Partida Rol por web

Mientras Zandar se aleja Morzog no puede evitar comentar en tono burlón.

No sabia que el entrenamiento de lucha con dos armas incluía ejercicios prácticos de combate con los pantalones en las rodillas.

- Los indignos también lo nombran "señor de la tiranía" - añado tras unos instantes algo duditativo en los que intentaba encontrar la palabra adecuada a la traducción - Cuando lo único que hace es asegurar el orden de las cosas, un ejemplo, si el emperador nos tiene de subditos, es normal que nosotros tengamos a los esclavos - me giro a Briaeros esperando una confirmación - Del mismo modo, antes presente nuestros respetos al amo del bosque para cruzar sus tierras y le hice ofrenda como si se tratara de pagar un peaje por cruzar su carretera. Hextor asegura ese orden, por lo tanto su sacerdote debe seguir su ejemplo y mantener el orden en todo momento ¿no te parece Morzog?

-No estas errado, Girac...+comento+ Sin embargo, mis motivos para traerla no son tan complejos.. Necesito alguien que lo entretenga +señalando a Zandar+, que sirva de escudo de carne para mi +mostrando como cabalga al frente mio, mientras tengo el escudo en la espalda+ y que se encargue de tareas menores en las que no deseo que perdamos el tiempo. Para eso existen los esclavos, para aliviarnos de los tedios de la vida y permitirnos concentrarnos en las tareas relevantes. Creo que ya lo discutimos antes... Son herramientas, nada mas. Y es suficiente de esta chachara. Todos alerta, estamos de caceria...

El caballo de Xiaoyan le hace un extraño, y la monje tira de las riendas para controlarlo. Conociendo a estos animalez, cualquier cosa que haya visto (o haya creído ver) en el suelo, le habrá asustado.

Girac parece despistado, continuamente sube y baja del caballo con cara de pocos amigos. Parece que algo, aparte de Zandar, le ha vuelto a molestar.
Zeylo aparece en una de esas bajadas del caballo, con la cola de un ratón aún asomándole por el pico.

Morzog se desenvuelve mejor de lo que esperaba con el caballo, e incluso se las apaña para no golpear ninguna rama con su cabeza.

Finalmente desiste en la conversación, por bien que no hay nada mejor que hacer.

Al ver a Girac tan serio decide acercarse y preguntarle algo en voz baja.

¿Va todo bien Girac? - Dice con tono apaciguador.

- No - susurro seco agarrando el látigo con fuerza - Tendré volver y ver dónde me he perdido y ahora tenemos las huellas de los caballos encima.

Contesto a Morzog en susurros mientras agarro con fuerza el látigo.

Entiendo. - Morzog intenta pensar en algún detalle, pero desestima la idea.

¿Entonces deseas abandonar la cacería? Esto nos puede llevar demasiado tiempo ... y quedan algunos días de viaje en los que seguramente encontraremos mas bestias de tu interés.

Miro a Morzog extrañado, intentando ver algún atisvo de sentimiento tras esa máscara, aunque fuera decepción por mi fallo.

- Seguro que encontramos algo, pero es más dificil que vuele. Simplemente debo reencontrarlo rápido.

Morzog asiente sin decir nada mas.

Pasais unas tres o cuatro horas, sin encontrar rastro alguno de las depredaciones de los búhos. El único punto que conoceis es aquel en el que Girac encontró la pluma y los restos de presa bastante al sur de vuestra posición actual (entre cuatro y cinco horas)

- ¡Madlita sea! - salto de pronto deteniendo el caballo - ¡Por esto son tan caras las jodidas!

Le doy un golpe a un árbol para descargar la frustación que me corroe.

- ¡Ya empezó mal el día y va a acabar del mismo modo! ¡Sin nada bueno!

Soh Ya Feh Tian*, comenta Xiaoyan desapasionadamente al ver el exabrupto de Girac.

Después, apoya los codos en el pomo de la silla y contempla la escena como si estuviera en el teatro.