Partida Rol por web

Terminada la reunión con Gloin, tenéis suficiente información para llevar a cabo la misión que se os ha encomendado. Animados, os reunís de nuevo en la Flecha Negra para planificar el viaje. Algunos de vosotros habéis viajado por las Tierras Ásperas pero lo que os plantea Gloin es un viaje por el extremo este de la misma, apenas conocido para la mayoría de vosotros.

- Voto por ir por el río, en un esquife. Podemos aprovechar la corriente, e iremos mucho más rápido. ¡No os preocupéis por si vuelca! Mi padre decía que soy uno con la barca.

Me inclino sobre el mapa, buscando mi viejo truco. No siempre lo encuentro. No se me dan muy bien los mapas.

- Mirad, por el margen de esta zona hay un pequeño afluente, por el que podemos cortar y cerrar camino. Pero no es fácil de encontrar. Está solo al comienzo del recorrido. La verdad, nunca he ido hasta tan lejos.

Sarunniel asiente a las palabras de Holdin:

"Estoy de acuerdo, lo mejor es descender en bote por el Anduin hasta el Camino del Bosque Viejo y seguir los mismos pasos que siguieron aquellos a quienes buscamos. Una vez dejemos los botes, esas tierras me son bien conocidas, puedo encontrar senderos invisibles a ojos poco avezados que a buen seguro aligerarán la duración de nuestra travesía a pie por el bosque"

A Brann le gustaba navegar en bote, por lo que la idea de hacer la primera parte del camino por ese medio fue bien acogida por el hombre.

Un viajecito en bote nunca está de más, así iremos más frescos cuando entremos en el bosque. Sonrió Brann.

Sin casi tiempo para asimilarlo, la aventura estaba servida. Hacía mucho que no hacía un gran recorrido, la mayoría del tiempo se encontraba en la ciudad o alrededores, por lo que le agradaba poder volver a ver mundo.

Thror bufó. No era experto en mapas. A decir verdad, ni siquiera le gustaban. Prefería orientarse por sus sentidos y su conocimiento sobre los caminos anteriormente recorridos. Así que fue Precavido y no dijo ninguna insensatez, limitándose a escuchar y a asentir sobre las sugerencias que se decían.

-Veo bien vuestras ideas. También poseo muy buenos conocimientos de la zona, puedo guiaros por la ruta más segura o iros abriendo el camino.

Estudiado el recorrido hasta el Camino del Bosque Viejo es hora de plantearse cómo realizar el viaje. No os debería suponer grandes problemas, el papel de Gloin es claro y se os permite haceros con un esquife del puerto de Esgaroth. Los esquifes de la Ciudad del Lago son bellos botes de madera con capacidad para dos, cuatro u ocho remeros dirigidos por un timonel mediante un timón lateral. La proa de muchos de ellos presentan bellas tallas de cabezas de cisnes aunque los más nuevos, sin embargo, presentan las formas de un dragón.

¿Qué esquife escogéis, qué preparativos finales queréis hacer antes de partir... y hacia dónde os dirigiréis?

Mientras camino por el puerto, veo los distintos esquifes, comentando con Brann las características de ese o aquel.

- Demasiado grande, Brann, no merece la pena alquilar ese de nueve plazas, ¿no crees? Creo que aquel es algo pesado; más atrás vimos otro, el de la proa de cisne y la vela azul; puestos a elegir dos naves iguales, mejor la más barata. Me gusta el aspecto del timón de ese, pero su vela es algo pequeña, ¿qué te parece?

Mientras, pienso en la dirección que el barco debe tomar.

"No vi mi atajo en el mapa, pero creo que aún así deberíamos intentarlo... Si lo encontramos, ahorraremos camino; y si no, no perdermos más de un día. Espero."

Acostumbrada a viajar a pie, Sarunniel prefiere dejar en manos de los dos hombres la elección del esquife que habría de guiarlos Anduin abajo en la búsqueda de los dos enanos desaparecidos. Normalmente viaja ligera, así que prepara sus escasas pertenencias para el viaje, prestando especial cuidado en su fabuloso arco de los bosques.

- Será mejor que viajemos ligeros, mellyn. Carguemos las mínimas provisiones indispensables en el bote, el bosque puede proporcionarnos suficientes víveres y no creo que sea muy conveniente sobrecargar los esquifes - dice mientras una sombra de duda asoma a su rostro al observar el estado de alguna de las naves.

Una vez en el puerto, tocaba elegir transporte para navegar por el río. Había bastantes embarcaciones para elegir, pero había que escoger bien o lo lamentarían más tarde.

Sí, es una vela un poco pequeña, busquemos una un poco más grande para poder aprovechar mejor el viento; El de al lado parece estar bien, es muy similar y la vela es algo más grande. Como no somo muchos yo creo que nos viene bien, tampoco necesitamos mucho espacio. Comentaba Brann mientras caminaba señalando embarcaciones.

-*Si los enanos hubiesemos sido creados para viajar por las aguas, habríamos nacido con aletas.*- Masculló para si mismo. No le gustaba la idea de viajar en bote, aunque sabía claramente que ahorrarían mucho tiempo en el viaje. Dejó a los dos hombres que eligiesen el medio de transporte mientras quedaba con gesto distraído mirando la nada, intentando evitar el contacto con la elfa.

- Aquel entonces, decidido.

Me giro a mis compañeros.

- Emocionaos, pues partimos en busca de aventuras, para proteger al que necesita ser protegido y para explorar lo que necesita ser explorado. ¡Alegráos! ¡La gloria nos espera!

Elegimos un bote no demasiado amplio, de velas verdes y una cabeza de un cisne en la proa.

Elegido el esquife y tomadas las provisiones necesarias para unos días de viaje, bien temprano marcháis por la mañana siguiente. El primer paso del viaje es atravesar el Lago Largo en dirección sur hacia el Río Rápido. La extensión del lago es tan grande que prácticamente tenéis que dedicar un solo día a llevar a término el trayecto. Las brumas matutinas se despejan a la salida del sol, la cual cosa os permite ver el lago como un immenso espejo.

Al caer la tarde vuestro trayecto os lleva a la Escalera de Girion, un camino pavimentado que salva las pronunciadas cascadas que conectan el Lago Largo y el Río Rápido. El rugido del agua es claramente audible a medida que os acercáis. Unos muelles permiten atrancar los esquifes, que son transportados hasta el curso del Río Rápido mediante un camino pavimentado construídos hace siglos por canteros enanos. La operación es algo laboriosa de llevar a cabo así que los porteadores os recomiendan que acampéis en los alrededores para continuar el trayecto por la mañana siguiente.

No os parece un lugar muy transitado. De hecho, os cuentan, nunca lo ha sido. Ni siquiera en los últimos meses con la noticia de la celebración de la Reunión de los Cinco Ejércitos. Los comerciantes prefieren hacer el camino a pie y no tener que salvar el obstáculo de la Escalera. Al caer la noche, diversos porteadores charlan alrededor de una fogata.

Le doy un par de monedas al porteador, guiñándole un ojo.

- Gracias jefe.

Después, mientras nos llevan nuestra barca al otro lado, me pongo al lado de Brann, hablando con él.

- Oye, ¿has viajado alguna vez por aquí, hacia al sur? Quiero decir, yo voy por las aldeas y he cogido esta puerta dos o tres veces desde hace unos años, pero tampoco he ido tan río abajo. ¿Sabes qué podemos encontrar?

Sarunniel se arrima al calor de la fogata donde los porteadores departen amigablemente. Al principio se muestra reservada, simplemente escuchando las viejas historias de los hombres, pero poco a poco va metiéndose en la conversación y al cabo de un rato se ofrece a compartir un antiguo poema élfico con los presentes.

- "No tengo el talento de mi madre para las artes, pero me gustaría compartir con todos esta antigua balada que me enseñó durante nuestra estancia en el valle de Imladris"

Ciertamente, no se podía decir que la elfa tuviese demasiadas dotes artísticas, ya que su interpretación se quedó muy lejos de tocar el espíritu y los sentimientos de quienes la escuchaban.

El grupo de porteadores está animado, no reciben visitas demasiado a menudo y sienten cierta curiosidad per Sarunniel. A pesar de no haberse mostrado muy hábil cantando baladas élficas, todos ellos la escuchan con aparente interés.

- Jamás habíamos oído esa balada. Parece hablar de tiempos pasados. ¿Qué os trae por aquí? - dice uno de los porteadores.

Contesto de buena gana pero sin dar demasiados detalles sobre la naturaleza de nuestra misión:

-"Viajo al sur junto a varios compañeros" dice mientras señala con un gesto de la cabeza a los dos hombres que charlan a pocos metros de ellos, y al malhumorado enano que lleva todo el viaje quejándose por las incomodidades del medio de transporte elegido. "Nuestra intención es continuar por el Celduin hasta llegar al Camino del Bosque Viejo. Una vez lo alcancemos, tomaremos rumbo al oeste, internándonos en el Gran Bosque."

- "¿Llevan mucho tiempo viajando por estos caminos como porteadores? Aunque conozco el Bosque muy bien, a buen seguro que podría aceptar cualquier consejo relativo a nuestro viaje, puesto que hace tiempo que no transito estos parajes y mucho puede haber cambiado desde entonces"

Brann observaba como colocaban la nave que acababan de escoger cuando Holdir se le acercó preguntando por el recorrido.

Hace un tiempo que no recorro el río, pero no te preocupes, sé que más al sur hay unas grandes cascadas, pero no llegaremos tan lejos en bote. Comentó Brann recordando el trayecto, que no transitaba desde hacía tiempo.

- Fantástico, en ese caso. Deduzco que unas cascadas son demasiado para mi nivel de pericia al timón, pero si no llegamos a ellas, no hay de que preocuparse. Deberíamos unirnos a Sarunniel. ¡No quiero perder la oportunidad de añadir alguna canción élfica a mi repertorio!

Me siento junto a los porteadores, afinando mi violín, y les hablo rápido, antes de empezar a tocar:

- Sarunniel quiere preguntar si alguien ha pasado por aquí recientemente. Quiero decir, es cierto que este camino aún necesita recuperar parte de su anterior ajetreo, pero me cuesta creer que no haya gente que venga por aquí. ¿Nadie viene por aquí?

El viaje en bote le había dejado con mal cuerpo. Al llegar,  y ser recibidos por los portadores, el grupo decidió acampar para continuar al día siguiente por recomendación de éstos. La charla empezó a amenizarse entre cantos y temas varios, logrando llegar a desesperar a Thror ante la pasividad de sus compañeros:

Maldición, dejaos de palabrería inútil. A ver muchachos, hemos venido a buscar a un par de enanos desaparecidos. Seguimos el camino que probablemente habrán tomado los mismos. ¿Habeís visto pasar por aquí a algún enano en los últimos días?