Partida Rol por web

  Nombre: Luna Bielik
  Profesión: Guardia civil
  Nacionalidad: Polaca

     ¿Quién eres?

- Creciste en una familia judía en la que los fallos no se toleraban. Día a día necesitabas demostrar que eras capaz en la competición que tenías con tus hermanos. Tal era el ansia por alcanzar a ser "perfectos" y ganarse la aprovación de sus padres y abuelos que todo comenzó a declinarse en encontrar la forma de hacer trampas para superarse los unos a los otros. Entonces empezaste a robar. Es curioso cómo de los más nobles deseos pueden llegar a aparecer instintos tan bajos como aquel. 

El castigo físico de aquella ocasión fue más duro de lo que esperabas, y mientras tus hermanos se reían a tus espaldas. No porque ellos no hubiesen robado también, sino porque a ellos no los habían pillado.

A medida que creciste, tu carácter se endureció por necesidad de supervivenia. No eras la más agraciada, pero eso nunca te importó. Tenías esa clase de inteligencia de los que saben encontrar lo que quieren encontrar. Y habías encontrado a qué querías dedicar el resto de tu vida.

     ¿Qué cambió?

- Algunos lo llamaron "golpe de humildad". Otros le quitaban importancia, asumiendo que lo superarías y seguirías siendo la misma mujer dura e incluso un poco despreciativa de siempre. Criarse rodeada de un entorno recubierto de una capa de misantropía te había marcado, pero por primera vez te has sentido rota, o quizás reflejada, y no sabes si te gusta o no lo que has encontrado. Hace apenas unas semanas de ese golpe, y solo ahora estás empezando a asentarte y tomar decisiones sobre lo que quieres para tí misma en adelante.

    Para terminar, responde tú a las siguientes preguntas:

¿Qué fue lo que pasó para que tus principios se tambalearan?
¿Cual ha sido tu peor pecado? ¿fue intencionado?
Si pudieses regresar atrás en tu vida ¿qué cambiarías?
Amplía algún otro dato de la historia que quieras desarrollar: (familia, metas, aspiraciones, forma de vida etc)

si noantes, en cuanto tenga rol doy cuerpo a mi pj

DESPROGRAMADORES:

Eres, dicho con pocas palabras, la herramienta de venganza de Hall. Te lo ha dicho y te ha enseñado lo que tienes que saber para ser Desprogramador, aunque nunca puedes estar seguro de cuando dice toda la verdad.

Fuiste capaz de comprender el verdadero motivo por el que están aquí desde el primer momento en que despertaste: recuperar el control de la Burbuja, que navega sin dueño desde hace demasiado tiempo. Desconocen qué pudo pasar con la anterior tripulación ni por qué les ha elegido, pero lo que si es seguro es que para pilotarlo y reescribir la tragedia que le sucedió a la humanidad es necesario controlar la nave. Ser uno con ella.

Y ustedes son los únicos que comprenden la verdadera responsabilidad que esto supone.

Cada noche, podrán elegir a alguien entre las personas que pueblan esta nave, y desprogramarlo.

Asimismo, cada noche pueden elegir a alguien que se quede vigilando, para evitar ser descubiertos, por si alguno de los otros dormidos tuviese ojos lo bastante atentos como para descubrirles, o llevar acciones que pudieran ser... inconvenientes.

Adicionalmente, una vez por partida y por mayoría, en lugar de matar pueden desplazarse desde la habitación que ocupen hasta cualquier otra que esté vacía (escogida al azar). Si creen que pueden ser descubiertos tal vez sea buena idea emplear esta capacidad.

Condiciones de victoria: Sobrevivir ya es de por si una buena motivación. Para que tu victoria sea completa, deberás eliminar al resto de programas que no sean Desprogramadores o aliados directos.

Desprogramador Binario

Eres un desprogramador... Te has especializado en ceros y unos, en verdadero o falso, en sí o no. Dos veces por partida puedes lanzar una pregunta a Hall que te podrá responder sólo con un sí o un no (pero no te matizará nada).

Además, la primera vez que alguien mire en tu interior fallará.

Luna siempre había sido en cierto modo ingénua. Nunca tuvo maldad, y solo quiso la aprobación de sus padres. Hubo alguna época en la que la mente de Luna no estaba nublada por el odio y los malos pensamientos. Pero la competencia con sus hermanos y el constante rechazo de sus padres poco a poco la fue haciendo quemazón. Venían malos tiempos y había que traer dinero a casa...  Poco a poco se fue construyendo una mujer dura, misántropa y arrogante.
Esta actitud venía macerándose desde la adolescencia, pero todo empeoró cierto día. La gota que colmó el vaso.
La ira del momento fue poco más que insoportable. Sus hermanos mofándose...  su madre llorando al tiempo que su padre la gritaba y la humillaba aún mas. Desheredada. Había traído la deshonra pública a su familia y el bulgo les señalaría siempre por la calle.
La pequeña Luna ya se había vuelto una cleptómana.
Ese día, tras haber robado en el supermercado, y habiendo sido perseguida y reducida delante de la plaza abarrotada de personas, acabó en el calabozo. A partir de ese día, las cosas no fueron tan malas... fueron mucho peores. Una gran ostia... un gran desengaño, y como secuela un agujero negro en su vida.

El tópico del padre frio, estricto y distante alcanzaba su máxima expresión en Erik Bielik, el padre de Luna. Este, era amigo del teniente coronel de la guardia civil desde su adolescencia. Cada año, el guardia civil, iba un par de veces a comer a casa con su familia. Un hombre muy respetado. Aparentemente era un hombre recto, justo, y sabía hacer su trabajo con mano dura. Pero la realidad era conocida por muy pocos. Aquel hombre era un jodido machista y un viejo lascivo. Seguro que ese cabrón ni siquiera era capaz de empalmarse.

El día del robo, el coronel fue a hablar con Luna en el calabozo. Tenía intención de soltarla, pero no sin antes tocarla y satisfacer su deseo de saborear aquel apetecible bocado.
Se propasó.
Como respuesta, Luna le asestó una gran patada en la entrepierna que le hizo retorcerse en el suelo como el gusano que era... y esto hizo que Luna recibiera una buena paliza. El desengaño que producía ver una figura paternal (que compartía mesa con tu familia desde que eras una cría) propasándose de esa manera, era algo intenso. Para ella, siempre había sido su tío. La realidad la golpeó de forma brutal.
Pasaron horas y horas, y finalmente su padre fue a hablar con el coronel.
Tuvieron una acalorada discusión en la que le pedía que la soltara. Y de hecho la soltó sin un solo cargo, pero en casa tuvo que ajustar cuentas con su padre. Cuando ella le explicó por qué el coronel le dio una paliza, el padre no la creyó. Los ojos del padre parecían drenar rabia por sus venas... estaban desorbitados, como los de un demente. Para Erik, Luna solo era una deshonra pública y una blasfema soltando tales calumnias sobre su amigo el respetado coronel. La paliza por parte de Erik fue bíblica, y le dejó marcas en el cuerpo que probablemente estuvieran ahí de por vida.

Tras semanas de silencio, de no comer, y de estar encerrada, Luna era una mujer nueva. Odio y misantropía. Estaba sola. Sola en el mundo contra un puñado de puercos gritones mezquinos y malolientes. Solo podía confiar en si misma.
Pasó algún año repudiada, y practicamente abandonó a su familia... solo veía a sus hermanos de vez en cuando, y aunque la querían, seguían siendo los mismos cabrones de siempre.
Abandono las puñeteras costumbres judías y la religión que tanto le había impuesto su padre... y al no tener ningún cargo, con el tiempo pudo entrar facilmente en la guardia civil. No estaba segura de si era lo que necesitaba, pero en ese momento era lo que quería.
La gente hablaba de ella... después de aquel ridículo escándalo público que conocía la mitad de los habitantes de la urbe ¿Cómo osaba hacerse agente de la ley? Tenía que ser una broma.

Cuando el teniente coronel se enteró de que estaba entrando a la guardia civil, la quiso tener cerca para jugar con ella y joderle la vida. La opresión no duró mucho tiempo pues Luna consiguió grabar al teniente coronel propasándose con ella, y de esta forma le tenía agarrado de los cojones. No solo le mantenía a raya, sino que tenía todo lo que quería y todas las facilidades que podía pedir.
Pasó un par de años, y ella se sentía a gusto en su puesto... pateando a esos machistas y malenates que impregnaban las calles.
¿Es que los hombres no tienen otra cosa que hacer? Dejando patente continuamente que tienen pene mediante berridos y peleas de gallos... piropos de mal gusto, y un gran eructo tras un grito: "¡Cerveza!"... Joder... son tan estúpidos que roza lo absurdo...  luego miradas por encima del hombro a cualquier mujer que pueda ser una amenaza para su virilidad.

A Luna le costó un tiempo hacerse respetar en el cuartel, y aun así lo que consiguió fue soledad y tensiones con el resto de compañeros. Pero a pesar de odiar a las personas, ella tenía las cosas controladas. Aquel gran teniente coronel ya no era más que un viejecito asustado y amargado al que tenía agarrado de los cojones, y la verdad es que eso le hacía más amena la vida. Luna no necesitaba nada... el único problema es que había entrado en un círculo de odio y soledad del que no podía salir y que se agravaba con el tiempo. Cualquier día podría hacer una locura.

Acabas de sufrir una interferencia. 

De algún modo, sabes que ahora alguien sabe lo que eres, pero... ¿no se suponía que la primera persona que lo intentase fallaría? Debe tratarse de otra cosa... ¿pero el qué?

Es entonces cuando tus ojos se abren en una segunda habitación.

Ahora controlas a dos Bots.

Sientes un mensaje alcanzarte. No sabes desde dónde ha venido, solo estas seguro de que no ha sido susurrado. Reprimes el escalofrío de pensar en qué demonios han podido hacerte para que te sea posible recibir mensajes de este modo, mientras lees.

¿Quieres respuestas? No esperes ¡Búscalas! no puedo alcanzarte y no sé si podré contactar una segunda vez contigo, pero no te conformes. Si has sido capaz de enlazarte con un Bot, úsalo. Solo tienes que encontrar las pistas. Si tienes suerte, tendrás que decidir qué hacer con lo que encuentres. Y recuerda que es posible que no todos los presentes sean de fiar.*

A partir de ahora, una vez al día (durante el periodo diurno) y en la habitación que ocupes te será posible realizar una tirada de búsqueda (1D20 oculto) Quien sabe, tal vez encuentres algo de utilidad.

A Luna no le gustaba lo que no podía controlar. Algo o alguien había contactado con ella. Cada vez mas inquietudes colmaban la mente, y muchas no iban a tener respuesta. La estaban incitando a buscar "pistas"... puede que incluso fuera hall induciéndola a actuar de forma independiente, o vete tu a saber qué. Fuera como fuere, lo desconocía.