Partida Rol por web

Mientras el bardo busca el cofre, Ashena mira los estantes en busca de algún libro caro, un propina por así decirlo.

Murgen examinó el cofre ¿Tendría una cerradura que podría abrirse con la llave de hierro? Examinó el baulcito sin tocarlo, ni golpearlo... no vaya a ser que tuviera una sorpresa dentro.

El bardo comenzó a tocar el baúl con sus guantes cuando oyó un sospechoso ruido. Respiró hondo y paró unos instantes. No estaba seguro de qué hacer.

-Que nadie se mueva -dijo Connor.

Mientras Connor y Murgen manoseaban el cofre, tu te dedicaste a husmear entre los libros de la habitación. La mayoría son de alquímia y otros relacionados con los planos. Notas que algo te roza la yema de los dedos.

Comparas el tamaño de la llave con el cofre. Es demasiado grande así que definitivamente es para otra cosa.

Ashena, mientras tocaba los libros, recibe un mordisco por parte de un mimic, el cuál se queda enganchado a su mano. Pese a ello, el guante de cuero que lleva la nigromante logra frenar los afilados colmillos.

El bardo encontró la trampa y la desactivo con suma facilidad usando la daga. El buscar trampas y desactivarlas era algo que le estaba dando bien, puede que tuviera que estudiar un poco más dicho campo.

Encones escucho a sus espaldas el inconfundible sonido de unas mandíbulas cerrándose.

Ashena se libro de un manotazo del libro y Borg intento dar un golpe al escurridizo libro pero logró darle.

Murgen se giró para observar la situación, Connor parecía tener todo controlado, mientras Ashena y su esqueleto parecían incapaces de confrontar al libro devorador de dedos. La alabarda golpeó al libro arrancándole varias páginas y algunas trozos del lomo y del marcapáginas.

Ashena se libró del asqueroso ser pero éste aún seguía vivito y coleando en el suelo. El golpe del no muerto apenas le había perforado el duro lomo mientras que la alabarda de Murgen sí logró dañarlo.

El monstruito se arrastró usando su lengua para atacar al bardo, que estaba distraído intentando desmontar la trampa que protegía el baúl. En el momento en que éste iba a clavarle la dentellada, Connor se levantó, esquivándole y chocando contra una de las estanterías. Sin querer hizo caer unos cuantos libros y para su sorpresa vio como otro de aquellos tomos cobraba vida.

-¿Pero qué? -exclamó el galán de Dementlieu al ver aquellas dos alimañas arrastrándose por el suelo intentando morderle.

Borg avanza y remata al pequeño bastardo de papel que se había escapado antes.

El bardo atacó al segundo libro. Pero fallo el ataque, se maldijo por su mala suerte. 

El guerrero se encaró hacía la nueva amenaza. Sus compañeros mercenarios ya lo decían, esos rollos sesudos para empollones eran peligrosos para la salud. La alabarda chocó contra el suelo patéticamente.

El soldado huesudo destrozó el primer mimic mientras que el segundo se arrastró otra vez e intentó morder el pie de Connor. Éste, muy ágil, lo esquivó por segunda vez.

Maldito libro de literatura barato. Grito mientras trataba de golpear al ser. Esta vez el golpe fue certero. 

Murgen se cabreó, levantó la alabarda y lanzó la punta contra el libro mímico mordedor.

¡Y por estas mierdas yo nunca fui a la escuela!- Clavó la punta de la alabarda atravesando con brutalidad el tomo devorador.- Esto es lo que yo llamo letra muerta.

El bardo golpeó al segundo bichejo tan fuerte que le rompió varios de sus dientes pero fue la alabarda de Murgen que lo mató.

Aquellos dos seres apenas lograron sobresaltaros pero ya eran la segunda criatura extraña con la que os habíais topado. Pese a no asustaros puesto que los tres habíais visto cosas terribles durante vuestras lúgubres vidas, comenzábais a sospechar que en esa casa había pasado algo más que "investigar las nieblas".

Connor apartó de una patada el libro muerto (que comenzaba a sangrar un líquido negruzco a borbotones) y abrió el cofre. Dentro están las escrituras de la casa, el testamento del Doctor Arkham y otros documentos jurídicos y científicos que no entendéis. Entre todos los documentos está su pequeño cuaderno de bitácora. Connor lo ojea y recita las siguientes frases:

Desde que comencé la investigación de las brumas he logrado discernir diferentes tipos de partículas que la componen pero de momento no he logrado saber por qué éstas sirven a veces de portales entre dos mundos.
...

En la casa comienzan a pasar cosas extrañas. Los sirvientes dicen haber visto seres aberrantes tales como conejos con astas o ratas con tentáculos en algunas estancias de la casa. ¿Es posible que mi último experimento haya podido desembocar en un pequeño portal hacia un dominio extraño de la Gran Rueda Cósmica?

...

El matrimonio Dust ha desaparecido. Alguien o algo ha abierto la puerta de la mazmorra. Ya no he vuelto a entrar allí dentro. He enviado a sus hijos a la taberna. Espero que Strahd comprenda que necesito más tiempo para solucionar todo esto.