líder de la supuesta unidad del 99 es el único que aun continua con vida pese a la herida imposible. No obstante todo indica que en el siguiente minuto, o menos, dejará este mundo.

Aparte de la novedad en un par de los soldados abatidos encuentran en el uniforme una pequeña flor de hojas menudas y blancas. La flor que mencionó Randall antes de ser abatido por estos hombres…(*)

Entretanto Mike volvió a alejarse para establecer un perímetro seguro y examinar los alrededores. Mas lejos aun permanecía Steve, agazapado y expectante de otras visitas que llamadas por los sonidos de los disparos podrían acudir. O tal vez no pero era mejor estar atento.

-Civiles…pocos guardias…mañana…fusilan…- es todo lo que alcanza a confesar Charles antes que Walter y Billy intentasen intervenir.

Y Blachowicz por mucho que lo piense no logra dar con la pieza faltante…hasta que recuerda el documento alemán que Walter leyó. Ese que tenía en su poder Mark. En ese papel se puede leer “Oldingham”, que en un principio parecía el nombre de algún militar ahora podría antojarse el nombre del lugar. Un lugar que posiblemente no sea solo una fabrica común y corriente.

Luego de toda la conmoción estaba allí, aún el cuerpo a tierra mientras mi mirada iba de un lado a otro observando las bajas, observando a Randall sin más fallecer, a Walter "ayudando" a el hijo de puta de lentes que nos disparó, y finalmente a Vincent muy enojado cavando una tumba, aún desde la distancia de la posición en la que estaba.

Cuando finalmente dejé de sostener la respiración pegué la frente contra la fría nieve, quitándoseme el casco y cayendo hacia el frente mientras nada más me concentraba en el frío sobre mi frente por unos segundos, antes de levantarme y recomponerme como podía. Conté las balas, buscaba alguna herida que tuviera, pero nada, así que solo tomé mi mochila, y luego de buscar logré sacar la pala plegable que tenía, y así acercarme a Vincent, empezando a cavar silenciosamente la tumba.

Franklyn mira a Aaaron con incredulidad. 

-Pues hombre, si alguien me quitase los trozos de metralla que tengo clavados por todo el cuerpo, me sentiría bastante mejor. Aunque hay quien no ha tenido tanta suerte, así que supongo que no me puedo quejar. Creo que nos hemos asustado un poco cuando hemos visto que ese hijoputa volvía en sí. Comprensible, dado lo que hemos vivido en el campo de batalla, allá en San Vith. Pero parece que solo es un hijoputa volviendo en sí con sus últimas fuerzas para reírse de nosotros. 

Escupió hacia un lado. Su saliva mezclada con sangre, tiñó la nieve de un color rosado. 

-No, a ver. En serio ¿Y alguien entiende qué pasa con esos de la 99? Si, vale, que sean infiltrados. Lo puedo entender, pero ¿qué es esto?¿Nos está avisando de que tienen retenidos civiles en la fábrica y los van a fusilar?¿Por qué? 

Walter mira con asco y rabia al alemán muerto, y luego a sus manos ensangrentadas. Trata de no pensar hasta dónde hubiera llegado de no haber muerto antes Charles; siente que algunas barreras se están resquebrajando, ¡tiene que seguir moviéndose! Oye a Franklyn rezongar desde su improvisado camastro.

-No, a ver. En serio ¿Y alguien entiende qué pasa con esos de la 99? Si, vale, que sean infiltrados. Lo puedo entender, pero ¿qué es esto?¿Nos está avisando de que tienen retenidos civiles en la fábrica y los van a fusilar?¿Por qué? 

-No lo sé, soldado. Imagino que será mano de obra esclava. He oído que se han encontrado fábricas así, con gente trabajando en condiciones infrahumanas. Quizás nuestros compañeros están avanzando más deprisa de lo que pensábamos y los alemanes no quieren dejar pruebas. 

Suspira. Su cabeza empieza a aclararse y la rabia se desvanece.

-Tenemos que ponernos en marcha, a ver qué tenemos, pero antes te echaré otro vistazo Franklyn (*)... -Walter se mueve hacia Franklyn cuando se percata de los pequeños pétalos de edelweis sobre un charco de sangre que todavía humea sobre la nieve. Se agacha y las mira (**).

Ya estaba con su "segunda victima" que estaba desbalijando. SEguro que podrían encontrar cosas que les valieran, y no solo armas y municiones, sino algo que estaba más que abandonado: "comida". Tenían un poco, pero, como soldados, estaba en una situación táctica un poco delicada, así que los documentos de mapas, órdenes y lo que fuera de caracter militar que encontrasen, buena es.

Steve tardó un tiempo en moverse, cuando su último disparo hizo blanco permaneció en silencio durante unos minutos a fin de asegurarse que el peligro había pasado.  Trascurrido un tiempo más que prudencial evidenciando así que no había peligro inminente salió de su cobertura para acercarse al grupo.

Conforme ganaba metros podía ver la situación y hacerse una idea del estado de los hombres, varios cuerpos en el suelo y varias heridas de las que el doctor estaba dando cuenta.

¿Que demonios ha pasado con esos cabrones?  Parece que hemos tenido suerte después de todo, aunque esa herida  Franklyn es bastante fea pero seguro que Walter te saca de esta.

Cada cual se enfrentaba a una guerra según pudiera. Decían por ahí que lo peor no era la guerra en si, era lo que venía después. Era lidiar con una vida normal después de ver y hacer las atrocidades más impensables. Eso era lo realmente difícil. A mi ya me habían prevenido. Por eso, tal vez, vine con cierta experiencia. Y, porqué no decirlo, porque era un tipo duro, y pragmático. 

Por ello, cuando la acción cesó y ya cada cual se afanaba en cumplir con su cometido, algunos nos pusimos a extraer lo que pudiéramos del enemigo caido. No era rapiña. Era pragmatismo. Debíamos cumplir una misión, y no teníamos apoyo. Y por ello me sentó mal el comentario de Holloway.

Me acerqué a él, para tratar de al menos explicarme, una vez al menos. La siguiente vez que hiciera un comentario en la línea sencillamente lo obviaría.

Eh, Vincent, ¿crees que a mi me gusta haber perdido a Mark? No, ni de coña, pero sabes tan bien como yo que ya no depende de nosotros, somos unos putos pasajeros en una guerra entre entes que no podemos comprender. Y no vendrá detrás nuestra el tio Sam para darnos armas, comida o un beso de mamá, ¿sabes? Así que, termina el puto agujero y todos diremos unas palabras en honor a los caídos. Hay que joderse, era mi hermano, igual que lo eres tú, ojalá fuese yo el que estuviera ahí tirado en lugar de él…

Y en ese momento caí, y recordé algo que dijo Mark sobre el documento que tenían los alemanes…

¡¡Ocon!! - exclamé - ¿Sigues teniendo ahí el documento en alemán? Creo que…. Si, creo que podría ayudarnos con los que le hemos cogido a Charles.

En cuanto se aseguró que por su zona no había amenazas se acercó de nuevo al grupo. Oía la discusión tras la protesta de Lieber y compredía su postura pero necesitaban todos los recursos que pudieran reunir. Mike seguía vigilando la zona pero estaba impacienciente, no debían seguir demasiado tiempo allí, era momento de comenzar a moverse una vez atendidos los heridos. Aunque, como no contaba con conocimientos médicos, no podía ayudar demasiado salvo haciendo guardia, por suerte no había amenazas a la vista.

Tras una primera búsqueda en uno de los cuerpos, requiso un M3 con varios cargadores, un cuchillo, una pala y varias cosas más normales para un soldado raso. Lo que más me sorprende es encontrar un bazooka con un proyectil:-Esto nos puede venir bien para abrir un agujero o reventar un blindado.-dije y aparté el bazooka a un lado mientras le quitaba el uniforme de invierno al soldado y me lo ponía. Colgaba la nueva cantimplora del cinto y le quitaba los portacargadores al soldado:-Doc, esto para ti que aún vas con la pistola y te necesitamos vivo.-le dije mientras le daba el M3 y los portacargadores llenos:-Voy a seguir buscando y recuperando mientras decidís lo que hacer ahora.-dije antes de volver con el grupo de muertos y registrar a otro de los caídos. 

Cuando todos han terminado sus tareas Aaron ayuda a caminar a Franklyn, pues deben movilizarse y rápido. De este modo el zapador podrá mantener la marcha sin inconvenientes.

-Pero estos son normales, digo, no esas cosas que nos atacaron en el pueblo. Una vez, en la cocina de campaña, oí una historia sobre un tipo sin brazos que… bueno, no es momento para esas historias creo… -  

Y la pregunta de Franklyn es secundada por Steve. Es una incógnita aun…

-Claro, deben ser nazis – secunda Aaron a la idea general de todos mientras ayuda a su compañero en el viaje.

La diminuta flor que observa Walter es una rareza que únicamente crece en las praderas y cordillera de los Alpes. Conocida como “Edelweiss” la flor propiamente dicha tiene un significado especial para las tropas militares europeas (especialmente las alemanas) por la proeza que supone escalar grandes alturas para obtenerla. Por más de doscientos años la flor es un símbolo de poder y valentía entre las unidades de elite.

A las palabras de Billy, mientras los demás continuaban registrando a los muertos, el centurión responde y entrega el documento que ya no necesita.

-Toma. No lo necesito – extiende el papel y el mecánico lo recibe. Es en definitiva una hoja de un informe de suministros enviados a la fabrica.

Finalmente, cuando el día comenzaba a menguar, el grupo llega al final del bosque. Una línea muy notoria de árboles talados se extiende por quinientos metros hasta el límite de la fábrica. Una pared de alambre, de dos metros de altura o más, rodea los edificios y en cada una de las cuatro esquinas una torre de guardias sirve para tener un campo de visión de todo el campo.

El terreno ondulado en algunas secciones permite que el grupo se acerque hasta la mitad de la distancia pero el resto del trayecto es por completo llano y descubierto. Lo que significa una ventaja para las torres de vigilancia y sus sendos faroles.

Un enorme galpón de ladrillo con dos chimeneas y de dos plantas supone la fábrica. Otros dos edificios, de madera y de solo un nivel podrían ser complejos habitacionales para los trabajadores y los guardias. Aparte de eso hay una serie de pequeñas edificaciones que muy bien podrían servir de depósitos diversos o garajes.

Grandes nubarrones y un par de horas de luz son todo lo que resta del día, hasta ahora, plagado de desgracias.

Franklyn asiente mostrando una leve sonrisa en agradecimiento cuando Aaron le ofrece el hombro para apoyarse. Se ve que al soldado no le hace ninguna gracia tener que depender de otro. Pero teniendo en cuenta que a cada paso el cuerpo le arde en aquellos puntos donde la metralla mordió la carne y que la pérdida de sangre hace que se siente debilitado, no está la cosa para hacerse el héroe.

-Nazis, sí ¿y por qué un nazi habría de revelarnos sus planes justo antes de morir? No lo hemos torturado ni nada. Simplemente, ha cantado de plano. Podéis pintármelo de rosa, pero no tiene sentido.

Así que renqueante comienza a caminar hasta llegar a acostumbrarse a ese dolor. Al amparo del bosque pueden caminar sin peligro de ser descubiertos y cuando llegan al final, pueden ver lo que se supone que es Oldingham. 

-Pues realmente parece un campo de prisioneros, más que una fábrica así que la confesión de Charles parece que cobra sentido. Esas torres supongo que serán de nueva construcción ¿Y ahora qué? Nos verán si intentamos llegar hasta allí.

Poco a poco las piezas iban encajando, los documentos parecieron del todo reveladores y hacía que todo cobrara un nuevo sentido, eran pocos y estaban heridos pero no tenían muchas opciones.

Si es un campo de concentración eso nos da una posibilidad interesante, somos pocos, heridos y cansados pero en estas instalaciones hay gente de los nuestros.  Si conseguimos hacer una incursión y liberar algunos hombres tendremos la situación de nuestro lado.

Es como una presa, fuerte e inexpugnable en su seguridad sin apenas vigilancia, pero haz una pequeña grieta y el agua se habrá camino.

Deberíamos seguir con el plan, esperar el anochecer para acercarnos y echar un vistazo a las defensas para encontrar un punto débil. 

Brannag venía cargado

Comida, 2 fusiles y sus cargadores (TRES CDU), una pelota que estaba intentando hacer para guardarse el uniforme de camuflaje de frio, que se lo pondría en cuanto le diera el botiquín a Walter. - Mira qué he encontrado. No solo mostraba el botiquín, sino varios documentos personales, de misión y el propio botiquín. A ver si con eso se conseguía hacer algo. Tras soltar uno de los fusiles (Los documentos y el botiquín se lo había pasado al "líder de unidad") se intentó poner el traje ese blanco. Luego lo descartó y le dijo a "Halcón" que si le valía a él mejor (Si no lo quería me lo intentaría poner). Había dejado allí los cascos y una camtimplora que no valía de nada. Tenía otra más que si tenía algo dentro. Incluso una granada también había aunado a su elenco de "trastos".