Perdonad, he tenido ciertos problemas familiares... Usa la antorcha y quema el resto. Puedes debilitar al no-muerto pero dudo que lo mates.
Murgen, viendo que nadie había pensado en esta posibilidad, recurrió a intentar quemar al emjambre con el fuego.
Vamos a daros una cálida bienvenida, malditos bichejos.
Los insectos se queman fácilmente. Son tantos, que a los huesos de Borg apenas les llega el calor. Murgen respira hondo y todos juntos observáis el interior del sarcófago. Éste tenía ni más ni menos que un esqueleto momificado, un antepasado del doctor Arkham que tuvo la mala suerte de explorar las lejanas tierras de Har'Akir.
El cadáver lleva en sus manos un amuleto.
La curiosidad de Connor hace que no resista tocarlo y arrancarlo de las muertas manos del cuerpo momificado. Parece un escarabajo de lapislázuli y oro.
No tenéis ni idea de lo que es. Podéis intentar tirar sabiduría o algo por el estilo o quedároslo sin más.
+100exp para todos.
Os falta una última tumba que os pasasteis de largo. Podéis explorarla o continuar por otras salas.
- Ya que estamos de asalta tumbas mejor abrimos todas.
Se puede tirar algo para identificar eso?
Murgen asintió ante la sugerencia de la nigromante.
Sí, alejémonos de esta en particular. Murgen tenía su codigo ético personal, robar dientes de oro, monedas, armas y armaduras de tiempo está bien, Joyas, juguetes, pelucas o símbolos religiosos está mal. El escarabajo se iba aquedar ahí.
Saber arq. o historia. Un 10 y os lo doy ;)
Volvéis a entrar a la que tiene unas velas que se apagan en cuanto alguien entra. Decididos abrís la tumba y de pronto un viento inunda la habitación. Todo se apaga y la poca luz que viene desde la zona del pozo apenas ilumina la estancia. El polvo parece arremolinarse delante vuestro, formando una sombra corpórea.
-No os ataca, pero parece mirar fijamente a Connor, señálandole con sus dedos huesudos y transparentes.
Conor mira a la “cosa” que le señala tratando de discernir cuales son sus intenciones. Luego se da cuenta que lleva el colgante del escarabeo en el bolsillo. ¿Sera esto lo que busca?
Motivo: Averiguar Intenciones
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+4)=9 [5]
No tengo ninguno de lo Saberes que pides, podría tirar Reunir información.
El fantasma parece no tener ningún tipo de interés en la pieza que habéis conseguido y sigue señalándote con cara cada vez más terrorífica.
Mira el dibujo y lo que tienes en el inventario
Murgen observaba atónito la escena
¿Llevarás puesto su sombrero? Acordándose del gorro que habían cogido antes
El bardo continuó mirando con extrañeza al fantasma ¿Qué buscaba? Entonces vio la vaina vacía de su espada. Buscas esto. Dijo tendiendo la espada que había encontrado en el comedor.
Los fantasmas incorporales no le interesan ha Ashena, por lo que dejo que sus compañeros resolvieran el asunto, mientras no atacara todo iba bien.
Cuando cogió la espada, el fantasma hizo una mueca que de haber tenido labios se hubiese asemejado a una sonrisa. Contento, volvió a su ataúd y junto con su espada, durmió por fin en paz.
Resuelto. 500 exp por tumba más 500 por haber resuelto una de las quests secundarias
¡Subís de nivel antes de enfrentaros a la última parte del dungeon!
Murgen miró atónito la escena.
Esto...te acabas de quedar sin espada... Dijo mirando el sepulcro. En fin... supongo que deberíamos seguir ¿Qué camino tomamos?
- Supongo que Connor prefiera una distancia del peligro que no requiere espada, aparte ya te tenemos a ti y ha Borg.
Connor se encogió de hombros ante la pregunta de qué dirección tomar. Supongo que deberíamos de ser metódicos y revisar todo. Propongo ir por ese pasillo. Dijo señalando la zona 24.
No te preocupes por la espada tengo otra. Dijo desenvainando su espada corta.
Salís de la cripta y llegáis a una gran sala de lo que parece ser una antigua guarida. Alguien había usado esto con anterioridad pero de eso hacía mucho tiempo. Ahora solo quedan unas mesas medio devoradas por las termitas y unos catres de paja olvidados.
Suponéis que antes de que el doctor Arkham se estableciera en esta mansión, esta parte de la casa pudo haber sido una caserna de la milicia de Barovia. Continuáis andando por los pasillos y veis que contienen hendiduras en las paredes para albergar camas en un momento dado. Llegáis al comedor contiene una sencilla mesa de madera flanqueada por largos bancos. Todo está abandonado desde hace años y, sin embargo, cada vez más oís un rumor a lo lejos. Sea lo que sea que escondan estos muros el doctor Arkham debe estar al final. Hay unos pequeños huesos, como de roedor, por toda la estancia pero hay sospechosamente muchos más cerca de la alacena del comedor. Connor se acerca curioso pero no oye absolutamente nada.
Podéis ir dirección 26, abrir la alacena (28) o iros a la 29.
Murgen observó la escena con aire de familiaridad, había crecido merodeando por barracones similares. Si miraba bien, seguramente encontraría una piedra suelta que ocultase unas monedas, algún pequeño tesoro familiar, una carta para aquellos que sepan leer o una confesión de una mente torturada. Las milicias de Strandh cometían millares de atrocidades a lo largo de su servicio, no era raro que alguna vez se quebrase la voluntad de los soldados y despachasen sus inquietudes y pesadillas en una carta que luego esconderían, a todos les faltaría valor para quemarla o romperla, eso equivaldría a olvidarlo.
Miró la habitación nuevamente, la puerta de la alacena le inquietaba, nunca se dejan puertas cerradas en un registro a menos que quieras que una mente trastornada y violenta te raje el cuello por la espalda, aunque una parte de él deseaba salir de allí. Miró a sus compañeros de aventura, e indicando hacía la puerta, les dijo:
Creo que deberíamos revisarla... No sería bueno dejar que un maniaco con un hacha pueda venir por detrás nuestra. Intentó bromear, pero estaba demasiado hastiado de la situación como para sonar natural.
Voto por la Alacena...
- Bien, al final debemos estar seguros de haber revisado todo con cautela, no quiere enfadar a ese vampiro por saltarnos algo.
Abrís la alacena con cuidado para ver a una enorme babosa colgada de la pared. Cuando Murgen la abre, ésta se gira y enseña sus enormes colmillos oscuros. ¡No es una babosa, es un grick!