Partida Rol por web

Sin más preambulos fuistéis a la estación de tren y tras un largo viaje en tren hasta Arkham, donde Daphne, Keeper y Sonny tienen tiempo de sobra para poner en común sus vivencias y opiniones personales sobre el caso que os ocupa. Desde la estación cogéis un bus para hacer un corto trayecto hasta el hospital militar donde está ingresado Richard Harper.

Según contaron Samid, Matt y el teniente Speirs, quienes realizaron la última visita al lugar, aquel hospital psiquiátrico tenía un aspecto nada alentador, frió con barrotes en las ventanas aquello parecía más una cárcel que un hospital. Un lugar donde dejar olvidados a todos aquellos veteranos de la gran guerra que como Richard Harper se habían dejado su cordura en Europa.

Ahora el lugar era un completo solar. El edificio se había derrumbado completamente, los militares habían acordonado la zona e impedían el paso a cualquiera que se acercara.

Una vez identificados adecuadamente y tras un par de llamadas al mayor Leighton os permitieron pasar. Una vez dentro del perímetro la situación era dantesca. Los equipos de emergencia buscaban supervivientes entre los escombros sin ningún éxito. Las caras eran largas y mostraban a la perfección la falta de resultados positivos que habían obtenido estos días. Entre susurros oísteis frases desalentadoras en las que daban a entender que estaban todos muertos.

Según pudistéis saber, solo había habido una superviviente del derrumbe. De entre todos los heridos y personal médico, una única enfermera había sobrevivido con vida, una tal Cristine Palmer.

Keeper os informó que Cristine era la enfermera que cuidaba de Harper y que era ella la que les había contado a Greywood y Samid que Richard se había despertado durante  las visiones que todos los soldados habían tenido el día que secuestraron a vuestros hijos¹.

Una vez más Daphne mueve sus hilos y se os permite ver a Cristine en el hospital donde descansa.

Ya le conté a sus compañeros lo ocurrido.- Os dice la mujer cuando entráis a su habitación.

- Estamos al tanto , Señorita. ¿Cómo se encuentra?- Preguntó por educación antes de entrar al grano. El hospital había quedado totalmente reducido a una pila de escombros inservible. Al parecer la enfermera era la única superviviente. ¿Significaba eso que Richard había muerto?- ¿Qué fue lo que ocurrió?¿Un terremoto?- No se le ocurría otra manera que justificara el estado del hospital.- ¿Sabe si nuestro compañero, Richard, está vivo?

Bien, gracias. Yo estaba fuera cuando ocurrió la trajedia. Eran mis quince minutos libres y salí a estirar las piernas, así que no me paso nada.- Contesta la enfermera al ver que te preocupas por su estado.

Lo que dice parece cierto, pues a primera vista la mujer no parece herida, pero mientras os preguntáis por qué está aún en el hospital, Sonny pregunta por Richard. La cara de la enfermera cambia, el labio superior le empieza a temblar y os dice.- Ya le conté a sus compañeros lo ocurrido.- Es capaz de decir.

Daphne miró a los dos hombres valorando durante unos segundos si su presencia podría ayudar o no a tranquilizar a la mujer. Decidió que o sería ningún problema, siempre y cuando no pareciese que la estaban interrogando.

–Sonny, ¿Podrías abrir las ventanas? Aquí hace un calor afixiante y parece que los médicos están ocupados o algo... cómo siempre... En fin.  Me alegra que esté bien, señorita Palmer. Mi marido la mencionó hace poco, cuando vino a visitar al pobre Richards. Daphne sacó un paquete de cigarrillos y con un guiño ofreció uno a la mujer señalando la ventana. Indicando que el médico no se daría cuenta. No se preocupe ahora por el terremoto.

La mujer dejó escapar ese último comentario, con la esperanza de que si realmente había sido un terremoto al mujer lo confirmase con algún comentario, y que si no lo hubiese sido lo negase.

Pero siempre en conversación...sin preguntar.  Me llamo Daphne, y ellos son amigos de Richards. Keeper y Sonny. Mi marido quería haber venido, pero está de viaje...y Richard y él vivieron tanto juntos que quería que viniese a comprobar que estuviese bien...Me temo que tendré que darle malas noticias.

Daphne suspiró, la mujer procuraba dejar los huecos suficientes para que la enfermera los rellenase con su propia historia .Con la mirada evocadora añadió

Mire que es casualidad. Yo atendí a Richards en la guerra, en Francia. Y también hubo un accidente...

¿Su marido es ese teniente italiano tan atractivo?- Pregunta la enfermera que evidentemente aún recuerda la visita a Richard del ya afortunadamente difunto teniente DiCaprio mientras acepta del cigarro que Daphne le ofrece. Cuando le sacáis de su error dice recordando la visita de Matt y Samid.- Le recuerdo, vino con otro soldado días después que Richard despertara unos segundos hace unos meses, uno africano, ¿Verdad?

Niega con la cabeza cuando haces referencia al terremoto, y ahora más confiada debido a la cercanía con la otra mujer añade.- No, no fue un terremoto. Sé lo que vi y no fue ningún terremoto.- La enfermera fija sus ojos en Daphne, esperando encontrar en ellos la comprensión que no ha encontrado en todos los demás que le han entrevistado.

Sus ojos se cristalizan y lágrimas caen de ellos - Un ser sin forma bajo del cielo, cayendo sobre el hospital destruyendo todo a su paso, absolutamente todo.

Se seca las lágrimas de su cara mientras añade sorbiéndose las mucosidades nasales.- Todo menos a Richard. Después de destruir el hospital, el ser se elevó nuevamente al cielo, llevándose con él a Richard Harper despierto por primera vez en años y sin ninguna sola herida.

La expresión de Daphne se tornó en terror. Tronoir, las serpientes, los insectos y ahora...Un ser sin forma...Por un momento estuvo tentada de preguntar si estaba segura, de que forma tenía aquel ser informe pero se dio cuenta de que sería un error. Tras tambalearse unos instantes, la mujer recuperó la compostura.

–Le...le vio...¿Hacía algún sonido? preguntó de pronto pensando en toneladas de insecto runfando alrededor, cambiando de forma. Y Harper...¿dijo algo? 

En ningún momento la mujer dio visos de incredulidad, aunque hubiese sido lo apropiado, dadas las circunstancias. Daphne miró a Keeper y Sonny, confusa y aterrorizada.

Sonny se dispuso a abrir la ventana cuando la enfermera pareció coger confianza y relatar lo ocurrido. Afortunadamente pilló al ex-boxeador de espaldas pues si cara era reflejo de la sorpresa por las extrañas declaraciones.

- Entonces ha despertado...-Repitió como si al escucharlo en sus propias palabras fuera más real. ¿Qué tenía que ver aquello con el telegrama enviado pro sus compañeros?- ¿Cómo vamos a encontrarle?- Fue la única respuesta a la mirada aterrorizada de Daphne. Ni siquiera se paraba a pensar en la rocambolesca historia de cómo Richard había sido raptado.

N....no.- Contesta por fin la enfermera, aliviada por primera vez en días ya que al fin alguien le cree, aunque todavía en shock por lo que ha presenciado.- No dijo absolutamente nada, solo ...... solo reía a carcajadas, con una risa que dudo que llegue a olvidar en mi vida.

Pero...¿Qué...?

Y... –Daphe tragó saliva. De pronto había perdido totalmente el color. Sentía que su mente se había parado, y era incapaz de ver más allá del posible futuro de su hijo– No... ¿no había nada más? ¿Esa forma y Harper? ¿No había luces o...alguna señal de algún niño

Al decir aquella última palabra, la voz se le tembló y tuvo  que alzar la vista para contener las lágrimas. Fuese cual fuese la respuesta, sería desagradable, y la mujer trataba de centrarse en los siguientes pasos que tenía que dar. Avisar a Leigthon, avisar a Matt, investigar la zona en busca de alguna pista...  Perder un miembro había sido duro, pero perder un hijo... era algo a lo que no estaba dispuesta. Daphne sostuvo con cuidado la mano de la enfermera. Era vital que confiase.

–Por favor,cualquier cosa...cualquier cosa que recuerde es de vital importancia. Aunque parezca un absurdo o algo que no tenga importancia...un sonido, algo que pareciese comportarse de forma rara...

Este es un hospital militar, no atendemos a niños. Y que yo sepa hoy tampoco había venido ninguno de visita.- Responde la enfermera negando con la cabeza sin soltar la mano de Daphne.- Todo estaba como siempre hasta que esa cosa llegó y lo destrozó todo. Cuando se marchó, solo vi que se llevaba al señor Harper, a nadie más.

Entonces mira a la enfermera a los ojos.- Solo puedo recordar la risa de Richard, era... - piensa unos segundos antes de hablar.- yo diría que estaba feliz, feliz por lo ocurrido, por las vidas quitadas, feliz como solo un loco puede estarlo ante esto.- Añade señalando los escombros.

Confusa, la agente miró a su compañero. ¿Era posible que Richard supiese todo desde el principio? ¿O quizás "solo" se había vuelto loco? En cualquier caso, no parecía que pudiesen hacer mucho más allí. Ya iba a levantarse para despedirse cuando de pronto, pareció recordar algo y volvió a mirar a la enfermera.

–¿Pudo ver...el tatuaje mientras se elevaba? ¿Hubo algún otro cambio además del color?

¿Richard feliz por lo ocurrido? Tenia que haber otra respuesta a aquello. Después de estar tanto tiempo en coma era posible que riera por volver a estar consciente. Sonny era un hombre sencillo y, aunque durante la guerra había visto cosas horribles, seguía siendo incrédulo con según qué cosas.

¿Y ahora qué?- No podían ser coincidencias. Apretó los puños tan fuerte que los nudillos empalidecieron pro la falta de riego sanguíneo. La estupefacción iba dejando poco a poco paso a la ira.

La enfermera se queda unos segundos pensando antes de contestar.- Haper aún llevaba la ropa de hospital, aparentemente no presentaba ningún cambio físico, pero no pude ver el tatuaje, lo siento de verdad.

Parecía que la enfermera no tenía más respuestas, habíais llegado al hospital en busca de Richard pensando que si el telegrama estaba en lo cierto los chicos podían estar con él, pero se había esfumado. Mejor dicho algo se lo había llevado igual que algo se llevo a vuestros hijos hace cuatro meses.

Justo en ese momento a vuestras mentes llegaron algunas de las frases del telegrama enviado por Matt y un mal presagió recorrió vuestro cuerpo.

Sonny estaba abatido. Primero tener que enfrentarse a la sola idea de matar a un compañero para, después, llegar y que hubiera desaparecido en unas condiciones tan extrañas que escapaban a su entendimiento.

-¿Y ahora qué?- Miró a Daphne como si ella tuviera las respuestas. Desde luego él no las tenía.

Desde que vio el hospital derruido Keeper no había vuelto a abrir la boca invadido por un funesto presentimiento, ahora, tras la pregunta de Sonny responde.- Supongo que lo primero será volver a Nueva York e informar a todos los compañeros¹ que algo se ha llevado a Harper. Que otra vez hemos seguido un camino que no nos lleva a ningún sitio.- Se calla unos segundos mientras piensa.- Y luego... pues seguir investigando y rezar por que alguno de nosotros encuentre otra pista que seguir.

ADaphe se había quedado blanca y el hecho de que Sonny la mirase como si fuese la única persona en el mundo capaz de hacer algo no le hizo sentirse mejor. Ella era una mujer, maldita sea, no un general... Y necesitaba también que alguien la indicase que hacer... aunque también entendía los motivos por los que su amigo hacía eso. La mujer miró a sus compañeros, pidiendo silencio con la mirada y volvió su rostro sonriente a la enfermera herida. Era una sonrisa más falsa que un billete de 3 dólares, pero esperaba que fuese lo suficientemente convincente.

–Muchas gracias– le dijo antes de salir Estoy segura de que pronto se olvidará de esa horrible visión. Dentro de lo posible.

Una vez fuera, la mujer miró muy seria a Keeper y Sonny.

Leighton se encargará de informar al resto. Mandaremos un telegrama a los chicos para que sepan que deben darse prisa. Luego...– la mujer arrugó la frente, haciéndole parecer mayor de lo habitual– Y sí, deberíamos seguir investigando. Aunque no tengo ni idea de por donde empezar ¿El rapto cristiano? Investigar más sobre esos seres asquerosos de San Mateo...En fin. Nos espera mucho trabajo.

Pasasteis el viaje de regreso a Nueva York prácticamente en silencio sumidos en vuestros siniestros pensamientos sobre las implicaciones de las frases del telegrama1 enviado por Matt y el hecho que algo se había llevado a Richard Harper del hospital donde permanecía inconsciente hasta ayer con una risa de perturbado en los labios.

No sabíais lo que habían descubierto en España, pero estaba claro que la situación era ahora peor que hacía un par de días pero parecía muy probable que los niños estuvieran ahora mismo con el tío Ric y que pudieran hacerse daño.

Fue Keeper quien habló al bajar del tren en Grand Central. - Voy a ir a mi oficina a informar a todo el mundo.- Os contó con clara muestra de tristeza en su voz.- ¿Me haríais el favor de enviar un telegrama a España y avisar a Matt, Abe y los demás?- Añadió con la mirada perdida en el suelo.

Sonny pasó todo el viaje callado, sumido en sus propios pensamientos. La angustia y la impotencia se convertían en una rabia casi irrefrenable que le hacía apretar los puños hasta que los nudillos palidecían. Necesitaba destrozar algo. Cuando finalmente llegaron a Nueva York, Keeper les pidió que fueran a enviar el telegrama a España.

- Por supuesto, descuida.