Partida Rol por web

No parpadees... no parpadees... no parpadees...

El primer pensamiento que te alcanza cuando empiezas a tomar consciencia de este lugar ni siquiera es tuyo. Más parece una grabación que haya quedado atrapada como parte de la suciedad de restos de datos dispersos que hay por la habitación. 

No tienes cuerpo. Tomas consciencia a partir de tu propio pensamiento. La expresión "pienso, luego existo", toma repentinamente un significado mucho más real. 

A tu alrededor, solo hay oscuridad, pero no es solo eso. Hay otras consciencias aquí encerradas, solo que no todas tienen verdadera forma. No todas siguen... "vivas" Quizás, si buscases lo suficiente, podrías tratar de recomponer los fragmentos de lo que son.

Y aún tienes un último descubrimiento. Una gran pantalla muestra diferentes ángulos de lo que sucede en la sala que dejas atrás. Hay otras pantallas más pequeñas, pero están desconectadas. Al menos tienes el consuelo de que sabrás todo lo que suceda al otro lado. No está tan mal...

Lentamente, tu programa se pone en funcionamiento. 

Es como si tuvieses una ventana que da al interior de esta sala, y a la vez desde aquí tuvieses otras ventanas que te permiten ver desde el interior.

Una de las cámaras está tapada ¿quizás sea esa sobre la que Billy se ha apoyado? ahora comprendes que sirve de más bien poco. Quien sea que está detrás de las cámaras, lo controla todo, hasta lo que sucede en el interior de los habitáculos. 

Por instinto, miras en la otra sala los lugares desde donde ese "algo" debe estar tomando las imágenes, pero no hay cámaras a la vista. Sólo pared blanca e impoluta.

-¿Hay alguien ahí?- Mi voz hacía eco en este lugar.

La sensación de estar aquí era muy extraña. Estaba como muerta, pero a la vez viva.

-¿Hay forma de salir de aquí?- Vuelvo a preguntar, intentando encontrar una respuesta. Quizás alguna máquina me contestaba...

No... no me siento bien - murmura una de las sombras que llegaron al lugar hace lo que podría haber sido una eternidad.

Entonces... ¿realmente estamos muertas?

Me giro para ver el rostro de la mujer que acabo de oír. No creía que podía haber más personas aquí. Era ella, la persona que no logró salir de la habitación, esa que fue reciclada.

- En verdad no creo que estemos muertas, sino más bien estamos "apartadas". Si estuviésemos muertas no podríamos estar conversando ahora, ni pensando, ni podríamos ver las cámaras . - me giro para ver los monitores - ¿Tú sabes más acerca de esto? ¿Dónde estamos? ¿Qué hacemos aquí? ¿Algo?

No, lo siento... 

En realidad aún me da todo vueltas. No entiendo lo que sucede. ¿Quien podría querer hacernos daño?

Busco un lugar dónde sentarme para explicar algo de lo que sabía a Annia. Aunque al final no encuentro ninguno, me dispongo a hablar con ella:

- En el poco tiempo que pude estar en aquel lugar, en el que estaban todos los demás, se nos comunicó que había asesinos que querían matar. No sé con qué fin, pero al final sabemos que los hay. O eso creo.- Hago una pequeña pausa para continuar explicando- Aunque tú, por desgracia, no pudiste despertar. Y vimos como desaparecías...

- Desaparecer... si, supongo que esa es una forma amable de llamarlo. - Apretando los labios al recordarlo.

Se acerca a una de las pantallas y aunque lanza una mirada de desconfianza a la estatua del ángel en la sala, regresa a lo que está pasando en la habitación principal.

- Hay demasiadas cosas que no nos cuentan. Y ahora... si no estamos ni vivos ni muertos y... está la habitación en la que me levanté como robot. 

Es muy raro todo.

- Vaya... todas las preguntas se dirigen a Jared - Parece preocupada - pero él no es como esos robots. Es una persona. Verdaderamente lo es. 

-Puede que en su interior siga siendo una persona, pero sabes que las personas suelen juzgar por el exterior. Como por fuera parece un robot, ellos creerán que lo sigue siendo.

Suspiro. Hago un gesto incatalogable.

-Ojalá pudiésemos hacer algo.

Un murmuro se escucha levemente en vuestras consciencias. Poco a poco podéis distinguir que se trata de una canción infantil. Después esa canción se hace totalmente audible y reconocible.

Uno, dos, Freddy viene por ti
Tres, cuatro, cierra la puerta
cinco, seis, coge un crucifijo
Siete, ocho, mantente despierta
Nueve, diez, nunca más dormirás

¿Quiénes sois? ¿Por qué estáis aquí... dentro de mí?... ¡POR EL AMOR DE DIOS! ¡¿QUÉ ESTA OCURRIENDO...?!

Idoia rompe con un chillido el cual invade vuestro ser.

Comienzo a escuchar una canción, que parece venir de un lugar cercano. 

- ¿Qué es esta insoportable canción? ¿De dónde viene?

Me giro y le puedo ver. Puedo ver que esa chica, la cual estaba con nosotros antes... de que llegásemos a este lugar. Me pregunto ¿por qué la canta? Lo más extraño es que conocía la canción, ¿dónde la habré podido escuchar antes?

La canción resuena en mi cabeza tan fuerte que casi me revienta. Horrorizada grito:

- ¡Que acabe ya! 

Después de la canción, el grito de Idoia llenó la sala. Tranquila, ya está. Odiaba las canciones con melodía infantil.

¿Idoia? ¿Eres tu? ¿Cómo es que podemos escucharte aquí, si estás al otro lado?

Con gesto frío me giro hasta aquella gran pantalla de la sala. El alma se me estaba descomponiendo, aunque no sabía si tenía. 

- No puede ser, dos descalificados... de... la cosa esa del proceso...

La lengua se me traba, no puedo decir más.

Con una fluctuación, los datos de Cristian y Rosa toman forma frente a ustedes.

El código que los identifica ha cambiado. Ya no son candidatos... pero no están del todo fuera del proceso, igual que los demás.

Pasan algunos minutos antes de que llegue la tercera forma. Graham también está con ustedes.

Jo... der...

Dolía... eso ha dolido... ¿qué demonios?...

La respiración se aceleraba, el pulso estaba a cien... ¡Por dios!, salid de mi cabeza. Estáis muertos, muertos, muertos ... Entre llantos y sollozos. ¿Por que acudís a mi? 

El final llegó. Graham intentó resistirse pero no pudo, sus pies siguieron a Skynet y de repente oscuridad. Sin embargo su consciencia parecía haber desertado en otro lugar. Al menos tenía que dar las gracias, pues su muerte no había sido tan aterradora como la de sus compañeros.

Aún no entendía que había pasado. ¿Cómo podían pensar en su culpabilidad? Él que había intentado ayudar y así lo reconocían. Mejor, su vida poco sentido tenía ya. Nunca la recuperaría y lo sabía. Y si no la podía recuperar.... no merecía la pena pasar por todo ello.

Graham miró a un lado y a otro, reconoció la voz de alguien que no recordaba que hubiese muerto. No al menos antes que él. Entonces habló:

-¿También han acabado contigo Idoia? ¿Acaso tienen el cerebro de un mono?

Otra voz sin embargo no la reconoció, pero si habló, quizá fuese la consciencia de alguno de los que murieron según ellos por no haber superado la fase inicial. Por sus palabras, tenía que ser así.

-¿Quién eres?¿Fuiste una de las desechadas?