Partida Rol por web

Como he dicho antes un nuevo pasillo que desciende hacia el sur y que al final del mismo se puede ver que gira hacia el este.

El hechicero se remangó un poco las túnicas para bajar las escaleras, no quería que con un tropezón bajarlas rodando. Después observó que habían llegado a un pasillo.

Esperó a que sus compañeros más acostumbrados a estos lugares tan oscuros fueran delante.

Cat llegó igualmente al nuevo pasillo que descendía hacia el sur con un nuevo recodo hacia el este.

- ¿Y la comida? ¿¿Se la comió toda el enano??

- E-Esto... - Empezó a sacudir las manos con desesperación intentando explicarse. - ¡No! ¡Que va! ¡Aqui no habia comida! Debe... ¡Debe de estar mas adelante! ¡Marchemos!

Girando sobre su propio pie el enano saltó en dirección a la supuesta comida. El estomago no paraba de rugirle.

Orm complacido ante el ardor del otro enano decide seguirle, a un par de pasos detras, pues teme que el impetu aunque propio y bueno de suyo para un enano, en este caso, pueda hacerlo descuidado.

Avanzáis hasta el primer giro y podéis ver que el túnel sigue hacia adelante y que vuelve a girar hacia el norte esta vez.

El hechicero seguía al grupo intentando hacer el mínimo ruido posible

Cat continuó avanzando con sus sigilosos y ligeros pasos tras sus compañeros.

- Este lugar parece un maldito laberinto. - Dijo entre susurros...

Yo sin novedad, detras del otro enano.

Llegáis a la curva del segundo pasillo hacia el norte y los que van delante, los enanos, pueden ver que el pasillo continua a lo largo.

Cat suspiró con paciencia... - Estos hombres... - Sacó una antorcha, yesca y pedernal y la encendió pasándosela al monje.

- Yo es que llevo las manos ocupadas... - Dijo levantando la ballesta.

Orm sigue avanzando, olvidando que los demas tienen problemas de visión.

Él está muy ocupado en detectar peligros, y sigue a lo suyo en posición de alerta y alante.

Conforme avanzáis podéis ver una puerta cerrada.

- ¡Una puerta! ¡Abridla! - Grito uno de los enanos, el más sucio y áspero mientras se dirigía hacia ella, con la intención de abrirla. No era lo suficiente precavido para creer que allí podía haber una trampa, así que la abrió sin comprobar nada...

Yo llevaré la antorcha si quieres.- el hechicero se ofreció a llevarla

Tras el grito de Thoriarin, silencioso como el sólo, avanzáis por el pasillo y podéis ver una puerta.

-¡Gracias! - Cat le cedió la antorcha al hechicero con una sonrisa y salió en pos del enano llevando cuidado de dónde pisaba, atenta a los peligros que pudiera albergar el pasillo.

- Espero que tras esa puerta haya algo que echarse a la boca, esto se está convirtiendo en una pesadilla. - Se lamentó Cat agarrándose el estómago.