Partida Rol por web

Los motores zumban al acelerar Hardenberger intentando huir del rayo tractor que os atrae a la fragata, lentamente. La nave comienza a agitarse muy suavemente y, conforme el piloto comienza a acelerar con más potencia, la agitación se va tornando más violenta. Parece que lo vais a conseguir, que vais a salir, pero cuando la vibración es más fuerte, oís un fuerte ruido, saltan algunas chispas de las paredes de el Trueno y los sistemas vuelven a caer.

Durante el resto de vuestro trayecto hacia el hangar de la fragata permanecéis a oscuras y poco después de que la nave se pose en tierra firme, la energía vuelve parcialmente para ofreceros luz en el Trueno.

La rampa de carga (no. 24) se abre a la velocidad habitual y permanecéis en silencio, cada uno en su posición. Hardenberger, Boq y Lunh se encuentran en la cabina (no. 1) mientras que HK se encuentra escondido dentro de un armario de seguridad (no. 25) y Wranwulf se mantiene oculto tras unos cajones al lado de la rampa.

Cuando ya comenzáis a pensar que la rampa se está abriendo muy lentamente, esta se detiene y comenzáis a oír pasos, que resuenan en toda la nave. Alguien está subiendo por ella.

Antes de que los sistemas volvieran a caer lograste averiguar que el motor de salto está escacharrado, no tira, tendrías que preguntarle a vuestro mecánico para saber que necesitaría para repararlo.

Cuando los pasos se detienen, podéis ver a un par de personajes que se han parado ya arriba del todo de la rampa. No os han visto todavía, quizá sea el momento de atacar o quizá podáis esperar.

Hardenberger lleva varios minutos mirando más allá de la cabina, con la vista puesta en un punto indeterminado mientras murmura a un volumen casi inaudible.

-¿Qué nos ha pasado? Tú y yo éramos uno. Hemos entregado paquetes más allá de Orión y nadie era capaz de escamotear mejor la mercancía robada. -Con un suspiro, el piloto baja la cabeza para mirar la botella, ya vacía, y solloza amargamente.

-La vida es tan injusta... Un día estás en la cima y al siguiente en un pozo compactador de residuos. En fin -añade encogiéndose de hombros y desenfundando el bláster- habrá que matar al que le haya hecho daño a mi pequeñina -afirma poniéndose a cubierto contra el marco de la última puerta del pasillo antes de llegar a la estancia principal (5).

Viendo que al final los han pescado, Lunh sale junto a Hardenberger blaster en mano de la cabina y se coloca en la esquina a la del piloto, para poder pillar por la espalda a quien sea que este subiendo por la rampa

El wookie espera agazapado con el hacha fuertemente agarrada, y salta sobre la cabeza del primero que pasa a su lado emprendiendo a golpes antes incluso de mirar a quién está triturando...

Hemos perdido el motor de salto, confirma lo que a estas alturas probablemente ya sabían Lungh y Hardenberger. 

El silencio da paso al sonido de los engranajes de la rampa principal de la nave. Segundos después de observar cómo el rodiano y Berg se dirigen hacia la estancia principal, Boq decide dirigirse hacia el almacén (18) a través del pasillo que lleva a la cápsula de escape.

Procura ir lo más sigilosamente posible, y en su camino desenfunda su pistola bláster.

- A la mierda. Se dice para si mismo el droide, mientras observa como el wookie se abalanza sobre el primer individuo y lo tritura con su hacha.
A continuación, poniendo su arma en modo aturdir revienta la puerta del armario y dispara contra su objetivo.

Poco después de que se detuvieran los dos visitantes de vuestro Trueno se dan la vuelta al escuchar unos pasos, al parecer, Hardenberger y Lunh no han sido lo suficientemente precavidos y han llegado a su punto estratégico para el combate haciendo más ruido que un bantha en una cacharrería.

Pero a pesar de todo no tienen tiempo de reaccionar, Wranwulf salta de detrás de unas cajas al lado de la rampa y hunde su vibro hacha en el craneo de uno de ellos, empujando su cuerpo y golpeando al segundo y alcanzándole con la hoja de la vibrohacha, no lo suficiente como para tumbarlo. Este segundo sujeto se zafa del cadáver de su compañero pero justo cuando va a disparar contra el wookiee, BOOM, la puerta del armario que hay en frente de la rampa de acceso se abre y HK-TR011 sale disparando en su dirección y haciéndole besar el suelo.

En el momento de euforia wookiee varios disparos atraviesan el umbral de la rampa. Doce disparos dan de lleno en el wookiee que se desploma en la parte superior de la rampa.

Justo has saltado sobre los dos malnacidos que se atrevían a abordar vuestra nave, cuando os habéis librado de ambos, al mirar hacia fuera, desde tu posición, puedes ver hasta doce personas más que, sin pensarlo abren fuego contra tí. Sientes como las luces y los sonidos se apagan a tu alrededor, sientes como caes al suelo.

Mientras te adentras en el almacén puedes oír los golpes del hacha del wookiee y sus rugidos, un disparo más y a los pocos instantes una rafaga de disparos, seguido de un golpe como de un cuerpo cayéndose.

El droide, atónito ante la oleada que se le viene encima corre hacía la esquina más próxima saltando por encima del wookie. Ya en su cobertura procesa los posibles acontecimientos mientras observa el humeante cuerpo de su compañero.

- [Grito] Wranwrulf no es hora de siestas. Levanta! Clama el robot sin éxito. El mercenario yace pegado al suelo como un sarlacc.

- Se acabaron las tonterías, venid a por mi hijos de hutta! Vuelve a gritar Hk esperando que sus compañeros se preparen para ir con todo contra los secuestradores.

Los disparos impactan con violencia contra los asaltantes. Mientras, el robot hace un gesto a lunh, que asoma por una esquina y le simula el lanzamiento de una granada con la esperanza de que lo vea.

Al escuchar los golpes, alaridos del wookie y disparos de bláster, el latido de su corazón empezó a aumentar el ritmo. 

Dirige lo más silenciosamente posible sus pasos hasta la puerta de la bodega de carga (22) que desemboca a la zona central de la nave. 

Se toma unos segundos en los que aprovecha para respirar profundamente y prepararse para disparar. A continuación pulsa el interruptor de apertura de la escotilla.

Sales a la parte superior de la rampa y te colocas en un lateral, intentando cubrirte para luego disparar, en la parte de abajo de la rampa ves un sustancioso grupo de doce tipos armados de los cuales solo llegas a tumbar a uno, en respuesta recibes una oleada de disparos.

Los rayos que salen de las carabinas que llevan te alcanzan inevitablemente, sientes como tus circuitos sufren un colapso y parece que te comiences a apagar.

Veis salir a Boq de la puerta del almacen (no 22) justo en el momento en el que HK se adelanta a la parte superior de la rampa para disparar a vuestros actuales enemigos.

Al lado de donde se encuentra disparando HK, en el suelo, se encuentran los cuerpos de dos enemigos, uno de ellos herido por el efecto de la vibrohacha del wookiee.

En respuesta a los disparos del droide once rayos de bláster impactan contra el. Notáis como los ojos del droide se apagan.

Ves a HK salír allí donde estabas tu hace unos instantes, disparando, muy heroico, puedes ver de reojo como uno de los enemigos cae pero no es suficiente para amedrentar a los once restantes, que le disparan. De pie como está puedes distinguir que los ojos se le apagan, aunque todo parece ser un sueño para ti.

Lunh ve como Wranwrulf y HK dan cuenta de los dos intrusos y justo cuando va a salir de su cobertura, el wookie cae fulminado por una andanada de laser. Con los ojos como platos, Lunh ve como HK le hace gestos que interpreta como una granada, para acto seguido recibir otra andanada que lo deja frito, lo que disipa las dudas respecto a la granada. Haciendole un gesto a Hardbenger para que se cubra, saca una de las granadas que lleva consigo desde siempre y la lanza hacia la rampa.

-Mi pobre nave. Tú yo hemos hecho entregas que habrían hecho palidecer...

Hardenberger sigue murmurando para sí mientras coge otra granada y, con una apatía extraña en él, la lanza al exterior a través dela rampa.

-Y luego está lo de mi tío -dice encogiéndose de hombros-. Siempre diciendo que nunca llegaré a nada en la... -un sonoro eructo finaliza la frase.

¡¡Pero corred y poneos a cubierto!! Maldito piloto borracho, ¡¡no hay tiempo para lamentos!! grita con la esperanza de que Berg y Lunh les hagan caso.

Mientras les grita, Boq se pone a cubierto detrás del umbral de la puerta de la Sala de Mantenimiento.

Desde donde se encuentran Lunh y Hardenberger es difícil saber hacia donde tirar las granadas, se las oye caer sobre la rampa y rodar durante un pequeño periodo de tiempo, se oye como caen por el lateral de la rampa y hacen explosión, pero no oís lamentos por parte de vuestros enemigos.

Poco después de la explosión, comenzáis a oír pasos, muchos, avanzando por la rampa. Veis como un sustancioso grupo, de más de una docena de enemigos comienza a pasar al interior de la nave. Aparecen unos 8 enemigos por cada uno de vosotros y os apuntan con sus armas, ya no os darán tiempo para rendiros.

Os fulminan sin problemas no teníais escapatoria. Al recibir los disparos sentís como comenzáis a perder el conocimiento, algunos pensáis si esto es el fin.