Partida Rol por web

Sin hacer mucho caso a la llegada de Cross, me dirijo a Samuel y le susurro algo.

Luego respondo a Amparo, en voz más alta: Señorita Romero, pregúntele al Italiano si comparte con usted su opinión de que el tal Maximiliano no le provocó.

En cuanto a usted Cross, no se como se las arregla. Siempre pasa algo anormal que hace que usted vaya por su cuenta y se entere de todo. No se si felicitarle por su clarividencia para saber donde meterse y en que momento hacerlo, o por el contrario plantearme si es seguro que usted siga haciendo lo que le salga en gana sin ningun tipo de control por parte del grupo. Dígamelo, qué debo hacer? - requiero del estadounidense tras dirigirme a los demás.

Mi buen Samuel, tal vez tengan razón y debamos... curar al ganado. Lo que no es menos cierto es que la intervención, además de difícil y arriesgada, sería tremendamente dolorosa y precisaría de algún tipo de distracción fuerte o, si pudiera ser... algún anestésico general. Creo que esta parte puedo dejarla en sus manos, ya decida usted ensimismarlo con su absorvente presencia o... anestesiarlo. - comento a oídos de Malone con una voz propia de un visir que susurra a su sultán lo que tal vez no debiera susurrar.

Mi mente se evade durante un instante tras escuchar al doctor. - ¿Quién iba a pensarlo? Recurro a los brujahs buscando ayuda en la Camarilla y acabo codeándome con el Sabatt. Parece que tengo más en común con ellos, o tal vez es que ellos tengan más sentido común que la Camarilla.

Me parece una buena idea doctor, trataré de hacer algo sin que los demás se alerten, parece que a algunos no les convencen mis métodos.

Tras dirigir unas breves palabras a Jose Méndez me vuelvo al humano con mirada tranquila y voz suave le susurro. - Muy bien Maximiliano, vamos a tratar de curarte ese brazo pero para ello necesitamos de tu colaboración: debes permanecer quieto y callado, no digas ni una palabra ni muevas ni un músculo...

No me van hacer mas daño verdad? - dice Maximiliano totalmente atemorizado...

Maldigo en ruso cuando ella decide contestar el telefono y me acomodo la ropa observandola en silencio y sorprendiendome de cuanto pudimos avanzar sin proponernoslo

Que diablos esta sucediendo....no debemos sentirnos asi...somos no.vivos....no debo hacer esto Observo continuamente al suelo y a Beatriz quien habla bastante nerviosa por el telefono.

Observo hacia el cielo como quien busca un Dios que seguramente no existe No debo confiar tan facil...ya ha sucedido antes...siempre te traicionan

A pesar que al parecer el estupido de cross ha llegado permanezco cerca de Beatriz, claro lo mas que pueda pues ella se ha alejado bastante nerviosa a hablar por telefono, y aunque en ningun momento sienta eso que llamabamos envidia o celos en visa, me parece demasiado extraño y mas cuando hace unos momentos me hablaba de la señora Jurgis y el ultimatum...

Lo siento, querida....todos somos malditos

Si bien ella trata de mormurar bajo alcanzas a escuchar.

No, Sire, no lo he olvidado, Lamentablemente, si llama para preguntar si he tenido éxito en conseguirle lo que me pidió, entonces debo informarle que no, todavía no he logrado conseguirle algo tan valioso como lo que me mandó a buscar.

Hay un problema, capturaron a Ignacio y a dos de la banda. Hace un silencio. La princesita Ventru dice que los tiene como “garantía”, no se que demonios quiere decir con eso, pero sea el que sea el trato hiciste con la (((/&% de la princesa recuerda que hay dos de tu clan encerrados esperando que lo cumplas...No creas, aun estoy esperando eso que te pedí... te llamo para que sepas que no me he olvidado de ti querida... te llamare nuevamente, la situación no es segura.

Mis ojos se cierran con firmeza, intentando aguantar las lágrimas de sangre que quieren escapar de ellos.

¡Si sigues así te vas a desangrar! - pienso, intentando burlarme de la situación.

Ya veo... Tengo un trato con ella y lo cumpliré hasta el final... Por favor, cuídate y si puedes también vigilalos a ellos - digo, tuteándolo por primera vez. - Debo colgar... nos vemos...

Aprieto el botón para cancelar la llamada y me quedó ahí, con los brazos rendidos, haciendo poco esfuerzo para que mis lágrimas no salgan de mis ojos.

¡¿Por qué se tienen que meter con ellos?! ¡Con lo mío no te metas, maldita perra! ¡Ni te atrevas a ponerle un dedo encima!

Pero la inutilidad de aquéllo me hace recodar que sólo soy un peón en ese juego, una ficha que tiene que cumplir su trabajo, ahora con más obligación que nunca. La terrible situación me hace acurrucarme sobre mí misma, soltando mi tristeza a lágrima viva durante unos cinco minutos, no muy alto, no quería despertar la atención de Iván.

Ya para, Beatriz... ¿qué ganas con esto? Se fuerte... por Ignacio, por Rafael, por ellos dos... por ti misma. No muestres tu debilidad.

Con aquéllo en la cabeza me levantó, me limpió las lágrimas y, tras quedarme con la cabeza pegada a la puerta durante unos segundos, la abró, volviendo entrar en la habitación. 

Al entrar, le sonrió a Iván con una sonrisa francamente triste.

Discúlpame... - le digo mientras que colocó el célular en la mesita de noche.

Me dejo caer pesadamente en una silla, quedándome con la vista clavada en el techo.

La observo serio, aquel extraño calor que hace un momento recorrio mi cuerpo y que desperto esa "lujuria" que no sentia desde muchos años y que solo se compara con la alimentacion ya no estaba. Habia vuelto a ser ese sujeto frio y calculador de siempre. observo a Beatriz sin demostrar ni una pizca de sentimiento mientras que camino hasta ella. por rato juego con alguna sombra que se asoma detras de mi inconscientemente.

Me detengo a unos pasos y la miro en silencio, no se si quiero saber que sucede pero ahora hay cosas mas importantes como lo que ha pasado esta noche con la maldicion y el ataque lupino.

Levantate...Le digo secamente Regresemos con los demas...sabes que no tenemos tiempo que perder

Ven salir a Ivan Y Beatriz ya recuperados de la maldición. Ambos se notan meditativos y pensativos. Al salir se encuentran con el resto de la Pandilla, y si .... Cross ha regresado, sus vestidos estan algo maltratados pero a diferencia de algunos de los presentes no muestra signo de estar magullado o lastimado. Mientras el doctor intenta curar a Maximiliano, el resto del equipo se observa al pendiente de las noticias de Cross de parte del misterioso Stanford, el antiguo al que vinieron a buscar.

Chistopher se dispone a responder "al buen" doctor, cuando la llegada del resto del grupo le interrumpe. Tras unos breves instantes reorganiza su respuesta y prosigue.

Me temo, Doctor Méndez, que ser separado del resto del grupo por medios ilusorios y sobrenaturales para después ser capturado y arrastrado al fondo de un pozo no fue una decisión propia y dudo mucho que pueda ser calificado como "seguir haciendo lo que le venga en gana". Le aseguro que mis primeros pensamientos en el fondo del pozo no fueron "menos mal que por fin conseguí darle esquinazo al resto del grupo"... - Dice con ironía, después, se gira hacia los recién llegados.

Señor Gradsky, señorita, me alegra ver que todos ustedes se encuentran bien, espero que recibieran a tiempo mi advertencia. - Sin darles tiempo a responder (todavía) añade: - Les estaba diciendo a nuestros compañeros que he conseguido localizar al señor Stanford, aunque sería más apropiado decir que el señor Stanford me ha conseguido localizar a mi, dadas las circunstancias de nuestro encuentro. En cualquier caso, he conseguido no solo salvar el propio pellejo, sino que el señor Stanford tenga a bien recibirnos para poder profundizar en aquello que nos ha traido hasta aquí. Dicho de otra forma, nos ha aceptado en su dominio donde podremos hablar tanto de la maldición que asola esta ciudad como de la que estamos intentando evitar asole todo el país.

Sin duda parecen buenas noticias, pero antes debemos atar un par de cabos. - Digo mientras sujeto a Maximiliano. - O más bien atar el brazo a este hombre. - Luego mirando a Jose Méndez digo como si fuera una enfermera en un quirófano. - Proceda, doctor.

Ignorando los gritos del humano al ser intervenido sigo hablando con Christopher. - Cross, puede que usted averigüe a través de Maximiliano. - Pronuncio el nombre casi a modo de burla. - Algo que no sepamos ya del señor Stanford.

Señor Cross, considera usted que lo que nos manda decir el señor Stanford es clave? Me gustaría saber de que se trata, y si pudo encontrar alguna pista. Esa sangre...se llevo a unos sujetos en moto, y por poco nos arrastra a nosotros. Que es lo que sucede exactamente en esta ciudad y con esa maldición?

Amparo no te mira, sino que mira por la ventana, pensando en la sangre que llovía. Y en el peligro de buscar algunas palabras por internet.

Considero que el señor Victor Stanford es aquel que Roberto Ríos nos ha enviado a buscar. Que es aquel que ha investigado la maldición de las piedras y que es el que puede dar respuesta a muchas de nuestras preguntas.

Respecto a la maldición que asola esta ciudad, no tengo ni la más mínima idea de por qué ocurre ni nada por el estilo, pero la verdad, o tiene que ver con lo que nos trae aquí, o bien poco me importa.