Partida Rol por web

Todavía aturdida por el encontronazo con la puerta, me encontraba tumbada en el suelo sangrando por el labio y cuando pude ser consciente de lo que pasaba vi que Artemis se alejaba de mi y me dejaba a unos pasos de un mortífago, me había dejado sola, yo intentaba salvarle y él me había dejado allí cual cucaracha, entonces lo entendí, había ido para ayudar a Ginevra, la chica aquella que era medio veela. Él ya había hecho su decisión, ¿Profesor Diggory? Veo al profesor de defensa contra las artes oscuras delante mio, acaso iba a enfrentarse al mortífago, luego observo al director acercarse también, estoy en medio por querer ayudar a alguien que me ha abandonado a mi suerte. No puedo controlar mis lágrimas, jamás volveré a ayudar a nadie que no se lo haya merecido antes.

La vista de Ray se debatía entre aquel mortífago de aspecto siniestro, la sola presencia del cual intimidaba a cualquiera, y  de Thad, el cual aún seguía inconsciente a sus pies. El joven Yaxley no tardó en agacharse y tratar de arrastrar el cuerpo inerte de su amigo, cuando comprobó que algunos de sus compañeros también habían decidido intervenir. Oliver fue el primero en posicionarse al frente y hacerle frente al mortífago, a los que se sumaron Esther y posteriormente Marnie, está última con los cascos del joven Castle, que con toda seguridad le ayudarían enncuanto recuperase la conciencia.

Aunque desplazar a rastras a Thad no suponía una gran dificultad, la situación no era fácil y todo resultaba más precipitado y torpe de lo normal. Solo cuando lograron moverlo hasta debajo de la mesa de Slytherin para resguardarlo fue cuando Ray respiró momentáneamente aliviado,morro entonces se percató que Gin también había sucumbido a la presión, lo cual no eran para menos sabiendo lo mucho que habían sufrido ella y su hermana en el pasado.

- ¡Oh no! ¡Gin! Ya voy para allá de inmediato... - susurró el joven más para si mismo que otra cosa, dado que su hermana probablemente no podía escucharle. 

Y sacando la varita de su túnica para afrontar cualquier eventualidad, se dispuso a moverse hacia su hermana en cuanto pudiese, no sin antes agradecerles a sus compañeros que estuviesen allí de pie.

- Gracias chicos. Marnie, hazte cargo de Thad hasta que recupere la consciencia, por favor. Voy a socorrer a mi hermana...

Temblaba notoriamente, pero tenía la varita bien agarrada, y apuntando directo al mortifago. Apreté los dientes para que no castañearan y miré fijamente a ... la persona que tenía en frente. Era dificil recordar eso cuando llevaban esas mascaras y para ellos no eramos más que cuerpos por caer.

Repasé mentalmente los libros buscando algún hechizo que sirviera para algo pero todo lo que habíamos visto era tan basico. El movimiento de mis compañeros me llamó la atención, y miré alrededor, todos estaban cubriendo y ocultando a los que por alguna u otra razón habían acabado en el suelo. Me acerqué a Alenia, caminando lentamente de lado, sin apartar la vista de la mascara, hasta situarme frente a ella. Francamente veía más problable que el profesor de DCAO se apartara del camino ante el primer hechizo antes de que se quedase a protegerla.

Me acerco corriendo a donde están Ray, Marnie y Thad.

¿Estás bien Thad? Todo es por mi culpa, te prometo que no volveré a dejarte solo, pero solo ponte bien ¿vale? Le abrazo fuertemente mientras miro desafiante a Asenath.

El plan había sido un éxito, ninguno de los alumnos se atrevió a lanzarme nada, ni siquiera mis compañeros se percataron de mi transformación en el profesor de DCAO, demasiado distraídos lanzándose comida a la cara.

Me dirigía con paso firme hacia la puerta del Gran Comedor, y no fui el único, Artemis y otros alumnos de otras casas que no conocía también lo hacían. De pronto las puertas se abrieron de golpe, hiriendo levemente a Artemis y a una chica de Slytherin, y tras el umbral, se encontraba un tío enmascarado, un Mortífago.

El silencio reinó en el Comedor. Director y Mortífago mantuvieron una conversación en la distancia, algunos alumnos y compañeros empezaron a desfallecer en el suelo, quizás por el miedo, la confusión o algún encantamiento.

El director se acercó a nuestra posición, siendo probable que pronto hubiera un enfrentamiento entre ambos. - Será mejor que me largue antes de que la cosa se ponga más fea y me pille en medio- pensé.

Justo en ese instante, la chica con el labio partido pronunció el nombre del profesor Diggory, la observé unos instantes mientras me debatía que hacer. 

No tardé en reaccionar, me dirigí hacia la chica que estaba tendida en el suelo -Tranquila ya estoy aquí- la tomé en brazos y la levanté, luego miré a la chica Ravenclaw - Acompáñame no te pasará nada- 

-Director, voy a llevarlas a la enfermería, le encargo el resto- Dije mientras no quitaba ojo al mortífago, y comencé a andar hacia la puerta cargando en brazos a una y seguida de cerca por la otra.

Al llegar al umbral crucé la mirada con el Mortífago, y continué la marcha, sabiendo que el Director nos protegería en caso de ser necesario.

- Marnie... 

Entorno los ojos mirando a mi alrededor, veo a Wynnona llorando y a Ray, no entiendo la situación pero me es igual, lo importante es lo importante.

- Ray... Protege a Marnie y a Esther... Ellas... protégelas... Diggory no es Diggory, el mortífago es...

Vuelvo a caer inconsciente pero esta vez con los auriculares puestos a los lados de la cabeza.

Justo en ese instante en que me acercaba a la puerta de donde había aparecido el mortífago, la chica con el labio partido pronunció mi nombre, la observé unos instantes mientras me debatía que hacer. 

No tardé en reaccionar, me dirigí hacia la chica que estaba tendida en el suelo -Tranquila ya estoy aquí- la tomé en brazos y la levanté, luego miré a la chica Ravenclaw - Acompáñame no te pasará nada- 

-Director, voy a llevarlas a la enfermería, le encargo el resto- Dije mientras no quitaba ojo al mortífago, y comencé a andar hacia la puerta cargando en brazos a una y seguida de cerca por la otra.

Al llegar al umbral crucé la mirada con el Mortífago, y continué la marcha.

La guerra de comida fue algo espectacular, como me pude reír, la verdad hacía ya mucho que no reía de esa manera que mejor que descargar mis frustraciones bañando en salsa y pastel a algún descuidado.

Me encontraba sentado en mi asiento extrañamente limpio ya sea por suerte o por planeación propia de no involucrarme en la línea directa de tiro. Fue allí cuando Alenia se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta del salón con un chico de Gryffindor y el profesor Diggory detrás, al principio no preste mucha atención puesto que estaba disfrutando del infortunio de los demás, cuando de la nada la puerta se abre ferozmente y un individuo utilizando una máscara y palabras espeluznantes entro en el gran salón, no fue una imagen que no trajeran recuerdos de mi primer año, sentí como el tiempo se ralentizaba cuando observaba uno que otro Griffindor y Ravenclaw levantarse con sus varitas, tal y como dijo mi padre “Los primeros en levantarse serán los primeros en caer”, de todos solo Ariana con su cara empastelada parecía ser la más coherente, pero mientras observaba aquellos estudiantes temblorosos pude notar como yo mismo me encontraba estremeciéndome, no sé si fue por el profundo miedo, o por el gran odio y rencor que les tengo, probablemente ambos…

Convenientemente mi varita ya se encontraba en mi mano para cuando todo esto ocurrió, no quiero hacer ningún movimiento repentino pues la tensión en el salón puede romperse en cualquier momento, Diggory y el Director Dumbledore se encontraban haciéndole frente a esta figura, mientras otros pateaban a sus amigos o hermanas intentándolos esconder debajo de la mesa, como si eso fuese a funcionar… ya mis propias experiencias me han enseñado que no importa dónde te escondas si eres débil solo puedes depender de los fuertes para sobrevivir.

Pacientemente esperé sentado, intentando enmascarar mi odio y miedo con muy poca efectividad.

Nuevo orden de posteo por alusiones y por actuaciones de los demás:

RAY

GINEVRA

MARNIE

ESTHER

WYNNONA

Máster, creo que la situación lo vale.... Me gustaría gastar un punto de suerte en "vidente" para saber qué ocurrirá en un futuro más inmediato para saber cómo debería actuar. (Ya sea correr hacia Gin... unirme en la pelea con Marnie, Esther y Oliver contra el mortífago... Tirar de sus túnicas para evitar que le impacte algún hechizo a alguno de ellos...). Algo así.

Espero tu respuesta y ya hago mis post.

Primera opción: Ves al mortífago atacar a Dumbledore después de una charla que no acabas de comprender, Dumbledore usa protego totallum aunque tan sólo puedes ver una esfera que lo envuelve a él y a los más cercanos. Todos los profesores se levantan y echan carrera hacia el mortífago, todos atacan y todos fallan, Dumbledore se echa a un lado y apunta con su varita al mortífago y dice: Revelio. Una maqueta de Hogwarts destruido aparece en su lugar y en el suelo, una serpiente enroscándose a la torre de astronomía salta hacia Dumbledore y este la agarra con la mano derecha justo antes de convertirla en un globo de helio rojo que asciende por la sala hasta el techo, su mano queda negra de algo parecido al petroleo, luego ves a las hermanas Ollivander en el suelo, un charco de sangre las rodea la cabeza.

¡TODOS A SUS HABITACIONES YA! Dice McGonagall y en cuestión de segundos se vacía el gran comedor.

Segunda opción: Ves claramente como el enmascarado se quita la máscara y es un Percival Graves sonriente quien hay al otro lado, el director Dumbledore se da la vuelta y dice:

Ejercicio de práctica y simulacro de emergencia terminado, 200 puntos para Gryffindor y 180 para Slytherin. Ahora todos a la cama inmediatamente. 

En aquel instante Ray solo tenía en mente una sola imagen, un solo propósito. Ir corriendo hasta donde estaba su hermana y abrazarla para protegerla aunque fuese a costa de su vida. Sabía lo muchísimo que su hermana había sufrido de pequeña cuando fueron atacados por mortífagos, y estaba completamente seguro que ahora mismo Gin estaba sufriendo muchísimo, reviviendo una vez más todo lo acontecido aquel lúgubre día en el que la madre de ambos fue asesinada.

Ya estaba dispuesto a dar el primer paso hacia Ginevra cuando su mente se puso completamente en blanco y se materializaron otras imágenes totalmente distintas. Anunciaban algo que podía acontecer en escasos segundos. No era la primera vez que Ray sufría de una especie de visión extraña, pero, sabiendo que no era para tomárselo a broma, cambió de inmediato de parecer. Girando su cuerpo sobre si mismo, corrió y se lanzó sobre las dos hermanas Ollivander para placarlas de forma que los tres terminasen tumbados en la mesa. 

- Lo siento mucho... - les susurró a ambas jóvenes al caer sobre ellas en una especie de abrazo protector. Se que no lo entendéis, pero...

Marnie sintió como algo o alguien la golpeaba y su cuerpo chocaba contra la mesa, había caido junto a su hermana y al girar la cabeza comprobó que se trataba de Ray, el cual se "disculpaba" algo alterado.

La pequeña de las Ollivander automáticamente miró al mortifago y lo entendió, estaban en peligro y Ray lo sabía ¿Una visión? ¿intuición? Lo desconocía, palideció al instante y el pánico se dibujo en su cara. Marnie decidió hacer caso a su amigo y tiró de Ray y su hermana hacia un lado de la mesa con la intención de que los tres quedaran bajo ella si se dejaban guiar.

Sentí el empujón de ese maldito de Ray cayendo sobre mí y sobre Marnie, antes de que pudiera hacer nada para evitarlo, lanzándonos a las dos sobre la mesa. Supongo que quería protegernos, pero yo no necesitaba protección. Mi hermana tampoco, tal y como me había dicho, pero yo estaba allí para eso. Era mi obligación. Pero Ray... él no tenía que cuidarnos ni nada por el estilo.

Así que en cuanto caímos, me revolví.

-¡Pero qué estás haciendo! ¡Quítate de encima! -le gruñí.

Entonces miré a Marnie y vi que estaba asustada. Yo la miré, y entendí algo que más tarde recordaría siempre. No se trataba solo de proteger, o tener miedo, sino de estar sola. Marnie estaba asustada y no quería estar oculta mientras los demás no lo estábamos. Si ella estaba allí abajo, necesitaba que su hermana también lo estuviera... y también yo, desde luego. A pesar de que lo negara una y otra vez, Marnie era todo lo que tenía, a quien más quería en el mundo y por supuesto, a la última persona a quien deseaba ver sufrir.

Así al mirar sus ojos abiertos de par en par y su gesto mudo, agarré su mano y me abracé a ella, no tanto para protegernos, como para estar una junto a la otra.

Tendida en el suelo, en medio de la comida que sus compañeros habían lanzado, había caído la pequeña peliblanca, luego le dolería la cabeza y el resto de su cuerpo, claro, cuando despertara, porque en ese momento estaba lejos de hacerlo, tendida, ahí, inmóvil, mientras su terror la desconectaba del peligro y de todo lo que la rodeaba. ¿Cuánto olvidaría? ¿Cuánto dejaría de estar en su memoria?, podrían ser solo algunas horas, podrían ser solo unos días, podrían ser meses, aunque solo una vez olvido tanto tiempo que debieron contarle que su madre había muerto; aunque desde aquel momento no había estado frente a un mortifago, pues el primer día del año pasado no había estado en ese momento.

Sus labios estaban apretados, el rictus de sus labios era tenso, su mandíbula estaba apretada al igual que sus puños, en donde los nudillos estaban apretados, muy apretados. Su padre debería estar cerca, su padre sabía lo que su hija estaba pasando. 

Me inclino y pego mi cabeza a la de Thad, me pongo a llorar suavemente para que no se me oiga. Te juro que jamás volveré a darte la espalda Thad.

Al llegar donde Ginevra, rápidamente me arrodillo a su lado y la tomó en brazos intentando hacerla reaccionar sin efecto alguno.

¡Vamos Gin! ¡No me hagas esto! Prometiste ser mi amiga por siempre, vamos reacciona por favor. - exclamo con la voz entrecortada  mientras trato de llevarla hacia abajo de la mesa para sacarla del campo visual del mortífago.

Por favor abre esos hermosos ojos tuyos, no te atrevas a dejarme Ginevra Yaxley. - clamo al borde de las lágrimas mientras lucho por ponerla a salvo del mortífago a quien ya odiaba más que al infierno mismo.