Partida Rol por web

Ha sido una mañana cálida y agradable, el sol despejó temprano el frío de la noche primaveral y la luz y calor han estimulado a las flores que embriagan con su aroma las calles de quizás la única ciudad que no huele mal del mundo.

Te encontrabas tranquilamente paseando por las calles que comunican las plazas centrales cuando un rumor te paraliza, un asesinato. No es que sea algo impactante de por sí, lo impactante es que se hable de él, dicen que están involucradas fuerzas malignas y que hay hechicería de por medio, pero eso suele significar otra cosa.

Te encuentras en el distrito del arte al sureste de la ciudad, has soportado la tentación de ir a fisgonear en cuanto te enteraste de lo ocurrido, pero ahora que ha pasado casi una hora puede que sea adecuado ver la escena.

La repentina casi colisión con otro viandante te saca de tus pensamientos -Disculpa, iba con prisa... ¿estás bien? -dice una mujer algo mayor que tú, pero no se detiene a escuchar tu respuesta.

Es curioso ver cómo la tragedia tiñe los lugares comunes transmutándolos en lugares huecos donde el paso del tiempo se arrastra más letamente.

He estado aquí decenas de veces, pero en estado de excitación febril que no atendía al número de escalones a superar, ni a la presencia de los paneles de algodón, que normalmente no dejan de ser fonfos para rostros felices, o a los tonos naranjas de las vidrieras, hoy con un tono metalizado que las hacen parecer imitaciones baratas o iluminadas por una luz mortecina.

Si los dueños del local no tenían nada que temer, estas sensaciones se verían atenuadas, si no, sus conciencias necesitarían tomar aire tras cada paso, y este parecía ser el caso del varón. La señora tenía las riendas que el mandato de Dagio le había dado y puede que maquinase usarlas a su favor. Sea como fuere, antes de ese esclarecedor interrogatorio de reservado tendría que esperar unas bocanadas de aire más...

- Por supuesto, así procederemos... Pero antes debemos inspeccionar el penúltimo lecho del difunto y, para ello, cuatro ojos ven más que dos.- Le contesto, dejando claro que seremos Gaaru y yo quienes nos dediquemos a esta tarea. - Han de acompañarnos, pero por ahora les solicito su silencio y paciencia. 

(Respondiendo "al aire", puesto que la mujer siguio su camino) -Le ruego me disculpe, fué culpa mia; tenia el pensamiento distraido por la belleza de la naturaleza.

Sigo a la mujer con la vista queriendo saber si me responde... e intentando saber el porque de un caminar tan rapido y tenso

EMO+Escrutinio= 

Motivo: Saber intenciones

Tirada: 6d8

Dificultad: 4+

Resultado: 6, 2, 8, 7, 3, 8 (Suma: 34)

Exitos: 4

Motivo: Saber intenciones

Tirada: 1d8

Dificultad: 4+

Resultado: 5 (Exito)+1= 6

Ves que al oír tu respuesta te sonríe aminorando su marcha durante un instante, pero enseguida vuelve a acelerar.

Le respondo con mi mejor sonrisa y me dispongo a seguirla con sutileza

Sigues a la mujer durante tres calles, te resulta fácil mantenerte oculto, pues ella no gira la cabeza en ningún momento.

Llegas a una casa que puede sea la suya, es una casa grande, del tipo de las que suelen alquilar habitaciones, no sabes si está alquilada o si es la propietaria.

El edificio como la mayoría, es un gran rectángulo de madera con techado de gran inclinación para no ceder ante el peso de la nieve en los meses de invierno. Descansa sobre una gran tarima que se apoya en pilares de piedra labrada.

Reconoces que es una vivienda por la distribución de las aberturas en la fachada a modo de ventana. Y también recuerdas que allí se aloja un tío, crees que de nombre Fodoi con el que trabajaste hace un tiempo.

Como todos los edificios de la ciudad está rodeado por su parcela, permitiendo la ventilación y el soleamiento. Nada más entrar ella salen dos hombres, al parecer padre e hijo por las edades, pero nunca se sabe.

Al ver la casa intento recordar a que se dedicaba el senor Fodoi, en que pude ayudarle, informacion sobre la familia, circulo social... cualquier informacion interesante.

Mientras que recuerdo, mirando al "padre y al hijo", les regalo mi mejor sonrisa y hago una ligera reverencia mientras les saludo: Ah! Que maravilloso dia que nos ofrece nuestra ciudad a finales de primavera

Al entrar en la habitación está todo perfectamente ordenado, el lecho bajo y amplio no tiene ropa de cama, el escaso mobiliario solo se compone de un galán (un perchero con forma de hombros para que la ropa no se deforme, como un maniquí sin cabeza brazos o piernas), una mesa baja junto a la cama y un pequeño arcón sin cerradura.

El silencio pesa en la habitación, hay mucha luz, pues el panel está quitado para permitir el saneamiento del ambiente.

Al entrar en la habitación veo que el lecho está ya vacío y percibo la corriente de aire del panel abierto para airear. Es un fastidio que el escenario ya haya sido manipulado, peor posiblemente ya habían comenzado a limpiarlo antes del incidente que le costó la vida... Permanezco en silencio, al no observar nada discordante, peor dejo espacio a Gaaru, por si sus sentidos estuviesen más afinados que los míos.

¿Quién estuvo limpiando la habitación antes de que llegáramos?

Quiero saber quien retiro la sábana y el panel, miro a Deno con leve gesto. Demósles la oportunidad de ser sinceros.

¿Por cúanto tiempo fue huesped la victima?

Olfateo el aire...Estimado Deno, ¿no aprecias un olor a cerrado?

Tengo dudas de que esta fuera la habitación usada...Me fijo mucho en el lenguaje corporal del hombre, puesto que parece mas nervioso y quizás pueda apreciar algún tic.

Si, lo recuerdas todo, el sujeto no era Fodoi, era un tal señor Madana, un cuarentón que se dedica a la madera y tiene suficientes ingresos como para permitirse molestar a otros para resolver sus asuntos. Hace dos años cuando estabas empezando en este mundo, le conseguiste una "audiencia" privada con la más hermosa flor (artista del mundo de la noche) de aquel momento, no fue fácil, pues no era dinero lo que ella ambicionaba. Por suerte para ti fuiste capaz de descubrir cual era su deseo, era una mujer extremadamente talentosa jugando al talgil y quería que se le reconociera esa habilidad jugando contra un reputado delegado de la ciudad. Al final conseguiste que ella jugara y venciera, y que el señor Madara te apoyara durante un año entero con su financiación.

El tío es un rata, vive alquilado por que al estar solo no quiere tener que gastar en limpieza de una gran casa. Pero luego derrocha en otros aspectos.

Mientras piensas como entrar sin parecer un acosador, la mujer vuelve a salir notablemente más tranquila, cuando cae en la cuenta de tu presencia se te acerca

-No era consciente de que todavía atrajera así a los jóvenes. -te dice con una voz cargada de matices, ahora que la ves con más calma notas que debe pasar de los treinta (tu edad debe estar entre 19 y 23) -Me gustaría conocer el nombre de aquel que sigue mi estela. -en esa última frase notas un leve peligro, como una advertencia de que no es tonta, y no la trates como tal

-Le ruego me disculpe mi falta de modales. Me llamo Hokelsa, Hokelsa Kil -digo haciendo una reverencia un poco mas acentuada que ligera, pero sin que se pueda malinterpretar. -Y el señor Madana me conoce bien añado con una gran sonrisa.

-Aunque es cierto que su belleza es comparable a las flores del cerezo en el resplandor del amanecer, con los mismos matices que su perfume dejado en la estela, que admito, ha sido un placer que el azar me agraciase de ella en mi caminar; debo admitir que mi presencia es puramente de cortesía, pues hace tiempo que no se del señor Madana y es mi deber de velar por el bienestar de mis clientes.

-Sería muy divertido que ahora no os dijera mi nombre señor Hokelsa, quizás la próxima vez que nos veamos si siguen saliendo tan agradables sonidos de ti te lo diga. Ahora no deseo robarte tiempo de atender a tu cliente. -dicho esto se dispone a seguir su camino, pero no lo hace inmediatamente como dándote tiempo a responder.

-Que esencia cruel no daria el regalo de su nombre al mas embelesado de sus seguidores?. Le digo dando un ligero paso hacia ella.

Estoy seguro de que mis menesteres pueden esperar 3 segundos por un regalo de este tipo senora. Oh! ya entiendo, seguro debe tener un hombre galante en su ... diciendo esto; dejando la frase sin terminar, miro en direccion del padre.

-Oh el señor Fégoda era muy amable, el mismo retiró las sábanas en las dos ocasiones que se quedó aquí, mientras tomaba un poco de agua acitrada antes de irse entré a retirar el panel y recoger las sábanas que el dejaba plegadas, luego salimos a despedirle, era un cliente maravilloso. Pedía las cosas con mucha educación incluso cuando había ingerido grandes cantidades de alcohol, y las mujeres no huían su presencia, las dos noches las pasó con Keldairai, si se esperan aquí un par de horas vendrá y podréis hablar con ella.

El hombre asiente a los comentarios de la mujer, pero al final rompe su silencio -Por favor honorables protectores, sé que hay algo extraño en esto, lamento mucho la muerte de ese hombre, no le conocía de mucho pero era un hombre muy amable, pero lo que temo ahora es que esto manche el nombre de mi casa, hay rumores... y no son tan infundados como pueda parecer, no sé mucho del tema, pero si lo suficiente para decir que lo que mató a ese hombre no era humano. Lo digo por su forma de desaparecer después, fue demasiado rápido, no se como expresarlo... sus movimientos no eran naturales. Creo que eso ha provocado los rumores, alguien lo vería desde una ventana, no lo sé.

La mujer empalidece de repente -Idiota, nos dijeron que declarásemos por separado, ahora no pueden comprobar la veracidad de nuestro testimonio, madre tenía razón, no entiendes como funciona la sociedad más allá del dinero. 

-No me llames idiota mujer, tu no te habías dado cuenta de eso, por eso estás tan tranquila, o ¿ahora me vas a decir que sí notaste algo extraño?

-Eso no importa, discúlpennos honorables protectores. -dice la mujer volviendo a dirigirse a vosotros -Volveremos a mantener silencio.

-Sigues diciendo palabras bonitas, pero quizás si sea un espíritu caprichoso como dices, no me acuses de crueldad por querer disfrutar de un entrenimiento cuando se me presenta. -de repente te regala una sonrisa que despeja toda duda, esa mujer fue en otro tiempo una experta en el arte de manipular el corazón de los hombres, la edad ha hecho mella pero si tiene una belleza que puede sacar a relucir con un poco de mimo, hace diez años debió ser una mujer muy peligrosa.

-Si en lugar de momento decides retrasar tu cita de forma indefinida te dejaré acompañarme, pero he de seguir con mi día ya es pasado el mediodía y deseo comer.

-Era una visita de cortesia... asi que creo que esta podra esperar. Le digo esbozando una sonrisa, poniendome a su lado y proponiendole mi brazo para andar juntos. Sera todo un placer poder conocer a una criatura tan misteriosa, y quizas, hasta llegar a saber su nombre despues de comer.

Quizas pueda proponerle algun establecimiento donde poder comer tranquilos con una buena conversacion. Que me dice? Esta vez, pongo enfasis en mi invitacion.

-Ya veo, gracias honorable Karu -digo volviendo a guardar el sobre en la cartera, luego recupero la atención de la situación. -Si Deno, como no sabemos el tiempo que puede llevar, nos veremos aquí en la brisa cálida para cenar. -me giro para volver el rostro a los dos protectores que no se han marchado y al siervo -De acuerdo, le seguiremos a palacio, pero por favor evite la tentación de cambiar las condiciones expuestas, modificándolas o ampliándolas, o me veré obligado a autorizar y solicitar a los honorables señores que nos acompañan a que empleen la fuerza. Usted -digo al siervo de Askuro -será uno de los que acarreará en cuerpo, ayudado intermitentemente por uno de nosotros.

Dicho esto espero a ver si hay alguna objeción o contrapropuesa.

El siervo de Askuro se agacha y recoge el cuerpo para añadir -No necesitaré ayuda, el palacio está cerca de aquí. 

Dicho eso empieza a caminar de forma pesada.