Partida Rol por web

El enano cae decapitado por la guadaña del bárbaro que puede ver delante de el a una mujer que está haciendo algún tipo de ritual por sus gestos.

Steelgart parecia respirar más pausadamente, sangrando menos.

Adshareb reconoció el conjuro de invocación, y ordenó al eidolon que cargara contra aquella mujer. Intentando romper su concentración antes de que terminara el sortilegio, el osirio desenfundó una varita.

- ¡Dracaris!- gritó, apuntando a la mujer. Un proyectil de luz anaranjada salió disparado de la varita, impactando en el pecho de la hechicera.

La mujer recibe el impacto en el pecho del proyectil lanzado por la varita de Adshareb tras esquivar al Eidolon que no lanza su mejor bocado, y pierde su conjuro cuando está a punto de finalizarlo. Mira con rabia a Adshareb y a su Eidolon. Se retira hacia la rampa huyendo pausadamente del Eidolon y de la vista de los aventureros mientras desenvaina su maza ligera.

Me quedo en el sitio atendiendo al pobre enano que sigue incosciente, aunque ahora ya no sangra tanto.

- ¿Vives aun, enano?. Voy a perseguir a esa zorra. 

- ¡Tras ella, que no escape!- Adshareb azuzó al eidolon para que persiguiera a la seguramente era la líder del culto de Moloch.

Mientras, aún con la varita en la mano, él fue en pos de Ungrag, atento por si veía aparecer a la conjuradora.

El Eidolon avanza con cuidado tras Hafshi pero esta le saca ventaja y parece retirarse hacia las escaleras de caracol que no subísteis en el segundo piso, donde estaban las habitaciones.

Ungrag cae delante de Adhsareb desmayado e inconsciente.

"Mierda, maldita sea, qué mala suerte tenemos", pensaba Adshareb con rabia. Tenía que dejar escapar a la líder de los cultistas, él sólo no podía hacerle frente.

Intentó cargar con Ungrag, ayudándose con el eidolon, colocando el cuerpo del bárbaro sobre la criatura, y cogiendo él las piernas como pudo para que no arrastrara. De esta guisa, fue retrocediendo hacia donde estaban Dormin y Steelgart.

Te retiras arrastrando a Ungrag con la ayuda del Eidolon. Cuando notas una ola de energía negativa que proviene de detrás de vosotros, de la dirección en la que huyó Hafshi Al-Moloch

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Adshareb, que detectó que las emanaciones mágicas venían de la zona por donde había huido Hafshi. - Maldita sea... ¡a por ella, eidolon!- dijo, mientras él seguía arrastrando a Ungrag como podía.