Partida Rol por web

Shally esta bailando para uno de sus mejores clientes, cuando de pronto su jefe Jonh la llama.

¿Qué querrá el cabrón ese? Espero que no quiera añadir otra vez horas o quitarme mi dinero, ni mucho menos un "espectáculo especial" para ningún cerdo grasiento...

Me inclino bajando mi espalda por la barra y acerco mis labios al oído del cliente.

Lo siento cielo, mi jefe me llama.

Cuando me alejo, le guiño un ojo y le lanzo un beso con la yema de los dedos.

Cuando llega mi estrella delante de mi me levanto de mi asiento y le doy los dos besos de cortesia -Mi querida Sally, ¿cuanto tiempo hace que trabajas conmigo?, ¿2, 3 años? ... estaba pensando que ya es hora de que te de algo bueno ... ¿que te pareceria trabajar directamente para mi como "ladrona"?- digo con un tono serio y reflexivo mientras estoy cruzado de brazos -Claro que no tendras que robar nada de valor ... bueno si lo tendras que hacer pero estas cosas que tendras que robar seran simples y llanas palabras ... que iran junto a un jugoso aumento de sueldo, ¿que me dices?-

¿Un aumento de sueldo? Suena... bien... No me importa robar, cuando empecé a comerciar con mi cuerpo perdí los pocos escrúpulos que me quedaban y mi ética debe estar perdida en alguna de las rayas de coca que me he metido, pero... aquí hay algo más que eso...

Cruzo los brazos por debajo de mi pecho y me muerdo el labio inferior, después paso la punta de mi lengua por el labio superior antes de hablar con un tono suave y algo sensual.

Uhm... suena... bien ese aumento de sueldo, pero, ¿qué palabras serían las que tengo que robar y a quién debo robárselas?

Jonh te sonrie alegremente al escuchar tus palabras -Veras, cualquier palabra que nos sirva para comrpometer a algun niño rico o algo, confio en que haras como dios manda tu trabajo, Sally.- te dice mientras le acercan una copa de whisky solo y empieza a tomarsela.

Alzo una ceja y me acerco un poco. Con un movimiento suave de mi mano arrebato la copa de la suya, rozando el dorso con la punta de mis dedos. Sonriendo y la acerco a mis labios. Rozo el borde de la copa y bebo un sorbo minúsculo de manera sensual. Le devuelvo la copa y doy un paso hacia atrás quedándome de lado.

Eso está bien, hay demasiados niñatos con oscuros secretos. ¿Algo que interese en concreto?

No me gustaron los burdeles, aunque quizá sea porque soy mujer. Eso pensaba, mientras mi chófer abría la puerta del coche para que pudiera salir.

Me dirigí a la puerta del club y examiné al tipo que guardaba la puerta. Me acerqué a él y le dije:

-Vengo a ver a John -hice una pausa para que el gorila procesara la información-. Es un asunto importante y de negocios.

Esperé a que aquel tipo le llevara el mensaje a su jefe y, éste, a su vez, a otro jefe, y yo qué sé qué más. La cuestión era que no me gustaba estar en aquel lugar. Mi chófer se apostó contra el lateral del coche y se encendió un cigarrillo.

Suspiré. Yo seguía esperando, aburrida.

Me avisan de que Alexandra a venido a verme y le pido a Sally que se siente en el sofa a mi lado para que escuche la conversacion y tambien dejo entrar a Alexandra. Cuando entra por la puerta la miro y sonrio -Que inesperada sorpresa Alexandra, ¿a que debemos el placer de tu visita.-

-Hola, John -le saludé y me senté donde me indicaba-. Gracias por recibirme. Sé que tienes muchas cosas que hacer- siempre era amable con este tipo de gente. Era mucho mejor así-. He visto esto en el periódico.

Le di el periódico que me traje conmigo y le señalé el anuncio por palabras. Me recosté en el sillón, esperando su respuesta:

-¿Y, bien? ¿Qué te parece?

Lei el articulo del periodico en silencio durante unos segundos con las palabras subrayadas -¿que posibilidades hay de que esto solo sea pura coincidencia Alexandra?- dije mientras le enseñaba el articulo a Sally -y en tal caso de que este articulo no sea coincidencia ¿que propones que hagamos?- dije mientras daba otro sorbo a mi whisky - aaaaaa por cierto, ¿quieres uno?-

articulo: "Empieza la diversion, y lo primero sera la administracion"

-No, no bebo, ya lo sabes, John -rehusé con un gesto de cabeza la bebida que me tendía-. Lo que propongo -dije, no muy convencida de que la otra chica estuviera allí escuchando nuestra conversación-... Perdona -dije a la chica-, ¿te importaría dejarnos solos? Tenemos asuntos de los que tratar -dije, intentando no sonar descarada y prepotente, aunque tampoco me esforcé en ello.

Jonh te mira -Bueno, aunque no bebas es de buena educacion ofrecer bebida a los invitados ¿no?- luego le hago una pequeña señal a Sally para que se quede donde esta -Y como esta es mi casa, yo decido quien se queda y quien no, y Sally se queda, puede ser util, y aparte dentro de poco si las cosas mejoran puede que se convierta en mi mano derecha.-

-Como gustes- le contesté, acomodándome en el sillón y cruzando las manos en mi regazo. Suspiré y continué-. Verás, el motivo de mi visita es que me gustaría que hablaras con tus otros contactos. Deberíamos, he pensado, convocar una reunión con todos -puse mucho énfasis en la palabra "todos", para que entendiera el doble sentido- y así decidir qué vamos a hacer a continuación. Quiero decir, dentro de poco habrá elecciones y, necesitamos, por todos los medios, que nuestra pequeña "organización" no salga a la luz como un instrumento para atrapar votos y así los ciudadanos, pobres ovejas descarriadas que necesitan pastor, voten a aquel candidato que proponga nuestra desaparición -expliqué-. En resumen, que seamos discretos y que nos reunamos.

Esperé la contestación de John. Pese a todo, era una persona que sabía de negocios y, lo que más quería era que le reportasen dinero; por lo que arriesgarse a que le cerrasen su preciosos locales era algo que no iba a consentir.

Miré a mi alrededor mientras John pensaba la respuesta. De verdad que no me gustaban esos sitios.

Empiezo a reir a carcajadas por las palabras de Alexandra -tranquila pequeña, nosotros de momento solo somos ... hombres de negocios, nada mas, aunque si que veo bien la idea de reunirnos a todo para hablar sobre esto.- me llevo las mano a la barbilla y empiezo a rascarmela -Pero creo que de momento tenemos cosas mas importantes de las que hablar, veras, me han llegado rumores de que a llegado a la ciudad un nuevo agente, un fuera de serie por lo que se ve, a si que me gustaria que tu Alexandra te encargaras de investigarlo, seducelo y usa tus armas de mujer si es necesario, pero no lo mates ni nada por el estilo, por supuesto te pagare por este pequeño favor.- digo mientras de mi bolsillo saco un gran fajo de billetes, luego miro a Sally -Y tu mi princesita, quiero que hagas tambien lo mismo, pero con el candidato a la alcaldia, proviene de una familia muy rica, y tenerlo comiendo de nuestra mano nos sera muy pero que muy util.-

Me recosté en el sillón, pensando la oferta de John. Si bien era tentadora (el hecho de que John te debiera un favor, era una cosa bastante interesante), me humillaba. Yo no era como la niñita que tenía a su lado y le comía con la mirada, yo me gané el puesto que tenía para evitar precisamente ese tipo de trabajos.

Resoplé sin saber qué hacer. No quería que se notara que John podía pedirme cualquier cosa y yo, como un perro, mover la cola y asentir, pero, por otro lado, John era una persona influyente y conocía a gente que a mí me podía interesar.

-Efectivamente, John, tú sabes que yo no hago nada gratis- comencé-. Verás - me retrepé en el asiento y me acerqué más a él para que no perdiera detalle de lo que le decía-, necesito colocar cierta mercancía en el mercado y, quizás, tú sepas a quién puedo vendérsela. No es nada importante -dije, con un gesto de la mano para quitarle hierro al asunto -, tan solo unos coches de gama alta que hace poco han venido del otro continente deseosos de llevar a gente poderosa dentro. Necesito vender esos coches para poder blanquear el dinero que consigo de las salas de juego. Tú ayúdame a vender esos coches, y yo te ayudaré a sacarle toda la información a ese tipo - dije sonriéndole.

Es interesante la mujer que ha llegado. Parece decidida a conseguir lo que quiere. Definitivamente una mujer admirable. Clavo mis ojos en ella y la miro de arriba abajo. Alguien interesante, definitivamente. Aparto mi mirada de ella, a ningún punto en concreto y con voz baja, pensativa y sin dirigirme a nadie en concreto digo.

Princesa... curiosa palabra. Supongo que una cara bonita como la mía podrá tener comiendo de su mano a un niño rico... 

Miro a Alexandra y sonrio levemente -De acuerdo, tu consigue toda la informacion que puedas de ese tio, y tenlo bien vigilado y yo les encontrare comprador a esos coches- digo tomando un sorbo de mi copa -Y tu mi princesa, se que lo haras muy, muy bien con ese idiota.- dije mientras cogia una de las manos de Sally y dulcemente la besaba.

Aparté la vista cuando John besó a su "princesita". Me levanté e intenté irme de allí lo antes posible, más que nada por si la cosa iba a más.

-Bien, John, pues entonces ambos tenemos trabajo. Me despido. Es un placer hacer negocios contigo, como siempre - le dije, sonriendo -. No hace falta que me acompañes, sé dónde está la salida, gracias. Ah, espero noticias tuyas para empezar a investigar a ese tipo -me despedí y salí de esa sala.

Ya en la calle, el sol me cegó por un momento. Parpadeé varias veces y me dirigí hacia el coche. El chófer me abrió la puerta y yo me tiré dentro del asiento. Antes de que me preguntara, como hacía siempre, le contesté:

-Ha ido bien -dije, mientras miraba por la ventana-. Ambos sacamos algo de esto: él información de un tipo y yo vender los coches. No ha ido mal. Vamos a casa, por favor.